Asuntos Nucleares

Artrech

Colaborador
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Gato, la actual planta no se va a cerrar. Lo que dice el articulo es que probablemente se construlla una segunda planta para duplicar la produccion a 300 t/año. Es decir que probablemente se construira una segunda planta de la misma capacidad que la actual (150 t/año) para llegar a las 300 t/año.
 
Ah! OK, pero en términos generales entonces se sigue con la idea...O sea, de no superar las 300 tn de procesamiento.

Lo cual me parace perfecto Artrech
 

Artrech

Colaborador
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Si, seguramente esa cifra debe ser el resultado de los calculos que requeriran las tres centrales actuales, la futura cuarta central (que puede ser de dos reactores), y los reactores mas pequeños (reactores de investigacion y CAREM). La gente de la CNEA siempre piensa a largo plazo.
 
Claro, el tema es no extraer mucho mas de lo necesario ni construir mas plantas de procesamiento de lo que se necesitaría a mediano plazo, para evitar presiones para tener que exportar. Fíjense además las diferencias de precio de U$S 25 a mas de U$S 300 en una década.

Además leí que el petróleo está en mas de U$S 78 hoy.
 

Monchi

Colaborador
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Artrech dijo:
Gato, la actual planta no se va a cerrar. Lo que dice el articulo es que probablemente se construlla una segunda planta para duplicar la produccion a 300 t/año. Es decir que probablemente se construira una segunda planta de la misma capacidad que la actual (150 t/año) para llegar a las 300 t/año.
La idea es cerrar la planta actual de Alta Cordoba (muy cerca del centro de la ciudad), asi que la nueva planta tendria el total de la produccion, asi que seria de 300 tn.
Es algo que los vecinos y la municipalidad vienen pidiendo desde hace tiempo.
 
Con respecto a la central nuclear de Embalse, en un viaje de 5º año del secundario, hace muchos años por cierto, el operario que oficiaba de guía nos comentaba que era posible que el agua que se devolvía al embalse luego de "pasar" por la central pudiera afectar el ecosistema, algún entendido en el tema me podría confirmar si ésto es así realmente?

Un abrazo
 

Artrech

Colaborador
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Si maginot, eso es verdad. El agua que sale de las centrales (ya sean nucleares o termicas) sale a altisima temperatura. Si la derramas al embalse o rio, al hacer contacto con el agua fria le quita el oxigeno a esta.
Pero para solucionar este tema se utilizan distintos metodos. En la Central Nuclear Embalse, el agua caliente cirucla por un canal artificial de 6 Km de largo por el cual se va enfriando. Tambien estan las famosas chimieneas de ventilacion (como las dos chimenas de la planta de Homero en Los Simpsons). Estas chimeneas en su interor contienen piletones donde se deposita el agua caliente y se va enfriando; y lo que sale de la chimenea es vapor de agua.
Lamentablemente Atucha no tiene ningun sistema de este tipo y el agua caliente es derramada directamente al rio.
 

Artrech

Colaborador
Colaborador
Aca se puede apreciar el canal de la Central Nuclear Embalse



Imagen de las chimeneas de Tomsk en Rusia. Repito, estas chimeneas solo liberan vapor de agua.

 
Artrech dijo:
Si maginot, eso es verdad. El agua que sale de las centrales (ya sean nucleares o termicas) sale a altisima temperatura. Si la derramas al embalse o rio, al hacer contacto con el agua fria le quita el oxigeno a esta.
Pero para solucionar este tema se utilizan distintos metodos. En la Central Nuclear Embalse, el agua caliente cirucla por un canal artificial de 6 Km de largo por el cual se va enfriando. Tambien estan las famosas chimieneas de ventilacion (como las dos chimenas de la planta de Homero en Los Simpsons). Estas chimeneas en su interor contienen piletones donde se deposita el agua caliente y se va enfriando; y lo que sale de la chimenea es vapor de agua.
Lamentablemente Atucha no tiene ningun sistema de este tipo y el agua caliente es derramada directamente al rio.

Muchas gracias Artrech por tu respuesta, y lo que vos decís es verdad, ahora que recuerdo el guía nos expicó que el canal cumplía la función de enfriar el agua antes que llegara al embalse.

