Acciones varias de las distintas guerras

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Soldados judios, asiaticos y de raza negra del ejercito nazi
El Batallón 43


El ataque japonés a Pearl Harbor cambió toda la guerra, tras la entrada en guerra de Japón con Estados Unidos el conflicto se hizo totalmente mundial. Muchos japoneses y otras muchas personas de Asia que aceptaban la ocupación japonesa de su país creyeron que luchar contra Estados Unidos y Gran Bretaña era una política equivocada, el verdadero enemigo al que había que aplastar era al comunismo y la URSS. Por aquella razón muchos asiáticos de diversos paises fueron a Europa para ingresar en el Ejército del Tercer Reich. El gran número de asiáticos provenientes de Asia, o bien de los que ya vivían en Europa se presentaron para combatir en el Ejército alemán,esto hizo que los Altos Mandos del Reich tomaran medidas y los encuadrarán en un mismo batallón, así se creó el OstBattalion-43 o Batallón 43 que fué icorporado a la Wehrmacht y enviado al frente de Rusia.



Dos oficiales japoneses del Batallón 43 de la Wehrmacht junto a un camarada alemán.




Soldado de Turkestan siendo instruido por los alemanes


El Batallón 43 de la Wehrmacht estaba formado exclusivamente por asiáticos orientales provenientes en su mayor parte de China, Japón, Corea y Mongolia, aunque también había una menor parte que la componían tropas de Thailandia e Indonesia.

La aventura del Batallón 43 comenzó al ser enviado a Rusia en el frente del Este, allí padecieron las mismas calamidades que los alemanes, como el frío, el hambre, el enemigo y el Ejército Rojo. Operaron desde las estepas rusas hasta las llanuras fértiles de Ucrania. Estas tropas eran bastantes temidas por el enemigo porque no tenían miedo a la muerte, combatir contra ellos era como enfrentarse a los japoneses en el Pacífico, algo a lo que no estaban acostumbrados los rusos. Los soldados japoneses y coreanos eran los más fanáticos del batallón debido al código bushido y su religión, los mongoles eran los más motivados debido a que sufrían en su país de origen la presión de la URSS, y los chinos que eran temibles en combate peleaban por una China libre de Chiang Kai Shek y el comunismo de Mao Zedong que estaban apoyados por Rusia.

A principios de 1944 el Batallón 43 se retiró del frente del Este y fué enviado a Francia e incorporado al Ejército de Rommel en Normandía. La misión de estos era establecer guardias costeras junto al Canal de la Mancha para frenar un desembarco aliado en el futuro, la vida en Francia del Batallón fué tranquila y apacible durante varios largos meses.







Soldado japones al mando de los alemanes


El 6 de Junio de 1944 se produjo el desastre, los aliados desembarcaron en Normandía por tierra, mar y aire. El Batallón 43 se encontraba en aquellos momentos dispersado en la costa dónde habían desembarcado los americanos, al amanecer y duranté todo el día el batallón de asiáticos luchó valerosamente contra las tropas norteamericanas, pero el gran número de estos junto con el factor sorpresa y la dispersión de fuerzas provocó la desgracia. Al final del Día D el Batallón 43 había sido pulverizado casi en su totalidad, la mayoría de tropas estaban muertas y el resto de hombres habían caído prisioneros.

El mismo Día D el Batallón 43 dejó de existir, los pocos asiáticos que lograron escapar a líneas alemanas no se les dejó unificar de nuevo el Batallón, síno que se ordenó su disolución. Las tropas asiáticas que quedaron en el Ejército alemán tras Normandía fueron incorporadas a las Waffen-SS dónde combatirían siguiéndo el destino de Alemania hasta el final y la muerte.



Prisionero, posiblemente chino o japonés, siendo interrogado por tropas americanas.








Lucien Keramat. Tuvo dificultades para entrar en las Waffen SS por su origen Tailandés, pero finalmente pudo conseguirlo. Actualmente vive en el sur e Francia.




asiaticos capturados luego del dia D





Soldado chino capturado


Asiáticos en las Waffen-SS y otras fuerzas


En Marzo de 1938 se producía el Anschluss,la anexión de Austria por parte de Alemania. En esa operación participó el primer oficial nazi asíatico, un chino llamado Chiang Wei-Kuo, hijo del gobernador de China Chiang Kai Shek que llevaba mucho tiempo en Alemania instruyéndose militarmente. Chiang Wei-Kuo durante el Anschluss fué comadante de un grupo Panzer, consiguió un gran éxito en el manejo de los tanques Panzers sabiéndo intimidar a la población que estaba siéndo ocupada. Al igual que Chiang Wei-Kuo muchos chinos y asiáticos de otros países pasarían por muchas divisiones durante la guerra en la Wehrmacht, la Luftwaffe y la Kriegsmarine.




Comandante chino de la Wehrmacht Chiang Wei-Kuo, estuvo al mando de un grupo Panzer en la ocupación de Austria.




Wehrmacht Chiang Wei-Kuo


Cuándo Alemania tenía ocupada toda Europa y parte Rusia en las Waffen-SS se incorporaron muchas divisiones de todo los países de Europa, en estas también muchos asiáticos. Por las Waffen-SS pasaron numerosos mongoles, indonesios, thailandeses, japoneses, entre otros, la mayor parte de estos fueron incorporados a la División Lutzöw, la Charlemagne francesa y algunas de las divisiones SS de Hungría. Numerosas chicas asiáticas,la mayoría japonesas, tuvieron también un papel importante en las Waffen-SS haciéndo labores tras las líneas enemigas para los soldados alemanes, o bien como enfermeras en el frente. Tras el Día D el Batallón 43 fué disuelto y sus supervivientes incorporados a las Waffen-SS. Muchos asiáticos al final de la guerra murieron en Hungría defendiendo ese país en las Divisiones SS húngaras, otros murieron en la defensa de Alemania y muchos de ellos ya cayeron bajo el fuego ruso en Berlín.



Al final de la guerra pocos fueron los asiáticos y asiáticas que volvieron a su país de origen tras luchar en Europa, la mayoría ya que no los aceptaban por haber apoyado a los nazis y otra pequeña parte porque sufría prisión en los gulags rusos de Siberia. Japón fue el único país que aceptó que volvieran los suyos. La mayoría tuvo que buscar una nueva vida en Estados Unidos o seguir en en la díficil Europa.





Grupo de soldados húngaros en el que podemos ver un soldado chino, que recibe una Cruz de Hierro de segunda clase.




Soldado chino o Mongol prisionero de los aliados con el uniforme aleman




Soldados coreanos capturados durante el dia D




Soldado que sirvió en la tercera división de Panzer Grenadiers.





Soldado Armenio con uniforme aleman de la Legion armenia





Voluntarios de Turkmenistán capturados en Normandía.




Tres soldados alemanes capturados en la operación Market Garden.

El de la izquierda es posiblemente de origen Mongol.




Soldado de Indonesia en la División Charlemagne francesa de las Waffen-SS.




Soldado mongol en el frente ruso.




Soldado tailandés, equipado con el casco alemán M35, en 1.943





Soldados de Turkestan equipados con uniformes alemanes







Tropas de origen asiatico estudiando el terreno bajo supervisión de oficiales alemanes.




Soldado alemán de origen chino



La legión Freies Arabien





El Saudita Legión Freies Arabien fue una legión de voluntarios procedentes de Oriente Medio, Norte de Africa Islámico y partes de Europa sudoriental, que luchó por la Wehrmacht.Especialmente en los Balcanes han sido reclutadosa partir de 1943 hombres musulmanes. Algunos otros del desierto.


Hasta el 19 de Abril 1943 reportó más de 20.000 voluntarios en su mayoría musulmanes a que sirvan para el Reich alemán.La mayoría de población árabe musulmana, pero no se encontraban entre los nacionalistas árabes muchos árabes fe ortodoxa griega.

El Gran Mufti Hajj Muhammad Amin al-Husseini Freies Saudita ayudó a la Legión con el reclutamiento de voluntarios musulmanes.



Aqui se ve al Gran Mufti Hajj Muhammad Amin al-Husseini frente a tropa




Muhammad Amin al-Husseini junto a Hitler




Soldado arabe de la legion Arabien




Soldados arabes y alemanes inpeccionando una caja de granadas de mano M24 Stielhandgranate


Los soldados negros



En Francia, algunos negros se alistaron en el LVF y fueron los primeros hombres negros en usar el uniforme alemán en la Segunda Guerra Mundial. Por último 12 de ellos se alistaron y uno de ellos murió cerca de Moscú, siendo enterrado en la nieve. Otro era un fascista negro, Louis Joachim Eugene, (de 40 años en 1942), que sirvió dentro del personal del LVF en 1941. Luego volvió a Francia y se alistó en la organización Todt como Truppfühhrer (sargento), donde supervisaría a los trabajadores




Soldado Marroqui y otro sirio con la insignia de la legion Freies Arabien


Otro era Norbert Desire, también ciudadano francés alistado en el LVF. Le fueron concedidas varias medallas, como el "Winterschlacht im Osten" (la "medalla de la carne congelada", así fue apodada) y el Verwundetenabzeichen.




Soldado negro de África y otros dos de infantería de la Legión Freies Saudita, como parte de la ocupación alemana en Grecia, 1943.


En 1944, Desire era el último hombre negro en el LVF. Cuando el LVF fue integrado dentro de la 33ª División de Granaderos SS Voluntarios Charlemagne, Desire quiso entrar en las SS pero se le negó por motivos raciales, muy a su pesar. Así que le hicieron un trabajador voluntario libre en una fábrica alemana (su caso y el caso de un voluntario judío del LVF fueron los únicos dos casos en los que se les negó entrar en las SS por motivos raciales).

Después de la guerra, Norbert Desire fue condenado a trabajo forzados. Trabajó más tarde como docker en un puerto francés hasta su muerte en mayo de 1969, (murió prematuramente a los 59, por sus largos años en los campos de trabajo). También hubo un negro francés dentro del Abwehr que, después de un entrenamiento especial por las SS Suedwest Jagdkommando de Otto Skorzeny fue lanzado en paracaídas en Francia como espía en 1945. Posteriormente fue capturado por los gaullists que lo condenaron. Otro individuo negro francés era un auxiliar del I de la Gestapo. Se cree que cayó al final de la guerra.


El Kodat ( Kommando Deutsch-Arabischer Trupper )


Fue creado tras los desembarcos Aliados en el Norte de Africa, como una unidad de choque de tropas árabes de la Wehrmacht en Túnez, al mando del Teniente Coronel Meyer-Ricks. El principio, se iba a crear tres batallones de voluntarios de las nacionalidades del Magreb: Marruecos, Argelia y Túnez. Iban a usar el uniforme continental francés modelo 1935 color kaki sin insignias salvo un brazalete, en el brazo derecho, blanco con la inscripción en negro "Im Dienst der Deutschen Wehrmacht" (al servicio de las ejercito alemán), equipamiento de cuero marrón de origen francés y cascos alemanes.


Los Oficiales y Sub Oficiales utilizaban el uniforme reglamentario alemán con el escudo en el brazo derecho perteneciente al "Orientkorps" (utilizado por la Sonderverband 287 y la Sonderverband 288)




con la insignia de brazo de esa unidad; entrenando reclutas nativos del KODAT posiblemente iraquies.




Dos variantes del bazalete con la inscripción "Im Dienst der Deutschen Wehrmacht" (Al Servicio del Ejército Alemán), utilizado por el KODAT, como así también por otras unidades auxiliares y por personal no combatiente el ejército.



