Maduro amenaza con echar a toda la misión diplomática estadounidense
Continúa el enfrentamiento entre Washington y Caracas por las actividades de tres funcionarios de la embajada en el país
Al presidente venezolano Nicolás Maduro le ha disgustado la rueda de prensa ofrecida por la encargada de Negocios de Estados Unidos en Venezuela, Kelly Keiderling, al considerar su respuesta “insolente y altanera”. Keirderling fue expulsada este lunes de Venezuela junto a otros dos diplomáticos acusados de conspiración. “Que una funcionaria de sexta o séptima jerarquía del Departamento de Estado salga a retar a un presidente”, cuestionó el jefe del Estado en una reunión televisada desde la Comandancia General de la Guardia Nacional Bolivariana.
Maduro amenazó en su alocución con expulsar a todo el personal de la legación “si se ponen cómicos” y elogió su propia decisión de expulsar a tres funcionarios al asegurar que “le había metido (a los estadounidenses) el dedo donde había que meterlo”. Caracas considera que los diplomáticos estadounidenses son parte de una supuesta conspiración orquestada por la oposición para desestabilizar al país.
El presidente también se ocupó de disparar contra la DEA y pidió a los militares que asistían a la reunión, entre los que estaba la ministra de la Defensa, Carmen Meléndez, que estuvieran pendientes de los funcionarios policiales que colaboraron en el pasado con la agencia antinarcóticos y que ahora forman parte de empresas transnacionales. En ese mismo marco, Maduro prometió intensificar la lucha contra el narcotráfico y anunció que la Fuerza Armada derribaría a las avionetas utilizadas por los cárteles para transportar la droga. Todo esto ocurre en medio de los severos cuestionamientos a la política antidrogas del país. El compromiso del Gobierno en la lucha contra el narcotráfico ha quedado en entredicho tras el hallazgo en París de 1,3 toneladas de cocaína procedentes del aeropuerto más importante del país
Washington, mientras, nombró rápidamente al sucesor de Keiderling: Phil Laidlaw, que comenzó su carrera en el Departamento de Estado en 1992 y presta servicios en Caracas desde mediados de este año. El anuncio vino precedido de una acusación del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, que aseguró que el gobierno venezolano pretende distraer la atención de los problemas internos. “No es una forma seria de llevar a cabo su política exterior”, agregó.
Estados Unidos había respondido este martes a la decisión de Maduro con una medida recíproca de acuerdo con la Convención de Viena. El encargado de Negocios venezolano en EE UU, Calixto Ortega; la segunda secretaria de la Embajada venezolana en la capital, Mónica Alejandra Sánchez Morales; y la cónsul en Houston, Marisol Gutiérrez de Almeida, tienen plazo hasta este jueves para salir de ese país. Caracas ha rechazado esa medida porque asegura que sus diplomáticos no han participado en reuniones contra el gobierno de Barack Obama.
El chavismo considera que cualquier acercamiento de las legaciones con la oposición es una forma de conspiración. Al justificar la decisión de echar a los tres diplomáticos la cadena de televisión oficial VTV transmitió un vídeo que muestra fotos de los funcionarios en sus reuniones con la cúpula sindical y parlamentarios opositores del estado Bolívar, el núcleo de la industria pesada, que por estos días mantienen una férrea disputa con el Estado por reivindicaciones laborales. “Por más importante que sea un gobierno, no nos relacionamos solo con él, también buscamos reunirnos con otros sectores del país para conocer mejor los problemas de la gente”, dijo Keiderling en su criticada rueda de prensa.
