El origen de éste articulo es muy largo de explicar, pero digamos que nace en Bucarest (Rumania) donde un par de técnicos israelíes a cargo del mantenimiento de los MiG 21 Lancer –modernizados por Israel- por supuestos efectos etílicos realizaron algunos comentarios que fueron atentamente seguidos por un par de pilotos y WSO de la USAF que estaban en Rumania en un intercambio de pilotos. Aquí parte de la historia.
A partir de Febrero del 2004, la IAF (Israeli Air Force) comenzó a recibir los primeros F-16I Sufa (Tormenta). Desde entonces puntualmente Israel recibe dos ejemplares por mes cuyo destino inicial fue la base aérea Ramon. De modo simultáneo, la situación con Irán se complicó. Los informes de inteligencia del Mossad indicaban los avances en materia de enriquecimiento de uranio en varias plantas iraníes y las amenazas del presidente iraní, dieron un alerta a las autoridades de Tel Aviv. Cuando los satélites mostraron las primeras imágenes de las centrales nucleares, los altos mandos de la fuerza aérea israelí tomaron la decisión de incrementar las capacidades de la fuerza a fin de tener los medios para asestar un golpe preventivo de ser necesario.
Algunos hablan de cuatro ejemplares de F-16I, otros indican que han sido seis los que han recibido un equipamiento muy especial. En bastante secreto éste puñado de aeronaves comenzaron a recibir la atención de técnicos de Elta, Elisra y Elbit que fueron introduciendo sistemas muy especiales destinados a incrementar las capacidades del F-16I. No se trata de sistemas y equipos producidos en serie, sino de sistemas desarrollados casi artesanalmente y que en la mayoría de los casos, han pasado del laboratorio directamente a las aeronaves.
Uno de los primeros trabajos que han trascendido, fue incrementar la capacidad del sistema de refrigeración de la electrónica, lo que permite deducir que han recibido sistemas de mayor capacidad y que generan un volumen de temperatura mucho mayor al equipamiento inicial. Otros indican que éstos F-16I “especiales” han recibido un radar AESA, y ello sería muy coherente con el incremento de la capacidad de refrigeración de la aviónica, indicando además que se trataría de una versión del Elta EL/M-2052. Según sigue la historia, los sistemas de contramedidas electrónicas son únicos, con un costo que superaría los 25 millones de dólares por unidad, sumado a un sistema de navegación autónomo que se guía de modo similar al sistema utilizado por los misiles Tomahawk, esto es una comparación con el terreno sobrevolado con una base topográfica que Israel ha obtenido mediante sus satélites espías. Como back up, mantendrían los inerciales por girolaser originales con asistencia de GPS.
La idea parece muy lógica: un número limitado de aeronaves equipadas con la última tecnología en materia de navegación autónoma, un potente radar con baja emisión y sistemas electrónicos defensivos/ofensivos diseñados “a medida” para enfrentar las defensas iraníes. Israel puede hacerlo ya que cuenta con los recursos técnicos y económicos para hacerlo. En cuanto al armamento, nada se sabe y sí es motivo de pura especulación. Se trataría de armamento de última generación, en series limitadas desarrolladas por Israel rediseñadas para la función específica que cumplirían estas aeronaves: desarticular el programa nuclear iraní destruyendo las instalaciones claves del programa.
Otro elemento que agregaría mayor evidencia a la credibilidad de ésta historia, es que uno de los simuladores de F-16 ha sido modificado y su uso es restringido a un número muy limitado de pilotos y operadores de sistemas en la mega-base de Netz. El grupo que se encarga del mantenimiento y puesta a punto de éstos F-16, recibe constantes visitas de técnicos de las unidades de reconocimiento de la IAF, lo que permite deducir que la información Sigint/Elint de Irán es actualizada de modo permanentea fin de mantener los sistemas ofensivos actualizados a medida que el “mapa electrónico” iraní se va modificando.
Hasta aquí la historia.
Todos sabemos que los F-16I aún con los tanques conformados no tienen el alcance necesario para llegar hasta Irán y regresar a Israel. También todos sabemos que podrían utilizar alguna base iraquí como escala o contar con las docenas de KC-135 y KC-10 que la USAF tiene desplegados en la región. El conseguir combustible no sería un problema, ya que en base a la doctrina de las operaciones especiales que acostumbra planificar Israel, la pérdida de la o las aeronaves que intervengan en la misión es una medida evaluada y aceptada.
Muy pocos dudan que Israel tenga un “as bajo la manga” ante el programa nuclear iraní. La operación Opera desarrollada contra el reactor nuclear de Osirak en Irak ya sentó un antecedente y no es de extrañar que los 4 o 6 o quizás más F-16I especiales estén prestos a realizar una misión sorpresa para desarticular cualquier intento iraní de obtener la tan preciada bomba atómica.