A principio enero de 1943, se crea en Túnez la unidad denominada "Kommando Deutsch-Arabische Truppen o KODAT". A mediados de febrero de 1943 el KODAT contaba con dos batallones de voluntarios árabes de Túnez, un batallón argelinos y un batallón marroquíes, que contabilizan un total de 3000 hombres; comandados por oficiales y suboficiales de origen alemán. El KODAT formaba parte de la Sonderverband 287 denominado "Deutsch-Arabische Lehr Abteilung" o también llamado "Deutsch-Arabische Truppen".Deutsche-Arabische Lehr Abteilung.

Primero se formó el Deutsche-Arabische Lehr Abteilung, en julio de 1941 en Sonium, Grecia por el Sonderstab F con voluntarios árabes, antiguos prisoneros de los ejércitos británicos y árabes. La unidad sufrió por las peleas de poder entre Hadji Muhammed Amin Al-Hussein, Mufti de Jerusalen, y Rashid Ai Al-Gailani, ex-Primer Ministro de Iraq.




Hindúes en la Wehrmacht





La Legión India o Legión Azad Hind constituye uno de esos casos extraños que ocurrieron durante la segunda guerra mundial, donde voluntarios de países remotos murieron defendiendo heroicamente el sueño del III reich integrados en las legiones de voluntarios extranjeros de las temibles SS.

Los soldados del Batallón Azad Hindoustan vestían el uniforme militar italiano standard y un turbante. Sus túnicas saharianas italianas llevaban un parche de cuello con tres rayas verticales en color naranja, blanco y verde del Congreso Nacional Indio (el movimiento principal de oposición indio al dominio ingles) la raya anaranjada es la más próxima al cuello de la prenda. Los italianos que servían en el Batallón Azad Hindoustan fueron distinguidos con estrellas en sus parches de cuello mientras que las tropas indias no las llevaban. Estos miembros del batallón fueron mandados a Tarquinia para entrenamientos con paracaídas.



Soldados indios bajo el mando alemán


El orden de batalla del Batallón Azad Hindoustan en agosto de 1942 era: Compagnie Fucilieri (una compañía motorizada de fusileros), Compagnie Mitraglieri (una compañía motorizada de ametralladoras), Platone Paracadutisti (un pelotón de paracaidistas), y un Pelotón de Italianos Extranjeros. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo en el entrenamiento de los indios italianos consideraban a las tropas indias de lealtad dudosa y esta opinión se confirmó cuando los indios se amotinaron al conocer la derrota del Eje en El Alamein en noviembre de 1942. Esto produjo la disolución del batallón y los indios volvieron a los campos de prisioneros de guerra.

Así terminó el desilusionante esfuerzo italiano para alistar indios para el servicio en las fuerzas armadas del Eje. Pero sus aliados alemanes, comenzaron a alistar pronto a más indios, sin postergarlo por la negativa experiencia italiana, ya que ellos poseían una garantía de éxito no disponible por sus aliados Mediterráneos.






El ejercito secreto de hitler


Los legionarios fueron reclutados en los campamentos de prisioneros de guerra alemanes

La información que dio la inteligencia británica fue considerada tan secreta, que en 1945 fue encerrado bajo llave.



Estos documentos cuentan, como miles de soldados indios que se habian sumado a Gran Bretaña en la lucha contra el fascismo cambiaron sus juramentos al rey de Inglaterra por los fidelidad al fuhrer Adolf Hitler - una historia sorprendente de la lealtad, la desesperanza y la traición que amenazaba la dominación británica en la India, conocido como el Raj.

La historia cuenta que los oficiales alemanes dijeron a sus interrogadores que esto comenzo en en Berlín el 3 de abril de 1941. Esta fue la fecha en que el ala izquierda-indio líder revolucionario, Subhas Chandra Bose, llegó a la capital alemana.

Bose, que había sido detenido 11 veces por los británicos en la India, habían huido del Raj con una misión en mente. Eso fue a buscar ayuda de Hitler para expulsar a los británicos de la India.



el lider indio Subhas Chandra Bose junto a camaradas alemanes


A finales de 1941, el régimen de Hitler reconocido oficialmente su provisionales "para la libertad de la India" en el exilio, e incluso aceptó ayudar a Chandra Bose levantar un ejército para luchar por su causa. Iba a ser llamado "La Legión india de liberacion".

ellos esperan recaudar una fuerza de unos 100.000 hombres que, una vez armada y equipada por los alemanes, podrían utilizarse para invadir la India británica.

los alemanes dejaron visitar a los indues rebolucionarios los campos de prisioneros de en ese momento, eran el hogar de decenas de miles de soldados indios capturados por Rommel en el norte de África.




Rommel pasando revista a soldados indios en Africa


Voluntarios

Por último, en agosto de 1942, se celebró la ceremonia de juramento de lealtad en la que docenas de prisioneros de guerra indios se unieron en masa juramentos de lealtad a Adolf Hitler.




Chandra Bose junto a los miembros de la legión india de liberación




Estas son las palabras que fueron utilizados por los hombres que habían hecho un juramento formal al rey de Inglaterra:


"Juro por Dios este juramento sagrado que voy a obedecer al líder de la raza alemana y el Estado, Adolf Hitler, como el comandante de las fuerzas armadas alemanas en la lucha por la India, cuyo líder es Subhas Chandra Bose."


"Quería a 500 voluntarios que serían capacitados en Alemania y luego en paracaídas en la India. Todos levantaron la mano. Miles de nosotros como voluntarios".








El final

Los sueños del lider Subhas Chandra Bose se desmoronaron cundo los nazis invadieron rusia Subhas Chandra Bose el revolucionario admiraba a Rusia, ya contaba con casi 3.000 indios de la legión.


La situación se ve agravada por el hecho de que después de Stalingrado se hizo evidente que el ahora ejército alemán en retirada no estaría en condiciones de ofrecer a la revolución de Chandra Bose la ayuda en contra de los británicos de la India lejana.

Cuando el indio revolucionario se reunieron Hitler en mayo de 1942 sus sospechas se confirmaron, y él llegó a creer que el líder nazi estaba más interesado en la utilización de sus hombres para ganar victorias de propaganda de los militares.

Así, en febrero de 1943, Bose dio la espalda a sus legionarios y se deslizó fuera en secreto a bordo de un submarino con destino a Japón.

Allí, con la ayuda japonesa, que iba a levantar una fuerza de 60.000 hombres para marchar a la India.



De regreso en Alemania los hombres que había reclutado quedaron descabezados y desmoralizados. Después de muchas discrepancias e incluso un motín, el alto mando alemán envió primero a Holanda y luego al sur-oeste de Francia, donde se les dijo que para ayudar a fortificar la costa por un esperado desembarco aliado.

Después del Día D, la Legión india de liberación, que había sido reclutado en las Waffen SS de Himmler, se encontraban en precipitada retirada a través de Francia, junto con otras unidades del alemán.

Su traductor militar alemán en su momento era secreto Rudolf Hartog, quien es ahora tiene 80 años relata el fin de la guerra para la legión india de liberación.

"El último día que estuvimos juntos, un tanque blindado apareció. Pensé, Dios mío, ¿qué puedo hacer? todo a terminado", dijo.


"Pero sólo quería recoger a los indios. Nos abrazamos y gritamos era el fin."


La Falange Africana y los reclutas franceses






Soldado tunecino


Durante los dos últimos meses de la lucha en Túnez, el 754.Infanterie-Regiment (mot.) de la 334.Infanterie-Division tuvo adscrito bajo su mando una de las unidades más curiosas de toda la Segunda Guerra Mundial: la Falange Africana. Creada en noviembre de 1942 por las fuerzas de la Francia de Vichy en el Norte de Africa, fue organizada para hacer frente a las fuerzas Anglo norteamericanas. Compuesta por unos 300 franceses y unos 150 voluntarios argelinos y tunecinos, su primera acción en el frente tuvo lugar el 25 de abril de 1943 contra elementos del 8º Ejército británico. La unidad tuvo numerosas bajas, unos 70 muertos y heridos pero tuvo una actuación destacada junto con los restos del “Kampfgruppe Krause”. Al final de la campaña la unidad fue rebautizada como Légion des Volontaires Française de Tunisie. La Falange Africana se rindió a las fuerzas aliadas en Cabo Bueno el 8 de Mayo de 1943 y catorce franceses miembros de la unidad fueron fusilados por elementos de las Fuerzas Francesas Libres.

Su comandante, el antiguo capitán de infantería Pierre-Simon-Ange Cristofini, un corso de las fuerzas coloniales francesas fue acusado de alta traición al final de la guerra y fusilado.



Este oficial frances de la LVF(Legion des Volontaires Françaises) muestra sobre su casco de acero alemán el escudo nacional francés, con los colores pintados en tres franjas verticales.


Tal vez una de las incorporaciones alemanas mas polemicas y sorprendentes: los soldados judios




Anton Mayer,mitad judio.




Soldados mitad judios jurando fidelidad al tercer tercer reich


Esto de los judios que combatieron el Tercer Reich es bien interesante,por lo que se ha podido conocer es que fueron no menos de 150.000 que sirvieron a Hitler,entre ellos hubieron tambien marinos y aviadores,los nazis les llamaban Mischlinge inclusive llegaban a tener alto cargos,en el 1940 habian unos 16.000 soldados judios sirviendo en la Werhmacht pero aproximadamente unos 150.000 pelearon con los nazis en la segunda guerra mundial,imaginense eso!


De esos 150.000,hubieron unos 30.000 que recibieron condecoraciones en la guerra y otros 19.000 fueron ascendidos de cargos,por ejemplo Hitler llego a expedir certificados de sangre Alemana limpia llamadoDeutschblüutigkeitserklärung que no solo les permitia combatir sino tambien ser considerados Arios y poder llegar a ser oficiales del ejercito Aleman,aqui unos personajes a los que Hitler les permitio servir en el ejercito siendo descendientes directos de judios:

Hans Sander, por ejemplo,que era en 1935 Sturmfuhrer de las SA, asi como miembro del partido nazi y receptor de la medalla de oro del partido.




Soldado mitad judio Werner Goldberg


Teniente Ernst Prager,que era medio-judio.

Coroneles Ernst Bloch y Felix Burkner.

Helmut Wilberg, general de la Luftwaffe.

Paul Ascher, primer oficial de Estado mayor del almirante Lutjen en el famoso acorazado Bismarck etc.
 

