Segunda parte
Mientras tanto el solitario “Rubio” entraba en un combate desigual, el Primer Teniente José Leonidas Ardiles (primo hermano del afamado ex jugador y posterior técnico de fútbol) con su Mirage V Dagger matrícula (C 433) se encontraría frente a frente con dos Sea Harrier de una PAC (Patrulla Aérea de Combate) Británica, situada al sur de Puerto Argentino. A las noventa millas adyacentes al acercamiento el Teniente Saravia vectoreó a los Harriers incursores y le comunico de inmediato al Primer Teniente Ardiles de que los aviones ingleses iban en su persecución. Ardiles decidió enfrentarlos. Saravia le indicaba por radio el rumbo y la aproximación a los aviones enemigos.
- Rubio, rumbo cero - ocho - cinco - veinte, y aproximándose.
Ardiles contestó:
- Cero - ocho - cinco - veinte.
El Teniente Saravia volvió a confirmar:
- Rubio, Cero - ocho - cinco - quince.
Ardiles volvió a responder:
- Cero - ocho - cinco - quince.
Saravia continuó dándole las indicaciones de aproximación.
- Rubio, Cero - ocho - cinco...
Ardiles interrumpió confirmando.
- Cero - ocho - cinco, los tengo a la vista, allá voy...
En el cruce, ambos Sea Harrier se abrieron en direcciones opuestas. El Primer Teniente Ardiles quedo en apropiada posición para lanzar un misil Shaffrir al Sea Harrier del Primer Teniente Martín Hale, pero éste percatándose de la maniobra inmediatamente arrojó chaff. El Shaffrir arrojado por Ardiles fue efectivamente desviado por el chaff; pero en la maniobra el otro Sea Harrier matrícula (XZ455) piloteado por el Capitán Bertie Penfold había quedado libre para atacarlo a Ardiles. Penfold, se colocó en posición favorable para disparar el efectivo misil Sidewinder AIM9L, que dio de pleno en el blanco, sin que Ardiles logre su eyección.
En el Shelter del radar Malvinas se oyó, el grito desgarrador de Ardiles, desapareciendo instantáneamente de la frecuencia de radio, mientras que el punto que reflejaba su avión voló unas cinco millas más, hasta desvanecerse totalmente de las pantallas de radar ante los operadores que mudos y atónitos, asistían impotentes, “en primera fila”, a ese pequeño-gran drama de la guerra...
Pero el sacrificio ofrendado por García Cuerva y Ardiles no sería en vano, porque mientras ellos se trenzaban en combate en las alturas, la escuadrilla “Torno” al mando del Capitán Norberto Dimeglio con tres aviones Mirage V Dagger, volaban al ras de las olas en busca de la flota Inglesa...
Luego de varios minutos de infortunada búsqueda, cuando ya quedaba escaso combustible en los tanques para emprender el regreso, los “Tornos” descubren que los blancos no estaban en el lugar asignado. No obstante Dimeglio corroborando que habría combustible para un par de minutos más, continuó la búsqueda pasando frente a puerto Groussac, y poco más allá encontró lo que andaba buscando.
Tres buques de guerra estaban cañoneando posiciones en Puerto Argentino. Sin dudarlo asignó un buque a cada uno de sus numerales, los tres “Tornos” prepararon sus armas, y enfilaron hacia los blancos...
Era evidente que los barcos no los habían detectado, y ni siquiera estaban consientes de lo que les iba a ocurrir. Las tres naves al tener contacto visual con los “tornos” se acomodaron rápidamente en posición de defensa para disparar todo su potencial bélico. El Capitán Dimeglio, junto al numeral 2 el Teniente Aguirre Faget hicieron puntería sobre el de mayor porte, un destructor tipo 42, y el numeral 3, el Primer Teniente Román, por su parte eligió una de las fragatas de menor porte, eran las 16.37 aproximadamente...
