Oct-13-06 - por Ignacio J. Osacar - Coordinador de la Comisión de Defensa del CENMEste segundo semestre del año se ha caracterizado por diversas actividades que han protagonizado la Dra. Nilda Garré en su carácter de Ministra de Defensa y las Fuerzas Armadas que revelan la orientación de políticas militares que conducirá la Argentina en relación con el resto de los países de la región.
La Dra Garré participó en la VII Conferencia de Ministros de Defensa que se llevó a cabo en Nicaragua, visitando también la vecina Honduras, para expresar en representación del Presidente y del pueblo argentino un pedido de perdón al pueblo hondureño, por la actividades de militares argentinos que actuaron como asesores de grupos paramilitares denominados "Contras", conducidos y financiados por la el gobierno de los Estados Unidos a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que operaron en Nicaragua desde Honduras, contra el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) durante la década de los 80. Cabe recordar que habiendo sufrido Nicaragua una prolongada y cruenta guerra interna, el gobierno revolucionario sandinista entregó el gobierno, no por la presión de las armas insurgentes, sino simplemente por haber perdido las elecciones votadas por un pueblo desilusionado.
El Secretario de Defensa Donald Rumsfeld también aprovechó la Conferencia, para reiterarle al gobierno nicaragüense que aceleren la entrega para su destrucción los 1300 misiles antiaéreos portátiles SAM 7, remanentes de un número mayor recibido en los años sandinistas. Estas armas son consideradas una grave amenaza en caso de caer en manos terroristas. Esta cuestión esta siendo debatida y debe ser aprobada por la legislatura nicaragüense, lo que esta prolongando tiempos más allá de lo aceptable para una persona naturalmente impaciente como Rumsfeld.
Fue también ocasión de firmar un acuerdo bilateral argentino-hondureño para programar y desarrollar actividades de asistencia y cooperación en áreas técnicas y educativas, que comprenderán aspectos como la Organización de la Defensa, el Proceso de Implementación de Políticas de Seguridad Nacional y de Defensa, la Inteligencia Estratégica, la Modernización del Sistema de Justicia Militar, la Ley de Defensa y Movilización Nacional, el Proceso de Autogestión de las Fuerzas Armadas, la Modernización del Sistema de Presupuesto de Defensa, el Intercambio de Personal Técnico y la Ejecución de Proyectos Conjuntos. Se deduce que las razones que han decidido a las autoridades nicaragüenses para la firma de este proyecto bilateral deben estar necesariamente basadas en la interpretación de que la Argentina ha obtenido logros concretos en estos últimos veinte años en el área de Defensa que merecen ser imitados. Se destacó la presentación que hizo la Ministra sobre las experiencias obtenidas en la redacción del Libro Blanco de la Defensa, editado durante la gestión del ministro Domínguez y revisado por el ministro Lopez Murphy, lo que prueba una coherente continuidad en algunos aspectos y un reconocimiento a sus antecesores.
Ya dentro del ámbito de la Conferencia se reiteró con firmeza la diferencia esencial que la Argentina sostiene entre los conceptos de Defensa y los de Seguridad Interior, pensamiento que no es compartido por muchos países de la región, con realidades de violencia interna que los sobrepasan o alineamientos políticos y estratégicos que les imponen otra visión más pragmática. Además propuso el reemplazo del concepto de "hipótesis de conflicto" por el de "hipótesis de confluencia", que la Argentina difunde solitariamente cada vez que tiene la oportunidad en distintos foros internacionales desde hace años, y que es considerado como un ingenioso recurso retórico para un país que tiene importantes restricciones presupuestarias y operativas para defender su propio territorio y por lo tanto no debiera pelearse con nadie. Este concepto es una contradicción en si mismo por estar principalmente vinculado al ámbito de la Defensa, donde causalmente, esta asume su responsabilidad cuando la "confluencia" ya fracasó.
También se reunió con el Subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Peter Rodman, donde remarcó la posición argentina de no conceder inmunidades a tropas norteamericanas durante la realización de ejercicios en el país y nuevamente aclaró las diferentes competencias de la Defensa y la Seguridad, cosa que no es lo que los Estados Unidos quiera escuchar ya que ni ellos mismos se encuentran en condiciones de enfrentar eficientemente al terrorismo y al narcotráfico empleando solo fuerzas policiales y de seguridad, y piensan lógicamente que los demás países tampoco. En esta misma conversación Garré pidió aclaración sobre el presunto cambio de ubicación de las relaciones de Defensa de los países americanos dentro del Pentágono, las cuales parecieran estar ahora consideradas como un asunto interno de Estados Unidos, a lo que Rodman respondió que se trataba de una cuestión tan solo administrativa, con lo cual quedo evidenciado que existe otra razón y que no es precisamente administrativa.
Los temas de discusión generales que se desarrollaron en la Conferencia fueron: el Sistema de Seguridad Hemisférica, la Modernización y Transformación de las Instituciones de la Defensa, las Operaciones Multinacionales en el Continente Americano y las Medidas de Fomento de la Confianza y la Seguridad, siendo estos dos últimos temas los que contaron con la participación de Argentina como correlatores del debate.
