Noticias de la Armada Argentina (ARA)

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No tiene un botón o un mecanismo que la convierta en ofensiva o defensiva . Hago referencia al sistema , acción o iniciativa del tipo o modo de combate.

Otras de las características que se pretendió es que fuese de doble propósito, es decir, ofensiva para un avance al descubierto y lanzar la granada sin riesgos propios de ser alcanzado por la metralla un onda expansiva y defensiva sin tener que agregar ningún accesorio adicional para que se fragmente cuando el soldado esta a cubierto y pretende incrementar su poder letal, aunque pensada con un poder que permite llamarla también defensiva se aleja de aquellos pesados cuerpos de hierro fundido inestables en su troceado y fragmentación siendo a veces peligrosos para el mismo lanzador en espacios reducidos o incluso a campo abierto y logísticamente evita la disposición de los vasos de fragmentación o arrollamiento de alambre acerado.
 

Merchant Marine one

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Moderador

Egresaron Marineros Tropa Voluntaria en el Arsenal Naval Azopardo​

Durante la segunda incorporación de este año, jóvenes azuleños recibieron instrucción básica militar y egresaron como Marineros Tropa Voluntaria. Prestarán servicio en dicho destino.

MARTES 8, JUNIO 2021

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Azul – En el Arsenal Naval Azopardo (ARAZ), presidida por el Jefe del ARAZ, Capitán de Navío Víctor Ramón Ibáñez el viernes se llevó a cabo la ceremonia de finalización del Período Selectivo Preliminar (PSP) de la que egresaron 26 Marineros Tropa Voluntaria, integrantes de la segunda promoción de incorporación de este año.
Luego de entonarse las estrofas del Himno Nacional Argentino, el Teniente de Corbeta Ariel Alderete Guevara incentivó a los nuevos marinos “a continuar por esta senda de sacrificio que les permitió superar esta etapa”, dándoles la bienvenida a “la gran familia naval” e instándolos a ser constantes en el esfuerzo para cumplir con el Servicio Naval. Asimismo, agradeció a las distintas áreas del Arsenal que, directa o indirectamente, apoyaron el desarrollo del reclutamiento.
Posteriormente, se leyeron las órdenes de finalización del PSP y de entrega de premios. Finalmente, luego de entonar la Marcha de la Armada, desfilaron los flamantes Marineros Segundos.
De acuerdo a las restricciones por el COVID-19, la ceremonia se llevó a cabo con asistencia reducida, sin la tradicional presencia de familiares.
Las 16 mujeres y los 10 hombres, todos oriundos de la ciudad de Azul, prestarán servicio en el ARAZ e iniciarán su proceso de formación específico como Marineros Tropa Voluntaria, tras haber cumplimentado la instrucción básica y adiestramiento militar durante cuatro semanas en el marco del Período Selectivo Preliminar.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Merchant Marine one

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Moderador

La Armada Argentina certificó su proceso de titulación del Personal de la Marina Mercante​

El Bureau Veritas lo evaluó bajo la Norma ISO 9001: 2015, norma sobre gestión de calidad con mayor reconocimiento en todo el mundo. Le otorga una relevancia internacional a la certificación y titulación de los marinos mercantes.

MARTES 8, JUNIO 2021


Buenos Aires – Bajo la Norma ISO 9001: 2015, Bureau Veritas (BV) llevó a cabo el proceso de auditoría de certificación del sistema de gestión de calidad de la Subsecretaría de Formación, Capacitación y Titulación del Personal Embarcado de la Marina Mercante (SFCT), dependiente de la Dirección General de Educación de la Armada.
El proceso certificado fue: “Gestión de la habilitación, seguimiento y control de los centros de formación y de capacitación, y la emisión de la titulación y certificación del personal embarcado de la Marina Mercante nacional”.
La certificación, obtenida por primera vez, cuenta con el aval del organismo de acreditación tanto a nivel nacional como internacional, como lo son el Organismo Argentino de Acreditación (OAA) y el National Accreditation Body for the United Kingdom (UKAS).

