No tengo la fecha de fabricación de los Neptune.
Pero tres de los cuatro (111/112, y 114)pertenecían al último lote de 31 bichos fabricados,y fueron aceptados por la US.Navy entre 1961y1962uhhhh
Abrazos
Walter
Edito:Me olvide de aclarar que el Hotel se empezó a fabricar en 1954
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Cito al estimado Michelun ya que hablamos de Neptune`s: uno de ellos, (el 103) cayó en un cañadón en una isla rumbo a la Antártida por efecto de vientos encontrados...yo era cabo 1º e hice guardias nocturnas (4 cuadras más allá de "la Nada", en Río Grande (para los que conocen R. Grande, el VOR estaba entre la ruta a Usu y la pista...en medio del campo....), buscando en las frecuencias de SOS alguna señal de ellos...Y allí escribí esta poesía, que comparto con Uds...
El Neptune volaba en medio de un temporal...de repente se abrió una nube y adelante tenían una montaña...
Hay un dato con respecto a ésto: en Río Grande, del Neptune desembarcaron a un Cabo 1º para que suba un periodista que iba a hacer una nota sobre no sé que cosa...el cabo quedó en tierra mientras el Neptune levantaba vuelo chillando y zapateando.....ese cabo fue el único sobreviviente de esa tripulación (él era el encargado del radar de proa, que vá en la burbuja de vidrio, allí pusieron al periodista...imaginen lo que sería para esa persona, de pronto, ver que volaban hacia una montaña...)...además, por el lugar donde cayó, también se desplomó un "pala" que fue a rescatar...tuvieron que ir a rescatar los cadáveres con IM...no hubo sobrevivientes de ninguna ANV...
Abrazos dolidos. El tiempo no me hace olvidar...
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ELEGIA DE ONCE (2P103)
Once bravíos; férreos hombres eran.
Nervios motores del ave brillante, volaban, sin saberlo, de la vida.
Once hombres distintos bajo un mismo color de bandera.
Y el cielo y el mar eran uno, cubriendo la puerta marcada por Destino.
En el retumbar del trueno Dios escuchó su voz, y supo que habían llegado.
Yo aún no lo sabía.
Y mi oído recorrió los aires buscando su grito. Y fueron mis horas tan sólo el sollozo en un rezo:
¡Permíteme, Señor, ser tu intrumento, para hallarles de nuevo
y que se los devuelva a su sitio!
Más, no hubo respuesta.
Once bravíos cumplían la orden más grave que haya existido.
Once hombres; dos misiones distintas, y una misma muerte viajaban ése día.
¡Salve, mis hermanos, en cumplimiento del deber caídos!
Mi pecho les dice que desde él se alzan, heroicos, en toda
la honrosa dimensión de ser argentinos.
Aníbal J. Herrera