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Segunda Guerra Mundial La triste historia del «soldado Ryan» tanquista que regresó a casa tras la muerte de sus hermanos
Larry Lantow, comandante de un carro de combate aliado, volvió a su hogar después de que sus vecinos firmaran una petición tras el fallecimiento de sus parientes


Gracias a Tom Hanks es imposible no conocer a día de hoy la historia de aquellos soldados que, tras la muerte en el frente de sus familiares durante la Segunda Guerra Mundial, fueron devueltos a Estados Unidos. La razón era sencilla, hacer que sus padres pudieran disfrutar, al menos, de la compañía de uno de los hijos que partió a defender su país.
Sin embargo, la historia de Larry Lantow es tan impactante que permitiría Steven Spielberg llevar a cabo una nueva versión de «Salvar al soldado Ryan». Y es que, este militar combatió por toda Europa a lomos de un carro de combate hasta que, tras el fallecimiento de sus dos hermanos, fue devuelto a casa gracias a la firma de 600 de sus vecinos.
La triste historia de este militar ha sido desvelada este lunes por el diario «Tulsa World», el cual ha logrado entrevistar a Lantow –de 98 años de edad- en su residencia actual. Tal y como explica el periódico, este soldado –el mayor de siete hermanos- nació en Claremore (Oklahoma), donde se graduó en 1938. Apenas cuatro años después fue reclutado por el ejército y destinado a la Compañía H del 3er Batallón de la 3ª División Blindada.
De esta forma, no seguiría el mismo camino de sus dos hermanos, Bob y Norman, quienes decidieron convertirse en paracaidistas de la 101 División Aerotransportada (aquella que fue soltada a diestro y siniestro en las playas de Normandía el Día D). Por el contrario, Lantow se mantuvo en tierra y se dedicó a guiar a la tripulación de su carro de combate a lo largo y ancho de Europa en los siguientes meses. Sus destinos más destacados, entre otros, fueron Francia, Bélgica y, finalmente, Alemania (durante el avance aliado sobre Berlín).
Según afirma este militar al diario de Tulsa, allí donde iba sólo veía devastación: «Francia era un desastre, todo eran disparos. En Bélgica los residentes alineaban a sus hijos muertos para que se viera lo que la guerra había hecho con ellos». Todo ello, se sumaba a los continuos combates en los que se veía involucrado contra los mayores enemigos de los carros de combate aliados: los «Flak 88» nazis (cañones de 88 milímetros ideados en principio para derribar aviones).
A su vez, no sólo se vio involucrado en combates, sino que también era el soldado encargado de escribir a las familias de sus compañeros cuando alguno de ellos fallecía. «La familia siempre quería saber cómo había muerto su hijo, pero muchas veces no era grato decirles que le habían volado la cabeza de un disparo o había ardido dentro de un tanque», explica en superviviente al diario de Tulsa.
Galardonado con una «Estrella de Bronce», todo cambió para Lantow cuando le informaron en 1944 de que sus dos hermanos habían muerto y regresaba a casa. Al parecer, el «Tío Sam» no podía permitir que una madre perdiera a tres de sus hijos en la contienda. Por otro lado, parece que también ayudaron bastante las 600 firmas que su progenitora logró reunir entre los vecinos de su ciudad solicitando su regreso.
Fuera por la causa que fuese, lo cierto es que este militar está hoy vivo gracias a aquello, aunque recalca que no quería volver a su hogar hasta que acabara la guerra debido a que sus compañeros de unidad eran como su familia. A día de hoy, la ciudad de Tulsa está llevando a cabo un proyecto para preservar la memoria de estos siete hermanos, cuatro de los cuales estuvieron en el frente.
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El fantasma del piloto nazi confinado en Cabrera

Los restos del aviador alemán Johannes Böckler fueron trasladados a Yuste, pero hay quien asegura que se confundieron de cuerpo y que el Lapa aún vaga por la isla

carlos garrido
Imagen de archivo de la tumba del aviador alemán en el pequeño cementerio de la isla de Cabrera
«¡Ojo con el aviador que sale por las noches!», le advirtió un soldado a Carlos Garrido la primera vez que este periodista y escritor visitó Cabrera en 1980, cuando la isla aún no se había convertido en Parque Nacional. Así fue como conoció la historia del Lapa.
«Al lado del castillo hay un pequeño cementerio rural en el que entonces solo existía una tumba identificada», relata Garrido a ABC. Era una modesta cruz con el nombre de Joannes Bochler, que después sería corregido como Johannes Böckler, y la fecha de su muerte en abril de 1944. El joven soldado alemán, de apenas 21 años, murió en la II Guerra Mundial cuando su avión, un Dornier que había partido del sur de Francia rumbo a Argelia, sufrió un problema en su motor y cayó cerca de Cabrera. Los cuatro tripulantes saltaron antes de que el aparato se precipitara al mar, pero solo el piloto Hans Kieffer logró salvarse y alertar con bengalas de su situación para ser rescatado. A Böckler una barca lo encontró muerto mientras que los otros desaparecieron. Días después se encontraría el cuerpo de uno de ellos, Peter Brühl, en una playa de Mallorca, mientras que del otro nada se sabe, según cuenta el autor de «Cabrera mágica».

Johannes Böckler
Böckler fue enterrado en el pequeño cementerio de Cabrera, donde reposaban los restos que se habían encontrado hasta el momento de los presos franceses que fueron confinados en la isla a principios del siglo XIX. Junto a él se encontraba otra tumba sin identificar, la de un campesino de la zona conocido como «En Lluent», que había muerto de un infarto de miocardio. Garrido recuerda su primera visita al cementerio hace ya 30 años. «Daba miedo, era un sitio bastante tétrico», señala. No es de extrañar que hasta los militares le hablaran del Lapa, de esa presencia que se les agarraba por la espalda. «Contaban que como el aviador estaba lejos de su casa, salía para buscar a alguien al que traspasarle la maldición de no descansar junto a los suyos», explica.
Garrido se convirtió en el «padre putativo del fantasma», según sus propias palabras, cuando la historia que escribió a la vuelta de su estancia en Cabrera se hizo famosa. Tanto, que llegó a los oídos de la Comisión de Conservación de Tumbas Militares Alemanas (Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge). La Comisión exhumó los restos de Böckler del cementerio de Cabrera y los trasladó al cementerio militar alemán de Cuacos de Yuste, donde reposan 180 soldados del país germano que perdieron la vida durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y sus cuerpos acabaron en territorio español por naufragios o derribo de sus aviones.
Aquel día no se hablaba de otra cosa en la isla, recuerda Garrido. Un pescador preguntó entonces qué cadáver se habían llevado: «¿El que está recto o el que está atravesado?».

Lápida en Cuacos de Yuste
Todos allí creen que se equivocaron de muerto y se llevaron al campesino En Lluent a Cuacos. Esa es la razón por la que, según aseguran, el fantasma del Lapa aún se sigue apareciendo en Cabrera.
En el pequeño cementerio de la isla ya no queda ninguna inscripción. La cruz del aviador alemán se rompió cuando éste fue exhumado y ya no se ven ni sus restos. «Alguien la ha robado», señala el escritor, que recogió los últimos datos de esta leyenda en su último libro, «La estrella fenicia». Tampoco hay flores en el lugar. Algunos las atribuyeron durante años a un piloto inglés que habría derribado el avión alemán y que de vez en cuando volvía a recordar a sus víctimas. «El superviviente del avión que salvaron en Cabrera era el de las flores», asegura Garrido.
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El piloto británico sin piernas que causaba pavor a los cazas nazis

Un nuevo libro desvela que Douglas Bader participó en una de las evasiones más curiosas de la Segunda Guerra Mundial

WIKIMEDIA
Douglas Bader, el as de la RAF con una veintena de objetivos derribados
La Segunda Guerra Mundial está llena de historias de superación y valentía en la que meros hombres logran convertirse en auténticos héroes en base a su valor. No obstante, de entre toda esta amalgama, hay una que sigue llamando la atención casi 75 años después de que se sucediera. Esta no es otra que la del británico Douglas Bader, un piloto que, a pesar de perder las dos piernas en un accidente de avión, combatió en los cielos contra los aviadores de la «Luftwaffe» nazi causándoles verdaderos estragos durante la Batalla de Inglaterra.
Por si este acto de valentía fuera poco, un nuevo libro llamado «Zero Night» acaba de desvelar e incidir en una serie de curiosas intrigas sobre la vida de Bader. Entre ellas, la más llamativa es que participó en uno de los intentos de fuga más extravagantes de la Segunda Guerra Mundial mientras se hallaba en el campo de prisioneros de Warburg (en Alemania). Aunque finalmente fue atrapado mientras se intentaba escapar y fue encerrado en una prisión de mayor seguridad, este británico logró regresar a su país tras la guerra e, incluso, convertirse en todo un icono para sus conciudadanos.
Sin piernas, pero piloto de la RAF
Bader vino al mundo en febrero de 1910. Desde su infancia sintió un deseo irrefrenable por volar, lo que hizo que, con 18 años, decidiera subirse a un avión e iniciar su carrera en la Real Fuerza Aérea (RAF). Tras licenciarse como piloto en 1930, parecía que su vida no podía ser mejor. Sin embargo, apenas un año después sufrió un trágico accidente mientras realizaba una maniobra acrobática que consistía en girar su avión 360º. Aunque sobrevivió, el accidente no pudo ser peor, pues los cirujanos le tuvieron que amputar las dos piernas.
Su destino parecía estar sellado pero, a base de entrenamiento y perseverancia, Bader logró volver a andar sin muletas con dos prótesis. En 1940, y de forma increíble, consiguó además reintegrarse en la RAF, ponerse de nuevo a los mandos de un avión y, a su vez, ser nombrado jefe de escuadrón de una de las escuadras británicas de Spitfires (el caza inglés más característico durante la Segunda Guerra Mundial).
Ya como aviador para el ejército, este militar logró abatir nada menos que a una veintena de pilotos enemigos. La mayoría de los derribos se sucedieron durante la Batalla de Inglaterra (la defensa de la isla que los pilotos de la Real Fuerza Aérea hicieron de la isla ante el ataque de las tropas de Hitler), aunque también realizó varias bajas en el asalto aéreo que la RAF hizo sobre Francia. Sin duda, con Bader se hizo válida aquella frase de Churchill en la que dijo que «nunca tantos debieron tanto a tan pocos».
Bader, aprisionado
A pesar de que su futuro parecía ser favorable, el destino le volvió a jugar una mala pasada y, en 1941, fue derribado y cayó en Francia. Allí fue capturado por los nazis y, posteriormente, enviado al campo de prisioneros de Warburg (al este de Alemania). Fue precisamente en ese lugar donde se ganó un hueco en el corazón de los alemanes (los cuales permitieron a los británicos que le enviaran por avión otras prótesis para sustituir a las suyas, que se habían destrozado en el accidente) y participó en uno de los intentos de fuga más extravagantes de la Historia.
Concretamente, y según explica Mark Felton en su libro «Zero Night» (publicado a finales de 2014 y citado este martes por la versión digital del «Daily Mail»), el plan fue ideado por Bader y el Mayor Tom Stallard (del ejército británico). Ambos llegaron a la conclusión de que la mejor forma de escapar del campo de prisioneros era, nada más y nada menos, que construyendo varias escaleras plegables con las que lograr pasar el muro de la prisión. Sencillo, pero efectivo.
Para evitar ser atrapados, los militares decidieron que elaborarían las escalinatas a base de martillo y sierra en la sala de música del cuartel para, así, ahogar el ruido de las herramientas con los instrumentos.
Finalmente, el 30 de agosto de 1942 los prisioneros del campo pusieron en práctica el plan y, cuando los guardias estuvieron distraídos, 41 británicos se lanzaron hacia los muros armados con sus escaleras. Desgraciadamente una de ellas se hizo añicos, por lo que solo pudieron escapar 28.
Entre ellos se hallaba Bader que, posteriormente, fue capturado de nuevo por los alemanes. La «Gran Evasión» no le había salido demasiado bien. Posteriormente, los nazis le quitaron las prótesis para evitar que volviera a huir y le llevaron a una prisión de más seguridad ubicada en el Castillo de Colditz. Allí pasó los últimos días de la guerra hasta que logró regresar a su país tras la contienda.
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Otto Carius, el último as de los "panzer" de la II Guerra Mundial
Al tanquista alemán, fallecido el sábado a los 92 años, se le atribuye la destrucción de 150 blindados enemigos

El sargento Don Collier, ficticio protagonista de Fury (Corazones de acero) encarnado por Brad Pitt, y toda la tripulación de su Sherman, dormirían hoy más tranquilos. Ha muerto Otto Carius, el célebre tanquista alemán que fue uno de los mayores ases de los panzer de la II Guerra Mundial, con 150 blindados aliados —principalmente soviéticos— destruidos en su lista oficial.

