El papel de Caracas en la región: otra muestra de respaldo a Evo Morales
Chávez irrumpe en la crisis de Bolivia
Afirmó que "no se quedará de brazos cruzados" si se le hace daño a ese país; denunció planes separatistas en Venezuela
CARACAS.-
En una abierta amenaza de intervención en la crisis política de Bolivia en respaldo del presidente Evo Morales, un aliado político suyo, el mandatario venezolano, Hugo Chávez,
advirtió que Caracas "no se quedará de brazos cruzados" si se le hace daño a aquel país.
(¿?)
La advertencia se produjo luego de que el Senado boliviano, controlado por la oposición, aprobara anteayer una ley de referéndum revocatorio, que Morales aceptó promulgar, por la que, en 90 días, el mandatario plebiscitará su gestión y la de los prefectos del país, mayoritariamente opositores.
De este modo se prevé encontrar una salida a la crisis política que atraviesa Bolivia hace varios meses. El país se encuentra empantanado entre el proyecto de Morales de "refundar la nación" con una reforma constitucional de corte estatista e indigenista, y el anhelo de lograr la autonomía de La Paz de los prefectos (gobernadores) de los departamentos más ricos del país.
"En el supuesto de que las fuerzas oligárquicas de Bolivia llegaran a hacerle un daño a aquel hermano país que lleva el nombre de [Simón] Bolívar, Venezuela no se va a quedar de brazos cruzados", declaró Chávez ante ministros de Energía y Petróleo de 12 países sudamericanos reunidos en Caracas.
"Ahí podría comenzar aquello que el Che Guevara dijo: «Un Vietnam, dos Vietnames, tres Vietnames en América latina»", amenazó.
"Acúsenme de injerencia de una vez. Me declaro culpable desde ahora mismo. Si algo llega a ocurrir, se rompen sencillamente las reglas del juego. Ojalá que no nos obliguen", aseguró.
Chávez criticó, además, el referéndum del domingo pasado (considerado "ilegal y separatista" por Morales) por el cual se ratificó la autonomía del departamento boliviano de Santa Cruz. Esa votación, en la que triunfó de un modo abrumador el sí a la autonomía, será continuada por referéndums similares en Beni, Pando y Tarija, en un proceso que finalizará el 22 de junio próximo, antes de que se realice el referéndum revocatorio, previsto para agosto.
Tanto Morales como el presidente venezolano, ambos muy resistidos por Washington, han acusado a Estados Unidos de alentar la rebelión de los cuatro departamentos bolivianos contra el gobierno. "Es un plan contra Sudamérica", y de "factura norteamericana" acusó ayer Chávez.
El presidente venezolano fue aún más lejos y dijo que hay intentos en Ecuador y en Venezuela de emular los pronunciamientos autonomistas en los departamentos bolivianos.
En concreto, Chávez advirtió al gobernador de la rica región petrolera venezolana de Zulia, Manuel Rosales, al señalar que sólo con una guerra podrá concretar pronunciamientos autonómicos como los de Bolivia: "Están emocionados por lo que creen que pasó en Bolivia, dicen que fue una gran victoria y fue un gran fraude. Ayer estaban reunidos y ya presentaron un plan de secesión de Zulia".
"Yo les digo que la única forma de que arranquen a Zulia o cualquier otra parte de Venezuela es que haya una guerra aquí", dijo Chávez.
"Búsquense un ejército y arránquennos si pueden un pedazo de tierra [...]. No lo van a lograr", agregó.
El titular del Senado boliviano, el opositor Oscar Ortiz, replicó de inmediato los dichos de Chávez, y le pidió a Morales "suspender" su relación con Caracas. "Si el pueblo decide revocar el mandato de Morales, Chávez no tiene que venir con sus militares a sostenerlo", sostuvo Ortiz.
Por su parte, un ex aliado de Chávez y ex ministro de Defensa venezolano, Raúl Baduel, acusó al mandatario de buscar un conflicto internacional, en un intento de mejorar su popularidad y de aplazar los comicios municipales y regionales de noviembre en Venezuela.
"Lo que pase en Bolivia es asunto de los bolivianos", dijo Baduel.
Añadió que "la guerra que ha declarado" Chávez a "supuestas intenciones separatistas en Zulia" forman parte de su empeño por crear un conflicto interno adicional al internacional para "perpetuarse en el poder".
Distensión
Según el proyecto de ley aprobado por el Senado boliviano, Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera perderían su mandato si el voto por el no supera los 1.544.374 votos y el 53,75% que lograron cuando fueron elegidos, en 2005. Para la remoción de los gobernadores, el no también deberá superar el porcentaje de votos que éstos lograron cuando fueron elegidos. De perder el presidente en el referéndum revocatorio, se deberá llamar a elecciones generales en un plazo de seis meses.
Algunos de los propulsores de la demanda autonomista criticaron la decisión de la oposición política en el Senado, por considerar que perjudicará las consultas en Beni, Pando y Tarija.
En cambio, el gobierno de Morales elogió ayer a la oposición por haber accedido a aprobar en el Senado el proyecto de ley de referéndum revocatorio que el Ejecutivo había enviado al Parlamento a fines del año pasado.
"Quiero resaltar la posición democrática y constructiva que asumió [el movimiento opositor], podemos ayudar a encontrar respuestas racionales a la crisis política que nos ocupa", declaró el ministro de Gobierno, Alfredo Rada.
Morales ratificó además su oferta de diálogo a los gobernadores, por entender que el referéndum revocatorio no excluye esta vía.
Por su parte, las prefecturas opositoras de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Pando, y la oficialista de Potosí anunciaron que irán al referéndum revocatorio mientras que otras cuatro (Oruro, Tarija, Chuquisaca y Beni) aún no oficializaron su posición. Al respecto, el director de autonomías de Santa Cruz, Carlos Dabdoub advirtió: "Hay prefectos que tienen un elevado índice de aceptación y esperan que se promulgue la ley. Ahora quien tiene que preocuparse es el gobierno".
Agencias AFP, ANSA y EFE
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