Quizás ésos "jinetes" eviten el apocalípsis o quizás, lo inicien.
A partir de Febrero del 2004, la IAF (Israeli Air Force) comenzó a recibir los primeros F-16I Sufa (Tormenta). Desde entonces puntualmente Israel recibe dos ejemplares por mes cuyo destino inicial fue la base aérea Ramon. De modo simultáneo, la situación con Irán se complicó. Los informes de inteligencia del Mossad indicaban los avances en materia de enriquecimiento de uranio en varias plantas iraníes y las amenazas del presidente iraní, dieron un alerta a las autoridades de Tel Aviv. Cuando los satélites mostraron las primeras imágenes de las centrales nucleares, los altos mandos de la fuerza aérea israelí tomaron la decisión de incrementar las capacidades de la fuerza a fin de tener los medios para asestar un golpe preventivo de ser necesario.
Algunos hablan de cuatro ejemplares de F-16I, otros indican que han sido seis los que han recibido un equipamiento muy especial. En bastante secreto éste puñado de aeronaves comenzaron a recibir la atención de técnicos de Elta, Elisra y Elbit que fueron introduciendo sistemas muy especiales destinados a incrementar las capacidades del F-16I. No se trata de sistemas y equipos producidos en serie, sino de sistemas desarrollados casi artesanalmente y que en la mayoría de los casos, han pasado del laboratorio directamente a las aeronaves.
Uno de los primeros trabajos que han trascendido, fue incrementar la capacidad del sistema de refrigeración de la electrónica, lo que permite deducir que han recibido sistemas de mayor capacidad y que generan un volumen de temperatura mucho mayor al equipamiento inicial. Otros indican que éstos F-16I “especiales” han recibido un radar AESA, y ello sería muy coherente con el incremento de la capacidad de refrigeración de la aviónica, indicando además que se trataría de una versión del Elta EL/M-2052. Según sigue la historia, los sistemas de contramedidas electrónicas son únicos, con un costo que superaría los 25 millones de dólares por unidad, sumado a un sistema de navegación autónomo que se guía de modo similar al sistema utilizado por los misiles Tomahawk, esto es una comparación con el terreno sobrevolado con una base topográfica que Israel ha obtenido mediante sus satélites espías. Como back up, mantendrían los inerciales por girolaser originales con asistencia de GPS.
La idea parece muy lógica: un número limitado de aeronaves equipadas con la última tecnología en materia de navegación autónoma, un potente radar con baja emisión y sistemas electrónicos defensivos/ofensivos diseñados “a medida” para enfrentar las defensas iraníes. Israel puede hacerlo ya que cuenta con los recursos técnicos y económicos para hacerlo. En cuanto al armamento, nada se sabe y sí es motivo de pura especulación. Se trataría de armamento de última generación, en series limitadas desarrolladas por Israel rediseñadas para la función específica que cumplirían estas aeronaves: desarticular el programa nuclear iraní destruyendo las instalaciones claves del programa.
Otro elemento que agregaría mayor evidencia a la credibilidad de ésta historia, es que uno de los simuladores de F-16 ha sido modificado y su uso es restringido a un número muy limitado de pilotos y operadores de sistemas en la mega-base de Netz. El grupo que se encarga del mantenimiento y puesta a punto de éstos F-16, recibe constantes visitas de técnicos de las unidades de reconocimiento de la IAF, lo que permite deducir que la información Sigint/Elint de Irán es actualizada de modo permanentea fin de mantener los sistemas ofensivos actualizados a medida que el “mapa electrónico” iraní se va modificando.
Hasta aquí la historia.
Todos sabemos que los F-16I aún con los tanques conformados no tienen el alcance necesario para llegar hasta Irán y regresar a Israel. También todos sabemos que podrían utilizar alguna base iraquí como escala o contar con las docenas de KC-135 y KC-10 que la USAF tiene desplegados en la región. El conseguir combustible no sería un problema, ya que en base a la doctrina de las operaciones especiales que acostumbra planificar Israel, la pérdida de la o las aeronaves que intervengan en la misión es una medida evaluada y aceptada.
Muy pocos dudan que Israel tenga un “as bajo la manga” ante el programa nuclear iraní. La operación Opera desarrollada contra el reactor nuclear de Osirak en Irak ya sentó un antecedente y no es de extrañar que los 4 o 6 o quizás más F-16I especiales estén prestos a realizar una misión sorpresa para desarticular cualquier intento iraní de obtener la tan preciada bomba atómica.
Quizás ésos "jinetes" eviten el apocalípsis o quizás, lo inicien.