Un abrazo
 

Artrech

Colaborador
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Parece que mu hubieras leeido la mente pulqui. Ayer imprimi ese articulo y anoche lo leei...;)

Interesante el tema de los repositorios, para el 2020 se va a tener que construir uno de baja actividad y para el 2023 uno de media. Dice que ya hay 22 sitios pre-seleccionados, cuales seran?
 

pulqui

Colaborador
Jeje....Artrech.... está muy bueno el artículo !


Editorial de Clarín:

EDITORIAL

Recuperación del uranio nacional

La importante decisión de reactivar la producción nacional de uranio debe ser interpretada en el marco del desarrollo de la energía nuclear en el país.

Desde hace una década se encuentra paralizada la extracción de este mineral estratégico, por lo que las centrales atómicas de Atucha y Embalse importan este material, con un creciente costo.

En los últimos años, por la crisis del petróleo, el precio del kilo de uranio aumentó de 25 a 312 dólares, por lo que se ha despertado interés por su extracción. Pero, debido a que, según la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), las reservas argentinas de uranio se pueden agotar en 17 años, es necesario proteger este mineral estratégico para el uso interno, como también realizar tareas de búsqueda de nuevos yacimientos.

En lo inmediato, el objetivo es sustituir una parte de las importaciones. Por otro lado, y en el marco de la producción energética, la CNEA está proyectando reciclar los reactores de las centrales de Atucha I y Embalse, próximas a cumplir tres décadas de producción, e iniciar la producción eléctrica en Atucha II en 2011. A su vez, el Gobierno firmó un convenio con Canadá para la proyección de una cuarta central atómica.

Esto significa que en nuestro país la producción de energía eléctrica a través de centrales atómicas tendrá un papel cada vez más significativo.

Por esto último, la decisión de reactivar la producción de uranio debe formar parte de una política energética planificada, que comprenda el uso responsable de este mineral estratégico y la búsqueda de nuevos yacimientos.

El retorno a la explotación de uranio implicará, además, la posibilidad de avanzar en la investigación y desarrollo tecnológico en las actividades vinculadas con ese trabajo.

El Estado decidió reiniciar la explotación de uranio nacional. Permitirá ahorrar costo de importaciones en la alimentación de las centrales nucleares y creará condiciones para el desarrollo tecnológico vinculado a la actividad.
 

argie

Fernet Lover
Colaborador
Artrech dijo:
Interesante el tema de los repositorios, para el 2020 se va a tener que construir uno de baja actividad y para el 2023 uno de media. Dice que ya hay 22 sitios pre-seleccionados, cuales seran?

Bueno, en los noventa se mencionaba a Gastre -Chubut- como el lugar elegido por cuestiones geológicas, hídricas, ambientales y con baja o nula actividad sismica, para instalar un repositorio profundo.
Sólo que ese proyecto fué desechado, ya que Menem planeaba que fuese un repositorio internacional, capáz de albergar la basura radioactiva proveniente de otras latitudes previo pago de los verdes billetes.

Nuestro país tiene en operación un repositorio para residuos de baja actividad y, en estudio, uno para residuos de media actividad. En la década pasada se comenzó a estudiar el probable emplazamiento de un repositorio geológico para residuos de alta actividad. Después de un relevamiento en todo nuestro territorio, se decidió que Gastre (en Chubut), por sus características, podría ser uno de los lugares apropiados, hasta que en agosto de 1993 el proyecto fue oficialmente descartado por la CNEA.
http://www.mflor.mx/materias/temas/eatomica/eatomica.htm

Alarma por basurero nuclear en Argentina

Con este logotipo, las organizaciones contrarias al acuerdo comenzaron su lucha para evitar un basurero nuclear de Australia en Argentina.
Ver http://www.diariollanquihue.cl/site/edic/20011121051832/pags/20011121054632.html

Un total de 70 organizaciones no gubernamentales y ecologistas argentinas y de América Latina pusieron en alerta al mundo sobre un supuesto acuerdo secreto entre el gobierno de Australia y el trasandino para que éste le construya una central nuclear y reciba sus residuos nucleares, todo a través del Cabo de Hornos.

