Encontré esta entrevista en Taringa, no logré encontrar algo mas oficial. Si esta posteado disculpar, pero no recuerdo haberlo leído en el foro. Data de abril del 2012.
Saludos
Hace 30 años, el buque chileno ayudó en la búsqueda de sobrevivientes del crucero argentino al sur de Malvinas:
Capitán del "Piloto Pardo" revela secretos del rescate de los náufragos del "Belgrano"
Adolfo Cruz reconoce que el transporte antártico ingresó a la Zona de Exclusión en busca de balsas salvavidas y que muchos marinos argentinos murieron de hipotermia porque nadie les enseñó a utilizar los dispositivos de salvamento.
IVÁN MARTINIC
Paradoja en el Beagle.
Es diciembre de 1978 y el comandante Adolfo Cruz Labarthe navega a bordo del crucero "Prat", buque insignia de la Escuadra, como jefe de Artillería y Misiles. ¿Su misión? Hacer blanco en la Flota de Mar de Argentina si es que la disputa por las islas Picton, Nueva y Lennox termina en la guerra que nadie quiere. Cuatro años después, el 4 de mayo de 1982, el oficial está otra vez en el canal del diferendo, ahora al mando del "Piloto Pardo". Su objetivo es encontrar a la dotación del crucero "Belgrano", ícono de la flota trasandina, hundido hace dos días por el submarino inglés "Conqueror". Cruz y sus 87 chilenos van por eventuales sobrevivientes a una porción del Atlántico Sur donde, ahora, la guerra es real.
La orden del almirante José Toribio Merino sorprendió a Cruz en el canal Wakefield, al suroeste de Punta Arenas, donde el "Pardo" hacía trabajos hidrográficos. De inmediato fijaron rumbo al este, embarcaron personal médico de Puerto Williams y se pusieron a disposición de los argentinos.
La búsqueda era apremiante. Antes de que el "Belgrano" zozobrara al sur de las islas Malvinas -fuera de la Zona de Exclusión de 200 millas fijada por Londres-, los sobrevivientes abordaron 50 balsas salvavidas.
Afuera, el escenario era adverso. Marejadas, vientos, frío, neblina y poca visibilidad complicaban el trabajo de los destructores "Piedrabuena" y "Bouchard", escoltas del "Belgrano", más el patrullero "Gurruchaga" y el buque polar "Bahía Paraíso", todos argentinos, a cargo del salvamento. El paso de las horas y la dispersión de las balsas por las corrientes marinas hacían necesario el apoyo del "Pardo".
A esas alturas faltaba ubicar 11 de las 50 balsas.
"El comandante del 'Bahía Paraíso' -que había asumido el mando y control de la búsqueda-, Ismael Jorge García, me recomendó expresamente no sobrepasar el límite de la Zona de Exclusión que había anunciado el Reino Unido", recuerda el capitán (r) Adolfo Cruz, quien 30 años después relata episodios desconocidos de la única misión que llevó a una dotación chilena al teatro de guerra de las islas Malvinas.
Estaban condenados
El primer contacto ocurrió el 7 de mayo, a las 12:15 horas, cuando se divisó una balsa semihundida. Buzos del "Pardo" la izaron con una grúa, mientras los dos helicópteros del buque despegaban en busca de más botes de emergencia. En total, ubicaron diez. Eran todos los que faltaban. Y estaban dentro de la zona de exclusión británica.
Pero pronto la expectación que se había apoderado de la cubierta del "Pardo" se transformaría en amargura. Al revisar la primera balsa aparecieron dos cuerpos de marinos argentinos. Su estado reveló que incluso a salvo del naufragio del "Belgrano", muchos estaban condenados a perecer.
"Las balsas tipo Beaufort con que contaba el 'Belgrano' permiten mantener hasta 25 personas en su interior por varios días o semanas, si son operadas correctamente", explica Cruz.
Pero con 1.093 hombres a bordo, la guerra había obligado a embarcar en el crucero argentino a gran cantidad de conscriptos a los que nadie enseñó cómo usar los botes de salvamento.
"Nuestro análisis de las balsas rescatadas permite evidenciar que los náufragos no tenían conocimiento de ellas, de su funcionamiento ni de su operación", detalla el oficial chileno.
El error capital fue no preservar su condición hermética. El protocolo indica que los náfragos deben abandonar su buque sin mojarse y permanecer sentados, sin zapatos, en el piso del bote salvavidas, que tiene un doble fondo para aislarlo del frío del océano. Tanto el suelo como la estructura y el techo de la balsa deben ser inflados constantemente con bombines para mantenerlos en forma. Y nadie, salvo el líder, debe asomarse al exterior para evitar que ingrese agua por lluvia u oleaje.
