Argentina: Noticias del Ministerio de Defensa

De la nota de Ambito referido a los Texan, se resalta que:

"Otro desacierto de Amreim que molestó a Gabinete fue la operación de compra de 12 aviones Beechcraft Texan T-6 C a los Estados Unidos. No se cuestiona la política que era una señal de alineamiento hacia la gestión de Barack Obama sino que la modalidad vía el programa gubernamental FMS (Foreign Military Sales) traducido, ventas militares al extranjero) es una operación sin financiación.
La Argentina debe afrontar los 157 millones de dólares del contrato por 12 aviones, ya hay 4 en el país, con recursos propios y en un cronograma que es ni más ni menos que al contado. Recibe aviones contra pago consolidado."


Vale decir, que de acá en adelante, si se da alguna compra, debe venir todo con una adecuada financiación incluída, de otra manera es impensable que se incorpore nada de nada.

http://www.ambito.com/912583-macri-removio-al-jefe-del-ejercito-cambio-de-epoca

Hay que ver que entienden nuestros gobernantes por "adecuada financiacion" ya veo que pretenden comprar algo y que se los finacien a 100 años con una tasa de interes del 0% o no comprar nada poniendo como excusa que no es la financiacion que se busca
 

DSV

Colaborador
Hay en los cuarteles más de 10.000 toneladas de chatarra bélica
El material obsoleto se encuentra almacenado en distintas unidades de las Fuerzas Armadas; son armas y municiones en desuso; algunas datan de 1950
Leonardo Scannone SEGUIR Delfina Galarza SEGUIR
19 de febrero de 2018

En 1997, los vecinos de Los Polvorines convivían junto a un depósito de municiones militares. Con la imagen imborrable de lo que había ocurrido el 3 de noviembre de 1995, cuando estalló la Fábrica Militar de Explosivos de Río Tercero, en Córdoba, iniciaron protestas, por temor a que se desencadenara una explosión similar. El gobierno de entonces se hizo eco del reclamo y, ante la duda, desactivó la Compañía de Munición 601 y trasladó el material a cuarteles del interior, donde todavía se mantiene.
Hoy, la Argentina cuenta con más de 10.000 toneladas de munición explosiva obsoleta, repartidas en distintos puntos del país, ubicadas en polvorines pertenecientes a las Fuerzas Armadas, algunas con fecha de 1950, según fuentes del Ministerio de Defensa.
Para dar una dimensión de la cifra mencionada, 500 kilos fue la cantidad de explosivos que se utilizaron para la demolición del Albergue Warnes, conjunto edilicio que existió entre 1951 y 1991 en el barrio porteño de La Paternal. Una fuente calificada del Ministerio de Defensa confirmó que la cantidad de material obsoleto diseminada en los cuarteles llega a más de 10.000 toneladas.
Según fuentes gubernamentales, el problema principal del almacenamiento de municiones es el gasto y el peligro que representa guardar durante varios años el material obsoleto. Las dos variables se cruzan porque es necesario mantener un personal especializado que se dedique a la seguridad de los depósitos y, además, contar con un grupo de técnicos que controlen la existencia de "compatibilidad de municiones".
Es necesario, además, porque los componentes de este tipo de materiales son mezclas químicas y una desatención podría ocasionar una explosión letal.
Su desmilitarización es requerida no solo por el impacto que podría tener el material en el medio ambiente, sino también para su destrucción total o el desarme para la reutilización de alguna de sus partes. Tal es el caso del trinitrotolueno (TNT), que se puede obtener de algunos explosivos y sirve al sector minero para dinamitar distintas áreas.

