Me duelen los ojos cada vez que vuelvo a ver la Gowind 1000. Proyecto completamente muerto.
Y en cuanto a las A-69, guste o no guste, fueron sustituidas por los OPV Bouchard.
Respecto a las TNC-45. Dudo que el mejor remplazo sea una corbeta. También dudo que esa tenga que ser una prioridad, dado los otros emergentes que tiene la Armada, por un lado; y que hace pocos años fueron actualizadas, por otro lado. Me parece que tienen cuerda para rato en su particular teatro de operaciones.
Pero más allá de las prioridades, me parece bien pensar en su sustituto en su particular teatro de operaciones.
En mi entendimiento, ese sustituto no tendrían que ser corbetas, sino que tendrían que ser lanchas.
Y no sólo hay que debatir sobre el tipo de lancha, sino también la cantidad de lanchas. En este sentido, cabe recordar que el proyecto original de la Armada Argentina era contar con cuatro lanchas TNC-45. Pero finalmente quedo en la mitad, dos unidades. Las mismas dos que continúan actualmente en servicio.
Entonces ¿Qué tipo y cantidad de lanchas? Para mí tienen que ser lanchas aptas para combatir muy cerca de las costas. En aguas poco profundas. Con alta velocidad y maniobravilidad. Priorizando el armamento artillero para combate a corta distancia. Es más, también deben tener capacidad anfibia. No necesariamente gran autonomía.
Mis candidatas son:
- La clase sueca CB-90. Estas lanchas suecas son más pequeñas de la TNC-45. Pero adquiriría una mayor cantidad. Con 12 de estas lanchas se podría operar en toda la zona austral y asaltar cualquier playa con una compañía completa de infantería de marina. Quizás, en tiempo de paz se podrían dejar sólo cuatro en el sur y el resto en Zarate, proporcionando capacidades de combate de aguas marrones allí también. Una misma solución para dos teatros de operaciones diferentes pero con algunas necesidades similares.
- La clase finlandesa Jehu. Una variante de mayor desplazamiento que la anterior y, gracias a ello, mayor autonomía y otras prestaciones adicionales que facilitan su desempeño en tareas de patrulla y escolta. Por tanto, cumpliendo roles y funciones similares a las TNC-45. Probablemente, cuatro unidades serían suficientes.
- Las francesas EDA-S. También cuatro unidades. Como verán, para mí el acento tiene que estar puesto en la capacidad anfibia, así que ¿Por qué no unas lanchas de desembarco anfibias de alta velocidad? Las nuevas EDA-S me parecen una alternativa interesante. Veloces. Capaces de transportar tanques, camiones y/o containers. Unas cuatro podrían satisfacer las necesidades de la flota austral. Otro tanto para operaciones en la zona fluvial. E, incluso, algunas más para un eventual buque anfibio. También podrían operar en la Antartida. Economía de escala. Quizás, 10/12 unidades en total.
Si la memoria no me falla, este tipo de lanchas pueden navegar varias cientos de millas durante mas de 10 dias de operación independiente. Autonomías de las que carecen las CB-90 antes mencionadas.
¿Es factible pensar en tanta cantidad? No estamos hablando de destructores y fragatas. Ni siquiera corbetas. Con una suma de dinero relativamente pequeña se puede comprar un importante número de estas lanchas relativamente pequeñas y simples.
- Las francesas LCX. Sólo es un proyecto. Pariente cercano de las EDA-S antes mencionadas. Esta lancha renuncia un poquito a la capacidad anfibia para ganar un casco con mejores capacidades de mar para mejorar su desempeño en guerra de minas, lucha antisubmarinas cercana a la costa y otras misiones.
Dado el parentesco con las EDA-S, podrían comprarse ambas clases y convivir. Quizás, 4 LCX sean suficientes para el teatro austral y Antartida y, además, comprar 8 EDA-S para la región fluvial y eventuales buques anfibios.