Carius, uno de los pocos supervivientes de la élite del arma acorazada alemana, cuyo índice de bajas era altísimo, falleció el pasado sábado con 92 años en Herschweiler-Pettersheim, donde regentaba una farmacia, a la que le había puesto el nostálgico —para él, aunque seguramente desconcertante para los clientes— nombre de Tiger Apotheke.

Leyenda viva (hasta ahora) de la II Guerra Mundial, poseedor de la muy exclusiva Cruz de Caballero con hojas de roble, Carius era una fuente excepcional para los historiadores y sus memorias de combate, Tigres en el barro (Tiger im Schlamm, 1960, publicada en castellano en 2012 por Platea), constituyen uno de los testimonios personales más importantes de la guerra de blindados (aunque sus páginas no deparan precisamente buena literatura).



Junto a consideraciones tácticas, observaciones técnicas (la disposición original de la escotilla de la cúpula del Tiger favorecía que te volaran la cabeza) y descripciones de luchas devastadoras, hay anécdotas como que los tanquistas no se cambiaban a menudo de ropa interior o que estaba muy reglamentada la bajada del tanque a aliviarse, a causa de los francotiradores. Siempre existía el peligro de que te aplastara tu propio tanque si te descuidabas. A Carius casi le pasa al dormirse y caerse de la torreta.

Menos jaleados por la propaganda nazi que sus camaradas de la aviación y hoy menos conocidos del gran público que los ases del aire, los grandes tanquistas alemanes (de los que no hay que olvidar en estos días de Auschwitz que lucharon por un régimen asesino) protagonizaron episodios tremendos y mostraron a menudo, no puede negarse, un coraje extraordinario. Sin duda había que tenerlo para luchar en sus máquinas, que a menudo se convertían en ardientes ataúdes de acero dispensando una muerte atroz a los tripulantes. Otros de los grandes carristas alemanes la sufrieron, esa muerte, como el as de ases Kurt Knispel, al que se atribuyen casi 200 tanques destruidos, y que cayó cuando trataba de escapar de su King Tiger en llamas, o el más mítico de todos los tanquistas, Michael Wittmann, que en Villers Bocage, en Normandía, destruyó 27 blindados británicos ¡en menos de cinco minutos!, y fue cazado luego por un Sherman Firefly que hizo volar la torreta de su Tiger a varios metros; a Wittman se le reconoció por los dientes postizos. Más suerte tuvo el crac de los Panther Ernst Barkmann, que sobrevivió a la guerra, incluidas Kursk y las Ardenas, para devenir… bombero.

Carius, de rostro aniñado y aspecto enclenque, no parecía destinado a convertirse en un héroe de guerra. De hecho, cuando se quiso alistar al empezar la guerra lo rechazaron dos veces por falta de peso. Aceptado al final en infantería en 1940, se pasó como voluntario a los panzer, algo que le había prohibido expresamente su padre, oficial en el Ejército. “Nunca me arrepentí”, escribe en sus memorias. Sus primeras experiencias bélicas las tuvo en la invasión de la URSS como cargador a bordo de un P-38 t de factura checa. En su libro anota la impresión que le causó el primer ruso muerto. La primera herida —metralla en la cara y dientes rotos— ya la sufrió en julio de 1941 al recibir su tanque un impacto de un contracarro ruso que le voló un brazo a su operador de radio.

Carius explicaba la fea sorpresa que se llevaron los alemanes al toparse con los primeros T-34, su acceso en 1943 a los Tiger, esos monstruos de 60 toneladas y cañón de 88mm, a los que veneraba (un capítulo del libro se titula Elogio al Tigre) y con los que despegó su carrera de tanquista, que llegó a su cénit en el 502º Batallón de Carros Pesados. El frente norte, con Leningrado y la sangrienta batalla de Narva son los principales escenarios de Tigres en el barro, por cuyas páginas atraviesan Model o el conde de los tanques graf Hyazinth (¡) Strachwitz. Carius fue alcanzado varias veces más, en su Tiger y, la ocasión más dramática, en una motocicleta cuando hacía un reconocimiento en una granja rusa: lo acribillaron, incluidas cuatro balas en la espalda, y un oficial soviético trató de rematarlo con otro tiro en el cuello. Tras restablecerse en un hospital, sirvió en un batallón de Jagtiger, el pesado cañón de asalto alemán, contra los estadounidenses (a los que denuesta como malos combatientes), en la Bolsa del Ruhr. Luego, en la defensa del Rin, se rindió a Estados Unidos.

Hombre con suerte, Carius no solo sobrevivió él sino que lo hicieron también su padre y hermano militares. De la popularidad de Carius da fe que uno de los modelos de la conocida firma de maquetas Tamiya es su Jagtiger personalizado. También hay un cómic japonés que traslada a las viñetas sus memorias.

Anticomunista furibundo y defensor a ultranza del “honor del soldado alemán”, al que consideraba vilipendiado tras la guerra (“lo dimos todo por Alemania”), Carius conservaba intacta su devoción por la Wehrmacht y los panzer (añoraba el “aroma de carro” a gasolina y aceite usado), y aseguraba que él había sido un soldado “apolítico”, que luchaba por la patria y los camaradas y no por el Gobierno y Hitler. Que —pese a las novelas de Sven Hassel— a alguien crítico con el régimen no le hubieran dejado conducir un Tiger es obvio, como lo es cuando lees sus memorias que Carius no fue un hombre muy sensible al horror de la guerra ni a las atrocidades que se veían por doquier en el frente del Este. En cambio se pone a llorar por la pérdida de “tres de mis fieles Tiger”: triste por tres Tigres, qué cosa.

En realidad, Carius habla muy ambiguamente de los oficiales del complot del 20 de julio, y le vemos conversar en su libro amigablemente con Himmler cuando este le impone la Cruz de Caballero. Es cierto que no aceptó su oferta de pasarse a las Waffen SS y que en un episodio en Vilna se declara “conmocionado” por la destrucción de los comercios judíos. También parece que, ya mayor, no toleraba las visitas a su farmacia —en la que hablaba amigablemente de tanques— a los que iban con afanes fachas o neonazis. De natural modesto, el viejo tanquista reconocía que en realidad no había destruido mucho más de un centenar de tanques. En fin, Tigres al barro, y polvo al polvo.

El país.
 

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Disecar el cerebro de un estadounidense vivo y otros crueles experimentos japoneses
Una universidad nipona ha desvelado en una exposición los horrores a los que sometió a los soldados aliados capturados en la zona

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Dos soldados del ejército japonés, durante la II Guerra Mundial
Las atrocidades cometidas por los científicos nazis durante la Segunda Guerra Mundial son ampliamente conocidas en el mundo entero. Sin embargo, durante la contienda hubo multitud de regiones que, dejando a un lado los derechos humanos, sometieron a todo tipo de torturas a los prisioneros que capturaban. Una de ellas fue Fukuoka, una ciudad ubicada al sur de Japón en la que se acaba de inaugurar una exposición que reconoce, de forma oficial, que allí se realizaron todo tipo de crueles experimentos con una docena de soldados aliados que capturaron.
Concretamente, y tal y como explica en su versión digital el diario «Daily Mail», las susodichas tropelías fueron llevadas a cabo en la Universidad de la localidad. En ella, un grupo de científicos japoneses experimentaron de forma cruel con la tripulación de un bombardero B-29 Superfortress estadounidense que se había estrellado cerca de la zona. Entre las diferentes pruebas que practicaron, se destaca que disecaron –mientras los pacientes seguían con vida- todo tipo de partes de sus cuerpos tales como el cerebro o los pulmones.
Un combate que acabó en desastre
Esta triste historia comenzó un 5 de mayo de 1945 cuando –con la guerra casi finalizada- el capitán Marvin Watkins y su tripulación (unos 12 hombres, aunque el número total se desconoce) se subieron a su B-29 ubicado en Guam. Su misión era clara: bombardear un objetivo militar de la ciudad de Fukuoka, en el sur de Japón. Por entonces, y a pesar de que faltaban pocos meses para que los nipones se rindieran, nadie cedía ni un palmo de terreno y se combatía hasta la muerte contra el enemigo. El cometido no iba a ser, pues, nada sencillo.
Así quedó demostrado posteriormente, pues –en pleno vuelo sobre la ciudad- el avión de Watkins fue derribado por un piloto japonés de 19 años llamado Kinzou Kasuya. Con el bombardero en las últimas, a los estadounidenses no les quedó más remedio que saltar en paracaídas y rezar para que los lugareños les trataran como a prisioneros de guerra. Sin embargo, la suerte iba a ser esquiva en este sentido pues –de la docena de aviadores que se arrojaron del aeroplano- uno murió antes siquiera de pisar el suelo después de que un Zero cortase las cuerdas de su paracaídas. Otro cayó minutos después, apuñalado por los pobladores de la región.
El resto no tuvo mejor suerte. Un ejemplo claro es lo que le sucedió a uno de los tripulantes que, al verse rodeado por decenas de japoneses, empezó a disparar desesperado. Finalmente, cuando solo le quedó una bala, apuntó a su cabeza y se suicidó para evitar ser vejado. Tampoco se libró de la ira local Teddy Ponczka, quien recibió varias puñaladas antes de que los soldados japoneses llegaran a la zona a poner orden.
Comienzan los experimentos
Una vez que los militares nipones se personaron ante ellos, los americanos respiraron aliviados. Y es que, además de protegerles de la ira de los lugareños, les informaron de que iban a llevarles a un hospital cercano para tratar sus lesiones. La alegría fue suma para Ponczka, quien se encontraba malherido. Sin embargo, como pudieron descubrir después los supervivientes, lo que pretendían aquellos doctores ataviados con batas blancas era bien distinto: buscaban investigar médicamente con ellos en la Universidad de Fukuoka.
El primer experimento se realizó sobre el herido Ponczka, a quien le fue eliminado uno de sus pulmones mientras aún vivía para observar qué efecto tenía esa operación en su sistema respiratorio. Posteriormente, le inyectaron agua de mar en el cuerpo con una jeringuilla en un intento de saber si ese extraño método podría prevenir la deshidratación. «Los presos pensaban que éramos médicos por nuestra batas blancas, nunca se imaginaron lo que íbamos a hacerles. Nunca podré volver a usar un delantal blanco», afirmó posteriormente a un diario el Dr. Toshio Tono (uno de los implicados en el suceso).
El resto de la tripulación también sufrió estos crueles experimentos. A uno, por ejemplo, se le disecó el cerebro mientras aún seguía con vida para conocer si la epilepsia podía ser controlada mediante cirugía. Lo mismo sucedió con los órganos de muchos de ellos, los cuales fueron disecados vivos. Por su parte, Watkins tuvo la suerte de ser enviado a Tokio para ser interrogado y, posteriormente, sobrevivió a la guerra en un campo de concentración.
Una increíble medida
Esta exposición supone una novedosa forma de actuar en un Japón en el que, hasta ahora, los experimentos y vejaciones cometidos sobre los aliados eran un tema tabú. Con todo, incidentes similares ya habían sido documentados ampliamente en multitud de libros históricos, aunque es la primera ocasión en la que una autoridad japonesa los da a conocer «oficialmente». Al parecer, y según los organizadores del evento (ubicado en la Universidad de Kyushu) no podían ocultar lo sucedido.
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He shot down 4 B-17’s in a day: Ace & Knight’s Cross Holder Walter Schuck passes awa




Former Oberleutnant of the Luftwaffe, later Hauptmann a.D., and Knight’s Cross of the Iron Cross with Oak Leaves Holder Walter Schuck has died at 94 years of age on 28 March 2015. Walter Schuck was born on 30 July 1920 in Frankenholz. He was a German World War II fighter ace who served in the Luftwaffe from 1937 until the end of World War II. He claimed 206 enemy aircraft shot down in over 500 combat missions, eight of which while flying the Messerschmitt Me 262 jet fighter.

