Tenes más de esto?
Obviamente bajan vestidos de paisano se pegan una vuelta por Sobremonte, por ahi una participacion completa en La Posada y se vuelven en el sodiac hasta el punto de levante...Seria el colmo...
Enemigos cerca de casa: submarinos británicos patrullan nuestro Mar Argentino
El tener intrusos a propulsión nuclear a pocos kilómetros de nuestra costa continental, armados con misiles crucero del tipo Tomahawk, requiere una respuesta seria, y por los canales adecuados, de nuestra dirigencia...
Por Mariano Sciaroni publicado en El Snorkel, vía la web Fundación Nuestro Mar.
La aparición del HMS “Sceptre” en la base naval de Simonstown, Sudáfrica, el día 6 de abril de 2010, confirmó los rumores ventilados en el tabloide británico “The Sun”, acerca que dicho submarino nuclear había sido despachado al Atlántico Sur para proteger los intereses de la reina en la zona. Por Mariano Sciaroni.
Recuérdese que, durante el mes de febrero y marzo, existieron algunos cruces diplomáticos y mucha propaganda, en tanto empresas autorizadas por el Reino Unido comenzaron a realizar trabajos de prospección petrolera en aguas circundantes a Malvinas.
Lo que obvió decir “The Sun”, es que el HMS “Sceptre” no fue el primer submarino que “visitó” nuestras aguas luego del conflicto de 1982. Y seguramente, tampoco será el último.
La “Atlantic Patrol Task (South)”
La británica “Patrulla Atlántica (Sur)” es la encargada de proveer presencia marítima en la zona que comprende las Malvinas, las Georgias y las Sándwich del Sur, y se compone desde hace varios años de un destructor o fragata, un buque logístico de la Real Flota Auxiliar (RFA) y de un patrullero de altura.
Los dos primeros son despachados desde el Reino Unido y se encuentran la mayor parte del año en el área. Durante el tiempo que no se encuentran allí, el protocolo igualmente impone que siempre debe haber un buque de guerra a catorce días de navegación, o menos, de las Islas Malvinas. El patrullero es generalmente un buque pequeño (hoy el HMS “Clyde”, antes uno de la clase “Castle”) que posee su base directamente en Malvinas.
A dichos medios hay que sumar la presencia no tan vistosa de un submarino de ataque, el que es enviado a intervalos regulares. Los movimientos de estos, como siempre, no se publicitan, aunque, cada tanto y deliberadamente se desliza en la prensa su presencia.
Obviamente, esto hace a la definición misma de la disuasión, que implica que el potencial enemigo tenga algún conocimiento de los medios y capacidades que podría enfrentar en caso de hostilidades.
Retazos de historia.
El conflicto Malvinas tuvo un final ciertamente atípico. Si bien el Gral. Menéndez rindió las fuerzas bajo su comando inmediato (y en algunos casos, algunas más) lo cierto es que dicho acto no comprendió a las fuerzas del ejército, armada y fuerza aérea en el continente, las que, técnicamente nunca se rindieron y, fácticamente se encontraban en capacidad de reanudar sus ataques.
Dicha circunstancia llevó a que fuera de relevancia la presencia naval británica en el área Malvinas durante la inmediata posguerra, incluyendo a varios submarinos convencionales y nucleares, entre ellos el nuclear HMS “Warspite”, que llevó a cabo una extensa patrulla de semi-guerra frente al litoral nacional, así como al convencional HMS “Orpheus”, al comando de Mark Stanhope, hoy Primer Lord del Mar.
Podría decirse que el estado de paranoia británico explotó en los primeros días de mayo de 1983, cuando fueron enviados medios submarinos adicionales a los fines de contrarrestar un “raid” argentino que se esperaba para el día 25 de ese mes. Por supuesto, dicho ataque jamás se materializó – si es que alguna vez existió más allá de alguna mente trasnochada en Londres.
Es interesante hacer notar que el arma submarina británica se mostró especialmente “ofensiva”, aunque sustancialmente discreta, durante sus despliegues al Atlántico Sur en la década del `80.
Aprovechando las excelentes capacidades de los submarinos convencionales clase Porpoise / Oberon, se llevaron a cabo, a lo largo de esos años, una serie de operaciones de recolección de inteligencia, las que siguen estando mayormente clasificadas.
Así las cosas, recuerda un submarinista:
“La principal tarea del “Opportune” en el despliegue a Malvinas fue la desarrollar tareas de inteligencia, así como proveer alerta temprana para proteger a las islas de nuevas acciones hostiles. Hicimos largas patrullas a lo largo de la costa argentina, observé varios edificios de departamento por el periscopio, pero no parecían muy amenazadores” (Andy Sudgen, submarino clase “Oberon” HMS “Opportune” – mediados de los ´80)
Para tales avistamientos el submarino debió penetrar obligadamente en aguas territoriales argentinas.
Estas tareas de recolección de inteligencia involucraron también operaciones de desembarco de SAS / SBS en la Patagonia, tal como parece sucediera en el año 1987 a través del submarino HMS “Sealion”, que ingresó a Gosport con un “Jolly Roger” (la bandera de las tibias y la calavera) y dos dagas.
La daga en la bandera “pirata” representa, tradicionalmente y vale decirlo, que se ha realizado una operación de comandos frente a la presencia del enemigo. No cabe agregar mucho más…
http://www.nuestromar.org/noticias/...4_enemigos_cerca_de_casa_submarinos_britanico
Enemigos cerca de casa: submarinos británicos patrullan nuestro Mar Argentino