Barbanegra
Colaborador
Irak comienza el despliegue de soldados en el norte para liberar Mosul
Las unidades de las fuerzas armadas iraquíes se van a acomodar en una base militar en los alrededores de Majmur, una localidad sita a unos 50 kilómetros al norte de Erbil -la capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí- que fue capturada brevemente por la organización yihadista en agosto de 2014. Se han destinado 10 millones de dólares para la construcción del cuartel, que cuenta con el apoyo financiero de Estados Unidos.
La base -que, una vez conquistada Mosul, pasará a manos de los 'peshmerga' (tropas kurdas)- albergará a 4.500 uniformados, ha señalado una fuente de seguridad citada por France Press. Los soldados que sean destinados al cuartel prepararán la campaña para arrebatar Mosul de las garras del IS, que se hizo con la villa en junio de 2014 cuando miles de agentes de policía y ejército abandonaron sus puestos dejando en su huida un vasto arsenal.
El plan para liberar Mosul -objeto de controversia entre suníes, chiíes y kurdos- es aún incierto. En unas declaraciones recientes el ministro de Defensa iraquí, el suní Jaled al Obeidi, aseguró que se llevaría a cabo "en la primera mitad de 2016" pero esta optimista previsión es puesta en duda por los uniformados estadounidenses que dirigen la coalición internacional que bombardea enclaves del IS en Siria e Irak. Según sus cálculos -mucho más cautelosos-, la batalla por Mosul se registrará a finales de 2016 o principios del próximo año.
Al Obeidi, que visitó la base el pasado sábado, ha ordenado que los trabajos se aceleren. "La operación para liberar Nínive [la provincia de Mosul] será más rápida y contundente de lo que el IS espera. Se llevará a cabo con nuevas técnicas y con toda la experiencia que han ganado las fuerzas iraquíes en el campo de batalla", pronosticó el ministro de Defensa.
El despliegue se produce cinco semanas después de que las fuerzas de seguridad iraquíes recuperaran Ramadi, la capital de la vasta provincia occidental de Al Anbar, uno de los principales feudos de los yihadistas en suelo iraquí. La campaña de Mosul -precedida por los éxitos de Tikrit y Ramadi- tiene como principales obstáculos internarse en una ciudad en la que aún viven cientos de miles de civiles y que posee una notable extensión. Fuentes kurdas han precisado que el despliegue cuenta con la luz verde y la coordinación de las autoridades del Kurdistán iraquí.
EL MUNDO visitó hace siete meses la base de Dubardan, ubicada en el Kurdistán iraquí, donde se entrenan los policías que escaparon de Mosul en junio de 2014 allanando el camino al IS. Unos 10.000 uniformados -en su mayoría árabes suníes- esperan órdenes en dos campos de entrenamiento para ex agentes de la ciudad iraquí. Desde que el campamento de Dubardan abriera en noviembre de 2014, una veintena de asesores estadounidenses y turcos han instruido a los reclutas. En junio, el último escollo, el envío de armas y equipamiento, seguía estrellándose contra la negativa de Bagdad, donde la desconfianza de la élite chií ha aplazado 'sine die' la asistencia militar.
Desde junio de 2014, Mosul ha sido testigo de una larga retahíla de crímenes firmados por el IS. Habitada por millón y medio de almas antes de la irrupción del IS, unos cientos de militantes asaltaron la urbe a bordo de varias decenas de 'pick-ups'. Los 30.000 policías y soldados iraquíes encargados de custodiarla, entrenados por EEUU, huyeron sin librar batalla entregando a los barbudos un cotizado arsenal de Humvees (todoterrenos) y tanques Abrams.
Desde su llegada los adláteres del califato han ejecutado a más de 2.000 vecinos. El listado de las víctimas, publicado en agosto en los muros de la sede local del Ministerio de Sanidad, incluye activistas de derechos humanos, policías, miembros del ejército, abogados, médicos y periodistas. Fueron acusados de cooperar con Bagdad; desafiar las estrictas y ridículas normas impuestas por los barbudos; cometer robos y adulterio o "practicar la homosexualidad".
Fuentes de 'Kataib Mosul', un batallón de vecinos nacido para plantar cara al IS, advirtieron en septiembre a EL MUNDO que el balance es aún mayor y "supera las 3.000 personas". La ultraconservadora interpretación de las enseñanzas de Mahoma ha erradicado hasta el más leve pasatiempo: los cigarros y el narguile (pipa de agua) fueron prohibidos hace año y medio; la lectura está restringida a las obras religiosas que gozan del plácet de los ulemas designados por los yihadistas; se han clausurado las bibliotecas y vetado el comercio de los "libros de la apostasía y la felonía", como el IS ha bautizado a novelas y tratados de Filosofía o Historia.
Fuentes del ejército iraquí han informado que en los últimos días las huestes del califato han ejecutado a más de 300 habitantes de Mosul, entre ellos, activistas y ex miembros de las fuerzas de seguridad. Tampoco han escapado a su fechorías funcionarios, candidatos electorales, líderes tribales o religiosos, periodistas, abogados, doctores u homosexuales.
http://www.elmundo.es/internacional/2016/02/09/56b8d3b446163ff7348b45af.html
