Somalia: Al Qaeda vs. piratas
A los enfrentamientos entre el gobierno somalí y la milicia islámica aliada a Al Qaeda se suma ahora
la lucha con los piratas por la disputa de los mares. En el medio, la población sufre la violencia y el hambre - AP
Mientras las potencias invierten millones en la seguridad de sus barcos, los temibles piratas somalíes han encontrado a un enemigo en tierra firme. La milicia islámica aliada a Al Qaeda no solo combate al débil gobierno apoyado por Estados Unidos, sino que no quiere perderse tajada del negocio que mueve la piratería en las aguas del Cuerno de África. El escenario de caos renueva las esperanzas de Estados Unidos, quien se prepara para presionar a las hambrientas poblaciones de la región a través de la entrega de alimentos, mientras espera que las facciones enfrentadas entre sí terminen fortaleciendo a su gobierno aliado.
Una nueva rivalidad nace en Somalia, que supera todas las previsiones para este desdichado país africano, que está estratégicamente ubicado y que cuenta con valiosos recursos.
A la guerra civil, que lleva casi veinte años y a las diversas invasiones extranjeras, se agrega ahora la lucha armada por el control de importantes zonas del país por parte de dos grupos que han incrementado su poder en los últimos dos años: Al Qaeda contra los piratas.
Esta historia, que parece haber sido extraída de una novela épica del siglo XVIII, se está desarrollando en la actualidad desde hace menos de un mes. La consecuencia es la muerte, el desplazamiento y la hambruna de decenas de miles de civiles, que han padecido los efectos de encarnizadas luchas en las últimas dos décadas.
ORIGEN DEL ENFRENTAMIENTO
Los piratas, que operan en las costas somalíes, se han fortificado con el cobro de rescates de barcos secuestrados. La proliferación de corsarios en esta zona marítima se debe a que por allí circula el 20% de comercio de petróleo del mundo, que va desde el Golfo Pérsico hacia Europa, mientras que importantes buques mercantes, que transitan por el litoral somalí, son víctimas de constantes ataques por parte de los modernos piratas.
Por otro lado, el débil gobierno de transición de Somalia, apoyado militarmente por Estados Unidos, Etiopía y por tropas de la Unión Africana controla sólo una pequeña parte del territorio, debido a que la milicia islámica Al Shabab, presuntamente financiada por Al Qaeda, mantiene casi todo el país bajo su dominio.
Cuando Al Shabab gobernaba en Somalia, durante 2006 y antes de la invasión etíope y de los bombardeos estadounidenses, los piratas fueron derrotados por el entonces gobierno islámico por dos causas.
En primer lugar, el poder militar de Al Shabab fue siempre superior. En tanto, el gobierno islámico logró organizar al país bajo la estricta ley coránica, luego de quince años de guerra civil, incluyendo a pobladores empobrecidos, y creando nuevas fuentes de trabajo, que disuadieron a muchos marginados de implementar el robo como forma de vida.
En abril, los piratas interceptaron un buque que provenía de Yemen con municiones para Al Shabab. Inmediatamente las milicias islámicas se movilizaron para recuperar el vital cargamento de armas, que les permitirían continuar con el dominio de los puntos más importantes del país.
Antes de este episodio, islamistas y piratas convivían con el mismo objetivo: atacar a buques occidentales que proveen apoyo al gobierno de transición.
Sin embargo, la lucha entre estos dos sectores parece haberse incrementado, ya que la guerrilla Hizbul Islam – un desprendimiento de Al Shabab – tomó Haradere, el principal puerto pirata de Somalia.
El objetivo de los islamistas consiste en apoderarse no sólo del cargamento de armas secuestrado por los piratas, sino también participar más activamente de las rápidas y cuantiosas ganancias que obtienen los ladrones de los mares con la apropiación de barcos.
PEQUEÑOS PIRATAS Y CORSARIOS INTERNACIONALES
Se suele utilizar el término “pirata” para designar a diversos grupos, que persiguen objetivos muy diferentes. Con el desarrollo de la guerra civil, se han formado diversas mafias que controlan la costa de Somalia y que el mes pasado han llegado a atacar puertos de las islas Seychelles, el paraíso de la realeza británica, situadas a varios kilómetros del cuerno de África.
Estas organizaciones no tienen otro fin que el secuestro extorsivo de embarcaciones para recaudar importantes sumas de dinero, que en varios casos invierten en armas que a su vez venden a ambos bandos que se enfrentan en la guerra civil.
Los grupos más organizados de piratas cuentan con una importante logística y en varios casos cometen asesinatos de tripulantes si el pago no es recibido.
La Organización Mundial del Comercio calcula que la industria marítima pierde por año más de 16 mil millones de dólares por el encarecimiento de los seguros, los secuestros y los rescates.
Por otro lado, se encuentran los pequeños grupos piratas, que realizan operativos de subsistencia, ya que la guerra y la hambruna provocada por la sequía de 2009 impide que puedan vivir de otra manera.
Varios de los piratas ocasionales están organizados también contra el robo de las riquezas pesqueras nacionales. Desde que Somalia cayó en la anarquía diversos barcos provenientes de países desarrollados extraen ilegalmente atún y mariscos, privando a los pequeños pescadores de su fuente de trabajo. Además, existen piratas ecológicos que expulsan a los barcos de todo el mundo que arrojan residuos tóxicos en estas aguas que carecen de un control gubernamental.
Un informe presentado por la cadena Al Jazeera reveló que luego del tsunami que afectó al Océano Índico en diciembre de 2004, se encontró basura química y nuclear en la costa de Somalia.
¿MÁS CAOS O EL COMIENZO DEL ORDEN?
Las potencias podrían sacar provecho de este enfrentamiento entre piratas y Al Shabab, porque esto debilitaría a los dos frentes contra los que combate el gobierno provisorio.
El plan de Estados Unidos para vencer a los aliados de Al Qaeda no se desarrolla sólo en el terreno militar. En principio, la Unión Africana anunció que podría aumentar la cantidad de tropas en Somalia.
Por otro lado, Estados Unidos amenazó con que dejaría de realizar aportes para el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, que beneficia a 3 millones de personas en el cuerno de África. De esta manera, Washington volvería a contribuir al PMA cuando la mayor parte de la población apoye al gobierno provisorio y se vuelva en contra de Al Shabab.
En este punto del conflicto sólo queda esperar que los planes de Estados Unidos surtan efecto. Aprovechando la rivalidad entre piratas e islamistas, presionando y manipulando a través de la entrega de alimentos y aumentando la presencia de tropas aliadas, Estados Unidos tal vez logre establecer la base de un orden dominado por las potencias.
O bien la anarquía y la guerra podrían experimentar una nueva escalada a causa de esta incipiente rivalidad, mientras que la hambruna afectaría en breve a los 3 millones de somalíes que dependen de las donaciones de comida y medicamentos.
http://observadorglobal.com/somalia-al-qaeda-vs-piratas-n7387.html