El presidente del Instituto de Ecología Política de Chile, Manuel Baquedano, dijo estar ya en contacto con los ecologistas argentinos y australianos a fin de que este acuerdo —que comenzaría el 2015— no llegue a concretarse. Además dijo que era una falta de confianza absoluta contra la integración chileno—argentina, ya que no hubo comunicación alguna con nuestro país. Para él es altamente peligroso por el transporte eventual de los desechos en nuestra costa y porque ellos serían instalados muy cerca de la frontera chilena.

Aunque no existen mayores indicios sobre el lugar en que estaría ubicado este "basurero nuclear", el desembarco de los desechos —después de pasar por aguas chilenas— podría efectuarse en Bahía Blanca, Gran Provincia de Buenos Aires. Esta zona queda a poco más de 800 kilómetros de Temuco y prácticamente colinda con la provincia de Río Negro, en la Patagonia Argentina. Por ello se cree que el basurero radiactivo estaría en esa zona.

La alarma generalizada sobre el hecho se dio el 14 de noviembre pasado, cuando organizaciones como Greenpeace descubrió la aprobación del Senado —con fecha 7 de noviembre pasado— del documento.

CONTRATO SECRETO

La información que manejan las organizaciones es que el asunto forma parte de un contrato secreto que firmaron la Australian Nuclear Science and Technology Organisation (Ansto) y el Instituto de Investigaciones Aplicadas (Invap), una empresa de la provincia de Río Negro, para que la Argentina construya en Sydney un nuevo reactor nuclear.

Según las organizaciones denunciantes, ambos países "firmaron ese contrato y luego un acuerdo nuclear, para facilitar el ingreso en el país de basura nuclear australiana, altamente radiactiva. Aquí se la trataría, y luego de 15 a 20 años sería devuelta a ese país".

De acuerdo con los ambientalistas, mediante ese supuesto Acuerdo Nuclear se "viola el artículo 41 de la Constitución nacional" y pidieron a la Cámara de Diputados que se oponga al acuerdo.

Una de las primeras reacciones del tema fue del biólogo y presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (www.funam.org.ar), Raúl Montenegro, para quien aunque reconoció que los negocios internacionales son necesarios para Argentina, son peligrosos cuando involucran tecnología nuclear sensible.

COMBUSTIBLE AGOTADO

Según Montenegro, INVAP firmó el año pasado el contrato con Australia para construir en Sydney un reactor nuclear de diseño nacional que reemplace al actual HIFAR (que estuvo en la mira terrorista antes de las Olimpiadas 2000). "Como parte del acuerdo, que sigue siendo secreto, Argentina debe recibir los residuos radiactivos que produzca el nuevo reactor". Se supone que a partir del año 2015 ese combustible nuclear agotado vendría en barco desde Sydney, atravesaría el Cabo de Hornos, y luego sería desembarcado en Bahía Blanca o Buenos Aires, y en un lugar indeterminado permanecería por 15 a 20 años y tras ser acondicionados con métodos de dilución y vitrificación, los residuos "altamente radiactivos" serían devueltos a Australia nuevamente por el Cabo de Hornos.

Un Nuevo Gastre

Manuel Baquedano, rechazó la iniciativa argentina, porque podría instalarse en la frontera con nuestro país y no descartó que fuera en la localidad de Gastre —como se pensó en 1996—, provincia de Chubut, que se ubica frente a la zona de Futaleufú, en la provincia de Chaitén, Chile.

"Nosotros todavía pensamos que podría ser en Gastre, porque cuando se hicieron los estudios sobre depósitos de basura nuclear, eran hechos en base a Gastre, porque para ellos era el mejor lugar. Está la restricción comunal, pero no sé si puede anular una decisión federal", dijo.

El 24 de marzo de 1976, un plan de la dictadura estableció que, para fines de siglo, en el país funcionarían seis centrales atómicas, que se controlarían todas las etapas del ciclo de combustión nuclear, y que se contaría con un repositorio para residuos radiactivos de alta actividad.