Minimizar riesgos
"La desmilitarización de esta basura minimizaría el riesgo ante situaciones como lo que sucedió en Río Tercero. Lo que tenemos en depósitos no son chupetines, son bombas", dijo a LA NACION una fuente del Ministerio de Defensa que prefirió mantener su identidad en reserva.
El ingeniero Mario Frigerio, con amplia trayectoria en la función pública, es desde hace cinco meses responsable de la Subsecretaría de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, encargada, entre otras cosas, de la desmilitarización del material bélico en desuso.
De acuerdo con fuentes allegadas al ministro del área, Oscar Aguad, esta problemática sería una de las prioridades de la subsecretaría y se ha impulsado el desarrollo de un "manual de buenas prácticas" que se empezó a difundir a todas fuerzas para promover la desmilitarización. Aunque todavía no hay políticas concretas ni un presupuesto destinado para resolver esta cuestión.
Los inventarios que maneja cada fuerza son confidenciales y, según Defensa, ni el ministerio tiene un registro exacto del material almacenado. Conforme a los datos a los que accedió LA NACION, se trata de munición que engloba a todas las Fuerzas Armadas.
Las unidades navales tienen el mayor porcentaje de material obsoleto almacenado, que incluye minas marinas, torpedos, armas antisubmarinas, cohetes, misiles y munición de artillería naval de distintos calibres.
La Fuerza Aérea, por su parte, almacena misiles, cohetes y bombas de aviación. En Villa Reynolds, San Luis, se encuentra ubicada una de las bases más grandes del país. Allí trabaja la V Brigada Aérea, una unidad de cazabombarderos que utilizaba los aviones Mirage. Muchas de sus municiones quedaron desactivadas y están depositadas en sus polvorines desde hace años.
Los sitios en los que se guarda este material se denominan "polvorines" ubicados en distintos puntos del país, que en general se encuentran en los grandes conglomerados militares. Uno de los depósitos de mayor concentración está ubicado en Azul, con más de 2000 toneladas, pertenecientes a la Armada. Se localizan en 30 galpones, dentro de las 3500 hectáreas del predio militar Arsenal Azopardo, muy cercano a Fabricaciones Militares (Fanazul), planta estatal que cesó su producción a fines de diciembre.
Otra de las localizaciones con mayor volumen de basura bélica es la Base Naval Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca, a pocos metros de la ciudad de Punta Alta, lo que la transforma en un lugar altamente riesgoso para la seguridad de la población, según los especialistas.

https://www.lanacion.com.ar/2110334-hay-en-los-cuarteles-mas-de-10000-toneladas-de-chatarra-belica
 

Merchant Marine one

Miembro del Staff
Moderador
Hay en los cuarteles más de 10.000 toneladas de chatarra bélica
El material obsoleto se encuentra almacenado en distintas unidades de las Fuerzas Armadas; son armas y municiones en desuso; algunas datan de 1950
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19 de febrero de 2018

En 1997, los vecinos de Los Polvorines convivían junto a un depósito de municiones militares. Con la imagen imborrable de lo que había ocurrido el 3 de noviembre de 1995, cuando estalló la Fábrica Militar de Explosivos de Río Tercero, en Córdoba, iniciaron protestas, por temor a que se desencadenara una explosión similar. El gobierno de entonces se hizo eco del reclamo y, ante la duda, desactivó la Compañía de Munición 601 y trasladó el material a cuarteles del interior, donde todavía se mantiene.
Hoy, la Argentina cuenta con más de 10.000 toneladas de munición explosiva obsoleta, repartidas en distintos puntos del país, ubicadas en polvorines pertenecientes a las Fuerzas Armadas, algunas con fecha de 1950, según fuentes del Ministerio de Defensa.
Para dar una dimensión de la cifra mencionada, 500 kilos fue la cantidad de explosivos que se utilizaron para la demolición del Albergue Warnes, conjunto edilicio que existió entre 1951 y 1991 en el barrio porteño de La Paternal. Una fuente calificada del Ministerio de Defensa confirmó que la cantidad de material obsoleto diseminada en los cuarteles llega a más de 10.000 toneladas.
Según fuentes gubernamentales, el problema principal del almacenamiento de municiones es el gasto y el peligro que representa guardar durante varios años el material obsoleto. Las dos variables se cruzan porque es necesario mantener un personal especializado que se dedique a la seguridad de los depósitos y, además, contar con un grupo de técnicos que controlen la existencia de "compatibilidad de municiones".
Es necesario, además, porque los componentes de este tipo de materiales son mezclas químicas y una desatención podría ocasionar una explosión letal.
Su desmilitarización es requerida no solo por el impacto que podría tener el material en el medio ambiente, sino también para su destrucción total o el desarme para la reutilización de alguna de sus partes. Tal es el caso del trinitrotolueno (TNT), que se puede obtener de algunos explosivos y sirve al sector minero para dinamitar distintas áreas.

