La Gran Inmigración comienza en 1864.
Para 1900 se cuadruplicó la población (1,89 millones a 8,9 millones), 7 de cada 10 habitantes habían nacido en Europa o eran hijos de inmigrantes... La densidad demográfica cambió de 2/3 del país en el NOA a 3/4 en las provincias de Buenos Aires, Litoral, Córdoba y Mendoza.
Los inmigrantes crearon muchas industrias antes de la 1ra guerra mundial. Yo también creía que no había nada, pero es falso. El mercado comenzó naturalmente a expandirse.
La primer fundición comercial del país en Santa Fe fue Industrias Schneider, de un italiano que fabricaba arados, cinceles, guadañas, carros. La mayor parte de las empresas agromecánicas conocidas comenzaron entre 1900 y 1940 de la mano de talleres armados por inmigrantes, reparando, modificando, haciendo piezas y luego consiguiendo capital para armar las fábricas.
Fueron las intervenciones estatales posteriores a la 1ra y 2da GM sumados a políticas restrictivas y contraproducentes durante las crisis las que mataron muchas industrias nativas privadas.
La Hispano Argentina debería haber sido un monstruo industrial si no fuera por el estado.
Buenas
Si bien en líneas generales estoy de acuerdo con su planteo, hay algunas cuestiones sobre las que me gustaría problematizar si me lo permite:
- Disiento en que el problema haya sido el Estado en sí mismo. Si nos enfocamos en el proceso histórico de largo plazo, cuando hubo una visión clara y hegemónica de a que metas y objetivos apuntar como nación (es decir, no solo una idea relativamente clara, sino también la inexistencia de grandes contrapesos que impidan el desarrollo de las mismas) el Estado funcionó como motor de transformación. Lo podemos ver de forma clara en la segunda mitad del S.XIX con la expansión constante del sistema agroexportador por extensión, que fue acompañado de constantes y enormes obras de infraestructura (puertos, líneas férreas, telégrafo, creación de un sistema educativo nacional, etc.). Esto derivó en por ejemplo la creación de un mercado nacional relativamente integrado que terminó de romper con el resabio de todas las barreras y trabas provinciales propias del periodo anterior a la integración política nacional de 1862. Es decir, el Estado motorizó la modernización (al menos en algunos aspectos). Si lo miramos desde un enfoque global, era una lógica que iba totalmente de la mano con el paradigma mundial de época. Entrando al S.XX podemos encontrar ejemplos similares (desde el aspecto económico) en el gobierno de Justo en la década de 1930, el primer gobierno de Perón e inclusive Onganía.
- Ahora bien, ahí tenemos una serie de problemas, algunos mas evidentes que otros. El primero es que las elites gobernantes del S.XX concibieron un proyecto que se amoldó bien a las características y necesidades del S.XIX, pero no supieron adaptarse al nuevo siglo y los cambios que atravesaba el mundo (complejización y expansión de la industrialización, aumento demográfico mundial sostenido y acelerado, apertura democrática a los nuevos sectores que penetraron en la vida pública, etc.). Este fue uno de los mayores problemas, dado que esos inmigrantes que colonizaron regiones rurales, comenzaron a crear talleres y pequeñas industrias o simplemente servían como mano de obra, agregándole valor, energía y vitalidad al sistema económico, no encontraban la posibilidad de participar del sistema político ("cerrazón política" a través del fraude electoral) y encontraban grandes trabas a sus emprendimientos, dado que las elites aún no le daban importancia a la necesidad de planificar un proceso de industrialización que sirva como complemento al sist. agroexportador por extensión, por ende, no se creó (por ejemplo) un sistema de crédito que permita potenciar esa incipiente, espasmódica e "inércica" industrialización en una época donde existían las condiciones ideales para hacerlo. Ese contexto fue lo que provocó el estado de cuasi guerra civil en la que se vió envuelta la Argentina entre aproximadamente 1890-1912, más allá del fenómeno anarquista, socialista y comunista que era un problema a escala global y que justamente fue combatido en Europa y EEUU no solo mediante la fuerza sino con "reformas desde arriba" que permitieron una mayor integración al sistema político, productivo y social mediante nuevos derechos (ver por ejemplo el caso de Alemania).
