La historia de la rendición de Japón es larga y compleja. Como muchas otra, es probable que la decisión haya sigo el resultado de la conjunción de una multiplicidad de factores.
Es probable que las bombas atómicas por sí sola no fueron determinantes, pero influyeron. Le decían al gobierno de Japón que un único avión volando a una enorme altura podía acabar con una ciudad entera. Antes de eso los estadounidenses utilizaban una creciente cantidad de bombarderos que volaban a una relativamente baja altura y lanzaban con precisión miles de bombas incendiarías.
También influyo en la decisión el inició de la campaña soviética sobre Corea. Aunque tampoco fue determinante por sí sola.
No recuerdo ninguna información de que los japoneses temieran que los soviéticos invadieran el territorio nacional japonés. Por el contrario, no creo que eso haya figurado en las consideraciones de los mismos.
Lo que si estaba claro con el inicio de la campaña soviética es que el objetivo mínimo japonés (una paz negociada donde conservarán el dominio imperial sobre Manchuria y Corea) estaba condenado al fracaso.
También influyeron que para ese momento Japón había perdido todo control de su espacio aéreo, había perdido capacidad de mantener la comunicación por vía naval de su red de islas y, lo más importante, la mayor parte de Japón ya había sido liberalmente "quemado".
En este marco fue muy influyente una demostración de fuerzas estadounidenses el día previo a la rendición. Los estadounidenses decidieron que absolutamente todos sus aviones sobrevaloran Tokio simultáneamente y en plena luz del día. No lanzaron ninguna bomba, sólo sobrevolaron la ciudad (de la que más del 60% ya había sido quemada en las semanas previas). Ningún caza japonés despego, ni ningún cañón antihéroe disparo intentando dar algún tipo de respuesta a esta demostración de fuerza.
Según documentales japonesas hecha a miembros de la familia real (por ejemplo, la esposa del emperador), en el palacio real estaban todos aterrorizados al ver una cantidad inimaginable de aviones sobrevalondo la ciudad, y el palacio, impunemente. Nunca habían visto tantos aviones y el ruido de los mismos era ensordecedor. Según la emperatriz nadie en el palacio imperial durmió esa noche y el clima del gabinete se percibía tenso. La mayoría de las mujeres del palacio lloraban, ella inclusive.
Al día siguiente el emperador acepto la rendición incondicional estadounidenses.
No creo que esta demostración de fuerzas por sí sola explicará la rendición. Pero fue la gota que derramo el vaso junto al resto de la información que llegaba desde todos los lugares del imperio.
En cuanto a demostración de fuerza, no dejaba lugar a duda al gobierno japonés de que habían perdido el control de su espacio aéreo nacional y y que Estados Unidos podía continuar con su campaña incendiaría casi indefinidamente.
Según McNamara sobre la campaña de bombardeos incendiarios, LeMay le dijo a enterarse de la rendición japonesa "menos mal que ganamos, sino nos juzgarían como genocidas".