Ya sin dictadura, en junio de 1986 la Comisión Nacional de Energía Atómica anunció que la localidad de Gastre, de cerca de 400 habitantes en ese entonces, era el lugar elegido para depositar los residuos. En octubre de 1990, Greenpeace denunció que la empresa francesa Pechiney había ofrecido al gobierno argentino financiar la construcción del basurero a cambio de 15.000 hectáreas en la zona. El 28 de octubre de 1990, el entonces Presidente Carlos Menem anunció que el basurero no se iba a construir.

Graciela Ojeda T.
http://www.diariollanquihue.cl/site/edic/20011121051832/pags/20011121054632.html
 

Artrech

Colaborador
Colaborador
argie dijo:
Bueno, en los noventa se mencionaba a Gastre -Chubut- como el lugar elegido por cuestiones geológicas, hídricas, ambientales y con baja o nula actividad sismica, para instalar un repositorio profundo.
Sólo que ese proyecto fué desechado, ya que Menem planeaba que fuese un repositorio internacional, capáz de albergar la basura radioactiva proveniente de otras latitudes previo pago de los verdes billetes.

Pero el Repositorio de Gastre era otra caso, era un basurero de combustibles gastados y elementos de alta actividad. Los dos que se planean para el 2020 y 2023, que van a estar en un mismo emplazamientos, son de baja y media actuvidad. Son superficiales, muy diferente a los de alta actividad. Actualmente en Ezeiza hay uno de baja actividad.
 

pulqui

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Kirchner visitará las obras de la central Atucha II

El Presidente encabezará hoy la ceremonia de inicio del montaje electromecánico del sistema primario del reactor de dicha usina nuclear. Es parte del proceso de incremento de fuentes energéticas

Atucha II esta ubicada en la localidad de Lima, partido bonaerense de Zárate, adyacente a Atucha I, y aportará 700 megavatios netos al sistema interconectado nacional a partir de 2010, cuando entre en operación comercial la planta.

"El inicio del montaje se lleva a cabo en la fecha programada y constituye un hito fundamental en el completamiento y puesta en marcha de Atucha II", destacó la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), a cargo de los trabajos.

La finalización de Atucha II, se indicó, es parte esencial del Plan de Reactivación de la Actividad Nuclear Argentina, lanzado por el Gobierno en agosto de 2006 con el fin de incrementar la oferta eléctrica del país y aplicar la tecnología nuclear a la salud pública y la industria.



En agosto de 2006, el Gobierno anunció la reactivación del Plan Nuclear Argentino, a partir de la decisión estratégica de "recuperar las capacidades científicas y tecnológicas nucleares del país, con vistas a todas las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear".

En 2004, el Gobierno nacional anunció la decisión de concluir esta central y, a tal efecto, el compromiso de disponer de los recursos presupuestarios necesarios para financiar las obras.

Cálculos preliminares ubicaron en los u$s600 millones el monto necesario para poner en servicio a la tercera central nuclear del país.

Problemas en la obras
Luego de meses de discusiones con la alemana Siemens y la francesa Framatone (subsidiaria de la primera), el Gobierno no logró acordar con estas la terminación de Atucha II que la propia Siemens había comenzado a construir a fines de los ochenta, y que resultaron paralizadas por el gobierno de Carlos Menem.

Así las cosas, el ministerio de Planificación Federal decidió que fueran los técnicos argentinos (de Nucleoeléctrica Argentina S.A. y de la Comisión Nacional de Energía Atómica) quienes se ocuparán de completar las obras, que registran un grado de avance de 70 por ciento.

Mientras tanto, encaró conversaciones con la firma canadiense fabricante de los reactores Candú, con vistas a la provisión de un equipo, que en Argentina tiene probada efectividad en las centrales de Río Tercero y Atucha I.

Conveniente por el menor costo de producción de electricidad y por razones medioambientales, si el Gobierno apura los trabajos Atucha II podrá entrar en servicio en 2010.

