Albatros, es un relato
El Lunes 3 de Diciembre de 1990 a las 0650 horas aproximadamente, ingresé al Edificio Guardacostas por el portón de la calle Cangallo a prestar servicios donde note varios movimientos extraños del personal apostado en los puestos de guardia.
A los pocos minutos, y ya en mi lugar de trabajo, comenzó a sonar la alarma del Edificio ordenando a los integrantes de la Compañía Guardacostas -inclusive la Reserva-, que se tenían que armar y cambiar de combate (ropa verde), dado que se rumoreaba que un grupo de 50 personas habían tomado la Prefectura de Zona Río de la Plata y la Prefectura Buenos Aires (ex–Cangallo 50).
Ya habíamos retirado el armamento y las municiones en la Sala de Armas y estabamos llevando las cajas de municiones de 7,62 hacia el Puesto 2, donde de repente se empezaron a escuchar los primeros disparos. Todos corrían a protegerse –no se sabían de donde venían -.
Por tal motivo la Compañía Guardacostas se preparaba para defender el Edificio Guardacostas que acorde los medios periodísticos y televisivos había sido tomado, siendo esa información incierta, dado que el mismo nunca fue tomado por los rebeldes.
Rápidamente el entonces Jefe de la mencionada Compañía, Prefecto Principal GAYUPI, ordenó el despliegue de personal a cubrir puestos específicos en defensa del Edificio.
Se armaron varios grupos que cubrieron los puestos elevados en cada esquina (puesto 2, etc), la terraza y se reforzaron los portones de acceso de vehículos de las calles Cangallo y Eduardo Madero. Estos puestos, también estaban cubiertos por personal de la Guardia de la Secretaría General y del Servicio de Inteligencia.
El tiempo seguía corriendo, el personal Leal que quería ingresar al Edificio Guardacostas no lo podía hacer porque los disparos provenian de todos lados.
No se podían diferenciar los Leales con los Rebeldes, por lo cual se ordenó a los Leales que se coloquen una vincha blanca en su cabeza para diferenciarlos del resto.
Los disparos continuaban ininterrumpidamente. El Prefecto GAYUPI solicitó la presencia inmediata del Equipo de Tiradores (ver Torneo de Tiro Guardacostas Río Iguazú) de los cuales algunos de ellos fueron el CS DIAZ (Actual AI), el ex - Marinero DI PAHOLA (Actualmente Oficial en el Grupo Halcón de la Policía de la Provincia de Bs.As.) y el suscripto.
Ya confirmado que la Prefectura Buenos Aires había sido tomada por carapintadas y rebeldes civiles ajenos a la Institución, me posicioné conjuntamente con el Prefecto GAYUPI en el Puesto 2 donde se observaba que del otro lado del puente se encontraban apostados en dos árboles dos rebeldes disparando hacia el Edificio Guardacostas y hacia los vehículos que estaban en los estacionamientos. Posteriormente comenzamos a efectuar disparos de presición hacia ellos.
A los minutos observo que desde la izquierda (norte) se desplazaban grupos en posición de combate de la Agrupación Albatros y no se apersonaban de los dos y/o tres rebeldes que se encontraban apostados y disparando hacia la dirección que ellos se desplazaban.
Rápidamente le informe al Prefecto GAYUPI y bajamos del Puesto 2 para tratar de comunicarnos por cualquier medio con el Jefe de la Agrupación Albatros, dado que si seguian avanzando iban a ser alcanzados por los disparos de los rebeldes, lo cual fue imposible.
Lamentablemente no había forma de avisarles, los grupos que venían avanzando no tenían comunicación con nosotros desde el edificio, por tal motivo le solicité al mencionado Oficial Jefe (luego de una pequeña conversación) que me autorice a salir del Edificio Guardacostas por el portón del Puesto 2 para llevarles el equipo de comunicaciones al personal de Albatros que se encontraba avanzando rápidamente.
Salimos corriendo con un Oficial Superior vestido de Civil; nos disparaban de todos lados, principalmente los franco tiradores del Edificio Libertador. Nos desplazamos unos cuarenta metros y las balas cada vez impactaban más cerca de nosotros, por lo que tuvimos que cubrirnos en los vehículos que se encontraban en los estacionamientos.
Recuerdo que varios disparos pegaban en la parte trasera de un Renaut 12 blanco que se encontraba a unos centímetros de mí.
No nos podíamos mover, más de cinco minutos estuvimos cuerpo a tierra refugiados en las ruedas de los vehículos para que los proyectiles no nos pegaran.
Seguidamente nos levantamos y fuimos corriendo hacia la oficina donde se encontraba uno de los Jefes de Albatros para entregarle el equipo de comunicaciones (Handy); pero a los veinte metros tuvimos que tirarnos al piso y arrastrarnos debajo de un camión, porque estabamos recibiendo varios disparos de fusil desde la derecha (Edificio Libertador) y de frente (rebeldes).
En ese momento no sabía en que pensar, estabamos cuerpo a tierra y el Oficial que me acompañaba (lamentablemente no recuerdo el nombre) me dijo que baje los talones por las dudas me toque un proyectil.
"…Cuando te toca presenciar estos momentos se te viene a la mente varios recuerdos, la familia, tus compañeros, amigos, etc… pero tuve solamente algunos segundos para pedir ayuda a nuestro señor y por suerte me escucho y hoy lo estoy contando y agradeciendo que mis camaradas y yo estamos con vida…”.
Finalmente, llegamos a la oficina en donde se estaban enfrentando casi cuerpo a cuerpo un grupo de Albatros con los dos rebeldes apostado en los árboles, pudiendo así entregar el Handy. El Oficial que venía conmigo se quedo en la puerta y yo ingrese a la oficina, donde los disparos se escuchaban muy fuerte porque pegaban e ingresaban por las ventanas.
Por suerte los camaradas de Agrupación Albatros (muchos integrantes de la Promoción XXV) que se desplazaban por todo el estacionamiento sabían que habia dos tiradores en los árboles y un franco tirador en una de las grúas a 300 metros aproximadamente. Perpetrados y repeliendo el ataque de los rebeldes, los Albatros pudieron resolver la situación saliendo ilesos del ataque de los carapintadas.
Finalmente, los carapintadas se rindieron, a pesar de que todos quedamos encuartelados hasta la media noche.