En momentos en que el gobierno británico enfrenta una escalada por el reclamo argentino sobre Malvinas, el presidente Rajoy sumó un nuevo dolor de cabeza aLondres. Cameron rechazó el pedido alegando el derecho de autodeterminación de los pueblos
Crédito foto: EFE
El presidente español, Mariano Rajoy, sumó un nuevo dolor de cabeza a Gran Bretañaal anunciar oficialmente el deseo de reiniciar las negociaciones sobre "el contencioso" de la soberanía de Gibraltar.
La petición fue trasmitida por el canciller español, José Manuel García Margallo (foto), al ministro británico para Europa, David Lidington, durante un encuentro en Madrid.
En un comunicado, el Gobierno español explicó que desea "mantener las mejores relaciones con Reino Unido y, en consecuencia, considera que la agenda no debe tener ninguna limitación de contenidos".
Sin embargo, la petición no fue bien recibida por la administración de David Cameron, que enfrenta un recrudecimiento en las tensiones diplomáticas con la Argentina luego de que la presidente Cristina Kirchner profundizara las acciones para reclamar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
El nuevo jefe de Gobierno de Gibraltar, Fabián Picardo, rechazó cualquier negociación sobre la soberanía de ese pequeño territorio británico en el sur de España.
Gibraltar, que tiene 30 mil habitantes y goza de una posición estratégica en el extremo occidental del mar Mediterráneo, fue cedido a perpetuidad a Gran Bretaña en 1713 por elTratado de Utrecht, que puso fin a la guerra de sucesión española.
La respuesta de Londres
El secretario de Estado británico para Europa, David Lidington, reafirmó este jueves en Madrid el rechazo de su país a negociar con España la soberanía de Gibraltar o el cambio del estatus de la colonia si no es con el consentimiento previo de los habitantes del lugar.
"No vamos a participar en ningún proceso de discusión a menos que se haga con elbeneplácito del Gobierno gibraltareño", indicó el funcionario, que cerró cualquier puerta al diálogo.
Lidington reivindicó el derecho de la población de la colonia a decidir su futuro, como lo hizo el primer ministro británico, David Cameron, días atrás, y esgrimiendo el mismo justificativo que emplean para no negociar la soberanía argentina sobre las islas Malvinas.
Recordó que la postura de Reino Unido es la misma que defendió el anterior gobierno laborista. "Tenemos una postura muy clara", subrayó.
Reanudar las negociaciones sobre la colonia, interrumpidas hace diez años, fue uno de los principales objetivos que se propuso el nuevo ministro de Relaciones Exteriores españolas, García Margallo.
España denuncia el incumplimiento de pactos
Tras las primeras repercusiones, el canciller español advirtió que la posición británicacontraviene "absolutamente" los tratados firmados sobre el litigio.
En una conferencia de prensa junto al ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, el jefe de la diplomacia española afirmó que lo dicho por Lidington se opone "a laDeclaración de Bruselas y el Tratado de Utrecht".
El Gobierno de Mariano Rajoy alude a ambos acuerdos para justificar su propósito de reanudar las negociaciones sobre la soberanía, interrumpidas en 2002.
Fuente: EFE - AFP
Crédito foto: EFE
El presidente español, Mariano Rajoy, sumó un nuevo dolor de cabeza a Gran Bretañaal anunciar oficialmente el deseo de reiniciar las negociaciones sobre "el contencioso" de la soberanía de Gibraltar.
La petición fue trasmitida por el canciller español, José Manuel García Margallo (foto), al ministro británico para Europa, David Lidington, durante un encuentro en Madrid.
En un comunicado, el Gobierno español explicó que desea "mantener las mejores relaciones con Reino Unido y, en consecuencia, considera que la agenda no debe tener ninguna limitación de contenidos".
Sin embargo, la petición no fue bien recibida por la administración de David Cameron, que enfrenta un recrudecimiento en las tensiones diplomáticas con la Argentina luego de que la presidente Cristina Kirchner profundizara las acciones para reclamar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
El nuevo jefe de Gobierno de Gibraltar, Fabián Picardo, rechazó cualquier negociación sobre la soberanía de ese pequeño territorio británico en el sur de España.
Gibraltar, que tiene 30 mil habitantes y goza de una posición estratégica en el extremo occidental del mar Mediterráneo, fue cedido a perpetuidad a Gran Bretaña en 1713 por elTratado de Utrecht, que puso fin a la guerra de sucesión española.
La respuesta de Londres
El secretario de Estado británico para Europa, David Lidington, reafirmó este jueves en Madrid el rechazo de su país a negociar con España la soberanía de Gibraltar o el cambio del estatus de la colonia si no es con el consentimiento previo de los habitantes del lugar.
"No vamos a participar en ningún proceso de discusión a menos que se haga con elbeneplácito del Gobierno gibraltareño", indicó el funcionario, que cerró cualquier puerta al diálogo.
Lidington reivindicó el derecho de la población de la colonia a decidir su futuro, como lo hizo el primer ministro británico, David Cameron, días atrás, y esgrimiendo el mismo justificativo que emplean para no negociar la soberanía argentina sobre las islas Malvinas.
Recordó que la postura de Reino Unido es la misma que defendió el anterior gobierno laborista. "Tenemos una postura muy clara", subrayó.
Reanudar las negociaciones sobre la colonia, interrumpidas hace diez años, fue uno de los principales objetivos que se propuso el nuevo ministro de Relaciones Exteriores españolas, García Margallo.
España denuncia el incumplimiento de pactos
Tras las primeras repercusiones, el canciller español advirtió que la posición británicacontraviene "absolutamente" los tratados firmados sobre el litigio.
En una conferencia de prensa junto al ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, el jefe de la diplomacia española afirmó que lo dicho por Lidington se opone "a laDeclaración de Bruselas y el Tratado de Utrecht".
El Gobierno de Mariano Rajoy alude a ambos acuerdos para justificar su propósito de reanudar las negociaciones sobre la soberanía, interrumpidas en 2002.
Fuente: EFE - AFP