Había un compañero detrás de una pequeña pared tirando con FAL (Fusil de Asalto Liviano, arma utilizada por las fuerzas armadas argentinas). Era Víctor Hugo González, un obrero de la fábrica Perkins de Córdoba. Por ese sector salimos el grueso de los asistentes”. González caería abatido por las balas, minutos después.
“Yo escape corriendo, para un caserío que se encontraba detrás y hacia la izquierda” se presume que sería el barrio Parque Levin. “era un barrio popular. Yo había perdido un zapato, porque el primer alambrado lo pase como el campeón olímpico de garrocha, pero el segundo, mucho más bajo, no lo podía saltar porque me había ahogado con los canelones. Vomité, recuperé el aire, pero en ese lugar perdí un zapato”.
“Cuando llegamos al caserío sale una señora y nos pregunta que estaba pasando” De Santis escapaba junto a Osvaldo, un obrero metalúrgico de la empresa Tamet de Avellaneda. “Le respondí que no sabía y le pregunté sino tenía un par de zapatos para darme y me dio un par de zapatillas viejas, que me quedaban chicas. Seguimos corriendo con el compañero y llegamos a un monte de eucaliptos. Pregunté donde estábamos, porque nosotros no sabíamos, y me dijeron que en La Reja. Como soy de Chivilcoy, pasaba con el tren asiduamente por la estación de La Reja y me ubique rápidamente”.
“En eso llega un colectivo y nos fuimos para la estación de Moreno. Me tomé el tren a Mercedes y después un colectivo a Chivilcoy”.
Santucho, Urteaga, Carrizo, Mattini, Merbilhaá, Enríquez y Peredo fueron los primeros en escapar, de acuerdo al plan de contingencias preparado. Santucho y Carrizo “expropiaron” un automóvil. Benito Urteaga tomó un colectivo que también lo depositó en la estación de Moreno. Eduardo Merbilhaá y Enríquez se ocultaron en una zanja en medio de un maizal.
Mattini junto a Leandro Fote, dirigente sindical azucarero, y Reino Hietala abordaron un jeep. A las pocas cuadras se separaron. Hietala se escondió en un campo junto a otros militantes. El ejército rastrillaba el lugar. Recién al anochecer lograron eludir la vigilancia y caminaron por las vías ferroviarias cercanas. Ellos tampoco sabían donde estaban. Transitaron hacia el Oeste. Cuando amanecía, llegaron a Luján.
“Yo escape corriendo, para un caserío que se encontraba detrás y hacia la izquierda” se presume que sería el barrio Parque Levin. “era un barrio popular. Yo había perdido un zapato, porque el primer alambrado lo pase como el campeón olímpico de garrocha, pero el segundo, mucho más bajo, no lo podía saltar porque me había ahogado con los canelones. Vomité, recuperé el aire, pero en ese lugar perdí un zapato”.
“Cuando llegamos al caserío sale una señora y nos pregunta que estaba pasando” De Santis escapaba junto a Osvaldo, un obrero metalúrgico de la empresa Tamet de Avellaneda. “Le respondí que no sabía y le pregunté sino tenía un par de zapatos para darme y me dio un par de zapatillas viejas, que me quedaban chicas. Seguimos corriendo con el compañero y llegamos a un monte de eucaliptos. Pregunté donde estábamos, porque nosotros no sabíamos, y me dijeron que en La Reja. Como soy de Chivilcoy, pasaba con el tren asiduamente por la estación de La Reja y me ubique rápidamente”.
“En eso llega un colectivo y nos fuimos para la estación de Moreno. Me tomé el tren a Mercedes y después un colectivo a Chivilcoy”.
Santucho, Urteaga, Carrizo, Mattini, Merbilhaá, Enríquez y Peredo fueron los primeros en escapar, de acuerdo al plan de contingencias preparado. Santucho y Carrizo “expropiaron” un automóvil. Benito Urteaga tomó un colectivo que también lo depositó en la estación de Moreno. Eduardo Merbilhaá y Enríquez se ocultaron en una zanja en medio de un maizal.
Mattini junto a Leandro Fote, dirigente sindical azucarero, y Reino Hietala abordaron un jeep. A las pocas cuadras se separaron. Hietala se escondió en un campo junto a otros militantes. El ejército rastrillaba el lugar. Recién al anochecer lograron eludir la vigilancia y caminaron por las vías ferroviarias cercanas. Ellos tampoco sabían donde estaban. Transitaron hacia el Oeste. Cuando amanecía, llegaron a Luján.