El intercambio comercial entre los dos países no ha sufrido con los vaivenes políticos, aunque ha tendido a la baja. La balanza comercial disminuyó 23,53% en el primer semestre de 2013 con respecto al mismo período de 2012 (de 11.330 millones de dólares a 8.664 millones de dólares), de acuerdo con el Census Bureau de Estados Unidos. La principal causa es la diversificación de las exportaciones petroleras venezolanas y la menor cantidad de crudo venezolano que adquiere EE UU.
elpais.es
Continúa el enfrentamiento entre Washington y Caracas por las actividades de tres funcionarios de la embajada en el país
Al presidente venezolano Nicolás Maduro le ha disgustado la rueda de prensa ofrecida por la encargada de Negocios de Estados Unidos en Venezuela, Kelly Keiderling, al considerar su respuesta “insolente y altanera”. Keirderling fue expulsada este lunes de Venezuela junto a otros dos diplomáticos acusados de conspiración. “Que una funcionaria de sexta o séptima jerarquía del Departamento de Estado salga a retar a un presidente”, cuestionó el jefe del Estado en una reunión televisada desde la Comandancia General de la Guardia Nacional Bolivariana.
Maduro amenazó en su alocución con expulsar a todo el personal de la legación “si se ponen cómicos” y elogió su propia decisión de expulsar a tres funcionarios al asegurar que “le había metido (a los estadounidenses) el dedo donde había que meterlo”. Caracas considera que los diplomáticos estadounidenses son parte de una supuesta conspiración orquestada por la oposición para desestabilizar al país.
El presidente también se ocupó de disparar contra la DEA y pidió a los militares que asistían a la reunión, entre los que estaba la ministra de la Defensa, Carmen Meléndez, que estuvieran pendientes de los funcionarios policiales que colaboraron en el pasado con la agencia antinarcóticos y que ahora forman parte de empresas transnacionales. En ese mismo marco, Maduro prometió intensificar la lucha contra el narcotráfico y anunció que la Fuerza Armada derribaría a las avionetas utilizadas por los cárteles para transportar la droga. Todo esto ocurre en medio de los severos cuestionamientos a la política antidrogas del país. El compromiso del Gobierno en la lucha contra el narcotráfico ha quedado en entredicho tras el hallazgo en París de 1,3 toneladas de cocaína procedentes del aeropuerto más importante del país
Washington, mientras, nombró rápidamente al sucesor de Keiderling: Phil Laidlaw, que comenzó su carrera en el Departamento de Estado en 1992 y presta servicios en Caracas desde mediados de este año. El anuncio vino precedido de una acusación del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, que aseguró que el gobierno venezolano pretende distraer la atención de los problemas internos. “No es una forma seria de llevar a cabo su política exterior”, agregó.
Estados Unidos había respondido este martes a la decisión de Maduro con una medida recíproca de acuerdo con la Convención de Viena. El encargado de Negocios venezolano en EE UU, Calixto Ortega; la segunda secretaria de la Embajada venezolana en la capital, Mónica Alejandra Sánchez Morales; y la cónsul en Houston, Marisol Gutiérrez de Almeida, tienen plazo hasta este jueves para salir de ese país. Caracas ha rechazado esa medida porque asegura que sus diplomáticos no han participado en reuniones contra el gobierno de Barack Obama.
El chavismo considera que cualquier acercamiento de las legaciones con la oposición es una forma de conspiración. Al justificar la decisión de echar a los tres diplomáticos la cadena de televisión oficial VTV transmitió un vídeo que muestra fotos de los funcionarios en sus reuniones con la cúpula sindical y parlamentarios opositores del estado Bolívar, el núcleo de la industria pesada, que por estos días mantienen una férrea disputa con el Estado por reivindicaciones laborales. “Por más importante que sea un gobierno, no nos relacionamos solo con él, también buscamos reunirnos con otros sectores del país para conocer mejor los problemas de la gente”, dijo Keiderling en su criticada rueda de prensa.
El intercambio comercial entre los dos países no ha sufrido con los vaivenes políticos, aunque ha tendido a la baja. La balanza comercial disminuyó 23,53% en el primer semestre de 2013 con respecto al mismo período de 2012 (de 11.330 millones de dólares a 8.664 millones de dólares), de acuerdo con el Census Bureau de Estados Unidos. La principal causa es la diversificación de las exportaciones petroleras venezolanas y la menor cantidad de crudo venezolano que adquiere EE UU.
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