Formación y titulación del personal de la Marina Mercante​

La Armada Argentina, por Ley, es la Autoridad de Administración y Ejecución del Sistema de Formación y Titulación del Personal de la Marina Mercante y por ello es la responsable de dar cumplimiento a lo establecido en un Sistema de Gestión de Calidad Nacional de la Marina Mercante (SGCMM), aprobado por la Autoridad de Aplicación que es la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación.
En dicho sistema se ven reflejadas las exigencias establecidas por la Organización Marítima Internacional (OMI) dentro del Convenio Internacional sobre Normas de Formación, Titulación y Guardia para la Gente de Mar (STCW 78) enmendado, que permite que los marinos mercantes argentinos con titulación internacional puedan ser reconocidos a nivel internacional. Además, establece una auditoría independiente cada 5 años cuyo resultado debe ser elevado a la OMI.
El Sistema de Gestión de Calidad busca dar trazabilidad y transparencia a la emisión de Títulos de Competencia y Certificados de Suficiencia; para ello, anualmente se auditan a las Escuelas Nacionales y los Institutos de Capacitación Privados dependientes de la Armada Argentina.
Actualmente, la Norma aplicada es la ISO 9001:2008 y “con este importante y reconocido trabajo se logrará poner a todos los Institutos dentro de una Norma vigente a nivel Internacional, que dará reconocimiento y orgullo”, destacó el Capitán de Navío Daniel Alberto Petersen, Subsecretario de Formación, Capacitación y Titulación del Personal Embarcado de la Marina Mercante.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Merchant Marine one