Minimizar riesgos
"La desmilitarización de esta basura minimizaría el riesgo ante situaciones como lo que sucedió en Río Tercero. Lo que tenemos en depósitos no son chupetines, son bombas", dijo a LA NACION una fuente del Ministerio de Defensa que prefirió mantener su identidad en reserva.
El ingeniero Mario Frigerio, con amplia trayectoria en la función pública, es desde hace cinco meses responsable de la Subsecretaría de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, encargada, entre otras cosas, de la desmilitarización del material bélico en desuso.
De acuerdo con fuentes allegadas al ministro del área, Oscar Aguad, esta problemática sería una de las prioridades de la subsecretaría y se ha impulsado el desarrollo de un "manual de buenas prácticas" que se empezó a difundir a todas fuerzas para promover la desmilitarización. Aunque todavía no hay políticas concretas ni un presupuesto destinado para resolver esta cuestión.
Los inventarios que maneja cada fuerza son confidenciales y, según Defensa, ni el ministerio tiene un registro exacto del material almacenado. Conforme a los datos a los que accedió LA NACION, se trata de munición que engloba a todas las Fuerzas Armadas.
Las unidades navales tienen el mayor porcentaje de material obsoleto almacenado, que incluye minas marinas, torpedos, armas antisubmarinas, cohetes, misiles y munición de artillería naval de distintos calibres.
La Fuerza Aérea, por su parte, almacena misiles, cohetes y bombas de aviación. En Villa Reynolds, San Luis, se encuentra ubicada una de las bases más grandes del país. Allí trabaja la V Brigada Aérea, una unidad de cazabombarderos que utilizaba los aviones Mirage. Muchas de sus municiones quedaron desactivadas y están depositadas en sus polvorines desde hace años.
Los sitios en los que se guarda este material se denominan "polvorines" ubicados en distintos puntos del país, que en general se encuentran en los grandes conglomerados militares. Uno de los depósitos de mayor concentración está ubicado en Azul, con más de 2000 toneladas, pertenecientes a la Armada. Se localizan en 30 galpones, dentro de las 3500 hectáreas del predio militar Arsenal Azopardo, muy cercano a Fabricaciones Militares (Fanazul), planta estatal que cesó su producción a fines de diciembre.
Otra de las localizaciones con mayor volumen de basura bélica es la Base Naval Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca, a pocos metros de la ciudad de Punta Alta, lo que la transforma en un lugar altamente riesgoso para la seguridad de la población, según los especialistas.

https://www.lanacion.com.ar/2110334-hay-en-los-cuarteles-mas-de-10000-toneladas-de-chatarra-belica

Y sí.

Resultado de una mala política de consumo de munición y pertrechos.

Bienes adquiridos y jamás utilizados , ni siquiera para instrucción de las tropas.

Y no me digan que eso pasa en otros países. En otros países se entrena constantemente, se tira con todo lo que hay, y si sobra es porque la compra se sobredimensionó adrede para disponer de stock en caso de conflicto.

Acá se deja vencer munición / pertrechos varios / repuestos / uniformes completos ..........y en el interín la tropa sin tirar, sin entrenar y en ppelotas.

Y bueno.

Abrazos,

Merchant
 

Derruido

Colaborador
Hay en los cuarteles más de 10.000 toneladas de chatarra bélica
El material obsoleto se encuentra almacenado en distintas unidades de las Fuerzas Armadas; son armas y municiones en desuso; algunas datan de 1950
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19 de febrero de 2018

