El buque australiano tiene notorios problemas de vibraciones desde el viaje inaugural (1990). Por algo lo conocen como “el Áspero Anaranjado”… Las vibraciones rompían los ductos de combustible (con los consiguientes derrames) a los motores por estar los motores vinculados rígidamente a la estructura, y las ductos (rígidos) vinculados rígidamente al motor.
Se subsanó (en apariencia) el problema de las pérdidas de combustible (no el de las vibraciones) reemplazando parte del sistema de alimentación de combustible por ductos flexibles.
Uno de estos ductos flexibles se rompió en 1998 ocasionando un 1er. incendio de sala de máquinas, que destruyó buena parte de la instalación eléctrica y de control.
Durante las reparaciones de los daños algo pasó con una brida de la tubería de combustible. En navegación durante 1999 la brida rompió dos tornillos (creo que fue falla por fatiga) y otros dos se aflojaron y soltaron, se formó a continuación un spray fino de combustible sobre los turbocompresores y se originó el segundo incendio. La instalación eléctrica y de control nuevamente fue destruida (lo que ocasionó que el buque quedara durante unas cuantas horas en alta mar sin ningún tipo de potencia, salvo las baterías). El motor sobre el que sucedió el incendio sufrió daños en partes plásticas, cableado y sellos de goma, pero en principio salió bastante indemne. Creo que el buque volvió a Australia bajo potencia propia a baja velocidad, estimo que el otro motor no sufrió daños.
Las reparaciones subsecuentes mejoraron la resistencia de la instalación eléctrica y de control ante el fuego, se perfeccionó el sistema de lucha contra el fuego, y se mejoraron los sistemas de vigilancia de la sala de máquinas. Se estudió la respuesta a la vibración del sistema de combustible y se descubrió que la excitación principal no venía de los motores (como se suponía) sino esencialmente de las bombas de combustible. Se renovó todo el sistema de combustible y se instalaron amortiguadores para aliviar la vibración. El buque navegó diez años sin otros inconvenientes de este tipo a partir de entonces y hasta marzo de este año.
En 2016 el buque rompió amarras en la Antártida durante una tormenta y se fue contra un bajofondo de rocas donde encalló. La vía de agua no fue grande y los tanques de doble fondo contuvieron la inundación, aunque el buque quedó escorado-apopado. Se corrigió la actitud del buque inundando tanques simétricos y finalmente se lo puso a flote. Volvió a Australia por sus propios medios con tripulación mínima. Se lo reparó y volvió al servicio. Consideremos en este punto que al año siguiente se puso la quilla del nuevo rompehielos australiano, un auténtico monstruo de más de 20000 toneladas de desplazamiento, que va a reemplazar al Aurora Australis.
Puede que se me haya filtrado algún error, si es así pido disculpas.