- Fue justamente el problema explicado en el párrafo anterior el que causó la hasta ahora peor crisis que tuvo la Argentina durante los años de la PGM, con una caída de entre el 20% y el 22% del PBI. El sistema que se mostraba relativamente robusto a mediados del S.XIX se mostró como un gigante de pies de barro en el S.XX, totalmente dependiente del exterior dada la escasa planificación en términos industriales. No había una planificación del cuerpo social por fuera del sistema agroexportador. Ahora bien, ¿Esto quiere decir que el sistema agroexportador estaba mal? En absoluto, era y es la principal fuente de ingresos de nuestro país, pero claramente necesitaba (siguiendo la terminología del Plan Pinedo) "nuevos engranajes que lo complementen". Y ahí encontramos las limitaciones de dichas elites dirigentes, no concebían un país de forma holística y con metas mas trascendentes que las de mantener las rentas de sus fuentes de ingreso, algo que podemos ver patente en por ejemplo el pacto Roca-Runciman.
- Los gobiernos radicales trataron de palear dicha situación generando ciertas industrias complejas como la fábrica de aviones, YPF o los altos hornos de fundición (todas capacidades instaladas que en la década siguiente iban a ser estratégicas) concebidas bajo la idea de generar un "efecto de arrastre" desarrollista. Cabe señalar que, contrario a lo que se cree, los radicales no eran un partido de "clase media" (aunque si contaban con un fuerte apoyo de ella y de los inmigrantes) sino que eran parte de la misma elite que había ocupado el poder hasta el 16, la diferencia principal radicaba en que tenían un enfoque mas moderno en términos de como concebir la política y la sociedad.
Me extendí un poco más de lo que pensaba, pero, ¿A que voy con todo esto? A mi criterio la Argentina no fue un monstruo industrial no por culpa del Estado, sino por la falta de adaptación y visión estratégica a largo plazo de nuestras elites, incapaces de generar consensos de largo plazo una vez comenzado el S.XX. Faltaba una meta, un objetivo que proponerle a la sociedad y que sea creíble para la misma, de la cual se puedan sentir parte. Si miramos con detenimiento, en términos objetivos el Estado Argentino durante el S.XX siempre fue débil, ya que no pudo crear poder real que lo ponga por sobre los diferentes grupos sociales y funcione como árbitro de los mismos. Muy por el contrario, siempre estuvo colonizado por diferentes grupos de poder con intereses muy particulares. No es casualidad que sus momentos de mayor fortaleza fue con gobiernos de facto y ni recurriendo a ese recurso pudo terminar de despegarse de dicho problema. A mi criterio, centrar el problema en el Estado en algún punto se queda corto, ya que rara vez este tuvo una agenda propia sostenible a lo largo del tiempo por fuera de los grupos sociales en disputa. Nunca hubo una institucionalidad fuerte que pueda escapar a ese problema, el Estado nunca pudo colocarse por arriba de los sectores en disputa y funcionar como un árbitro efectivo, sino que justamente siempre estuvo colonizado por diferentes grupos. Por eso sostengo que el principal problema de la geopolítica argentina es netamente sociopolítico, antes que estatal.
Saludos!
Si bien para mi posteo me basé en mas de 6 años de estudio e investigación, dejo algo de bibliografía a modo de respaldo:
Respecto a que me refiero en específico con el término "elites": Steffen Patzold, ‘Adel’ oder ‘Eliten’? Zu den Chancen und Problemen des Elitenbegriffs für eine Typologie frühmittelalterlicher führungsgruppen”
Respecto al caso argentino:
Alonso, Paula, Entre la revolución y las urnas. Los orígenes de la Unión Cívica Radical y la
política argentina en los 90. Sudamericana, 2000
Halperin Donghi, Tulio, Una nación para el desierto argentino, Buenos Aires, CEAL, 1982.
Oszlak, Oscar, “Reflexiones sobre la formación del estado y la construcción de la sociedad
argentina”, Desarrollo Económico, Vol. 21, num. 84, enero-marzo 1982.
Romero, José Luis, Las ideas políticas en la Argentina. Buenos Aires, FCE, 1946
Cortés Conde, Roberto, Dinero, deuda y crisis. Evolución fiscal y monetaria en la Argentina,
Buenos Aires, Sudamericana, 1989
Hora, Roy, Historia económica de la Argentina en el siglo XIX, Buenos Aires, Siglo XXI, 2009,
Rocchi, Fernando, “El imperio del pragmatismo: intereses, ideas e imágenes en la política
industrial del orden conservador”, en Anuario IHES, núm. 13, 1998.
Halperín Donghi, Tulio: “El enigma Yrigoyen”, en
Prismas. Revista de Historia Intelectual, Nº 2, Bernal, Universidad de Quilmes, 1998
Rouquié, Alain:
Poder militar y sociedad política en la Argentina (I), Buenos Aires, Emecé, 1983