En 1997, los vecinos de Los Polvorines convivían junto a un depósito de municiones militares. Con la imagen imborrable de lo que había ocurrido el 3 de noviembre de 1995, cuando estalló la Fábrica Militar de Explosivos de Río Tercero, en Córdoba, iniciaron protestas, por temor a que se desencadenara una explosión similar. El gobierno de entonces se hizo eco del reclamo y, ante la duda, desactivó la Compañía de Munición 601 y trasladó el material a cuarteles del interior, donde todavía se mantiene.
Hoy, la Argentina cuenta con más de 10.000 toneladas de munición explosiva obsoleta, repartidas en distintos puntos del país, ubicadas en polvorines pertenecientes a las Fuerzas Armadas, algunas con fecha de 1950, según fuentes del Ministerio de Defensa.
Para dar una dimensión de la cifra mencionada, 500 kilos fue la cantidad de explosivos que se utilizaron para la demolición del Albergue Warnes, conjunto edilicio que existió entre 1951 y 1991 en el barrio porteño de La Paternal. Una fuente calificada del Ministerio de Defensa confirmó que la cantidad de material obsoleto diseminada en los cuarteles llega a más de 10.000 toneladas.
Según fuentes gubernamentales, el problema principal del almacenamiento de municiones es el gasto y el peligro que representa guardar durante varios años el material obsoleto. Las dos variables se cruzan porque es necesario mantener un personal especializado que se dedique a la seguridad de los depósitos y, además, contar con un grupo de técnicos que controlen la existencia de "compatibilidad de municiones".
Es necesario, además, porque los componentes de este tipo de materiales son mezclas químicas y una desatención podría ocasionar una explosión letal.
Su desmilitarización es requerida no solo por el impacto que podría tener el material en el medio ambiente, sino también para su destrucción total o el desarme para la reutilización de alguna de sus partes. Tal es el caso del trinitrotolueno (TNT), que se puede obtener de algunos explosivos y sirve al sector minero para dinamitar distintas áreas.

Minimizar riesgos
"La desmilitarización de esta basura minimizaría el riesgo ante situaciones como lo que sucedió en Río Tercero. Lo que tenemos en depósitos no son chupetines, son bombas", dijo a LA NACION una fuente del Ministerio de Defensa que prefirió mantener su identidad en reserva.
El ingeniero Mario Frigerio, con amplia trayectoria en la función pública, es desde hace cinco meses responsable de la Subsecretaría de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, encargada, entre otras cosas, de la desmilitarización del material bélico en desuso.
De acuerdo con fuentes allegadas al ministro del área, Oscar Aguad, esta problemática sería una de las prioridades de la subsecretaría y se ha impulsado el desarrollo de un "manual de buenas prácticas" que se empezó a difundir a todas fuerzas para promover la desmilitarización. Aunque todavía no hay políticas concretas ni un presupuesto destinado para resolver esta cuestión.
Los inventarios que maneja cada fuerza son confidenciales y, según Defensa, ni el ministerio tiene un registro exacto del material almacenado. Conforme a los datos a los que accedió LA NACION, se trata de munición que engloba a todas las Fuerzas Armadas.
Las unidades navales tienen el mayor porcentaje de material obsoleto almacenado, que incluye minas marinas, torpedos, armas antisubmarinas, cohetes, misiles y munición de artillería naval de distintos calibres.
La Fuerza Aérea, por su parte, almacena misiles, cohetes y bombas de aviación. En Villa Reynolds, San Luis, se encuentra ubicada una de las bases más grandes del país. Allí trabaja la V Brigada Aérea, una unidad de cazabombarderos que utilizaba los aviones Mirage. Muchas de sus municiones quedaron desactivadas y están depositadas en sus polvorines desde hace años.
Los sitios en los que se guarda este material se denominan "polvorines" ubicados en distintos puntos del país, que en general se encuentran en los grandes conglomerados militares. Uno de los depósitos de mayor concentración está ubicado en Azul, con más de 2000 toneladas, pertenecientes a la Armada. Se localizan en 30 galpones, dentro de las 3500 hectáreas del predio militar Arsenal Azopardo, muy cercano a Fabricaciones Militares (Fanazul), planta estatal que cesó su producción a fines de diciembre.
Otra de las localizaciones con mayor volumen de basura bélica es la Base Naval Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca, a pocos metros de la ciudad de Punta Alta, lo que la transforma en un lugar altamente riesgoso para la seguridad de la población, según los especialistas.

https://www.lanacion.com.ar/2110334-hay-en-los-cuarteles-mas-de-10000-toneladas-de-chatarra-belica
Yo sabía, yo sabía, El Turco en los noventas, se equivocó de embarque..................... dejó la chatarra y envió lo que servía.