El ruido de los aviones argentinos que buscaban a los náufragos alteró todo a bordo.
"Por desesperación, las balsas habían sido destruidas con cuchillas por los propios náufragos, lo que se pudo comprobar por las rajaduras en los techos. El agua ingresó al piso en que debían estar sentados y se mojaron totalmente", cuenta Cruz. "La mayor cantidad de bajas del 'Belgrano' (323 en total) se produjo por hipotermia después del abandono de la nave, aun dentro de las balsas, por haberse mojado los cuerpos", agrega.
El "Pardo" había recuperado cinco balsas -las demás estaban vacías- e iba por las otras seis cuando Cruz recibió un llamado del comandante del "Bahía Paraíso". "Nos informó que había recibido órdenes superiores de comunicarme que debíamos dar término de inmediato a nuestra cooperación y abandonar la zona, escoltados hasta nuestro ingreso al canal Beagle", recuerda el comandante chileno.
Aunque Cruz insistió porque tenía las seis balsas muy cerca, los argentinos no cedieron. El "Bahía Paraíso" se ubicó a una milla y media de distancia y acompañó al "Pardo" hasta el ingreso al Beagle. En el trayecto el comandante García le explicó que el Reino Unido había ampliado la Zona de Exclusión a sólo 12 millas de la costa argentina. Ahora el bloqueo era total.
"(Los argentinos) tenían el presentimiento de que los británicos podrían atacar al 'Pardo' e involucrarlos a ellos", piensa ahora Cruz para explicarse el súbito giro de los trasandinos.
Un helicóptero del "Pardo" entregó los cuerpos encontrados al "Bahía Paraíso". La misión había terminado.
"Un profundo sentimiento de tristeza se apoderó de toda mi tripulación cuando maniobrábamos para rescatar los dos cuerpos encontrados, por su juventud."
Capitán de navío (r) Adolfo Cruz
COMANDANTE DEL "PILOTO PARDO" EN 1982
"Toda acción humanitaria implica riesgos", dice Cruz sobre su rol en el teatro de operaciones de la guerra de las Malvinas.
"Hoy estamos en otra cosa"
Canciller Moreno:
El canciller Alfredo Moreno afirmó que las relaciones con Argentina son distintas a las de 1982, al comentar los dichos de Lord Parkinson, miembro del gabinete de guerra de Margaret Thatcher durante el conflicto de las Malvinas, quien dijo que la ayuda de Chile fue clave para hundir al "Belgrano".
"No la puedo desmentir ni no desmentir. Simplemente, creo que hoy estamos en otra cosa. Hay y va a haber muchos informes sobre esto, que corresponden al juicio de la historia y las circunstancias del momento. Hoy estos dos países están en otra cosa, tal y como lo ha señalado el Presidente (Piñera)".
Sobre las declaraciones del ex gobernador de las Malvinas Mario Benjamín Menéndez, quien aseguró que los chilenos se habían portado "como cerdos" durante el conflicto, concluyó: "No merece una respuesta".
¿Ordenó el almirante Merino ayudar a Inglaterra?
"1982" es uno de los últimos libros argentinos sobre la guerra. Su autor, Juan Bautista Yofré, expone documentos como una supuesta interceptación de la inteligencia trasandina de un mensaje del comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante José Toribio Merino, a los jefes de la Escuadra y de la III Zona Naval, en Punta Arenas. En el texto Merino analiza las proyecciones de la guerra recién iniciada y sus riesgos para Chile: "Los intereses chilenos son de tal magnitud que aconsejan intervenir encubierta o abiertamente, según sea necesario, para asegurar el éxito británico".
¿Existió esa orden? El almirante (r) y ex comandante en jefe de la Armada Miguel Ángel Vergara dice que no la conoce, pero que el diagnóstico de Merino es "absolutamente legítimo", considerando el unilateral rechazo de Argentina al laudo arbitral sobre el Beagle que estuvo a punto de provocar una guerra y los "amenazadores" discursos del general Galtieri, anunciando que Malvinas era el primer paso para restablecer los derechos soberanos de Argentina. "No había que ser muy perspicaz para adivinar cuál sería la segunda etapa", dice Vergara. Más que apoyo a los ingleses, afirma, la Armada tomó medidas precautorias y disuasivas "casi de sentido común".
Por su apoyo en el rescate de las víctimas del "Belgrano", Cruz recibió el 8 de mayo de 1982 esta nota de agradecimiento de la Armada de Argentina.
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