Miembros de las fuerzas de la Francia Libre, montados en un semioruga alemán capturado, pasan junto a dos soldados norteamericanos tras la liberación de la ciudad de Besanzón en Francia el 8 de septiembre de 1944. Trás tres días de combates, las Fuerzas Francesas Libres, tuvieron 60 combatientes muertos, y las fuerzas estadounidenses 80 soldados muertos. Unos cincuenta civiles franceses fallecieron en el fragor de la batalla. Las bajas alemanas en Besanzón se cifran en alrededor de 250 soldados de la Wehrmacht muertos.