Volando a casi mil kilómetros por hora y al ras de agua, cuando estuvieron a tiro de cañones, apretaron el disparador, algunas trazantes de los “tornos” comenzaron a incrustarse en la superestructura de los buques...
¡La sorpresa para los Británicos fue total!!... Nunca imaginaron que serían alcanzados...
Los sistemas de defensa y los marinos ingleses no habían podido reaccionar a tiempo para repeler el ataque, cuando a los tornos ya los tenían encima...
Los Daggers 1 y 2 habían arrojado toda su carga letal: dos bombas BRP de cola frenada por paracaídas de 250 kilogramos cada una. Cuando el numeral 3 estaba a punto de hacer lo propio, las tripulaciones de los buques se percataron realmente del ataque. Los tres “tornos” hicieron su pasaje sin mayores consecuencias, sólo el numeral dos recibió una limitada descarga antiaérea.
Ni el Capitán Dimeglio, ni el Teniente Aguirre Faget, pudieron certificar los impactos, ya que las bombas frenadas hacen impacto una vez que el avión atacante ha sobrepasado a la nave atacada. Pero el Primer Teniente Román, vio claramente que las bombas del líder tocaron al navío. Al sobrepasar su blanco, Román giro la cabeza y observó delante y a su izquierda una gran explosión de color naranja y posteriormente un denso humo negro. Indudablemente era el impacto y detonación de las bombas arrojadas por sus compañeros. El destructor quedó con fuego a bordo y por lo menos una fragata con averías menores...
Era la primera vez, que buques de la OTAN (Organización Tratado Atlántico Norte) eran atacados y alcanzados, sin poder detectar con antelación a sus atacantes.
Sin saberlo los “Tornos” habían escrito una pagina de gloria en la historia de la República Argentina, y en la historia aeronaval de posguerra. El Bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina se había consumado.
Pocos segundos después de entrar en combate, el Teniente Aguirre Faget recuerda en uno de sus relatos, haber sintonizado una frecuencia de radio donde se escuchaba claramente las órdenes de un oficial argentino, que se desempeñaba como observador terrestre en las cercanías de Puerto Argentino, quien desesperadamente al grito de – no tiren que es nuestro boludos!!!... No tiren!! pedía a las baterías antiaéreas de Puerto Argentino, que no le disparasen al avión del Capitán García Cuerva...
Los “Tornos “ emprendieron el regreso, poniendo proa al continente con la felicidad de encontrarse los tres con vida, pero el peligro no había pasado, el Teniente Saravia del radar Malvinas los alertó de que dos aviones Sea Harrier, estaban tras su persecución a veinte millas náuticas de distancia. Los “Buitres” que se encontraban realizando cobertura aérea sobre la zona (vigilar posibles intercepciones de Harriers), debieron regresar al continente en ese momento por combustible mínimo. La PAC británica inició una persecución que se prolongaría por ochenta millas; Pero aún quedaban en el aire los “Fortines” dos Mirage V Dagger armados con misiles aire-aire al mando del Capitán Donadille y del Primer Teniente Jorge Senn, que de inmediato se dirigieron a interceptar a los Sea Harriers enemigos. Cuando se estaban aproximando, por la mayor velocidad de los Daggers los pilotos británicos “espantaron” hacia el norte con rumbo a su portaaviones, concientes esta vez, que la posición no les favorecía. Los “Buitres” y los “Fortines” regresaron al continente sin otras consecuencias.
A las 17:25 hs. la escuadrilla “Torno” aterrizó en la Base Aérea “San Julián” La misión Orden Fragmentaria 1105 se había completado...
La escuadrilla comandada por el Capitán Dimeglio había sido protagonista de otro hecho histórico que sorprendió a la Task Force (Fuerza de tareas) británica... Era inconcebible que aviones caza con tecnología de 20 años de antigüedad, le entraran con tanta facilidad a la tercer flota más poderosa del mundo...
Los daños ocasionados por los “Tornos”, serán revelados aproximadamente en el año 2081, (Decreto de la primer Ministro Margaret Tatcher rotulado como “Secreto militar confidencial por 99 años”) cuando la Royal Navy (Armada británica) publique la verdadera historia del conflicto del Atlántico Sur...