Besos
 

Derruido

Colaborador
Hay en los cuarteles más de 10.000 toneladas de chatarra bélica
El material obsoleto se encuentra almacenado en distintas unidades de las Fuerzas Armadas; son armas y municiones en desuso; algunas datan de 1950
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19 de febrero de 2018

En 1997, los vecinos de Los Polvorines convivían junto a un depósito de municiones militares. Con la imagen imborrable de lo que había ocurrido el 3 de noviembre de 1995, cuando estalló la Fábrica Militar de Explosivos de Río Tercero, en Córdoba, iniciaron protestas, por temor a que se desencadenara una explosión similar. El gobierno de entonces se hizo eco del reclamo y, ante la duda, desactivó la Compañía de Munición 601 y trasladó el material a cuarteles del interior, donde todavía se mantiene.
Hoy, la Argentina cuenta con más de 10.000 toneladas de munición explosiva obsoleta, repartidas en distintos puntos del país, ubicadas en polvorines pertenecientes a las Fuerzas Armadas, algunas con fecha de 1950, según fuentes del Ministerio de Defensa.
Para dar una dimensión de la cifra mencionada, 500 kilos fue la cantidad de explosivos que se utilizaron para la demolición del Albergue Warnes, conjunto edilicio que existió entre 1951 y 1991 en el barrio porteño de La Paternal. Una fuente calificada del Ministerio de Defensa confirmó que la cantidad de material obsoleto diseminada en los cuarteles llega a más de 10.000 toneladas.
Según fuentes gubernamentales, el problema principal del almacenamiento de municiones es el gasto y el peligro que representa guardar durante varios años el material obsoleto. Las dos variables se cruzan porque es necesario mantener un personal especializado que se dedique a la seguridad de los depósitos y, además, contar con un grupo de técnicos que controlen la existencia de "compatibilidad de municiones".
Es necesario, además, porque los componentes de este tipo de materiales son mezclas químicas y una desatención podría ocasionar una explosión letal.
Su desmilitarización es requerida no solo por el impacto que podría tener el material en el medio ambiente, sino también para su destrucción total o el desarme para la reutilización de alguna de sus partes. Tal es el caso del trinitrotolueno (TNT), que se puede obtener de algunos explosivos y sirve al sector minero para dinamitar distintas áreas.

Minimizar riesgos
"La desmilitarización de esta basura minimizaría el riesgo ante situaciones como lo que sucedió en Río Tercero. Lo que tenemos en depósitos no son chupetines, son bombas", dijo a LA NACION una fuente del Ministerio de Defensa que prefirió mantener su identidad en reserva.
El ingeniero Mario Frigerio, con amplia trayectoria en la función pública, es desde hace cinco meses responsable de la Subsecretaría de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, encargada, entre otras cosas, de la desmilitarización del material bélico en desuso.
De acuerdo con fuentes allegadas al ministro del área, Oscar Aguad, esta problemática sería una de las prioridades de la subsecretaría y se ha impulsado el desarrollo de un "manual de buenas prácticas" que se empezó a difundir a todas fuerzas para promover la desmilitarización. Aunque todavía no hay políticas concretas ni un presupuesto destinado para resolver esta cuestión.
Los inventarios que maneja cada fuerza son confidenciales y, según Defensa, ni el ministerio tiene un registro exacto del material almacenado. Conforme a los datos a los que accedió LA NACION, se trata de munición que engloba a todas las Fuerzas Armadas.
Las unidades navales tienen el mayor porcentaje de material obsoleto almacenado, que incluye minas marinas, torpedos, armas antisubmarinas, cohetes, misiles y munición de artillería naval de distintos calibres.
La Fuerza Aérea, por su parte, almacena misiles, cohetes y bombas de aviación. En Villa Reynolds, San Luis, se encuentra ubicada una de las bases más grandes del país. Allí trabaja la V Brigada Aérea, una unidad de cazabombarderos que utilizaba los aviones Mirage. Muchas de sus municiones quedaron desactivadas y están depositadas en sus polvorines desde hace años.
Los sitios en los que se guarda este material se denominan "polvorines" ubicados en distintos puntos del país, que en general se encuentran en los grandes conglomerados militares. Uno de los depósitos de mayor concentración está ubicado en Azul, con más de 2000 toneladas, pertenecientes a la Armada. Se localizan en 30 galpones, dentro de las 3500 hectáreas del predio militar Arsenal Azopardo, muy cercano a Fabricaciones Militares (Fanazul), planta estatal que cesó su producción a fines de diciembre.
Otra de las localizaciones con mayor volumen de basura bélica es la Base Naval Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca, a pocos metros de la ciudad de Punta Alta, lo que la transforma en un lugar altamente riesgoso para la seguridad de la población, según los especialistas.

https://www.lanacion.com.ar/2110334-hay-en-los-cuarteles-mas-de-10000-toneladas-de-chatarra-belica
Básicamente, lo que está diciendo éste artículo, es que toda la existencia de material explosivo, es obsoleto y peligroso.