He earned the Knight’s Cross on 8 April 1944 as Oberfeldwebel and pilot in the 7./ Jagdgeschwader 5 and the Oak Leaves (616.) on 30 September 1944 as Leutnant and pilot in the 9./ Jagdgeschwader 5.

On 10 April 1945 he claimed four B-17 Flying Fortresses shot down. One of the bombers was “Henn’s Revenge” of the 303rd Bombardment Group, and another was “Moonlight Mission” of the 457th Bombardment Group. Shortly afterwards, his Me 262 was hit by a P-51 Mustang of the fighter escort, piloted by Lt. Joseph Anthony Peterburs of the 55th Fighter Squadron, 20th Fighter Group, causing Schuck to bail out. Schuck sprained both ankles upon landing and the war ended before he recovered.

In 2005 Schuck met Peterburs in person during a visit to the US. They both became close friends.

Walter Schuck (30 July 1920 – 27 March 2015) was a German World War II fighter ace who served in the Luftwaffe from 1937 until the end of World War II. He claimed 206 enemy aircraft shot down in over 500 combat missions, eight of which while flying the Messerschmitt Me 262 jet fighter. For these achievements, Schuck received the Knight’s Cross of the Iron Cross with Oak Leaves (German: Ritterkreuz des Eisernen Kreuzes mit Eichenlaub). The Knight’s Cross of the Iron Cross and its higher grade Oak Leaves was awarded to recognise extreme battlefield bravery or successful military leadership.

Born in the Saargebiet (Territory of the Saar Basin), Schuck volunteered for service in the Luftwaffe of the Third Reich in 1936 and was accepted in 1937. After a period of training at various pilot and fighter pilot schools, he was posted toJagdgeschwader 5 (JG 5—5th Fighter Wing), operating on the most northern section of the Eastern Front, the Arctic Front, in April 1942. In April 1944 he was awarded the Knight’s Cross of the Iron Cross for 84 aerial victories. Following his 171st aerial victory he was injured in combat and received the Knight’s Cross of the Iron Cross with Oak Leaves during his convalescence.

In early 1945 Schuck transferred to Jagdgeschwader 7 (JG 7—7th Fighter Wing) which operated the then revolutionary jet fighter Me 262. Claiming a further eight aerial victories, he was forced to bail out when his aircraft was shot down by a P-51 Mustang on 10 April 1945. Schuck sustained minor injuries preventing him from flying further combat missions.

World War II
After a spell with Jagdgeschwader 3 (JG 3—3rd Fighter Wing) in October 1940, when I./JG 3 was tasked to give top cover to Adolf Hitler en route to Belgium, which wasn’t known at the time.

The Arctic Front
Schuck was posted to 7 Staffel, Jagdgeschwader 5 (JG 5—5th Fighter Wing) in April 1942, flying on the Arctic Front. He claimed his first victory on 15 May 1942, a Mikoyan-Gurevich MiG-3. On 5 June he shot down four Russian fighters and by April 1943 he had claimed 54 victories against the Soviets. In April 1944 he was awarded the Knight’s Cross of the Iron Cross for his score of 84 kills. On 15 June 1944 he claimed his 100th victory on a day when he shot down 6 aircraft. Two days later he had his most successful day, claiming 12 victories in 24 hours, a feat never surpassed in JG 5.


In August he became commander of 10 Staffel, JG 5. His new responsibility of Staffelkapitän (squadron leader) did not come easily to Schuck, and discipline in 10./JG 5 deteriorated to the point that Geschwaderkommodore Heinrich Ehrler intervened with Schuck, before Schuck managed to restore the necessary military discipline.

Walter Schuck meets Joe Peterburs who shot him down in 1945 (Credits: Uwe Benkel / Arbeidsgruppe Vermisstenforschung)

A few days after claiming his 171st aerial victory, Schuck was wounded by glass splinters that struck his cheek and nose. A splinter penetrated his jaw and got stuck in one of his teeth. To remove this splinter he required surgery. While in the hospital recovering from this operation, Schuck received notice that he had been awarded the Knight’s Cross of the Iron Cross with Oak Leaves.

The presentation of the Oak Leaves was made on 7 November 1944 at the Reichsluftfahrtministerium (RLM— Ministry of Aviation) in Berlin by Reichsmarschall Hermann Göring. Schuck received this award together with twelve other soldiers on this day, among them were the Fallschirmjäger Generalmajor Heinz Trettner, Oberst Friedrich August Freiherr von der Heydte, and the ground attack and bomber pilots Hauptmann Franz Kieslich and Hauptmann Diether Lukesch. Schuck was the only fighter pilot so honored on this day.

On New Year’s Day 1945 Theodor Weissenberger married his teenage love Cilly Vogel. Best man at his wedding was Walter Schuck.

Flying the Messerschmitt Me 262

Me 262 A, circa 1944

After leaving JG 5 Oberleutnant Schuck was trained on the Messerschmitt Me 262 Jet fighter and in early March 1945 was asked by Geschwaderkommodore (wing commander) Theodor Weissenberger to join Jagdgeschwader 7 (JG 7—7th Fighter Wing). His maiden flight on the Me 262 was on 20 March 1945. After a few more familiarizing flights on the Me 262, Schuck and another pilot took off on 24 March 1945 to familiarize themselves with the high altitude characteristics of the aircraft. Cruising at an altitude of 10,000 meters (33,000 ft), flight control informed them of enemy fighters in the vicinity. Schuck immediately set course for the enemy formation and spotted one P-38 Lightning and two P-51 Mustang fighters. In the resulting combat Schuck shot down the two P-51 fighters but the P-38 Lightning escaped.

After Hans Waldmann was killed in a flying accident on 18 March 1945, Weissenberger appointed SchuckStaffelkapitän of the 3rd Staffelon 26 March replacing Oberleutnant Walter Wagner, who had briefly led 3rdStaffel. On 7 April Schuck shot down a P-38 F-5 Recon piloted by Captain William T. Heily from the 30th Reconnaissance Squadron, Ninth Air Force.

On 10 April 1945 he claimed four B-17 Flying Fortresses shot down. One of the bombers was “Henn’s Revenge” of the 303rd Bombardment Group, and another was “Moonlight Mission” of the 457th Bombardment Group. Shortly afterwards, his Me 262 was hit by a P-51 Mustang of the fighter escort, piloted by Lt. Joseph Anthony Peterburs of the 55th Fighter Squadron, 20th Fighter Group Schuck having to bail out. Schuck sprained both ankles upon landing and the war ended before he recovered.

In 2005 Schuck met Peterburs in person during a visit to the US. They both became close friends. Schuck died in 2015, aged 94.

Awards
  • Flugzeugführerabzeichen (20 July 1940)
  • Wound Badge in Black
  • Order of the Cross of Liberty
  • Iron Cross (1939)
    • 2nd class (19 May 1942)
    • 1st class (14 June 1942)
  • Ehrenpokal der Luftwaffe on 23 March 1943 after 28 aerial victories
  • Front Flying Clasp of the Luftwaffe in Gold with Pennant “500”
    • in Gold on 26 January 1943 as Feldwebel
  • German Cross in Gold on 24 June 1943 as Feldwebel in the 9./Jagdgeschwader 5
  • Knight’s Cross of the Iron Cross with Oak Leaves
    • Knight’s Cross on 8 April 1944 as Oberfeldwebel and pilot in the 7./Jagdgeschwader 5
    • 616th Oak Leaves on 30 September 1944 as Leutnant and pilot in the 9./Jagdgeschwader 5

http://www.warhistoryonline.com/war...s-cross-holder-walter-schuck-passes-away.html
 

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Los niños perdidos de la guerra vuelven a Vietnam en busca de sus madres
4.500 niños euroasiáticos Fueron enviados a orfanatos de Francia al término de la guerra y ahora buscan a sus familias

ap
Imagen de 1975 en la que una madre permanece junto a sus tres hijos y militares en Vietnam
Algunos de los 4.500 niños euroasiáticos que fueron enviados a orfanatos de Francia al término de la guerra de Indochina han regresado ahora a Vietnam en busca de las madres que dejaron atrás y de las que nunca recibieron noticias.
René Fairn, de 66 años, lleva desde febrero rebuscando archivos en pagodas y mostrando las tres fotos que conserva de su madre a ancianos de la provincia de Ba Ria, en el sur de Vietnam, pero aún no ha obtenido resultados. Se le entrecorta la voz al recordar sus días en un internado vietnamita y su posterior llegada a Francia en 1955, cuando el país galo dio definitivamente por perdida la colonia tras la contundente derrota en Dien Bien Phu.
«Es curioso porque recuerdo muchos momentos en el internado de Vietnam con las monjas pero no guardo en mi memoria ninguna imagen de mi madre, con la que sé que viví al menos hasta los 3 años», explica Fairn al borde de las lágrimas.
Hijo de un soldado francés al que encontró vivo en Francia hace 7 años, medio siglo después de su separación, Fairn no se planteó regresar a Vietnam hasta que le convenció su hija, que quería saber algo de su abuela.
«Tengo su nombre y sé que debe de tener 20 años más que yo, si es que aún vive»
«Tengo su nombre y sé que debe de tener 20 años más que yo, si es que aún vive. Si no es así, estaré contento de visitar su tumba», cuenta mientras muestra una foto de él con su madre en la más tierna infancia.
La mayoría de los padres, enviados a Indochina por un periodo limitado, no se hacían cargo de los niños, pero muchos cumplimentaban las gestiones mínimas para que obtuvieran la nacionalidad francesa y el Estado francés se hiciera cargo de ellos.
«Fueron unos cobardes. Muchos volvieron a Francia e iniciaron una nueva vida sin acordarse de lo que dejaron en Vietnam», considera Jacques Maurice, otro niño enviado de Vietnam a Francia en 1955.
Muchas de las madres, sin recursos económicos y preocupadas por la posible discriminación de sus niños de rasgos europeos los enviaban a los orfanatos franceses en Vietnam.
«Les obligaban a firmar un papel en el que renunciaban a nuestra custodia y daban todos los derechos al Estado francés», relata Fairn.
Casi todos recuerdan el momento de la partida, el barco que les llevó de Saigón a Marsella en 1955 como un momento especialmente traumático.
«Era el tiempo de las lágrimas, de decir adiós a familiares y vecinos con los que habíamos crecido», recuerda Gérard Addat, un cantante de variedades de madre vietnamita que dejó su Saigón natal a los 11 años.
Al llegar a Francia, esos niños fueron enviados a orfanatos, sus nombres vietnamitas fueron borrados y muchos hermanos fueron separados deliberadamente.
«Yo tenía cinco años y mi hermano tres. No entiendo por qué nos mandaron a centros distintos, no nos pudimos ver hasta cuatro años después», recuerda Maurice.
Fairn, por su parte, rememora la dificultad de los primeros años y los constantes castigos que sufrían por hablar vietnamita (su lengua materna) en el orfanato de Vouvray, cerca de Tours, en el que creció. «Después de tantos años, creía que había olvidado la lengua, pero al llegar a Vietnam probé a hablar con la gente y se quedaban sorprendidos de que mi acento fuera el de un nativo», explica.
Algo desanimado tras varias semanas de búsqueda infructuosa, Fairn envidia el golpe de suerte de su compañero Lucien Tilley, que el pasado septiembre dio con su madre en Ho Chi Minh (antigua Saigón).
Tilley relata: «Me ayudó una sobrina también de ascendencia vietnamita y la localizamos tras consultar su nombre en el archivo colonial en Francia. Tenía 85 años, así que tenía que visitarla en Vietnam cuanto antes, a esas edades uno no puede esperar».
Recuerda Tilley aquel encuentro con emoción, aunque apenas pueda comunicarse con su progenitora, medio ciega, con problemas auditivos y con un conocimiento del francés muy limitado. «Yo no hablo nada de vietnamita, pero a veces creo que entiende más francés de lo que parece, pero no quiere hablar del pasado. Cuando le pregunto quién era mi padre no dice nada», se lamenta.
De vuelta en Vietnam en marzo para visitarla una segunda vez, le ha ido invadiendo un sentimiento de amargura al sospechar que sus hermanastros vietnamitas intentan aprovecharse de él. «Quiero comprarle una silla de ruedas y un aparato auditivo y me dicen que no vale la pena, que es muy mayor, que es mejor que les dé dinero para que se ocupen de ella", protesta Tilley.
Sin embargo, insiste en que no se arrepiente, en que se alegra de quitarse un peso de encima y saber de donde venía. «Ahora que la he encontrado tengo que luchar para que mi madre sea algo más feliz», concluye.
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Los emperadores de Japón rinden homenaje a las víctimas de la II Guerra Mundial en el Pacífico