Nucleoeléctrica Argentina S.A. tiene a su cargo la producción y comercialización de la energía eléctrica generada por las Centrales Nucleares Atucha I y Embalse (Córdoba), y la finalización de la obra de Atucha II. La empresa cuenta con una capacidad de generación de 1005 megavatios nucleares.
Fuente: DyN
 

pulqui

Colaborador
INAUGURAN UN SECTOR DE LA CENTRAL
NUCLEAR ATUCHA II


En el acto el Presidente, Néstor Kirchner, puso en marcha una fase de la Central Nuclear Atucha II de la empresa Nucleoeléctrica Argentina S. Estuvieron presentes, autoridades nacionales, provinciales y las máximas autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Se trata de las obras de montaje del circuito primario de refrigeración de la Central Nuclear Atucha II (CNA II), resta la provisión de agua pesada y la instalación del primer núcleo de combustible, ambos de origen nacional tras lo cual se realizarán las tareas de prueba y puesta en marcha, de especial relevancia en una central nuclear.

La obra se realiza con los recursos científicos y técnicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) asociada estratégicamente con Nucleoeléctrica Argentina SA (NA-SA) para la finalización de la Central Atucha II, la que sería incorporada al sistema eléctrico argentino en el 2010.

En el proyecto se invirtieron 1.500 millones de dólares y restan 700 más. La obra tiene un importante impacto ocupacional, especialmente en el área de influencia de la Central, ya que se estima que en el período de máxima actividad de montaje la obra ocupará a unas cuatro mil personas. Cuando entre en funcionamiento comercial, en el 2010, esta Central núcleo eléctrica será la máquina de mayor potencia unitaria del sistema interconectado nacional, ya que aportará 700 MW, junto a las actuales Atucha I (335 MW) y Embalse (600 MW).

El mundo está asistiendo a un renovado interés en incrementar la participación de la energía nuclear como fuente generadora de electricidad de base, confiable y con abastecimiento asegurado de combustible y ambientalmente sustentable sin emisión de gases efecto invernadero.
Ubicación
Atucha II, la tercera central nuclear del sistema eléctrico argentino, está ubicada sobre la margen derecha del Río Paraná en la localidad de Lima, Partido de Zárate, a 115km de la Ciudad de Buenos Aires, próxima a la central nuclear Atucha I. Historia
La obra de la CNA II se inició en 1980 cuando la CNEA suscribió un contrato de provisión de equipos con la empresa Siemens. Hoy, la construcción de la central está a cargo de NA-SA.

Cabe destacar que la Central tenía a mediados de 1994, cuando las obras quedaron paralizadas, el 80% de su construcción terminada (93% de la obra civil, el 88% en suministros y el 50% del montaje).

Características

Atucha II es una central similar a las últimas construidas en Alemania, Trillo en España y Angra II en Brasil. El reactor de potencia, que funciona con uranio natural y lleva agua pesada como moderador y refrigerante, usará elementos combustibles que ya son fabricados en el país –desde hace décadas- bajo diseño y supervisión de la CNEA, utilizando dióxido de uranio natural. La Comisión provee, también, los elementos combustibles destinados a las centrales nucleares de Atucha I y Embalse, en operación comercial desde 1974 y 1984 respectivamente.

En una central nuclear como Atucha II el agua pesada, que absorbe calor en el reactor sale del mismo a 314 ºC y 115 kg/cm2, sirve como vehículo para transmitir la energía térmica hacia los generadores de vapor. En éstos el agua pesada intercambia calor con un circuito secundario de agua liviana, procedente del condensador de la turbina, y se transforma en 3600 Tn/hora de vapor a 268ºC y 54 kg/cm2 con la cual se acciona el turbogenerador. Éste es una turbina de condensación de tres etapas, una de alta y dos de baja, las tres de doble flujo. La turbina, que gira a 1.500 rpm está a coplada directamente a un generador enfriado por hidrógeno de 840 Mw que genera en una tensión en bornes de 21 Kw, la que se eleva en los transformadores de máquina a 500 Kw para su entrega a la red nacional.

Las 600 toneladas de agua pesada necesarias para la carga inicial del reactor y el sistema de extracción de calor también serán producidas en el país en la planta de la empresa ENSI, propiedad de la CNEA y la Provincia del Neuquen.