Besos
 
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Tronador II

Colaborador
Y sí.

Resultado de una mala política de consumo de munición y pertrechos.

Bienes adquiridos y jamás utilizados , ni siquiera para instrucción de las tropas.

Y no me digan que eso pasa en otros países. En otros países se entrena constantemente, se tira con todo lo que hay, y si sobra es porque la compra se sobredimensionó adrede para disponer de stock en caso de conflicto.

Acá se deja vencer munición / pertrechos varios / repuestos / uniformes completos ..........y en el interín la tropa sin tirar, sin entrenar y en ppelotas.

Y bueno.

Abrazos,

Merchant
Cuando está por vencer...deberian usarlo.

Como siempre, los periodistas y su poca precisión en temas militares.....Villa Reynolds, base de los Mirage.....palmface
 

Derruido

Colaborador
Cuando está por vencer...deberian usarlo.

Como siempre, los periodistas y su poca precisión en temas militares.....Villa Reynolds, base de los Mirage.....palmface
San Luis, se encuentra ubicada una de las bases más grandes del país. Allí trabaja la V Brigada Aérea, una unidad de cazabombarderos que utilizaba los aviones Mirage
 

Derruido

Colaborador
Las unidades navales tienen el mayor porcentaje de material obsoleto almacenado, que incluye minas marinas, torpedos, armas antisubmarinas, cohetes, misiles y munición de artillería naval de distintos calibres.

Están incluidos, los SST4?, los Exocets MM38 y los Aspide?

Besos
 

Derruido

Colaborador
Y si sumaran las miles de toneladas que implican, los camiones, blindados, etc, etc............ podriamos superar el peso de un Acorazado de la Segunda Guerra. Suporongo.

Besos
 

Merchant Marine one

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Hay en los cuarteles más de 10.000 toneladas de chatarra bélica
El material obsoleto se encuentra almacenado en distintas unidades de las Fuerzas Armadas; son armas y municiones en desuso; algunas datan de 1950
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19 de febrero de 2018

En 1997, los vecinos de Los Polvorines convivían junto a un depósito de municiones militares. Con la imagen imborrable de lo que había ocurrido el 3 de noviembre de 1995, cuando estalló la Fábrica Militar de Explosivos de Río Tercero, en Córdoba, iniciaron protestas, por temor a que se desencadenara una explosión similar. El gobierno de entonces se hizo eco del reclamo y, ante la duda, desactivó la Compañía de Munición 601 y trasladó el material a cuarteles del interior, donde todavía se mantiene.
Hoy, la Argentina cuenta con más de 10.000 toneladas de munición explosiva obsoleta, repartidas en distintos puntos del país, ubicadas en polvorines pertenecientes a las Fuerzas Armadas, algunas con fecha de 1950, según fuentes del Ministerio de Defensa.
Para dar una dimensión de la cifra mencionada, 500 kilos fue la cantidad de explosivos que se utilizaron para la demolición del Albergue Warnes, conjunto edilicio que existió entre 1951 y 1991 en el barrio porteño de La Paternal. Una fuente calificada del Ministerio de Defensa confirmó que la cantidad de material obsoleto diseminada en los cuarteles llega a más de 10.000 toneladas.
Según fuentes gubernamentales, el problema principal del almacenamiento de municiones es el gasto y el peligro que representa guardar durante varios años el material obsoleto. Las dos variables se cruzan porque es necesario mantener un personal especializado que se dedique a la seguridad de los depósitos y, además, contar con un grupo de técnicos que controlen la existencia de "compatibilidad de municiones".
Es necesario, además, porque los componentes de este tipo de materiales son mezclas químicas y una desatención podría ocasionar una explosión letal.
Su desmilitarización es requerida no solo por el impacto que podría tener el material en el medio ambiente, sino también para su destrucción total o el desarme para la reutilización de alguna de sus partes. Tal es el caso del trinitrotolueno (TNT), que se puede obtener de algunos explosivos y sirve al sector minero para dinamitar distintas áreas.