La declaración final de la Conferencia previsiblemente expresó la necesidad de fortalecer y modernizar las instituciones de la Seguridad y la Defensa, reforzar la Comisión de Seguridad Hemisférica de la OEA, incrementar las medidas de fomento de confianza mutua, condenar al terrorismo, narcotráfico, corrupción y otros delitos, enfrentar al tráfico ilícito y proliferación de armas ligeras y misiles antiaéreos portátiles, como así también la de armas de destrucción masiva y vectores, expresar el reconocimiento del avance del desminado humanitario, la importancia de la participación de todos los países en operaciones de paz, destacándose el caso de MINUSTAH en Haiti, la ayuda en desastres naturales, y el respaldo a los países del hemisferio para el mantenimiento de la paz y la estabilidad democrática interna. Como se puede apreciar claramente, no pocos de los temas tratados, escapan a la competencia del Ministerio de Defensa según las leyes argentinas vigentes.
En el ámbito específico del Ejército, en los últimos días de Septiembre se ejecutó el ejercicio "Hermandad 2006" en la zona de Misiones y Corrientes, con Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Venezuela, donde se planteo una situación táctica de guerra clásica en la que se ejecutaron ataques y conquista de objetivos, apoyo de fuego de artillería y aéreo, lanzamiento de paracaidistas. Se destacan las operaciones de resistencia y desgaste que están siendo experimentadas como parte de la nueva doctrina de empleo de las Fuerzas Terrestres argentinas para el futuro, en la defensa del territorio nacional, con el fin de enfrentar las exigencias que impone defender grandes espacios geográficos, con reducidos efectivos, escasa potencia de fuego, disperso apoyo logístico y lenta e inadecuada movilidad estratégica. La situación planteada estaba contenida dentro del objetivo estratégico del "enemigo", que era apoderarse de recursos naturales de la región, como son el agua y los hidrocarburos. El momento culminante del ejercicio fue la recuperación del aeropuerto de Apostoles por tropas de Cazadores de Monte, Paracaidistas y Fuerzas Combinadas de Operaciones Especiales. Para algunos observadores este aeropuerto bien podría representar el de Mariscal Estigarribia en Paraguay, el cual se aprecia podría ser el lugar previsto para el eventual desembarco una fuerza de intervención norteamericana en la región.
En los primeros días de octubre se desarrolló en Buenos Aires la Vta Reunión de Comandantes de Ejércitos del MERCOSUR y Asociados, en la que participaron los Comandantes de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, y Venezuela. En esta reunión bianual se procura establecer acuerdos y coordinaciones, que en la mayoría de los casos resultan siendo de naturaleza bilateral. Fue notoria la ausencia de los Comandantes de Colombia y Bolivia, éste último debido a la crecientemente inestable situación de seguridad interior que vive el Altiplano.
Se debe resaltar que tanto en la reunión de Comandantes como en las ejercitaciones operativas la asistencia de Venezuela significa una evidencia novedosa en las relaciones militares internacionales de la Argentina por varias razones, una de ellas es la postura confrontante y desafiante que a nivel mundial sostiene del presidente Chavez, en especial con respecto a Estados Unidos y sus aliados, otra es el creciente apoyo venezolano a determinados gobiernos e ingerencia en asuntos internos de otros estados, incluso en el plano militar, como es el caso de Bolivia, y lo que es finalmente determinante es la disponibilidad de recursos financieros que le permiten avanzar precipitadamente en cualquier dirección. La pregunta es cuan lejos se puede acompañar a un asociado de estas características con "hipótesis de confluencia".
En el nivel conjunto, las Fuerzas Armadas ejecutaron durante la primera semana de octubre, con sus pares de Chile, el ejercicio "Solidaridad 2006", en la zona de la isla de Tierra del Fuego y Punta Arenas, que contó con la presencia de las Ministras de Defensa Vivianne Blanlot y Nilda Garre. El escenario simulado fue el de una catástrofe climática que requería a las Fuerzas Armadas para ayudar a la población, con la afectación de tropas, blindados, aeronaves y buques. Los objetivos de cooperación e interoperatividad fueron logrados mediante la integración de personal de ambos países tanto en Estados Mayores como en Unidades operativas.
En conclusión podemos apreciar una fuerte reafirmación de políticas militares de acuerdo a lo dictado por nuestra legislación vigente y la no aceptación de sugerencias de Estados Unidos en lo referente a terrorismo, narcotráfico y otras amenazas, lo que lentamente nos acerca a una posición coincidente con nuestra lejanía geográfica, circunstancia esta, que con excepción de algunos periodos históricos, fue una constante argentina. Regionalmente las reuniones militares multilaterales se asemejan a las pudieran desarrollarse en otros ámbitos, donde todo luce bien alrededor de la mesa de acuerdos, intercambiando tradicionales gestos de cálida cortesía sudamericana, declamando problemas y realidades comunes, aún cuando todos los presentes saben que, a pesar de no existir barreras idiomáticas, incluso con los vecinos más próximos, hay profundas diferencias e intereses divergentes y contrapuestos; en consecuencia, con el fin de justificar los esfuerzos organizativos realizados, se prioriza el un más manejable y realista acercamiento bilateral, en temas sobre los cuales realmente se impone avanzar y concretar proyectos en el corto y mediano plazo.
Fuente Nueva Mayoría.