Asimismo el Jefe de Gabinete de Ministros explicó que se está en tratativas con el astillero galo Naval Group y con el alemán Thyssen para
adquisición de tres submarinos que permitan recuperar la perdida capacidad de combate submarino, elemento estratégico vital –por no decir el único- que lograría restablecer un cierto equilibrio en las gélidas aguas del Atlántico Sur.
Como ya hemos expresado antes, estamos hablando del conocido
submarino Scorpene del astillero Naval Group y de su contrincante alemán
Tipo 209 del conglomerado industrial TKMS (Thyssen Krupp Marine Systems) ambos grupos industriales europeos ya han presentado importantes ofertas, aunque todo el proceso de selección y adquisición de los sistemas demandara años y máxime en la difícil situación económica-financiera que tiene el país.
Mientras tanto, se está negociando con Noruega la adquisición de al menos un sumergible de la Clase ULA que serviría como nave de transición, son submarinos de bajo coste y alta capacidad tecnológica. Tengamos en cuenta que la fuerza de submarinos argentina existe solo por la ayuda de países amigos como Perú y Brasil que permiten que marinos argentinos puedan entrenarse y conocer los rudimentos de la lucha en profundidad.
Es fácil entender que
estamos cerca de asistir a la defunción del Comando de Submarinos de la Armada Argentina si no se toman decisiones adecuadas y próximas.
El plan de la Armada es simple, conseguir tres submarinos de ataque con propulsión convencional que pudieran ser ensamblados parcialmente en el país.
La intención del gobierno de Milei es reequipar a las Fuerzas Armadas y restablecer las capacidades de la Defensa argentina, así se ha explicado en el Congreso
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