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Moderador
Como cada 10 de junio, hoy recordamos un nuevo aniversario de la creación, en 1829, de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico. Su instauración fue la afirmación de nuestra soberanía sobre las islas desde nuestra emancipación y en condición de legítima heredera de España de estos territorios.
Durante aquellos años, desde Buenos Aires se dictaron normas y se establecieron estructuras jurídicas y administrativas que consolidaron el ejercicio pleno de nuestra soberanía, fomentando el desarrollo de actividades comerciales, el asentamiento de población y el establecimiento de una sede de Gobierno, hace ya 192 años, a cuyo frente quedó el entonces gobernador Luis Vernet.
Este ejercicio efectivo de soberanía se interrumpió el 3 de enero de 1833, cuando el Reino Unido expulsó, mediante un acto de fuerza, a las legítimas autoridades argentinas y a la población que allí vivía, quebrantando la integridad territorial de nuestro país. Este acto de fuerza no fue consentido por ningún Gobierno argentino.
A partir de esa fecha, y, desde entonces, las islas son objeto de una disputa de soberanía con el Reino Unido, la que es reconocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mediante la Resolución 2065 de la Asamblea General, aprobada el 16 de diciembre de 1965.
En cumplimiento de ésta, desde 1966, ambos países llevaron a cabo negociaciones para alcanzar una solución pacífica a la disputa.
Pese a las innumerables invitaciones de la Argentina y a la exhortación de las Naciones Unidas, el Reino Unido se negó de manera sistemática a retomar las negociaciones de soberanía e inició en 1976 su intento de reemplazar la fórmula de negociación, por la de contemplar “los deseos de los isleños” como única solución.
Desde 1833, durante casi 150 años la Argentina produjo constantes reclamos diplomáticos, sin resultados concretos. El conflicto tuvo avances y retrocesos, pero nunca se llegó al reconocimiento esperado por nuestro país.
Hacia fines de 1981, las autoridades argentinas percibieron por parte de Gran Bretaña indicios contradictorios en el manejo del tema, que tendían a congelar las negociaciones. Fue así como dispusieron la previsión de planes militares, y devino luego la Guerra de Malvinas
La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, respetando el modo de vida de sus habitantes y de conformidad con el Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable de todos los argentinos, tal como lo establece la Disposición Transitoria Primera –de 1994- de nuestra Constitución Nacional.
39 años después del Conflicto del Atlántico Sur
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, se ha expresado la necesidad de reanudar las negociaciones bilaterales a la brevedad posible, que han sido reiteradas por 10 resoluciones de la Asamblea General, y 37 resoluciones del Comité Especial de Descolonización de la ONU y por la comunidad internacional en numerosas declaraciones de foros multilaterales tales como la OEA, el G77 más China, la Cumbre Iberoamericana, la CELAC, el MERCOSUR, el PARLASUR, el Foro de Cooperación América del Sur-África (ASA) y la Cumbre Países Árabes – Sudamérica (ASPA).
En su discurso de asunción frente a la Asamblea Legislativa, el Presidente Alberto Fernández afirmó que «no hay más lugar para colonialismos en el Siglo XXI» y planteó que para la democracia argentina no existe otro camino que el de la diplomacia y la paz para hacer valer su demanda.
El Gobierno de la República Argentina está abocado al diseño y la implementación de políticas de Estado para la consecución de ese objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino. Dichas acciones deben estar orientadas al mediano y largo plazo para que puedan perdurar más allá de los cambios de gobierno y sirvan mejor a los intereses permanentes de la Patria, en el marco de la pluralidad y la riqueza que caracterizan a nuestra democracia.
A tal efecto, el Gobierno argentino continúa trabajando para consolidar el apoyo de la comunidad internacional en la Cuestión de las Islas Malvinas y defender de manera inclaudicable sus derechos soberanos en el Atlántico Sur. Las ilegítimas actividades de exploración y explotación de los recursos naturales y la desproporcionada e injustificada presencia militar británica en el Atlántico Sur son acciones contrarias a la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas, que insta a las partes a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales en la situación mientras se encuentre pendiente la disputa de soberanía.
Las acciones tendientes a afirmar los derechos argentinos sobre los archipiélagos del Atlántico Sur y los espacios marítimos circundantes parten de la sincera y profunda convicción de que éstas deben ser llevadas a cabo de manera pacífica, evitando la militarización del Atlántico Sur, y guiadas por valores humanitarios universales.
La República Argentina reitera una vez más su derecho inalienable sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como su firme disposición a reanudar a la brevedad las negociaciones de soberanía con el Reino Unido para dar una solución definitiva a esta situación colonial.
¿Por qué las Malvinas son y serán argentinas?
Por razones históricas: Fueron de España hasta 1811 y, en consecuencia, de Argentina –por herencia- hasta 1833 cuando fueron usurpadas por Gran Bretaña (en plena paz y amistad con nuestro país). El pabellón celeste y blanco fue izado en suelo malvinense el 6 de noviembre de 1820, por el Coronel de Marina David Jewett, comandante de la Fragata “Heroína”.
Por razones geográficas: Se hallan dentro de la plataforma submarina argentina, a una distancia de 346 kilómetros de la costa continental (y a 12.000 kilómetros de Inglaterra).
Por razones de derecho internacional: Desde el Tratado de Tordesillas y por tratados sucesivos, siempre fueron españolas. Argentina las heredó, ocupó y ejerció su soberanía.
Porque desde 1833 en que fueron usurpadas por Inglaterra, nunca se ha renunciado a ellas.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Daishi

Colaborador

Pocos barcos contra la poderosa flota brasileña, pero mucho coraje: la victoria del Almirante Brown con 12 mil porteños como espectadores​


El Combate de los Pozos tuvo lugar el domingo 11 de junio de 1826 a escasa distancia de la ciudad de Buenos Aires, con los vecinos trepados a los techos. Los brasileños tenían el triple de barcos y hombres, pero la arenga de Brown fue poderosa: “Fuego rasante, que el pueblo nos contempla”



 