Seguridad del reactor


La construcción es realizada según las normas, licencia y programas de inspección oportunamente dispuestos por la Autoridad Regulatoria Nuclear Argentina (ARN), conforme a los estándares de Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para el diseño, construcción y operación de centrales nucleares, para lo cual se ha acordado con el OIEA, en el marco de cooperación, recibir asistencia técnica específica.

Además NA-SA, por ser miembro de la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares (WANO) y del Grupo de Propietarios de Centrales Nucleares tipo CANDU de uranio natural y agua pesada (COG), somete sus prácticas operativas y de mantenimiento a frecuentes revisiones en un exigente programa de mejora continua de alcance mundial.

El diseño y la construcción de la Central contempla sistemas de seguridad modernos que incluyen defensa en profundidad con barreras sucesivas, esfera de contención, separación física entre sistemas de seguridad y programa de vigilancia en servicio, entre otros. Los sistemas fueron diseñados y construidos con normas similares a los de las 443 centrales nucleares de segunda generación que operan en el mundo, así como los componentes almacenados, instalados y preservados según las normas de fábrica, con controles y auditorias nacionales e internacionales periódicos.

Como antecedente puede citarse que las otras dos centrales nucleares en funcionamiento en la Argentina tienen un historial impecable en materia de seguridad, algo que permite anticipar idéntica performance.

Beneficios energéticos y ambientales

La Agencia Internacional de Energía (IEA) señaló que el consumo mundial de energía se incrementará en un 60% para el año 2030. De ese porcentaje el 70% corresponderá a demandas de los países en desarrollo.

En el ámbito mundial las distintas fuentes energéticas aportan los siguientes porcentajes a la producción eléctrica:

* 63% combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas),
* 19% energía hidroeléctrica,
* 17% energía nuclear, y
* 1% energías alternativas (geotérmica, solar, eólica y biomasa).

En Argentina, en el año 2006, el 53% del aporte energético fue de procedencia térmica-fósil, el 40% de origen hidráulico. En tanto en ese mismo período Atucha I y Embalse juntas, con sólo el 4,5% de la potencia instalada, produjeron el 7% de la energía consumida en el país.






Las centrales nucleares pueden contribuir sustancialmente a cubrir el incremento de demanda eléctrica, disminuyendo al mismo tiempo el consumo de hidrocarburos. Vale recordar que con,

1 Kg Uranio natural = 164 Mw/hora

1 Kg fuel oil = 4 Mw/hora

1 Kg carbón = 3 Mw/hora

Así una central nuclear como Atucha II permitirá ahorrar y liberar, para el abastecimiento de otros tipos de demandas, esa misma cantidad de hidrocarburos o más de 3 millones de metros cúbicos de gas natural por día.

Por otra parte las energías fósiles emiten dióxido de carbono (CO2) que provoca efectos climáticos negativos y contribuye mayoritariamente al recalentamiento global del planeta (efecto invernadero). Algo que hasta no hace mucho era objeto de preocupación únicamente para los científicos especializados en el tema. Pero que en los últimos años, una abrumadora acumulación de evidencias respecto de los efectos negativos ha transformado esa opinión en una preocupación concreta, objeto de tratados y sistemas de compensación internacionales.

Por el contrario las centrales nucleares no producen emisión alguna de dióxido de carbono. Más aún, una central como Atucha II, en lugar de una alimentada a gas natural, evita por cada año de funcionamiento la emisión a la atmósfera de 3.500.000 toneladas de CO2. Y si esta central nuclear sustituyese a una central de vapor a carbón, la disminución del aporte al efecto invernadero sería de 6.500.000 Tn por año.

Si el manejo de los subproductos que se producen como consecuencia de la producción de energía eléctrica quemando combustibles fósiles es importante, igualmente lo es el tratamiento de los de origen nuclear.

Una planta nuclear de 700 MW como Atucha II produce aproximadamente 30 Tn por año de residuos de alta actividad contenidos en los elementos combustibles quemados. Al respecto no existe otra industria en donde los residuos sean considerados con más responsabilidad que los desechos nucleares de origen pacífico. El volumen de los residuos nucleares es extremadamente limitado, por lo tanto puede ser completamente aislado de la atmósfera y el entorno.