Tienen previsto visitar la isla de Peleliu, escenario de una de las batallas más sangrientas de la contienda

reuters
El emperador japonés, Akihito, y la emperatriz Michico rindieron homenaje a las víctimas de la II Guerra Mundial en el Pacífico
El emperador japonés, Akihito, y la emperatriz Michico rindieron homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial en una visita a la República de Palau, en el Pacífico Sur, informaron hoy los medios locales.
Los emperadores, que llegaron ayer en un vuelo desde Tokio, tienen previsto visitar la isla de Peleliu, donde murieron unos 10.000 soldados japoneses y 1.700 estadounidenses en una de las batallas más sangrientas de la guerra. La pareja se reunirá con veteranos y locales antes de volver a Japón.
Durante su visita, los emperadores se han entrevistado con el presidente palauano, Tommy Remengesau, y su esposa, así como otros mandatarios de la Micronesia, que fueron colonia del imperio nipón, según el diario Solomon Times.
«En este año que marca el aniversario, visitamos Palau en memoria del gran número de personas que murieron en las batallas», afirmó en un comunicado Akihito, de 81 años.
«Nunca debemos olvidar que las preciosas islas del Pacífico sufrieron unos eventos tan tristes», agregó.
Se trata del segundo viaje que el emperador realiza a las antiguas colonias en el Pacífico, tras la visita a Saipan hace diez años también para rendir homenaje a los muertos en la guerra.
El padre de Akihito, el emperador Hirohito, fue una figura controvertida que ocupó la Jefatura del Estado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando su país era ya una potencia mundial, y también en los prósperos años hasta su muerte en 1989.
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The Strangest Images of WWII

War is a terrible thing but strange and funny pictures were taken during that period too.
Here is a random collection of images of funny, strange, odd and bizzar moments of WWII.

Boys will be boys!

Army Pfc. Raymond Gasiorowski takes Leipzig, his company’s pet puppy, for a walk in Leipzig, Germany. April 19, 1945. (111-SC-203924).
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Well what can we say?

Leave nobody behind!


An ice bear on a u-boat?

The German Eselschreck; a donkey equipped with an anti-tank cannon. WWII

A Good place to sleep



Blind date?

Two Calgary Highlanders stand by the banks of the Bow River, Calgary, before departing for the war. They are humourously depicting Canada’s equipment shortages at the beginning of the war… too many volunteers, not enough uniforms!

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The British mentality during the summer of 1940

Everybody needs a good counterweight

“If going much further please take one..” Typical ‘Aussie’ humour is reflected in this sign erected on the El Alamein road by Australian troops, 14 September 1942.

A Signalman and an Officer (Officer Digging?) of the Royal Canadian Corps of Signals, digging a slit trench, Ifs, France, July 1944.



Don’t you hate it when it rains?



Col. Anthony Joseph Drexel Biddle, hand-to-hand combat expert, 1943. Known for ordering trainee Marines to attempt to kill him with bayonets, and disarming them all.
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Royal Engineers being trained to probe for land mines in the dark. Italy. 1944
 

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Batalla de Stalingrado
Imagenes del dia despues de la batalla final de StalingradoLa Batalla de Stalingrado fue un enorme y sangriento enfrentamiento entre las fuerzas alemanas y los ejercitos sovieticos por la ciudad de Stalingrado, actual Volgogrado, entre junio de 1942 y febrero de 1943, durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Con bajas estimadas de tres a cuatro millones de personas, entre soldados de ambos bandos y civiles, la Batalla de Stalingrado es considerada como la más sangrienta en la historia de la humanidad. Los alemanes la llamaron "Rattenkrieg", "guerra de ratas".


























































































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Batallas navales de la segunda guerra
Imagenes de las batallas navales durante la segunda guerra.



Pearl Harbor. "Destruidos y quemados" Destructores de EE.UU. "Bajos" y "Cassini"


Pearl Harbor. Número de acorazados "West Virginia", "Tennessee" y "Arizona"


Pearl Harbor. La explosión de municiones en el »Shaw USS (USS Shaw).


Acorazado "California" y el petrolero Neosho "Durante el ataque a Pearl Harbor"


Acorazado japonés "Nagato", 1944


Crucero Japonés Mikuma "Después de una incursión de aviones de EE.UU.".


Portaaviones japonés "Ryuji"


Fotografía tomada a través del periscopio del submarino de EE.UU. "Nautilus", después de un exitoso ataque de torpedo de la Yamakadze destructor japonés.


Flota del Mar Negro. Torpedero "Artesano de Moscú, construido por los estudiantes de la fábrica de la escuela" en 1943


Ltiman bajar la bandera en el portaaviones japonés "Zuikaku"


El daño al submarino alemán "U-290" (Tipo VII C). 14 de junio 1944 U-290 fue atacado por aviones británicos "Mosquito" (333 Esk. FAC).


Falling japonés atacante G4M (Betty), abatido durante un ataque contra el portaaviones de escolta USS "Kitkun Bay" »(Kitkun Bay CVE-7), cerca de las Islas Marianas.


Volley del acorazado "Iowa", el Pacífico, 1944.


Alemán "Acorazado de bolsillo" Admiral Scheer ", hundido por bombarderos británicos en el astillero de Kiel.


El mayor buque de guerra en la historia del mundo el japonés "Yamato".


Aviones norteamericanos hundieron un navio japonés tipo patrulla Kaybokan topmachtovym S bombardeo.


Portaaviones de los EE.UU. "Yorktown" en 1943


B-25 ataca a una patrulla japonesa.


Entierro en el mar de los marineros estadounidenses de la Bahía de la USS Liskov »(Liscome Bay), se hundió después de un ataque de torpedo del submarino japonés I-175 el 24 de noviembre de 1943.



Barcos de la Segunda Guerra Mundial



































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¿Por qué los aliados perdonaron las reparaciones de guerra a la Alemania nazi?

En 1953, EE.UU., Gran Bretaña y Francia rebajaron las deudas de los germanos para tener un aliado con el que combatir a la U.R.S.S.

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Los líderes aliados, en Yalta, una de las reuniones en las que se determinó qué hacer con Alemania tras la contienda
«Nosotros, los abajo firmantes, en nombre del Alto Mando alemán, entregamos por el presente instrumento, sin condiciones, a todas las fuerzas terrestres, navales y aéreas que hasta el presente estaban bajo el control alemán». Así es como comenzaba la capitulación del ya inexistente Tercer Reich que, fechada el 7 de mayo de 1945, daba por terminada la Segunda Guerra Mundial. Al menos en lo que a grandes batallas a fusil y a carro de combate se refiere, pues, en los años posteriores, los aliados impusieron unas gigantescas reparaciones de guerra al país germano que provocaron que la contienda se siguiera viviendo en el ámbito económico.
Los siguientes años fueron de una dureza extrema para Alemania en materia fiscal, pues la deuda que cargaba sobre sus hombros era casi imposible de pagar. Sin embargo, todo cambió en 1953, año en que (durante los denominados «Acuerdos de Londres») Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia cambiaron el rumbo de su política y condonaron al país germano una parte considerable de todo aquel dinero. ¿Cuál fue la razón? Simplemente, buscaban contar con un país que les ayudara a combatir el comunismo de la creciente U.R.S.S. e hiciera de «retén» ante su expansión.
La solución, sin embargo, no parece haber agradado a posteriori a países como Grecia. Al menos, así lo demuestra el que, desde el Parlamento y el Tribunal de Cuentas del país, hayan exigido a Alemania la devolución de nada menos que 278.700 millones de euros. Todo ello, en compensación por los daños causados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial y el préstamo que la región se vio obligada a dar los hombres del «Führer» en plena contienda. Una cantidad, por cierto, que la Canciller alemana Ángela Merkel afirma que dificilmente será restituida.
¿Cuánto debe Alemania por el nazismo?
Para hallar el origen de este alboroto económico es necesario retroceder en el tiempo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Después de que Adolf Hitler se disparara a bocajarro en la cabeza y después de que Alemania capitulara ante los aliados sin condiciones. Por entonces se había evaporado la antigua gloria germana de la que el «Führer» presumía años atrás y en el Reich solo quedaba muerte, desesperación y escasez de dinero.
«Tras la Segunda Guerra Mundial, y a nivel económico, Alemania quedó arruinada. Sólo se salvó desde el punto de vista industrial ya que, a pesar de las continuas campañas de bombardeo aliadas, se habían deslocalizado mucho las fábricas», explica, en declaraciones a ABC, Jose Antonio Parejo Fernández, profesor de Historia del Pensamiento Político y Social en la Universidad de Sevilla.
La situación no mejoró cuando los aliados pusieron en práctica los dictámenes que habían acordado en la Conferencia de Yalta, una reunión mantenida en febrero de 1945 por Churchill, Roosevelt y Stalin en la que empezaron a cobrar forma las medidas que se tomarían en Alemania una vez que fuese derrotada. Fue precisamente aquí donde comenzó a hablarse de las reparaciones de guerra.

Churchill, Roosevelt y Stalin en la Conferencia de Yalta
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«Éste término hace referencia a los pagos que se exigirían a los alemanes por la destrucción que habían causado en Europa. El objetivo era que las pagara el perdedor de forma similar a lo que había sucedido en la Primera Guerra Mundial, cuando también se llenó de deudas a Alemania», determina Parejo Fernández.
En principio, las reparaciones de guerra se cifraron en una cantidad de dinero increíblemente alta. Así quedó patente en el documento elaborado por los aliados en el cual se informaba de las medidas que se tomarían sobre la región: «La Comisión de Reparaciones de Moscú tomará como base de discusión en sus estudios iniciales la proposición del gobierno Soviético, según la cual la suma total de las reparaciones será de 20.000 millones de dólares, y que el 50% de esta suma será para la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas».
Esta cantidad se hizo oficial en reuniones posteriores, donde también se estableció que el dinero lo recibirían prioritariamente las naciones que hubiesen contribuido directamente a la derrota sobre el enemigo.
Pero los aliados no se quedaron contentos con esta cifra, sino que establecieron que se cobrarían más reparaciones de guerra en «especies». Para ello, en primer lugar se trasladarían multitud de fábricas, maquinaria pesada y material industrial alemán a los países aliados. En principio, con la excusa de que la región viese limitada su capacidad militar pero, realmente, con el objetivo de aumentar el potencial económico aliado.