Merchant Marine one

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Moderador

Perros de Guerra en Malvinas​

De principio a fin de la Guerra de Malvinas, la Agrupación Perros de Guerra participó de forma activa enviando dos grupos de perros a la zona de conflicto. Hubo 18 canes en Puerto Argentino que, junto a sus guías, tuvieron una destacada labor.
Acercándose el final de la Guerra, alrededor del 12 de junio, ordenaron al Jefe de la Sección Perros de Guerra enviar a cinco guías con perros a una posición a retaguardia del Batallón de Infantería de Marina Nº 5 (BIM5), a efectos de detectar posibles infiltraciones en una determinada zona. Se situaron a retaguardia de la altura Sapper Hill donde estaba una fracción de la Compañía Mar de esa Unidad y efectivos del Grupo de Artillería Aerotransportado 4 (GA Aerot 4) del Ejército Argentino.
Los conscriptos y perros destacados fueron: Carlos Del Greco con Ñaró, Raúl Andicochea con Negro, Luis Giuliani con Warner, Carlos Silvas con Xuavia y José Cruz con Vogel. Cuando se impartió la orden de destacarse al frente, ningún conscripto puso objeción o tuvo algún gesto contradictorio. Sólo tomaron su mochila, su fusil, su perro y avanzaron. Ese era el valor, el coraje y la decisión con que estaban imbuidos todos los integrantes de la Sección.
Una vez pasada la noche de la máxima resistencia (13 al 14 de junio), cuando las circunstancias ameritaron, en la madrugada del 14 los guías y perros debieron replegarse a Puerto Argentino bajo el fuego de la artillería inglesa. Durante el mismo, los perros Negro y Ñaró se distanciaron de sus guías. Nunca más supieron de ellos.
Vogel y Warner se replegaron con sus guías y Xuavia se alejó del suyo. Efectivos del Ejército relataron posteriormente al Médico Veterinario de la Sección que, durante el repliegue, Xuavia encontró un soldado herido en el campo de combate y se quedó junto a él, brindando su calor y protección; se replegó a la ciudad, una vez que ese soldado fue socorrido por los camilleros.
A partir del 15 de junio, los integrantes de la Sección permanecieron como prisioneros en el aeropuerto, rodeados de barro y con frío, pero con el suficiente espíritu se organizaron junto al resto de los integrantes de la Armada, ubicándose en carpas individuales o para más personas. Las actividades solo se limitaron al cuidado de los perros y a hacerlos caminar por la zona en la que estaba permitida la circulación.
La mañana del 15, Servicios para Apoyo de Combate (SPAC) de la Armada pudo cargar dos camiones con alimentos que fueron llevados al aeropuerto. En esa circunstancia, fue requerida la presencia de los perros para custodiar la mercadería, tarea que cumplieron en forma sobresaliente.
Finalmente, el 20 de junio por la tarde, la Sección en su totalidad salió del aeropuerto hacia Puerto Argentino. Todos sus integrantes fueron embarcados en el remolcador ARA “Yehuin” – que ya estaba tripulado por ingleses – y trasladados al rompehielos ARA “Almirante Irizar”, designado como buque-hospital durante el conflicto.
Subir al buque no fue fácil, los guías debieron sobrellevar su propio cansancio y subir a cada perro de un buque a otro, entre los cuales había una importante diferencia en altura. Para ello se empleó la escala real de una banda. Meritoria tarea de los conscriptos en asegurar no perder a ningún perro, los cuales tenían el temor habitual de estar en un medio anormal para ellos. Sólo la confianza mutua de guías y perros permitió realizar esta esforzada tarea.
