Había uno de los Cormorán, que tenía instalado un radar de INVAP
Por José Javier DíazINVAP nació en 1976 como un spin off de la Comisión Nacional de Energía Atómica, con el fin de sustituir importaciones y dominar tecnologías de vanguardia, algunas no disponibles comercialmente por ser estratégicas. Su exitosa trayectoria en el área nuclear le permitió...
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.....Tiempo después, la CONAE firmó un acuerdo de cooperación con la Armada Argentina para utilizar un avión B-200 como banco de pruebas en vuelo del primer sistema argentino de radar de apertura sintética (SAR), el cual fue denominado SARAT (Sistema Argentino de Radar Aerotransportado).
El instrumento principal de los satélites SAOCOM fue desarrollado en el país desde cero y hoy nos posiciona en un selecto grupo de naciones que dominan la tecnología radar. **¿Cómo fue la historia de este logro de la ingeniería argentina?**
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Los inicios
El proyecto de la antena SAR para los satélites SAOCOM arrancó con un reducido equipo de apenas unos 10 profesionales que por entonces trabajaban en CONAE e INVAP, quienes empezaron a simular con datos y procesadores, y a escribir algunas rutinas de software. El punto de inflexión llegó a partir del diseño de un prototipo de Radar de Apertura Sintética, denominado SARAT (SAR aerotransporado), que montaron en un avión. Este proyecto fue encabezado por Ricardo Borzota, ingeniero de la sede de CONAE en la provincia Mendoza, y fue un banco de pruebas para la ingeniería y el área de aplicaciones de la agencia espacial argentina.
Medina se refirió de este modo a la experiencia con el SARAT: “La CONAE obtuvo, mediante convenio, el uso de un avión de la armada donde integramos el rack del radar SAR. Con el ingeniero Nelson Villagra hicimos el software para la operación del radar y salimos a volar por primera vez desde la base aérea de la Armada Argentina en Trelew”. El bautismo fue exitoso.
Después de esos vuelos iniciales, Josefina Pérès tomó la posta del SARAT con la colaboración de los ingenieros Juan Pablo Cuesta y Tomás Zajc, al tiempo que Medina se abocó al estudio de la tecnología SAR de banda L para futuros satélites de la CONAE. “En ese momento, en la Argentina no teníamos experiencia en la tecnología radar y, mucho menos, sabíamos cómo desarrollar un radar de apertura sintética”, indicó.
Las pruebas con los aviones se extendieron entre 2005 y 2010 con el SARAT. “Fue un laboratorio desde todo punto de vista, para entender en la práctica la teoría del radar en banda L”, dijo Pérès, quien hoy es Jefa de Proyecto SAOCOM. Además de concentrarse en el prototipo, los profesionales de la CONAE e INVAP se capacitaron fuera del país para conocer mejor el funcionamiento y la ingeniería de esta compleja tecnología.
Luego de trabajar en el procesador del SARAT, Pérès se concentró en la ingeniería de los sistemas del radar. “No hubiese podido estar a la altura sino hubiera atravesado cinco años trabajando en un Radar de Apertura Sintética, con los desafíos que implicó diseñar una antena de 35 metros cuadrados en banda L. Básicamente era allanarnos el camino para que cuando lanzáramos el SAOCOM, pudiéramos obtener imágenes rápidamente (les llevó apenas 20 días) y desarrollar las aplicaciones”.
Corría el año 2005, sentados almorzando conmigo estaban un par de ingenieros de la sede de CONAE en Mendoza.
Estaban nerviosos, y reciben una llamada de teléfono, cuando cortan la llamada uno de los ingenieros le dice al otro...el barrido del B200 fue un éxito...
Y comieron aliviados.
En ese momento yo no tenía idea de lo que estaban hablando.
Cosas que pasan en el interior Profundo de la Nación.