Tras la guerra, Alemania quedó destrozada por los bombardeos
Archivo ABC
«También se entregarán cantidades anuales de mercancías de producción corriente durante un periodo aún no fijado y se utilizará para todo ello mano de obra alemana», explica la resolución de la conferencia de Yalta -traducida por la «Pontificia Universidad Católica de Valparaíso»-.
A su vez, se devolvió la soberanía a una buena cantidad de territorios dominados por los alemanes (cosa que aprovecharían posteriormente los soviéticos para atraer a una gran cantidad de ellos hacia la órbita comunista) y se le arrebataron a Alemania una parte de sus regiones. «A nivel territorial, los alemanes perdieron lugares de gran importancia histórica como la Prusia Oriental, la zona desde la que se inició la reunificación alemana en el SXIX. Haciendo un símil, es como si a los españoles nos hubieran quitado una porción de territorio que fuera desde los Pirineos a Valladolid», completa el profesor universitario.
Con todo, y según determina Parejo Fernández, no fue lo peor que les pudo pasar: «Si la organización de la Alemania de la postguerra hubiera dependido de los franceses, los germanos hubieran vuelto a la Edad Media. Francia quería transformar a Alemania en un país únicamente agrario y absolutamente controlado». No era para menos, pues era la segunda vez en poco menos de un siglo que los galos habían sido arrasados por los alemanes, y buscaban venganza. Sin embargo, parece que se conformaron con las reparaciones de guerra y con que, cuando se dividió Alemania, una de las cuatro zonas que se crearon fuera para ellos (las otras tres irían a parar a Estados Unidos, Gran Bretaña y la U.R.S.S.).
La «Guerra fría», nace un nuevo enemigo
Años después, en 1953, las duras condiciones que se establecieron estaban terminando con la hacienda de Alemania, un país endeudado hasta los topes y que difícilmente podría recuperarse a nivel económico si tenía que continuar pagando aquella ingente cantidad de dinero. De poco había servido a nivel económico que los aliados crearan la República Federal Alemana uniendo tres de las cuatro regiones en las que había sido dividido el país tras la capitulación nazi.
Y es que, y según afirma la politóloga Paula Suárez Buitrón en su libro «Deuda externa. Juego de intereses», el monto total que debía el país era de 52.300 millones de marcos (13,500 millones por deudas anteriores a la contienda, 16.200 por deudas de postguerra y 22,600 millones de intereses).
«La generosidad de Estados Unidos todavía no ha sido agradecida»
Esa deuda alemana no hubiera sido un problema para los aliados si no hubiese comenzado la «Guerra Fría» contra los soviéticos, una contienda que se inició «de facto» con la expansión de Stalin a través de Europa. «En principio se crearon multitud de gobiernos de concentración nacional, pero como los que tenían el poder y las armas eran los soviéticos, acabaron por anexionarse multitud de territorios antiguamente dominados por los nazis. El objetivo de la U.R.S.S. era ampliar el imperio de los zares y crear un imperio soviético como el que había caído tras la Primera Guerra Mundial», añade el historiador español a ABC.
Con la bestia comunista acechando, los aliados sabían que era mucho más beneficioso contar con la ayuda de una región fuerte a nivel económico. Por ello, se reunieron y tomaron una decisión drástica. «En los tratados de Londres de 1953, los capitalistas perdonaron una buena parte de la deuda a Alemania para poder contar con un estado que hiciera de “tapón” frente al nuevo enemigo: la Unión Soviética. Buscaban potenciar el país para que se convirtiera en un aliado que “cortara” la expansión de la U.R.S.S., la cual estaba atrayendo a multitud de países bajo su órbita (algunos como Polonia, Checoslovaquia, Rumanía o Hungría)», explica Parejo Fernández.

Firma de los Acuerdos de Londres en 1953
WIKIMEDIA
Por otro lado, los tres principales acreedores (EE.UU, Gran Bretaña y Francia) convencieron a otra veintena de regiones para que «perdonaran» a Alemania una parte de la cantidad total que les debía por la Primera y la Segunda Guerra Mundial y, a su vez, por las ayudas posteriores enviadas al país. Entre ellos se encontraba Grecia.
De esta forma, la Casa Blanca redujo las deudas que Alemania tenía con su país en un 62% y Reino Unido y Gran Bretaña en un 25% cada una. Todo ello se sumó a otra serie de medidas económicas (como las que hicieron que más de 2.500 millones de marcos fueran exonerados de intereses) que dieron como resultado una reducción total de la deuda del 62,6%.
Estados Unidos, la otra cara de la moneda
Fuera como fuese, hoy es Grecia la que solicita unas reparaciones de guerra con 72 años de antigüedad que Alemania no parece querer abonar. Este es un hecho que llama la atención soberanamente a Parejo Fernández, quien cree que otros países perdieron mucho más a nivel económico en la contienda y cuya ayuda, a día de hoy, ha sido olvidada. El principal sería Estados Unidos, una región que, tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, invirtió una ingente cantidad de dinero en reconstruir Europa.
«Cuando acabó la Guerra, la situación de Europa era terrible. Por ello, desde Estados Unidos se pusieron en marcha varias campañas para enviar alimentos y objetos de primera necesidad a aquellos países que más lo necesitaran. De ellas, la que más destacó fue el Plan Marshall, una inversión de 22.000 millones de dólares que –al cambio- vendrían a ser unos 220.000 millones de dólares actuales. Alemania se benefició también de ese dinero», determina Parejo Fernández.
Del mismo modo, el experto afirma que regiones como la U.R.S.S. se negaron a devolver a Estados Unidos el dinero por el material que el país les había enviado para combatir a los nazis. Una ayuda considerable que no fue tenida en cuenta.
«Movilizar, como hicieron, medio millón de camiones cargados con comida y recursos y hacerlos llegar a través del Atlántico no fue barato, pero cuando acabó la guerra se negaron a pagarles afirmando que la ayuda había sido inapreciable», añade el profesor. Esto provocó que, cuando Rusia volvió a necesitar ayuda décadas después, Estados Unidos obligara al país a pagar una cantidad simbólica para sentir que habían satisfecho las reparaciones de guerra.
Dos preguntas a Jose Antonio Parejo Fernández
¿Pagó Alemania por los daños causados en la guerra?
Hubo regiones que habían sido devastadas por los alemanes y que no recibieron ningún dinero. Ejemplo de ello son Finlandia o Yugoslavia (donde se llegó a acabar con miles de pueblos). Verdaderamente, Alemania no pagó el coste total de la destrucción que ocasionó y, además, se benefició de los posteriores planes de ayuda norteamericanos. Con todo, a día de hoy es lógico clamar por las reparaciones de guerra. Al fin y al cabo son como una herencia que te cae repentinamente del cielo y te solventa una hipoteca. Si hoy Alemania devolviese lo que realmente debe, muchos países tendrían un deshago económico importante.
¿Cuánto perdonó a nivel económico Estados Unidos a Europa tras la Segunda Guerra Mundial?
Si no tenemos miedo a las palabras, podemos decir que la generosidad de los Estados Unidos todavía no ha sido agradecida lo suficiente. No sólo la que enviaron a la U.R.S.S., sino también a Gran Bretaña, Holanda etc. Algo que no se cuenta mucho en los libros es que, durante la Segunda Guerra Mundial, los ciudadanos norteamericanos estuvieron sometidos a cartillas de racionamiento para que el Estado pudiera pagar la ayuda que enviaba, y, aún así, muchos compraron bonos de guerra para ayudar a los países europeos. Si valorásemos eso desde el punto de vista económico, habría que volver a hacer cálculos. Si Grecia aparece como la gran damnificada, Estados Unidos podría decir lo mismo a nivel económico.
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EE.UU. exhumará a 400 soldados muertos durante el ataque a Pearl Harbor
Las técnicas más avanzadas permitirán identificar con pruebas de ADN a los marinos del USS Oklahoma, fallecidos en el ataque japonés de 1941, y enterrarlas con honores

National Archives and Records Administration
Imagen del USS Oklahoma cuando fue atacado en Pearl Harbor en 1941
El Ejército de Estados Unidos exhumará los restos de 388 estadounidenses muertos en el ataque japonés de 1941 sobre Pearl Harbor, en un intento sin precedentes de identificar a los militares utilizando pruebas de ADN, anunció el martes el Departamento de Defensa.
El esfuerzo se centrará en los marinos del USS Oklahoma que nunca pudieron ser identificados, más de siete décadas después del sorpresivo ataque que provocó el ingreso de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
El navío se hundió cuando fue impactado por los torpedos japoneses en el ataque de Pearl Harbor, provocando la muerte de 429 marineros y Marines. Los restos de la mayoría de la tripulación no pudieron ser identificados y fueron finalmente sepultados en el cementerio National Memorial del Pacífico, en Honolulu.
Tras la decisión del Pentágono, los restos de 388 tripulantes sin identificar serán exhumados y enviados a un laboratorio del Departamento de Defensa en Hawaii.
«Los recientes avances en la ciencia y tecnología forenses, así como la asistencia de familiares para brindar información genealógica vuelven ahora posible realizar identificaciones individuales para muchos miembros del servicio enterrados desde hace mucho como 'desconocido'», indicó en un comunicado el subsecretario de Defensa Robert Work, informa Afp.
Recordó el compromiso del gobierno en «cumplir con su obligación sagrada» de identificar a la mayor cantidad posible de combatientes fallecidos.
Los marinos que sean identificados recibirán sepultura con honores militares.
El funcionario también aprobó el martes una nueva política que puede abrir el camino para la exhumación de soldados sin identificar en otros cementerios militares.
ABC.es
 

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Recuperan un tesoro valorado en 47 millones de euros del fondo del Atlántico

Un equipo británico localizó cien toneladas de monedas de plata en el interior de un barco que naufragó en la Segunda Guerra Mundial

Deep Ocean Search
El «City of Cairo» transportaba 311 personas y cien toneladas de monedas de plata
Un equipo británico ha recuperado del fondo del océano Atlántico cien toneladas de monedas de plata, valoradas en 47 millones de euros, en el interior de un barco de vapor que naufragó durante la Segunda Guerra Mundial, informa la BBC.
La carga, perteneciente al Ministerio de Hacienda y destinada a costear parte de los gastos de la guerra, iba a bordo del buque «City of Cairo», que cubría la ruta entre Bombay e Inglaterra. Pero el barco fue hundido en 1942 por el impacto de dos torpedos procedentes de un submarino alemán cuando se encontraba a 772 kilómetros al sur de la isla de Santa Elena, en el océano Atlántico.
Los restos del «City of Cairo», localizados a una profundidad de 5.150 metros, fueron encontrados en 2011 y recuperados en septiembre de 2013, pero el Ministerio de Transporte británico no permitió al equipo de salvamento, dirigido por el británico John Kingsford, hacerlo público hasta ahora.
«Al principio no estábamos seguros de que fuéramos a encontrar nada, pero si tu equipo dice que ha hallado algo hay que confiar en él, así que no dejamos de buscar», aseguró Kingsford, quien dirigió un equipo que tuvo que cubrir «un área dos veces el tamaño de Londres».
El «City of Cairo», un barco de vapor de pasajeros y carga, transportaba desde la India hasta Inglaterra 311 personas y cien toneladas de monedas de plata, valoradas ahora en 50 millones de dólares (47 millones de euros). El 6 de noviembre de 1942, a la altura de la isla de Santa Elena, el buque recibió el impacto de dos torpedos alemanes que provocaron el hundimiento del barco con toda su carga y la muerte de seis pasajeros.
Los restos del «City of Cairo» permanecieron bajo el agua hasta 2011, cuando el equipo de salvamento Deep Ocean Search (DOS) los encontró junto a la hélice del segundo torpedo, el que provocó el hundimiento del barco. «Ha sido un rescate muy especial. Para todo el equipo significa mucho haber encontrado este barco y conseguir que se le recuerde», explicó Kingsford.
ABC.es
 