Fuentes fidedignas y minuciosos estudios realizados por expertos, e historiadores de renombre aseguran en la actualidad, que el destructor atacado por los “Tornos” el 1º de Mayo habría sido el mismísimo HMS Sheffield.
Por cuestiones políticas del gobierno conservador de ese momento y de la primera ministro Margaret Tahtcher, los británicos no reconocieron el ataque.
La intención de ocultarlo era estrictamente necesaria: “Los argentinos habían destruido un buque Inglés en la primer acción de combate”. Demasiada humillación para la corona británica y un claro problema para la Royal Navy y la primer ministro.
El desequilibrio político que hubiese generado reconocer el ataque, habría dejado a la Armada Inglesa y a la señora Tahtcher en posiciones muy desfavorables, ya que el partido laborista, (principal opositor de la primer ministro) y el pueblo Inglés venían reclamando en reiteradas oportunidades un recorte presupuestario y la venta de varios buques de la Royal Navy; de manera que nunca debían enterarse que un destructor moderno e “invulnerable” como el HMS Sheffield había sido destrozado en el primer enfrentamiento.
El “negocio” de la primer Ministro y la Royal Navy cerraba perfectamente si la Task Force lograba recuperar definitivamente los archipiélagos australes. De esa forma la dama de hierro salvaría su reputación política y la armada Inglesa justificaría el tremendo gasto presupuestario. Aunque sin importarle demasiado las consecuencias…
En represalia, la primer ministro en complicidad con los Lores del Almirantazgo de la Royal Navy decidirían atacar al día siguiente, al Crucero ARA General Belgrano, hundiéndolo fuera de la zona de exclusión que ellos mismos habían impartido.
La intención de ocultar el ataque al Destructor 42 era clara; los argentinos habían destruido un buque Inglés en la primera acción de combate. De alguna manera había que revertirlo para poder justificar, a las victimas y para poder salvar los intereses y el orgullo de la corona británica. Según versiones Inglesas, el Sheffield fue impactado en el ataque del 4 de Mayo, por Aviones Súper Etendart de la Armada Argentina, con el famoso misil Exocet hundiéndose seis días más tarde.
Pero si realmente la versión Argentina del ataque de los “Tornos” al Sheffield es correcta, Que buque no reconocido por los británicos fue impactado por los Exocet el 4 de Mayo…
Las hipótesis, y la poca información revelada hasta estos días dan muestra que por lo menos uno de los dos misiles Exocet impacto en el portaaviones HMS Hermes averiándolo sin provocarle demasiadas bajas terminales, pero dejándolo fuera de combate por algunos días. Fotografías del ataque al Sheffield reveladas por los mismos británicos, dan claro testimonio, que el buque fue atacado un día en que el mar se encontraba calmo y con buena visibilidad. El servicio meteorológico del 1º de mayo daba parte que entre las 12 y las 17 horas, los vientos no superaban los siete kilómetros por hora, con un cielo apenas nublado, el mar se encontraba calmo, y la visibilidad era superior a los 8 kilómetros. Por el contrario el 4 de mayo los vientos tenían una velocidad superior a los 19 kilómetros por hora, con cielo cubierto, neblinas; seis octavos de stratus a menos de 90 metros; una visibilidad de apenas 2 kilómetros y una presión atmosférica de 1017,5 milibares. Es evidente que los testimonios fotográficos no concuerdan con la climatología de día del ataque...
La pista de la BAM Malvinas, recibió al último avión de trasporte C130 Hércules en la madrugada del último día de conflicto. Los altos mandos del Ejercito británico, quedaron totalmente sorprendidos la mañana del 14 de Junio, cuando posterior a la capitulación, se hicieron cargo del aeródromo, y notaron que todavía seguía operativo.
