En parte comparto tu comentario, y lo aproveho para tirar algunas reflexiones sobre lo que deja este asunto.
La primera, es que parece que la rivalidad entre nuestros países sigue latente, se raspa un poco la superficie y asoma vivita y coleando. No me voy a extender ahora en este asunto.
Otra, es que con dirigentes políticos débiles internamente las crisis pueden escalar más rapidamente. Presidentes débiles son más propensos al ultimatum y la mayoría de las veces el asunto puede solucionarse de forma algo más delicada, por así decir. El ultimatum, aunque aceptado, siempre deja secuelas.
Por último, y por como quedó demostrado son las cosas entre nuestros países a poco rascar, sería deseable mayor rigor antes de realizar o decir cosas, las que sean. A modo de ejemplo, más por Chile de permitir la prolongación de ese alambrado sobre su territorio y da igual si era de un estanciero como algunos señalan o de las instalaciones argentinas. En la práctica eran como el patio de estas instalaciones por años (¿desde cuando?). Mal por la primera explicación del embajador de Argentina en Chile, que si bien reconoció el "error", patea para adelante su solución de forma bastante peyorativa, dando de comer a los halcones chilenos y sobre todo a la oposición política a Boric. Un par de ejemplos.