EL POLEMICO LIBRO INGLES SOBRE LA GUERRA / SEGUNDA PARTE: EL HISTORIADOR BRITANICO NIEGA UNA MANIOBRA POLITICA DE THATCHER
Sostienen que el hundimiento del Belgrano fue sólo un acto de guerra
El crucero argentino fue atacado fuera de la zona de exclusión el 2 de mayo de 1982. Esa acción quebró las últimas gestiones que se hacían por la paz. Murieron 323 hombres.
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La controversia más importante en los años después de la guerra tuvo que ver con el hundimiento del (crucero General) Belgrano. En el eje de la controversia estaba la convicción de muchos periodistas y miembros del Parlamento de que el hundimiento era más político que militar, destinado no tanto a torpedear un crucero de 44 años, que poca amenaza planteaba en aquel momento, sino a torpedear una nueva oportunidad de paz liderada por los peruanos que mostraba señales prometedoras.
El 21 de diciembre de 1982, el parlamentario Tam Dalyell dijo en la Cámara de los Comunes que la primera ministro, Margaret Thatcher, "fría y deliberadamente dio órdenes de hundir el Belgrano, sabiendo que se estaba ofreciendo una paz honorable y que los torpedos del Conqueror iban a torpedear las negociaciones". Debería resultar evidente que esta acusación sencillamente no es verdad. (...)
El punto de inicio de este desafío para el registro del gobierno reside en los comunicados formulados por el secretario de Defensa y la primera ministro después del ataque al Belgrano. Estos eran imprecisos. (...)
Como sucede con la mayoría de las polémicas de este tipo, gran parte del debate giraba alrededor de la pregunta de quién sabía, qué y cuándo. En este caso, tres preguntas se volvieron importantes. Primero, ¿qué movimientos había hecho el Belgrano antes de ser atacado y si planteaba una amenaza para la Task Force? Segundo, ¿cuándo y de qué forma se transmitió información crucial a Londres sobre el ataque y sobre los progresos paralelos en Washington y Lima con respecto a la nueva iniciativa de paz? Tercero, ¿cuál era la mejor información sobre las intenciones argentinas en aquel momento y cómo alimentó el proceso de toma de decisiones?
En su primer comunicado al Parlamento, (el secretario de Estado británico para la Defensa, John) Nott describió el grado de los intercambios del 1º de mayo y los consiguientes peligros para la Task Force. También dijo que al día siguiente, "a las 8 pm hora de Londres", un submarino "detectó" y luego atacó al Belgrano, escoltado por dos destructores, "cerca de la Zona de Exclusión total" y "acercándose a elementos de nuestra Task Force, que estaba a pocas horas de distancia".
El hecho de que esto sucediera fuera de la Zona de Exclusión total seguramente generaría polémica y el secretario de Relaciones Exteriores, Denis Healey, lo percibió de inmediato y preguntó si había habido fisuras en el control político o entredichos para el uso de la fuerza. En la discusión, Nott sugirió que se habían disparado dos torpedos, dijo que la distancia fuera de la Zona de Exclusión era de 30 millas e indicó que había problemas de comunicación con el submarino. La primera ministro también llamó la atención sobre el comunicado del 23 de abril (de 1982), que dejaba abierta la posibilidad de que fuerzas argentinas fuera de la Zona de Exclusión fueran atacadas si amenazaban la "misión de las fuerzas británicas".
Una cantidad de detalles eran erróneos: se habían disparado tres torpedos y no dos; cuando fue atacado, el Belgrano no se estaba acercando a elementos de la Task Force sino que se estaba alejando; y había sido detectado el día antes (el 1º de Mayo). La confusión del momento del ataque con el de la detección parece haber sido un error de Nott. No hay evidencia de que éste error haya sido percibido en su momento, pero en cuanto al acercamiento a la Task Force, el secretario de Defensa introdujo un lenguaje más preciso el 13 de mayo. El Belgrano, informó, "se había estado acercando a elementos de nuestra Task Force" de los cuales "podría haber estado a distancia de ataque... en cuestión de unas cinco a seis horas...".
Los cambios de tiempo hicieron que esto resultara más válido, pero no ofrecieron ninguna pista de que el Belgrano se venía alejando de la Task Force cuando fue atacado. Es más, el grueso de la Task Force estaba entre 290 y 315 millas de distancia del Belgrano cuando éste se hundió (...).
El argumento sobre la distancia de ataque entre el Belgrano y la Task Force se mantuvo firme hasta fines de octubre de 1984. La referencia al comunicado de Nott sobre el "acercamiento" se había basado en una evaluación de las intenciones del Belgrano más que en el curso real. No hay ninguna evidencia de que el cambio de curso del crucero se conociera con certeza en el Ministerio de Defensa y en los círculos navales en mayo de 1982. (...)
La primera ministro tal vez no haya sabido que el Belgrano había cambiado de curso a las 9 horas de Londres, mucho antes de su ataque. La posición sobre esta cuestión era que el curso preciso en este momento era irrelevante, ya que el barco podía volver a cambiar de curso nuevamente con toda facilidad. (...)
Era probablemente inevitable que un ataque que dejó tantos muertos y que había sorprendido a muchos en el país y en el exterior, fuera objeto de un escrutinio intenso en la posguerra.
TRADUCCION: Claudia Martínez