Los oficiales Argentinos de mayor rango allí encontrados, tuvieron que padecer durante 30 días, la penosa situación de estar detenidos por los británicos, bajo el rotulo de “Prisionero de Guerra”, y fueron llevados al otro extremo de la isla Soledad, manteniéndolos en cautiverio, en lo que se podría denominar como un “verdadero campo de concentración”.
Al Capitán Gustavo Argentino García Cuerva se le otorgo el grado de Mayor post mortem condecorándolo con la medalla Cruz de la Nación Argentina al valor en combate, ofrendo su vida a los 36 años.
Al Primer Teniente José Leonidas Ardiles también se le otorgó la medalla Cruz de la Nación Argentina al valor en combate, ascendiéndolo al grado de Capitán post mortem. Ofrendo su vida por la Patria a los 27 años.
El Capitán Norberto Rubén Dimeglio, tiene en la actualidad el grado de Brigadier en condición de retiro.
El primer Teniente Carlos Eduardo Perona, tiene en la actualidad el grado de Brigadier habiendo cumplido funciones como Jefe III operaciones del estado mayor conjunto entre otros cargos.
El Primer Teniente César Fernando Román, tiene en la actualidad el grado de Comodoro en condición de retiro.
El Teniente Gustavo Enrique Aguirre Faget, en la actualidad tienen el grado de Comodoro
y se encuentra desempeñando funciones en el INAC en la base aérea de Morón, Bs. As.
Todos fueron condecorados por la Nación Argentina, y nombrados Ex combatientes.
* El hombre, abismo de grandeza y pequeñez según poetas y filósofos, se enaltecía con la abnegación de éstos bravos que honrarían su nombre, su institución y su estirpe. Ellos como muchos que les sucederían más tarde, habían resuelto no volar “como las aves de corral”, sino hacerlo muy alto, como las águilas...
* Extracto del libro Historia del conflicto del Atlántico Sur
(La guerra inaudita) Comodoro (R) Rubén Oscar Moro
1º Teniente José Leónidas Ardiles
Capitán Gustavo Argentino García Cuerva
Mientras tanto el solitario “Rubio” entraba en un combate desigual, el Primer Teniente José Leonidas Ardiles (primo hermano del afamado ex jugador y posterior técnico de fútbol) con su Mirage V Dagger matrícula (C 433) se encontraría frente a frente con dos Sea Harrier de una PAC (Patrulla Aérea de Combate) Británica, situada al sur de Puerto Argentino. A las noventa millas adyacentes al acercamiento el Teniente Saravia vectoreó a los Harriers incursores y le comunico de inmediato al Primer Teniente Ardiles de que los aviones ingleses iban en su persecución. Ardiles decidió enfrentarlos. Saravia le indicaba por radio el rumbo y la aproximación a los aviones enemigos.
- Rubio, rumbo cero - ocho - cinco - veinte, y aproximándose.
Ardiles contestó:
- Cero - ocho - cinco - veinte.
El Teniente Saravia volvió a confirmar:
- Rubio, Cero - ocho - cinco - quince.
Ardiles volvió a responder:
- Cero - ocho - cinco - quince.
Saravia continuó dándole las indicaciones de aproximación.
- Rubio, Cero - ocho - cinco...
Ardiles interrumpió confirmando.
- Cero - ocho - cinco, los tengo a la vista, allá voy...
En el cruce, ambos Sea Harrier se abrieron en direcciones opuestas. El Primer Teniente Ardiles quedo en apropiada posición para lanzar un misil Shaffrir al Sea Harrier del Primer Teniente Martín Hale, pero éste percatándose de la maniobra inmediatamente arrojó chaff. El Shaffrir arrojado por Ardiles fue efectivamente desviado por el chaff; pero en la maniobra el otro Sea Harrier matrícula (XZ455) piloteado por el Capitán Bertie Penfold había quedado libre para atacarlo a Ardiles. Penfold, se colocó en posición favorable para disparar el efectivo misil Sidewinder AIM9L, que dio de pleno en el blanco, sin que Ardiles logre su eyección.