El “Irizar” puso proa a Ushuaia y la Sección desembarcó allí el 22 de junio, permaneciendo a bordo la totalidad de los perros y dos conscriptos designados para su cuidado, Carlos Del Greco y Ceferino Cáceres. Los que desembarcaron fueron en avión a Río Grande primero y a la Base Aeronaval Comandante Espora después, para arribar finalmente al Batallón Seguridad de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB).
La llegada a la Unidad fue muy emocionante y aún está grabada en los recuerdos de sus Veteranos; todos los integrantes estaban formados en la Plaza de Armas.
La Sección Perros de Guerra, con la misma ropa embarrada que traían desde hacía varios días, cansados, desanimados, después de soportar varios días como prisioneros de guerra, formaron fuera de la Plaza de Armas, irguieron sus cuerpos y entraron desfilando. El silencio era absoluto y solo se oía el taco al unísono que clavaban los integrantes de la Sección, quienes además realizaron el mejor desfile que se hubieron imaginado. Bastó que el Comandante ordenara “Rompan filas”, para que todo el Batallón los recibiera con aplausos y abrazos.
Finalmente, el 27 de junio arribó a la Base Naval Puerto Belgrano el rompehielos con los 16 perros y los dos conscriptos restantes.
Condecoración
Por la actuación de la Sección Perros de Guerra en Malvinas, la bandera del Batallón Seguridad de la Base Naval Puerto Belgrano, recibió en 2009 la condecoración “Operaciones de Combate”.
La Sección Perros de Guerra cumplió un papel importante dentro de la Gesta de Malvinas, junto a otras unidades, secciones y grupos de los diferentes componentes. Conformada por santafesinos, tucumanos, bonaerenses y porteños, cumplieron con la misión asignada y supieron mantener la unión entre ellos para salir adelante en cada situación que se fue suscitando durante el conflicto. Los cuadros volvieron con todos sus soldados, hecho no menor para cualquier Jefe, con la tristeza propia de haber perdido dos perros en acción.
Actualmente todos los que participaron de la gesta patria están en contacto y se mantienen atentos a cualquier evento que le pueda ocurrir a su “hermano”; crearon su escudo de Sección, su heráldica y trabajan por la Causa Malvinas. Se mantiene siempre presente el recuerdo para los que ya no están: VGM Raúl Altamirano, VGM Carlos Silvas, VGM Ernesto Franco y VGM Luis Giuliani.
Sección Perros de Guerra en Malvinas
1. Teniente de Fragata de Infantería de Marina PAZ Miguel Alberto – Jefe de Sección.
2. Guardiamarina Médico Veterinario ROBLES Jorge Víctor – Jefe Sección Cría y Veterinaria.
3. Suboficial Segundo de Infantería de Marina FRANCO Ernesto – Encargado de Sección.
4. Conscripto Clase 62 ALTAMIRANO Raúl Alberto – Ayudante Veterinaria.
5. Conscripto Clase 62 BARRANOU Héctor – Ayudante Veterinaria.
6. Conscripto Clase 62 (Dragoneante) HERRERA Julio César – Ayudante Veterinaria.
Guía y Perro
7. Conscripto Clase 62 ALARCON José Ramón, NANDO
8. Conscripto Clase 62 ALBARRACIN Ángel Rolando, RANQUEL
9. Conscripto Clase 62 ANDICOECHEA Raúl, NEGRO (Desaparecido en acción)
10. Conscripto Clase 62 CACERES Ceferino, DUQUE
11. Conscripto Clase 60 CRUZ José Rubén, VOGEL
12. Conscripto Clase 62 DECIMA Silvano Pastor, ÑANCUL
13. Conscripto Clase 62 DEL GRECO Carlos Alberto, ÑARO (Desaparecido en acción)
14. Conscripto Clase 62 GIULIANI Luis Alberto, WARNER
15. Conscripto Clase 62 HERRERA Humberto, YOU
16. Conscripto Clase 62 (Dragoneante) IRIGOYEN Raúl Francisco, VOLF
17. Conscripto Clase 62 LOPEZ Ubaldo Darío, FRANKY
18. Conscripto Clase 62 MEDINA Jorge Alberto, FALU
19. Conscripto Clase 62 PEREZ Néstor Raúl, LONDON
20. Conscripto Clase 62 PEREZ Oscar Rolando, KENI
21. Conscripto Clase 62 PICON Martín Donato, ONIX
22. Conscripto Clase 62 RINALDI Jorge, NICK
23. Conscripto Clase 62 RIVADANEIRA Rubén Orlando, OLAF
24 Conscripto Clase 62 SILVAS Carlos Dante, XUAVIA



Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Merchant Marine one

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Moderador

Se realizó la primera Reunión ANAU – TERZONA​

El objetivo de esta reunión, que se llevó a cabo por videoconferencia, fue analizar y evaluar las actividades desarrolladas entre ambos comandos australes de las Armadas de Argentina y Chile.

VIERNES 11, JUNIO 2021

Ushuaia – El miércoles por la mañana se llevó a cabo la primera Reunión ANAU-TERZONA, como se denomina a la tradicional reunión de los comandos del Área Naval Austral (ANAU), de la Armada Argentina, y la Tercera Zona Naval (TERZONA), de la Armada de Chile. La modalidad de la edición XXXIV se efectivizó por vía videoconferencia debido a la imposibilidad de traslado por el COVID-19.
El objetivo de esta reunión, la primera de este año, fue analizar y evaluar las actividades desarrolladas y a ejecutar entre el Área Naval Austral y la Tercera Zona Naval de la Armada chilena; actualizar procedimientos permanentes que faciliten las actividades combinadas; y continuar incrementando y estimulando la comunicación directa entre los distintos niveles de ambos comandos, a fin de intensificar el conocimiento mutuo y la cooperación.


Por parte de la Armada Argentina estuvieron presentes el Comandante del Área Naval Austral, Contraalmirante Marcelo Alejandro Dalle Nogare, acompañado por su Jefe de Estado Mayor, Capitán de Navío Néstor Darío Cersofios; y el Jefe de Operaciones, Capitán de Corbeta Fernando Gabriel Simón.
En tanto que la Comitiva de la Armada de Chile estuvo encabezada por el Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval de Chile, Contraalmirante Leonardo Chávez Alvear, el Comandante del Distrito Naval Beagle de la Armada de Chile y Gobernador Marítimo de Puerto Williams Capitán de Navío Cristián Yáñez Duran y el Jefe de Operaciones, Capitán de Fragata Jorge Minoletti León.


Dentro de los temas abordados en la reunión se realizó la planificación de la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC) 2021/2022 en la que quedaron determinados los periodos que realizará cada una de las Armadas.
Asimismo, las máximas autoridades militares de la zona austral rubricaron el acta en la que se establecieron, entre otras cosas, el cronograma de realización de la XXIV Patrulla Antártica Naval Combinada 2021-22, desde el 15 de noviembre hasta el 31 de marzo, que será encabezada por la Armada de Chile en su primera etapa. Se trataron, además, temas relacionados a intercambios operativos y protocolares.


Compromiso ininterrumpido
Las reuniones entre las autoridades del Área Naval Austral de Argentina y de la Tercera Zona Naval de Chile se realizan desde 1988 de manera ininterrumpida. Su realización está fijada en concordancia con el aniversario de la Revolución de Mayo, en Ushuaia, y en el mes de septiembre, con los festejos por la Independencia en la República de Chile.


Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Merchant Marine one

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Moderador

El ataque al “Glamorgan”​

Una instalación de tiro ideada y fabricada en Puerto Belgrano, y que fue transportada a Malvinas, disparó por primera vez en el mundo un misil Exocet desde tierra contra un buque. Este invento argentino dejó fuera de combate al “Glamorgan”, en los últimos días de la Guerra de Malvinas.

SÁBADO 12, JUNIO 2021


Bautizada ITB (Instalación de Tiro Berreta) no existían antecedentes de algo similar y fue producto del ingenio de civiles y militares puesto a prueba en horas cruciales.
A principios de mayo, al Capitán de Navío ingeniero Julio Pérez, Jefe en la División Misiles del Arsenal Naval Puerto Belgrano, se le encomendó una misión que consistía en lograr disparar un misil Exocet Mar-Mar 38 desde la costa para contrarrestar el bombardeo británico sobre las defensas de Puerto Argentino.
En un tiempo récord de sólo tres días, el Capitán Pérez junto con dos civiles de la Armada, Antonio Shugt y Luis Torelli, tuvieron que desarrollar una instalación de tiro portátil, móvil y transportable.
En el más absoluto de los secretos trabajaron aislados para concretar esta idea, teniendo un conocimiento previo del arma por haber estado en Francia durante la fabricación de los Exocet cuando la Argentina los adquirió.

