Quieren al telescopio más grande del mundo en la Puna
Investigadores del Observatorio Astronómico Córdoba realizan mediciones en el cerro Macón, a 4.650 metros de altura, para que Europa elija a esa zona para instalar el instrumento óptico cuyo espejo principal tendrá 42 metros de diámetro.
Investigadores del Observatorio Astronómico Córdoba (OAC) estudian la Puna argentina como sitio para que la Organización Europea para la Investigación Astronómica del Hemisferio Austral (ESO) instale allí el telescopio más grande del mundo, cuyo espejo principal tendrá 42 metros de diámetro.
Según informa hoy el diario La Voz del Interior, el lugar elegido es el cerro Macón, a 4.650 metros de altura y cerca de Tolar Grande, el último pueblo de la Puna salteña. Allí trabajan desde el 2000 cinco integrantes del Grupo de Investigación en Astronomía Teórica y Experimental (Iate) del OAC. Realizan mediciones meteorológicas y de calidad de cielo, entre otros estudios.
Para el francés Marc Sarazin, de la ESO, el estudio del OAC –financiado por el organismo europeo– contestará la pregunta de si es posible instalar telescopios al este de la cordillera andina.
Hasta ahora, la mayoría de los telescopios del sur se ubican en Chile. Este país, junto con las islas Canarias (España) y Marruecos son los otros tres sitios que compiten con la Puna por tener "el ojo de la humanidad".
En el cerro Macón hay una estación de mediciones, que tiene un obot construido por la ESO y cuesta 150 mil euros. Tiene una cúpula con un telescopio de 28 centímetros (similar al de un aficionado) sobre una torre de cinco metros.
El telescopio tiene conectado un aparato llamado Dimm-Mass que mide la nitidez del cielo. El robot elige una estrella y observa cómo titila por varias horas. El bello titilar de los astros en realidad es un efecto de la atmósfera, no deseado por los astrónomos. Mientras menos titile, más nítida es la imagen.
Antes de medir, el robot se asegura que las condiciones meteorológicas, captadas por una estación in situ, sean óptimas. Sólo entonces, la cúpula se abre, el telescopio apunta y hace su trabajo.
Por su parte, el telescopio que quiere instalar la ESO aún está en la fase de diseño, y está previsto para 2018, con tecnología que todavía no está desarrollada.
Se llama E-ELT, siglas que en español significan "telescopio europeo extremadamente grande". El espejo, de 42 metros de diámetro, será cuatro veces más grande que los actuales.
Estará compuesto por 908 espejitos de más de un metro, y serán móviles para corregir defectos ópticos. El costo estimado es de mil millones de dólares. A fines de 2009 se conocerá el sitio "ganador", pero la Puna podría albergar otros telescopios.
"Un telescopio más grande significa ver más detalles", explica Gianluca Lombardi, astrónomo italiano de la ESO. Y agrega: "Vamos a tener más precisión para descubrir planetas fuera del sistema solar. También será útil para investigar la materia y la energía oscura".
TELAM