En el Shelter del radar Malvinas se oyó, el grito desgarrador de Ardiles, desapareciendo instantáneamente de la frecuencia de radio, mientras que el punto que reflejaba su avión voló unas cinco millas más, hasta desvanecerse totalmente de las pantallas de radar ante los operadores que mudos y atónitos, asistían impotentes, “en primera fila”, a ese pequeño-gran drama de la guerra...
Pero el sacrificio ofrendado por García Cuerva y Ardiles no sería en vano, porque mientras ellos se trenzaban en combate en las alturas, la escuadrilla “Torno” al mando del Capitán Norberto Dimeglio con tres aviones Mirage V Dagger, volaban al ras de las olas en busca de la flota Inglesa...
Luego de varios minutos de infortunada búsqueda, cuando ya quedaba escaso combustible en los tanques para emprender el regreso, los “Tornos” descubren que los blancos no estaban en el lugar asignado. No obstante Dimeglio corroborando que habría combustible para un par de minutos más, continuó la búsqueda pasando frente a puerto Groussac, y poco más allá encontró lo que andaba buscando.
Tres buques de guerra estaban cañoneando posiciones en Puerto Argentino. Sin dudarlo asignó un buque a cada uno de sus numerales, los tres “Tornos” prepararon sus armas, y enfilaron hacia los blancos...
Era evidente que los barcos no los habían detectado, y ni siquiera estaban consientes de lo que les iba a ocurrir. Las tres naves al tener contacto visual con los “tornos” se acomodaron rápidamente en posición de defensa para disparar todo su potencial bélico. El Capitán Dimeglio, junto al numeral 2 el Teniente Aguirre Faget hicieron puntería sobre el de mayor porte, un destructor tipo 42, y el numeral 3, el Primer Teniente Román, por su parte eligió una de las fragatas de menor porte, eran las 16.37 aproximadamente...
Volando a casi mil kilómetros por hora y al ras de agua, cuando estuvieron a tiro de cañones, apretaron el disparador, algunas trazantes de los “tornos” comenzaron a incrustarse en la superestructura de los buques...
¡La sorpresa para los Británicos fue total!!... Nunca imaginaron que serían alcanzados...
Los sistemas de defensa y los marinos ingleses no habían podido reaccionar a tiempo para repeler el ataque, cuando a los tornos ya los tenían encima...
Los Daggers 1 y 2 habían arrojado toda su carga letal: dos bombas BRP de cola frenada por paracaídas de 250 kilogramos cada una. Cuando el numeral 3 estaba a punto de hacer lo propio, las tripulaciones de los buques se percataron realmente del ataque. Los tres “tornos” hicieron su pasaje sin mayores consecuencias, sólo el numeral dos recibió una limitada descarga antiaérea.
Ni el Capitán Dimeglio, ni el Teniente Aguirre Faget, pudieron certificar los impactos, ya que las bombas frenadas hacen impacto una vez que el avión atacante ha sobrepasado a la nave atacada. Pero el Primer Teniente Román, vio claramente que las bombas del líder tocaron al navío. Al sobrepasar su blanco, Román giro la cabeza y observó delante y a su izquierda una gran explosión de color naranja y posteriormente un denso humo negro. Indudablemente era el impacto y detonación de las bombas arrojadas por sus compañeros. El destructor quedó con fuego a bordo y por lo menos una fragata con averías menores...
Era la primera vez, que buques de la OTAN (Organización Tratado Atlántico Norte) eran atacados y alcanzados, sin poder detectar con antelación a sus atacantes.
Sin saberlo los “Tornos” habían escrito una pagina de gloria en la historia de la República Argentina, y en la historia aeronaval de posguerra. El Bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina se había consumado.
Pocos segundos después de entrar en combate, el Teniente Aguirre Faget recuerda en uno de sus relatos, haber sintonizado una frecuencia de radio donde se escuchaba claramente las órdenes de un oficial argentino, que se desempeñaba como observador terrestre en las cercanías de Puerto Argentino, quien desesperadamente al grito de – no tiren que es nuestro boludos!!!... No tiren!! pedía a las baterías antiaéreas de Puerto Argentino, que no le disparasen al avión del Capitán García Cuerva...
