Un controvertido informe del senado estadounidense sobre la guerra en Irak, que probablemente se hará público en breve, afirma que las acusaciones de Washington contra el gobierno de Saddam Hussein referidas a la posesión de armas de destrucción masiva no tienen fundamento.
La versión, difundida por el diario norteamericano Los Angeles Times, sostiene que el informe analiza las razones por las que Estados Unidos inició la guerra contra Irak, a cinco años de la misma y tras intensos debates políticos en el senado. Según la fuente el veredicto final del reporte sobre el comportamiento de la administración Bush durante el conflicto será incierto.
El documento, que podría ser difundido en breve, confirma que las acusaciones del gobierno de George W. Bush contra Bagdad, respecto de las armas de destrucción masiva que, supuestamente, poseía el fallecido Saddam Hussein, se revelaron "ampliamente, sin fundamentos".
Sin embargo, al mismo tiempo, señala los errores de evaluación de los servicios de inteligencia estadounidenses, que podrían terminar por absolver en buena parte a la Casa Blanca que actuó, según sostuvo siempre, sobre la base de aquellas informaciones.
El reporte, según el diario estadounidense, incluye un capítulo en el que se involucra a los servicios de inteligencia italianos, entre ellos al Servicio para la Información y la Seguridad Militar (SISMI), que facilitó un encuentro en Roma entre funcionarios del Pentágono y un informante iraní.
En el curso de los últimos cuatro años, la investigación de la Comisión de Inteligencia del Senado estadounidense tuvo marchas y contra marchas y se reanudó a ritmo sostenido después de que los demócratas lograron el control del Congreso, en noviembre de 2006.
Alcanzar un consenso sobre las conclusiones del Senado es una apuesta difícil por las eventuales consecuencias políticas, especialmente en un año electoral, cuando está en curso la campaña presidencial.
Según reportó Los Angeles Times, el único tramo del informe que resta por completar es aquel que remite a las investigaciones desarrolladas por el Congreso sobre el accionar de Douglas Feith, ex subsecretario de Defensa en 2003, a cargo de la Oficina de Planificación Especial.
Feith, uno de los grandes promotores de la guerra contra Irak, está sospechado de haber manipulado las informaciones de inteligencia.
Según la fuente, el ex funcionario se prepara para publicar un libro para relatar su "verdad" sobre la guerra de Irak, en el que ataca con dureza a la CIA y a ex integrantes de la administración Bush, entre ellos, al entonces secretario de Estado Colin Powell y a su vice, Richard Armitage.
Según reporta el Los Angeles Times, la sección del informe que se refiere a Feith se concentra sobre un encuentro secreto que se produjo en 2001 entre dos funcionarios del Pentágono, Harold Rhode y Larry Franklin, con un controvertido prófugo iraní, Manucher Ghorbanifar, considerado poco confiable por la CIA.
De acuerdo a reconstrucciones periodísticas de los últimos años, el encuentro tuvo lugar en Roma y fue organizado con el auspicio del entonces director del SISMI, el servicio de inteligencia italiano, Niccoló Pollari.
Ansa