Alejandro Amendolara
Colaborador
Tenés que rematar contando el sarcasmo soviético, Alejandro, no podés terminar esta historia de esa manera ... Ja Ja Ja
Perdón moderadores por el off-topic, pero es a pedido de Nito, que ya conoce la anécdota.
El británico que prestaba testimonio sostenía que los argentinos nos habíamos incautado de alguno de sus bienes (ahora no recuerdo exactamente qué era). Allí mismo, la delegación argentina le exhibió un original de un recibo firmado por él, dando cuenta de lo que se le había abonado.
Incómodo, el testigo alegó, que sí, que ésa era su firma, que había percibido el importe que allí figuraba, pero que había sido "a punta de pistola". El delegado soviético, integrante de la comisión que investigaba la denuncia, se echó a reir a carcajadas delante de todos, lo que provocó la intriga de los presentes.
Cuando se le preguntó qué era lo que tanta gracia le causaba, el soviético respondió: "Sería la primera vez en la historia que hay que apuntarle con una pistola a un inglés para que reciba dinero". Resta decir que, además de contagiar las risas al resto de los presentes, la comisión investigadora rechazó el reclamo británico.
Todo ello gracias a la previsión de los oficiales de la Gobernación para evacuar esta documentación (comodoro Miari, coronel Chinni, capitán Dángelo, y muchos más del gabinete de gobierno de las Islas), y en especial, la valentía de los tripulantes del Yehuín que lograron ponerla a salvo, luego de varios intentos infructuosos de izar los bultos al Irizar.
Saludos,
Alejandro