En la reciente entrevista con “El Pelado” Eugenio Trebucq, de A24, dije que, - a diferencia de los Super Etendard, que arrojaban sus Exocet a decenas de kilometros de distancia – los A4 y los Dagger debían poner sus bombas en el puente mismo de las fragatas. Lo hice solamente para que se dimensione cuan jugadas eran esas misiones, pero enseguida salieron algunas personas a decir que fui despectivo con respecto a los pilotos de Etendard y que los misiles Sea Dart de las fragatas podían llegar también a la distancia donde volaban estos ùltimos.
Muy lejos de mi estaba la intención de minimizar lo hecho por los SUE. Se trataba simplemente de dos sistemas de armas muy distintos. ¿Pero alguien puede realmente discutir que la calidad del riesgo no era la misma?
Al igual que los A4 y los Dagger, los SUE volaban fuera del lóbulo de radar de las fragatas. Se elevaban muy brevemente a las 40 millas de distancia del blanco para hacer una barrida de reconocimiento, luego a las 30 millas y finalmente a las 20 millas lanzaban los Exocet. Esas elevaciones podían llegar a ser un alerta para los radares de los Sea Dart, pero muy difícilmente para lanzar un ataque, por lo fugaces que eran.
La pauta del inmensamente mayor riesgo que corrían los otros tipos de aviones, la da el hecho de que fueron derribados por el enemigo nueve A4C, once A4B, tres A4Q ydiez Dagger. Y ningún SUE. En general en Malvinas hubo relativamente pocos derribos por Sea Dart.
Por añadidura, luego de tirar el último Exocet, los SUE se fueron inmediatamente al norte, a Puerto Belgrano, en vez de seguir atacando con bombas, como lo continuaron haciendo los A4 y los Dagger. Y esto de ninguna manera afecta el honor de sus pilotos, que querían seguir combatiendo, ya que fue una decisión de los almirantes. Y que rima con la decisión de los altos mandos de la Armada de no empeñar a la Flota de Mar en la batalla y replegarla a Puerto Belgrano luego del hundimiento del crucero Belgrano.