Prototipo de helicóptero militar argentino
Ene-09-08 - por Ignacio J. Osacar - Coordinador de la Comisión de Defensa del CENM
El día 23 de noviembre se celebró el aniversario de la Aviación de Ejército en la guarnición Campo de Mayo, con la presencia del Jefe del Estado Mayor del Ejército, Teniente General Roberto Bendini. Este acto hubiera sido uno más en la historia de esta tropa técnica sino fuera por la sorpresiva presentación del prototipo de un helicóptero de exploración y ataque, cuyos diseñadores bautizaron como CH-14 "Aguilucho".
Esta aeronave es el resultado de un requerimiento realizado por el Ejército Argentino a la empresa Cicaré Helicópteros S.A., que se dedica a la construcción de helicópteros ligeros y ultralivianos. En este proyecto participaron miembros del Departamento Técnico del Comando de Aviación de Ejercito, del Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves 601, de la Universidad de La Plata y del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de la Defensa (ex CITEFA).
Este proyecto se desarrolló en secreto desde el año 2005, con un complejo proceso de financiación por parte del Ejército Argentino, para poder sortear los obstáculos de la ejecución presupuestaria y de las rígidas finalidades adjudicadas a las partidas en el ámbito de la Defensa. Muy pocos detalles trascendieron durante ese lapso respecto a las características y prestaciones de la máquina. Desde su inicio y hasta la fecha, este proyecto habría sumado un costo de USD 1.000.000, lo que es asombrosamente poco dado los abultados gastos que la investigación y desarrollo técnico y científico requieren, en especial en lo referido a aeronaves.
El CH-14 es un helicóptero ligero, biplaza con asientos en tándem, esta propulsado por una turbina Rolls Royce (Allison) 250C-20B, que acciona un rotor bipala, que le permite desarrollar una velocidad de 250 Km por hora y alcanzar una autonomía de vuelo de unos 630 Km. Su diseño de superficies planas y anguladas le otorga un aspecto semejante a vehículos con tecnología stealth, de difícil detección para los radares enemigos.
El creador del helicóptero es el señor Augusto Cicaré, de 71 años de edad, un legendario inventor autodidacta, de excepcional talento inventivo en el campo del diseño y construcción de aeronaves de ala rotatoria, a quien en 1997 se le otorgó en reconocimiento a su trayectoria la "Matrícula Honoraria de Ingeniero Aeronáutico y Espacial" otorgada por el Consejo Profesional de la Ingeniería Aeronáutica y Espacial, además de numerosas distinciones y reconocimientos nacionales y extranjeros.
Ya en 1961 Cicaré volaba en su primer helicóptero, designado CH-1, que construyó en el fondo de su propia casa. En los años sucesivos construyó otros 13 modelos, con mejoras progresivas en sus prestaciones, incluyendo finalmente al CH-14. El interés estatal por las máquinas de Cicaré se registra recién en 1976, cuando obtuvo un contrato con la Fuerza Aérea Argentina para el desarrollo del tercer modelo que funcionaba con un motor de automóvil, pero por razones presupuestarias este proyecto no pudo pasar de la etapa prototipo. Posteriormente, en 1986, la FAA implementó un convenio para el quinto modelo, esta vez con un motor a explosión de aviación.
En 1993 fundó la empresa Cicaré Helicópteros S.A. y al año siguiente desarrolló un simulador para entrenamiento conocido como SVH-3, usado para la instrucción de los pilotos del Ejército. Es destacable dentro de su inventario de diseños de un modelo con hélices contrarotatorias, utilizado por CITEFA como base para un proyecto propio de vehículo aéreo no tripulado.
Se debe remarcar, que tal como lo afirmaron las autoridades durante su presentación, esta máquina no es un aparato operacional en este momento y deberá transitar un largo camino de pruebas para lograr lo que se denomina homologación, o sea que se han obtenido oficialmente todos los requisitos técnicos exigidos. Esta etapa significa el cumplimiento de miles de horas de vuelo que incluyen la verificación del comportamiento de la máquina en todo tipo de condiciones y ambientes geográficos.
El prototipo será usado en el futuro como plataforma para incorporar distintos tipos de armamento y sensores, para cumplimentar su finalidad de exploración y ataque, dentro de lo que su ligero peso y espacios reducidos permiten. También se ha informado que se desarrollaría una versión de 5 plazas, que, aunque esta se trataría de un proyecto diferente y posiblemente orientado al mercado civil.
La Aviación de Ejército requiere de distintos tipos de helicópteros que satisfacen necesidades específicas y diversas, los que son agrupados de acuerdo a sus dimensiones y capacidades de carga en la categoría de ligeros, medianos o pesados. De acuerdo a las experiencias operativas y el futuro empleo de las fuerzas terrestres, además de los helicópteros de tipo ligero, son especialmente necesarios helicópteros que permitan transportar no menos de 10 hombres, del tipo Bell UH-1H y el Boeing CH-47 Chinook, con capacidad de hasta 50 hombres, los que también pueden transportar en su interior o exteriormente cargas de peso equivalente, prestaciones que no solo son necesarias en operaciones de asalto aéreo o logísticas, sino también para misiones subsidiarias, como es la ayuda a la comunidad en todo tipo de necesidades humanitarias, las que incluyen evacuaciones y abastecimientos en ocasión de desastres naturales.
El desarrollo del CH-14 representa un paso muy importante para la reconstrucción de la industria aeronáutica nacional, al menos en lo que se refiere a helicópteros. La idea de la conjunción de emprendimientos privado-estatales es en la actualidad una práctica común en Brasil y Chile, sobre todo en diversos proyectos de índole militar, que están fundamentalmente basados en la adquisición de tecnología extranjera, pero que no deja de ser un exitoso procedimiento para acortar caminos, en la difícil y costosa etapa de la investigación y desarrollo de sistema de armas.
En el caso de aceptar el desafío de transitar el camino de proyectos de desarrollo de tecnologías propias, hay que asegurar un flujo presupuestario permanente y suficiente, definir objetivos tecnológicos no demasiado ambiciosos y, lo que es fundamental, apreciar con realismo la dimensión de la demanda de mercado para ese producto, tanto en los potenciales clientes nacionales como los extranjeros. La espasmódica evolución de las políticas de Estado en este campo, que nos ha dejado claroscuros recuerdos como fueron los proyectos del tanque Nahuel o del caza Pulqui II encabezando una larga fila de ilusiones y esfuerzos frustrados. La experiencia argentina en el pasado más reciente fue comercialmente tampoco fue exitosa, como en el caso del tanque TAM, el avión Pampa, el submarino Thyssen Tipo 209 y el cohete Condor II, hechos objetivos que deben ser analizados en profundidad en el contexto político y económico presente para no volver a cometer los mismos errores.
Fuentes:
www.eldia.com.ar consultado 29-12-07
www.cicare.com.ar consultado 29-12-07
www.hangar57.com consultado 29-12-07
www.ejercito.mil.ar consultado 29-12-07