Los “Tornos “ emprendieron el regreso, poniendo proa al continente con la felicidad de encontrarse los tres con vida, pero el peligro no había pasado, el Teniente Saravia del radar Malvinas los alertó de que dos aviones Sea Harrier, estaban tras su persecución a veinte millas náuticas de distancia. Los “Buitres” que se encontraban realizando cobertura aérea sobre la zona (vigilar posibles intercepciones de Harriers), debieron regresar al continente en ese momento por combustible mínimo. La PAC británica inició una persecución que se prolongaría por ochenta millas; Pero aún quedaban en el aire los “Fortines” dos Mirage V Dagger armados con misiles aire-aire al mando del Capitán Donadille y del Primer Teniente Jorge Senn, que de inmediato se dirigieron a interceptar a los Sea Harriers enemigos. Cuando se estaban aproximando, por la mayor velocidad de los Daggers los pilotos británicos “espantaron” hacia el norte con rumbo a su portaaviones, concientes esta vez, que la posición no les favorecía. Los “Buitres” y los “Fortines” regresaron al continente sin otras consecuencias.
A las 17:25 hs. la escuadrilla “Torno” aterrizó en la Base Aérea “San Julián” La misión Orden Fragmentaria 1105 se había completado...
La escuadrilla comandada por el Capitán Dimeglio había sido protagonista de otro hecho histórico que sorprendió a la Task Force (Fuerza de tareas) británica... Era inconcebible que aviones caza con tecnología de 20 años de antigüedad, le entraran con tanta facilidad a la tercer flota más poderosa del mundo...
Los daños ocasionados por los “Tornos”, serán revelados aproximadamente en el año 2081, (Decreto de la primer Ministro Margaret Tatcher rotulado como “Secreto militar confidencial por 99 años”) cuando la Royal Navy (Armada británica) publique la verdadera historia del conflicto del Atlántico Sur...
Fuentes fidedignas y minuciosos estudios realizados por expertos, e historiadores de renombre aseguran en la actualidad, que el destructor atacado por los “Tornos” el 1º de Mayo habría sido el mismísimo HMS Sheffield.
Por cuestiones políticas del gobierno conservador de ese momento y de la primera ministro Margaret Tahtcher, los británicos no reconocieron el ataque.
La intención de ocultarlo era estrictamente necesaria: “Los argentinos habían destruido un buque Inglés en la primer acción de combate”. Demasiada humillación para la corona británica y un claro problema para la Royal Navy y la primer ministro.
El desequilibrio político que hubiese generado reconocer el ataque, habría dejado a la Armada Inglesa y a la señora Tahtcher en posiciones muy desfavorables, ya que el partido laborista, (principal opositor de la primer ministro) y el pueblo Inglés venían reclamando en reiteradas oportunidades un recorte presupuestario y la venta de varios buques de la Royal Navy; de manera que nunca debían enterarse que un destructor moderno e “invulnerable” como el HMS Sheffield había sido destrozado en el primer enfrentamiento.
El “negocio” de la primer Ministro y la Royal Navy cerraba perfectamente si la Task Force lograba recuperar definitivamente los archipiélagos australes. De esa forma la dama de hierro salvaría su reputación política y la armada Inglesa justificaría el tremendo gasto presupuestario. Aunque sin importarle demasiado las consecuencias…
En represalia, la primer ministro en complicidad con los Lores del Almirantazgo de la Royal Navy decidirían atacar al día siguiente, al Crucero ARA General Belgrano, hundiéndolo fuera de la zona de exclusión que ellos mismos habían impartido.