Minimizar riesgos
"La desmilitarización de esta basura minimizaría el riesgo ante situaciones como lo que sucedió en Río Tercero. Lo que tenemos en depósitos no son chupetines, son bombas", dijo a LA NACION una fuente del Ministerio de Defensa que prefirió mantener su identidad en reserva.
El ingeniero Mario Frigerio, con amplia trayectoria en la función pública, es desde hace cinco meses responsable de la Subsecretaría de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, encargada, entre otras cosas, de la desmilitarización del material bélico en desuso.
De acuerdo con fuentes allegadas al ministro del área, Oscar Aguad, esta problemática sería una de las prioridades de la subsecretaría y se ha impulsado el desarrollo de un "manual de buenas prácticas" que se empezó a difundir a todas fuerzas para promover la desmilitarización. Aunque todavía no hay políticas concretas ni un presupuesto destinado para resolver esta cuestión.
Los inventarios que maneja cada fuerza son confidenciales y, según Defensa, ni el ministerio tiene un registro exacto del material almacenado. Conforme a los datos a los que accedió LA NACION, se trata de munición que engloba a todas las Fuerzas Armadas.
Las unidades navales tienen el mayor porcentaje de material obsoleto almacenado, que incluye minas marinas, torpedos, armas antisubmarinas, cohetes, misiles y munición de artillería naval de distintos calibres.
La Fuerza Aérea, por su parte, almacena misiles, cohetes y bombas de aviación. En Villa Reynolds, San Luis, se encuentra ubicada una de las bases más grandes del país. Allí trabaja la V Brigada Aérea, una unidad de cazabombarderos que utilizaba los aviones Mirage. Muchas de sus municiones quedaron desactivadas y están depositadas en sus polvorines desde hace años.
Los sitios en los que se guarda este material se denominan "polvorines" ubicados en distintos puntos del país, que en general se encuentran en los grandes conglomerados militares. Uno de los depósitos de mayor concentración está ubicado en Azul, con más de 2000 toneladas, pertenecientes a la Armada. Se localizan en 30 galpones, dentro de las 3500 hectáreas del predio militar Arsenal Azopardo, muy cercano a Fabricaciones Militares (Fanazul), planta estatal que cesó su producción a fines de diciembre.
Otra de las localizaciones con mayor volumen de basura bélica es la Base Naval Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca, a pocos metros de la ciudad de Punta Alta, lo que la transforma en un lugar altamente riesgoso para la seguridad de la población, según los especialistas.

https://www.lanacion.com.ar/2110334-hay-en-los-cuarteles-mas-de-10000-toneladas-de-chatarra-belica

Te digo más, el tema que vos mencionás lo palpamos muy claramente los coleccionistas de militaria , armas blancas , etc....

He visto más de un puestito en el mercado de pulgas de Mardel ( Plaza Rocha) con docenas ( sí, docenas, o sea 12 multiplicado varias veces) de cascos M1 NUEVOS SIN USO , versión producida por Fabricaciones Militares. Esto que digo hace 5 o 6 años atrás.

Dealers varios..........poseedores de 25 , o 30 , o más bayonetas de FAL tubulares NUEVAS SIN USO.

Los mismos comerciantes, ofreciendo vainas nuevas sin uso, de bayonetas Mauser 1909......pero decenas eh!!!!

Conjuntos de chaquetilla y pantalón ( bombachas) de combate estilo Malvinas , iguales a las que yo usé por más de un año en el GADA 601.....nuevas sin uso!!
Y nosotros parecíamos prisioneros ingleses en Corregidor!!!!!
Donde merde estaban esas pilchas??????

Yo mismo participé en la destrucción de mucha munición militar antiaérea, principalmente tiros vencidos de 20 x 139 mm Rheinmetall.........qué desperdicioooooo Dios.

Bayonetas de fusil FN 49 igualmente nuevas.......como 20.......en manos de otro comerciante....raro eh!

Y no sigo más, disculpen el OT, un abrazo,

Merchant
 
Poca mente en los encargados.

El material consumible debería SIEMPRE rotarse. Las municiones no pueden reservarse indefinidamente, al final terminan venciéndose, o mantenerlas en condicones (reacondicionándolas, controlándolas todas) cuesta más que comprar nuevas. Y si las tenés que usar en caso de conflicto pueden no funcionar o hacerlo mal.