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MoH Leonard A. Funk: U.S. paratrooper who took out 40 Germans in 60 seconds



Leonard Funk was the most decorated paratrooper of World War II, earning the Distinguished Service Cross, Silver Star, Bronze Star, and three Purple Hearts, in addition to his Medal of Honor.
1st Sergeant Leonard Funk. the paratrooper’s paratrooper.
Hotter than a two-dollar pistol. C Company’s top non-com has come as close as any individual to convincing Jerry he should have stayed in bed or something to that effect.
Deceptive in size and appearance. Funk is just about as successful and colorful an operator as they come in the ETO. He has led dozens of night patrols, harassed and killed the enemy far behind the lines, set up aid stations and even acted as company commander when all available officers became casualties.
Small, five feet four inches in height; compact, 140-pounds; his appearance is anything but that of the swaggering trooper so often detailed in fact and fiction.
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Among the men of his company he is more frequently referred to as “Napoleon.”
In Normandy he landed nearly 40 miles inland with other members of the stick but successfully waged a 10-day campaign of terror and destruction before breaking through to rejoin the Regiment. Funk’s leadership was such that not one member of the small unit was lost.
Standing just five and a half feet tall, Lenny Funk wasn’t exactly the most physically imposing warrior to ever live, but his hardcore tenacity in combat and amazing ability to coordinate eventually earned him the respectable nickname “Napoleon”. He didn’t disappoint his namesake – after parachuting into Holland in the early stages of Operation Market Garden, he led a successful small three-man patrol that charged into the face of three fully-crewed 20mm anti-aircraft guns that were firing on US gliders.
Funk and his small team destroyed the three enemy positions Wolfenstein-style and wiped out twenty German soldiers without losing a man. They cleared the landing zone for Allied gliders and paratroopers, and then proceeded to secure the area while the rest of the invasion force regrouped and organized. Even though Market Garden ended up being a failed mission, Funk’s impressive actions earned him the Distinguished Service Cross, the second-highest award for bravery offered by the Army.

January 29, 1945, Holzheim, Belgium…a ragtag group of US paratroopers was assaulting the tiny town of mostly burned out buildings, rubble and Germans.
US Army First Sergeant Leonard A. Funk, Jr. had taken command of a small platoon after their second lieutenant was killed. There were 5 US Soldiers in all that day, made up of clerks and translators. They had captured about 80 German soldiers, who surrendered thinking the attacking US forces were much larger.
After policing the prisoners, Funk decided to link up with the main force of American paratroopers, supposedly stationed on the opposite end of town. He ordered the other four to guard their prize and said he would return shortly. Of course, the moment Funk left his men, a small patrol of enemy troops happened upon the gathering. The Soldiers were quickly overtaken and forced to free the prisoners.
Unable to find other friendlies in the area, Funk returned to the scene just as the released Germans were rearming. As he rounded the corner of a toppled café, he was met with the barrel of an MP-40 machine gun pressed into his gut. The German officer behind the weapon began to scream at Funk, who was, needless to say, confused.
Instead of dropping his Thompson and putting his hands in the air, Funk calmly looked around. He saw his four men, kneeling with their hands on their heads. He saw his Wehrmacht prisoners, now armed and aiming their rifles at him.
Then, Funk did the unthinkable.
In one lightning-quick movement, the paratrooper unslung the Tommy gun from his shoulder, swung it around, shot and killed the officer with a burst of .45 ACP ammuniton to the chest and abdomen. Funk then whipped his weapon around immediately started spraying the Germans behind him with bullets, shooting as many as he could. Over the sound of full-auto SMG fire, Funk screamed for the captured Americans to get off and grab guns off of the dead Germans.
The Germans immediately returned fire on Funk, of course, and the gunfire took out the American standing next to Funk as the Sergeant not only continued firing, but went through his mag, reloaded, and popped off another full magazine of ammunition into the Germans. In under a minute of fighting, Funk had unleashed 60 bullets, killed 21 Germans and wounded 24 more.


First Sergeant Funk’s official Medal of Honor citation reads:
He distinguished himself by gallant, intrepid actions against the enemy. After advancing 15 miles in a driving snowstorm, the American force prepared to attack through waist-deep drifts. The company executive officer became a casualty, and 1st Sgt. Funk immediately assumed his duties, forming headquarters soldiers into a combat unit for an assault in the face of direct artillery shelling and harassing fire from the right flank. Under his skillful and courageous leadership, this miscellaneous group and the 3d Platoon attacked 15 houses, cleared them, and took 30 prisoners without suffering a casualty. The fierce drive of Company C quickly overran Holzheim, netting some 80 prisoners, who were placed under a 4-man guard, all that could be spared, while the rest of the understrength unit went about mopping up isolated points of resistance. An enemy patrol, by means of a ruse, succeeded in capturing the guards and freeing the prisoners, and had begun preparations to attack Company C from the rear when 1st Sgt. Funk walked around the building and into their midst. He was ordered to surrender by a German officer who pushed a machine pistol into his stomach. Although overwhelmingly outnumbered and facing almost certain death, 1st Sgt. Funk, pretending to comply with the order, began slowly to unsling his submachine gun from his shoulder and then, with lightning motion, brought the muzzle into line and riddled the German officer. He turned upon the other Germans, firing and shouting to the other Americans to seize the enemy’s weapons. In the ensuing fight 21 Germans were killed, many wounded, and the remainder captured. 1st Sgt. Funk’s bold action and heroic disregard for his own safety were directly responsible for the recapture of a vastly superior enemy force, which, if allowed to remain free, could have taken the widespread units of Company C by surprise and endangered the entire attack plan.

Distinguished Service Cross
The President of the United States of America, authorized by Act of Congress, July 9, 1918, takes pleasure in presenting the Distinguished Service Cross to First Sergeant Leonard Alfred Funk, Jr. (ASN: 33070198), United States Army, for extraordinary heroism in connection with military operations against an armed enemy while serving with Company C, 1st Battalion, 508th Parachute Infantry Regiment, 82d Airborne Division, in action against enemy forces on 18 September 1944, near Voxhill, Holland. With great courage, intrepidity, and on his own initiative, Sergeant Funk lead a three man patrol against a German flak battery of three 20-mm. guns which were firing on American gliders then circling to land. He drove off all enemy security around the guns and led an assault which killed approximately twenty members of the crews and inflicted other causalities. The flak guns were silenced before effective fire could be placed upon the aircraft, due to the courageous and heroic actions of Sergeant Funk. The courageous action of Sergeant Funk contributed, in large part to the prompt seizure of his company objective and assistance in driving the enemy from the landing zone. His initiative, outstanding bravery, and strong personal leadership, despite overwhelming enemy superiority in both numbers and firepower, enabled him to render a distinguished served in the destruction of enemy resistance. First Sergeant Funk’s intrepid actions, personal bravery and zealous devotion to duty exemplify the highest traditions of the military forces of the United States and reflect great credit upon himself, the 82d Airborne Division, and the United States Army.

Silver Star
The President of the United States of America, authorized by Act of Congress July 9, 1918, takes pleasure in presenting the Silver Star to First Sergeant Leonard Alfred Funk, Jr. (ASN: 33070198), United States Army, for gallantry in action from 6 to 17 June 1944, in Normandy, France. First Sergeant Funk, Company C, 1st Battalion, 508th Parachute Infantry Regiment, 82d Airborne Division, after the Normandy jump, though suffering from a badly sprained ankle, gathered a group of eighteen men and set a route of march which he believed would lead the group to friendly lines. With unerring accuracy he led this group across twenty miles of enemy infested territory. During the major portion of the journey he acted as lead scout, refusing to jeopardize the safety of his men after three scouts had been lost. The group traveled by night and after numerous encounters with enemy groups, First Sergeant Funk led them through the MLR to the security of our forces. First Sergeant Funk’s courage and determination was responsible for the group’s safe return, and reflects great credit upon himself.

http://www.warhistoryonline.com/war...-who-took-out-40-germans-in-60-seconds.html/2
 

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Hitler creó el arma más grande jamás construida, el mayor desastre de su arsenal

www.highpowerrocketry.blogspot.ru
Ansioso por conquistar el mundo, Adolf Hitler exigió un arma capaz de destruir fácilmente las fortificaciones enemigas y así consiguió el mayor cañón jamás construido. Sin embargo, su gigantesca arma tuvo una vida operativa de apenas 13 días.
En 1941, el fabricante de armas Krupp A.G. construyó para Hitler el Gustav, un inmenso cañón ferroviario de largo alcance con un calibre de 800 milímetros, el arma más grande que se ha utilizado en combate, de acuerdo con 'Business Insider'.
De casi 47 metros de largo y 1.350 toneladas de peso, Gustav disparaba proyectiles de casi 5 toneladas desde un cañón de 30 metros de largo. El colosal arma fue entregada a Hitler gratuitamente como muestra de la contribución de Krupp al esfuerzo de la guerra nazi, según el historiador estadounidense C. Peter Chen.
SEPA MÁS: Hallan en Austria la mayor fábrica secreta de armas de Hitler
El cañón Gustav entró en acción en junio de 1942 durante el asedio de Sebastopol, península rusa de Crimea, donde disparó un total de 300 proyectiles. Sin embargo, los nazis no tardaron en descubrir que el gigantesco cañón tenía graves inconvenientes, por lo que dejó de usarse al poco tiempo.
Su tamaño lo convertía en un blanco fácil, debido a su peso solo podía ser transportado por medio de un ferrocarril especializado que los nazis tenían que construir con antelación, necesitaba una tripulación de 2.000 hombres para operar el cañón y cuatro días para ser montado. Además, tomaba horas para calibrarlo y realizar un solo disparo y en promedio realizaba apenas 14 disparos al día.

http://actualidad.rt.com/actualidad/172144-hitler-arma-gigante-desastre-total
 

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Rusia condecora a dos veteranos 'mexicanos' de la Segunda Guerra Mundial


Dos veteranos rusos de la Segunda Guerra Mundial que actualmente viven en México recibirán las medallas conmemorativas del "70.º Aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria de 1941-1945", confirmó este viernes el embajador ruso en México, Eduard Malayán, citado por RIA Novosti.
"Hemos recibido las medallas, y antes del 9 de mayo [Día de la Victoria] serán entregadas a los veteranos", dijo Malayán. Según el diplomático, los dos veteranos de origen ruso actualmente viven en los estados de Guanajuato y de Guadalajara
http://actualidad.rt.com/ultima_hora/172382-rusia-veteranos-mexicanos-guerra-mundial
 
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