Estos combustibles usados se conservan en almacenamientos húmedos o secos adyacentes a las centrales, completa y seguramente aislados del medio ambiente. Es decir que ninguno de los subproductos de la combustión nuclear es liberado al ambiente ni antes ni después del proceso de producción de núcleo-eléctrica.

Si el combustible usado se reprocesa, el volumen resultante equivalente sería de aproximadamente de 2.5 m3 por año. Esta cantidad puede ser gestionada y almacenada de manera segura en depósitos geológicos profundos, protegidos por múltiples barreras que los aíslen completamente del medio ambiente hasta que desaparezca su actividad.

Al respecto cabe aclarar que la CNEA es la responsable de la gestión de los elementos combustibles nucleares del país, y que además es miembro de la Joint Convention, la que anualmente requiere un informe emitido por el Congreso Nacional; http://www.cnea.gov.ar/xxi/residuos/residuos.asp y cada tres años otro informe el que se presenta en un foro internacional administrado por el Organismo Internacional de Energía Atómica.

Agosto 17, 2007


Fuente: CNEA.
 

pulqui

Colaborador
DEBATE

Desarrollo nuclear con Brasil, una oportunidad

La crisis energética y la superación de viejas prevenciones vuelven a colocar al tema atómico y espacial en la agenda política y tecnológica regional.

Fabián Calle PROFESOR DE RELACIONES INTERNACIONALES (UCA, DI TELLA)

Cuando se habla del proceso de integración en el Cono Sur y en especial entre la Argentina y Brasil, se suelen enfatizar los temas comerciales y económicos y se pone en un segundo plano el origen básicamente político y estratégico del proceso regional a mediados de los años 80.

Uno de los componentes fundamentales de esa etapa fundacional, fue sin lugar a dudas la cuestión de la tecnología nuclear y el desarrollo de medidas de confianza mutua sobre la misma. Los años 90 mostrarían a Buenos Aires y Brasilia consolidando estas prácticas y esforzándose por garantizar a la comunidad internacional, y en especial Washington, su fe no proliferante por medio de la adhesión a Tratados y Acuerdos orientados a garantizar el uso pacífico del átomo y de los proyectos para construir vectores misilísticos de mediano alcance.

No obstante estos cursos convergentes por parte de los dos países, Brasil se propuso aprovechar los márgenes de maniobra que estos mismos mecanismos de control externo les brindan a sus firmantes.

Por su menor peso internacional, por sus recurrentes colapsos políticos y económicos, las consecuencias de la guerra de Malvinas y la errática política exterior, la Argentina no pudo y hasta cierto punto no quiso sacar provecho de esos espacios.

El creciente debate a nivel internacional sobre los costos de la energía, la poca elasticidad de la oferta con respecto a fuertes incrementos en la demanda, la estabilidad y solvencia fiscal alcanzada y la revalorización del rol del Estado como actor de desarrollo e innovación, han vuelto a colocar al tema nuclear y espacial en la agenda política y tecnológica de la Argentina y Brasil.

En lo que respecta nuestro país, parece existir la voluntad política de potenciar nuevamente el campo nuclear. Se destacan los presupuestos asignados para terminar la central Atucha II, reactivar la planta de agua pesada de Arroyito y de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu así como el financiamiento para completar en el mediano plazo la construcción del reactor nuclear de baja potencia CAREM.

En el caso del prototipo argentino, el interés central sería su utilización en la generación de electricidad para ciudades y procesos de desalinización. En el campo espacial, INVAP sigue adelante con un ambicioso programa de satélites y se dan paulatinos y aún modestos intentos de reactivar la capacidad argentina en el área de vectores o cohetes para uso civil y comercial.

En el actual escenario internacional, existen razones de peso para que Buenos Aires y Brasilia vuelvan a colocar al tema nuclear y espacial como punto preponderante del diálogo y la cooperación binacional y de la integración.

Cabe esperar que nuestros dos países logren compatibilizar el legítimo derecho al acceso de tecnología de punta sin que ello, al mismo tiempo, nos coloque como actores sospechados o renegados de la comunidad internacional.

Fuente.
 
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