VIETNAM, RECORD MUNDIAL EN UN 727
AVIONES MILITARES -
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DURANTE LOS DÍAS FINALES DE LA GUERRA DE VIETNAM, UN BOEING 727 TRASLADÓ UN NUMERO DE PERSONAS JAMÁS IMAGINADO. RECORDEMOS EL DÍA QUE ESTO SUCEDIÓ.
Durante las ultimas semanas de luchas en Vietnam, se dio un hecho único en la aviación mundial, marcado por la desesperación de ciudadanos extranjeros y refugiados que buscaban la manera de salir de aquel territorio ante el inminente avance de las tropas comunistas venidas del Norte que amenazaban con atacar y tomar por completo ciudades como Saigón, capital de Vietnam del Sur. A pesar de que en la embajada de Estados Unidos se había prometido dar salvoconductos a refugiados, el rápido avance de las tropas del Frente Nacional de Liberación de Vietnam y las Fuerzas Armadas de la República Democrática de Vietnam vieron adelantada la evacuación y la inminente caída o liberación de Saigón entre el 28 y el 30 de marzo de 1975. Ante la situación, los encargados de la evacuación por parte del gobierno americano dispusieron de varios helicópteros de Air America y de aviones de la aerolínea World Airways. Después de la exitosa operación humanitaria “Babylift” en la que se rescataron cientos de niños huérfanos, uno de los protagonistas de aquel hecho, Ed Daly, presidente de World Airways, hablaba con con Ken Healy uno de sus mejores pilotos respecto a sacar en dos aviones a los cientos de refugiados que se encontraban apostados en los alrededores del aeropuerto de la ciudad Da Nang. El 29 de marzo de 1975, Daly y Healy despegaron de Saigón a Da Nang abordo de un Boeing 727-100 con capacidad de 125 pasajeros para el rescate humanitario, se reportaron a la Torre de Control para confirmar que las condiciones de seguridad fueran las adecuadas. Una vez en tierra el avión fue rodeado por militares vietnamitas desertores, que en su inmensa mayoría ya no vestían sus uniformes con el firme propósito de abordar el avión. Mientras Daly supervisaba el acceso al avión por la puerta ventral a mujeres y niños, Healy encendía los tres motores para una salida rápida, sin embargo los soldados rodearon el acceso con la firme intención de abordar el avión y escapara de sus enemigos, para ello dejaron sobre la pista del aeropuerto los vehículos militares en los que se transportaban, bloqueando en buena medida el recorrido del aparato a tal grado que la situación se salió de control. El piloto Marinus Burke que sobrevolaba el lugar en un helicóptero Bell “Huey”, advirtió por radio a Healy sobre los vehículos, indicando que la única opción para salir era despegar desde la calle de rodaje, para ese momento, la cabina de pasajeros y los dos compartimentos de equipaje eran ocupados por los desesperados hombres que buscaban cualquier lugar dentro de la aeronave donde escapar. La desesperación los llevó a los pozos de los trenes de aterrizaje y otros puntos en donde comenzaron a jalar tuberías y cables con el grave riesgo de dejar inoperativo al avión. Sin más que pensar los pilotos se vieron en la forzosa necesidad de despegar cuanto antes, iniciar el taxeo aun cuando la escalera ventral se encontraba abajo y repleta de vietnamitas desesperados, aquello se había convertido en un caos, poniendo en peligro la operación misma. Después de esquivar varios vehículos Healy aceleró al máximo para despegar, sin embargo al momento de jalar la columna de los controles, esta no respondió, instantes después, un segundo intento levantó la nariz del avión ligeramente logrando irse al aire cuando el pavimento se acababa. De inmediato, hombres que se encontraban colgados o en los compartimentos, fueron cayendo del avión mientras este lentamente se elevaba, incluso alguno se aferró con su propia vida al tren de aterrizaje; el vuelo a Saigón se hizo a baja altura (10,000 pies) procurando salvar el mayor número de vidas. Sin tener la certeza del estado en que se encontraba el tren de aterrizaje, el capitán Healy aterrizó cuidadosamente su Boeing 727 en la pista.de Saigón convirtiéndose en el héroe de cientos de personas. Aquel día, el avión con capacidad para 125 pasajeros, transportó 268 almas en su cabina principal, estimándose que en los compartimentos, al menos 62 personas viajara en ese histórico vuelo, con un total de 330 personas, sin duda un récord mundial por el número de pasajeros transportados en un Boeing 727. Ed Daly y Ken Healy, artificies de esta gran historia. Se dice que la sobrecarga del avión pudo llegar a los 9,000 kilogramos.