La intención de ocultar el ataque al Destructor 42 era clara; los argentinos habían destruido un buque Inglés en la primera acción de combate. De alguna manera había que revertirlo para poder justificar, a las victimas y para poder salvar los intereses y el orgullo de la corona británica. Según versiones Inglesas, el Sheffield fue impactado en el ataque del 4 de Mayo, por Aviones Súper Etendart de la Armada Argentina, con el famoso misil Exocet hundiéndose seis días más tarde.
Pero si realmente la versión Argentina del ataque de los “Tornos” al Sheffield es correcta, Que buque no reconocido por los británicos fue impactado por los Exocet el 4 de Mayo…
Las hipótesis, y la poca información revelada hasta estos días dan muestra que por lo menos uno de los dos misiles Exocet impacto en el portaaviones HMS Hermes averiándolo sin provocarle demasiadas bajas terminales, pero dejándolo fuera de combate por algunos días. Fotografías del ataque al Sheffield reveladas por los mismos británicos, dan claro testimonio, que el buque fue atacado un día en que el mar se encontraba calmo y con buena visibilidad. El servicio meteorológico del 1º de mayo daba parte que entre las 12 y las 17 horas, los vientos no superaban los siete kilómetros por hora, con un cielo apenas nublado, el mar se encontraba calmo, y la visibilidad era superior a los 8 kilómetros. Por el contrario el 4 de mayo los vientos tenían una velocidad superior a los 19 kilómetros por hora, con cielo cubierto, neblinas; seis octavos de stratus a menos de 90 metros; una visibilidad de apenas 2 kilómetros y una presión atmosférica de 1017,5 milibares. Es evidente que los testimonios fotográficos no concuerdan con la climatología de día del ataque...
La pista de la BAM Malvinas, recibió al último avión de trasporte C130 Hércules en la madrugada del último día de conflicto. Los altos mandos del Ejercito británico, quedaron totalmente sorprendidos la mañana del 14 de Junio, cuando posterior a la capitulación, se hicieron cargo del aeródromo, y notaron que todavía seguía operativo.
Los oficiales Argentinos de mayor rango allí encontrados, tuvieron que padecer durante 30 días, la penosa situación de estar detenidos por los británicos, bajo el rotulo de “Prisionero de Guerra”, y fueron llevados al otro extremo de la isla Soledad, manteniéndolos en cautiverio, en lo que se podría denominar como un “verdadero campo de concentración”.
Al Capitán Gustavo Argentino García Cuerva se le otorgo el grado de Mayor post mortem condecorándolo con la medalla Cruz de la Nación Argentina al valor en combate, ofrendo su vida a los 36 años.
Al Primer Teniente José Leonidas Ardiles también se le otorgó la medalla Cruz de la Nación Argentina al valor en combate, ascendiéndolo al grado de Capitán post mortem. Ofrendo su vida por la Patria a los 27 años.
El Capitán Norberto Rubén Dimeglio, tiene en la actualidad el grado de Brigadier en condición de retiro.
El primer Teniente Carlos Eduardo Perona, tiene en la actualidad el grado de Brigadier habiendo cumplido funciones como Jefe III operaciones del estado mayor conjunto entre otros cargos.
El Primer Teniente César Fernando Román, tiene en la actualidad el grado de Comodoro en condición de retiro.
El Teniente Gustavo Enrique Aguirre Faget, en la actualidad tienen el grado de Comodoro
y se encuentra desempeñando funciones en el INAC en la base aérea de Morón, Bs. As.
Todos fueron condecorados por la Nación Argentina, y nombrados Ex combatientes.
* El hombre, abismo de grandeza y pequeñez según poetas y filósofos, se enaltecía con la abnegación de éstos bravos que honrarían su nombre, su institución y su estirpe. Ellos como muchos que les sucederían más tarde, habían resuelto no volar “como las aves de corral”, sino hacerlo muy alto, como las águilas...
* Extracto del libro Historia del conflicto del Atlántico Sur
(La guerra inaudita) Comodoro (R) Rubén Oscar Moro
1º Teniente José Leónidas Ardiles
Capitán Gustavo Argentino García Cuerva