Se metieron desarmados en el frente mismo del combate aeronaval. Con aviones lentos, sin blindaje, sin posibilidad de eyectarse, sin poder ser escoltados. Y sin embargo no solo burlaron todo el tiempo el bloqueo inglés, trayendo oxígeno a los defensores de Malvinas, sino que rescataron camaradas de una muerte segura, salvaron aviones, detectaron blancos y hasta sirvieron de señuelos vivos, en los denominados "vuelos locos", para distraer a los Harriers, ofreciéndose ellos mismos de blanco. Por si esto fuera poco, hundieron un buque enemigo. Son innumerables historias de coraje sin límites y de abnegación por encima del entendimiento humano. Hoy comenzamos a hablar de las legendarias "chanchas", los Hercules C-130, con el protagonista del primer y último vuelo, el comodoro Roberto Mela.