Nicolás Querido!!!!
Ayer terminé de leer, por 3ra vez el prefacio y los dos primeros capítulos. Los leo varias veces porque cada vez que lo hago, siempre es bajo un estado de ánimo personal distinto. Asi pués lo que en un principio solo fueron relatos, con las repetidas lecturas, me fueron hubicando en tus propios zapatos. Sería totalmente irrespetuoso de mi parte decir que entiendo lo que has y sigues sintiendo en tu alma. Pero un sentimiento de amargura y dolor me ha invadido por completo. Cuanto lo siento Amigo mio, cuanto lo siento por todas las injusticias que has sufrido, pero más aún, creo, por ver destruido todo tu trabajo, todo tu futuro profesional, pues las mismas situaciones jamás se repetirán. Quizás, para algunos, simplemente casi dos meses de tu vida, los más importantes profesionalmente, han desaparecido por el capricho inentendible de los personajes de la historia. Para mi el valor de estos hechos, tienen inmensurable importancia, Dios quiera que las personas que lean tu magnifica obra, tomen conciencia de lo que hemos perdido. Porque no solo perdimos la guerra, sino todo aquello que nos hace dignos como personas; esto último por los propios argentinos. Dios quiera que quienes lean tu obra, además de tomar conciencia, hagan de tus experiencias el material necesario para educar a sus hijos y nietos. Sería, en último caso, un hecho de justicia, pero más importante aún, la siembra de las semillas de los valores perdidos.
Permitime la expresion: Dios quiera que nuestros sueños se hagan realidad.
Te mando un abrazo con alguna lágrima en los ojos.
Gabino