Yo siempre lo pensé, las municiones y explosivos stockeados deben tener una tabla de vida útil sin reacondicionamiento y ser consumidas a medida que llegan al fin de la misma para dar paso a nueva.
Así como si tenés 100 milliones de municiones 7,62 que duran 10 años bien almacenadas, tenés que usar 10.000.000 por año en ejercicios e incorporar 10.000.000 nuevas que en 10 años van a tirar nuevamente en ejercicios.
Son 300 disparos por soldado por año...
 
...entiendo que si hay stock de municion a vencer se deben consumir con fines de entrenamiento, pero pienso que solo una parte del stock, pues si los stocks de municion son los adecuados para un hipotetico conflicto, usar toda esa muncion no implicaria un desgaste excesivo de las armas en tiempo de paz??? si esto que creo es correcto, entonces siempre va a existir municion vencida sin usarse.
 
Con respecto a este tema hay que aclarar varias cosas; leyendo a primera vista pareciera que en su momento se compró munición y/o explosivos en cantidad excesiva y que finalmente quedó fuera de usos por distintas razones ( desapareció el arma que la utilizaba, ejemplo munición para un determinado cañón que por distintas razones dejó de estar en servicio). Para un determinado cañón se adquiere o se fabrica una cantidad importante de munición, el grueso de esa munición es de stock, es para en caso de guerra y otra parte más pequeña es para el adiestramiento (ejercicios de artillería, pruebas de lotes de munición, lotes de munición en mal estado, etc). Cuando ese cañón deja de estar en servicio, se compró un cañón más moderno de ese o de otro calibre y queda toda la munición que por suerte nunca fue usada la denominada de "Dotación Fija" que es para tiempo de guerra mas otra proporción menor de uso para adiestramiento ("Munición de Consumo").
Es cierto esa munición termina quedando estibada en los Polvorines de las Unidades o trasladadas a otros Polvorines más grandes que al final terminan con mucha munición fuera de uso.
Con respecto al tema de desintegrar munición fuera de uso, hay varias etapas a cumplir, la primera será concentrar toda esa munición en un determinado Polvorín que tenga un montado un Taller de Munición armado para efectuar esa tarea: La técnica varia según el tipo de munición y el estado de peligrosidad que pueda tener.
Por ejemplo para proyectiles de artlllería que estén espoletados o no y que estén estibados en un Polvorín en general no presentan problemas y no tienen prioridad para su desarme. En cambio para Tiros Fijos (proyectil y carga impulsiva integrada), lo primero es desintegrar separando el proyectil de la vaina con carga impulsiva y con la pólvora de la carga impulsiva quemarla al aire libre y de esta manera queda el proyectil cargado y la vaina vacía que puede ser de latón o de acero y esta se termina vendiendo como chatarra.
Otro tema importante es el mantener en los polvorines la carga impulsiva (pólvora) estibada por lotes de munición y tipo de pólvora , la misma debe ser eliminada quemandola.
Todo esto que he mencionado en forma global es una tarea que lleva un largo tiempo, hay que tener presente que el Ejército tiene Polvorines desde Jujuy a Santa Cruz y el traslado de esa munición hacia un determinado Taller de Munición existente o a crear debe estar ubicado en el medio del país (ejemplo Prov. CORDOBA) y que los movimientos por camiones (no debe ser cualquier camión sino camiones cerrados tipo térmico para que el calor reinante no caliente los explosivos que se han mantenido durante años en Polvorines con temperatura prácticamente constante y que no siempre pueden llevar juntas distintos tipos de explosivos deben ser en convoy con custodia para evitar accidentes.
No he mencionado otros tipos explosivos como ser bombas aéreas, cohetes, minas terrestres y navales y granadas de mano, explosivos plásticos, pirotecnia, etc.
Esto es una tarea que debiera ser permanente y que tiene un costo oculto que es bastante importante, ejemplo los viajes de camiones ( combustible, viáticos personal, etc.
Hago notar que sobre el tema tengo experiencia personal de hace muchos años atrás.
 

TurcoRufa

Colaborador
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Muy clara la explicación @ulugali . Habría que ver si se está trabajando en ello a paso lento o ni siquiera.

Preguntonta quizas, la polvora no es recuperable??

Saludos.-
 
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