Al tercer día salieron del taller con la idea de hacer algo con los equipos más vitales, y el resto fabricarlos de manera más sencilla.
Finalmente consiguieron desarrollar un lanzador de misiles Exocet nunca antes imaginado y su instalación de tiro que denominaron ITB (Instalación de Tiro Berreta).
Dos horas después de probarlo, ya estaban en la Base Espora subiéndolo a un avión Hércules de la Fuerza Aérea para llevarlo a las islas y usarlo en batalla.
El ITB llegó a las Malvinas el 31 de mayo, después de varios vuelos evitando los radares británicos. Desplazarlo allí era muy difícil, cada uno de los dos carromatos pesaba 5.000 kilos. Como se hundía en la tundra, solo podían trasladarlos por la ruta que iba al aeropuerto de Puerto Argentino -al sur del archipiélago- hasta un sitio designado, a 300 metros del mar frente al aeropuerto.


Los componentes estaban dispersos, lejos del lanzador, para evitar ser detectados. Se apostaban alrededor de las 18 cuando oscurecía; tardaban dos horas en instalar la ITB y permanecían en posición hasta las 3 o 4 de la mañana. De día la desmontaban para evitar que los vieran los satélites. Durante doce días montaron y desmontaron todo el equipo, esperando el momento ideal.
La primera madrugada falló el lanzamiento, la segunda vez se erró el tiro.
El 12 de junio de 1982 la artillería británica abría fuego sobre las posiciones de la defensa en Puerto Argentino y esa misma madrugada, la Argentina disparaba por primera vez en el mundo un misil Exocet desde tierra contra un buque. Era el tercer intento y dieron en el blanco, provocando bajas e importantes averías en el destructor inglés HMS “Glamorgan”.
Antes del ataque, el HMS “Glamorgan” se encontraba apoyando desde el mar la avanzada británica sobre el Monte Dos Hermanas, ya había descargado casi 4 toneladas de explosivos. Pero cuando el destructor iba a tomar otra posición entró en el alcance del radar de la ITB.
Eran las 3.36 y en los radares del “Glamorgan” no tardaron en darse cuenta de que estaban siendo atacados por un misil, pero no alcanzaron las maniobras para evadirlo. A las 3.37, el Exocet MM-38 lanzado con la ITB había hecho blanco; el misil entró por la popa.
La explosión se vio desde Darwin y Pradera del Ganso y tardaron 4 horas en apagar los incendios. El “Glamorgan” tuvo 14 víctimas y una veintena de heridos; los daños provocados lo dejaron fuera de combate. Tras el ataque, ningún otro buque inglés se acercó de noche a las costas.
La guerra de Malvinas terminó dos días después con la rendición argentina. Tardaron un mes en reparar al HMS “Glamorgan”, severamente averiado, para poder volver a su país; cuatro años después fue desafectado del servicio y vendido a la Armada de Chile que lo desafectó en 1998. Se hundió en 2005 en el Pacífico cuando lo remolcaban para desguace.
Finalizada la guerra, el Capitán Pérez y los otros oficiales se alistaron para hacer volar la ITB con granadas de mano, pero la orden fue que quedara tal cual estaba, para que los ingleses se sorprendieran cuando descubrieran el tipo de arma que se había empleado para atacarlos.
De hecho, basándose en el diseño de la ITB, los ingleses desarrollaron una versión mejorada a la que llamaron “Excalibur”, instalada como defensa de costa en el Estrecho de Gibraltar.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Moderador

Últimos combates: El Batallón de Infantería de Marina Nº 5 en Malvinas​

Esta Unidad, elogiada por los británicos, se destacó debido al heroico y aguerrido comportamiento en la batalla por el Monte Tumbledown, provocando numerosas bajas al Batallón de Guardias Escoceses, Galeses y Gurkas que atacaron esa posición. También apoyó a comandos argentinos y a camaradas del Regimiento 7 en la Batalla del Monte Longdon, combatiendo aún después de la rendición formal, hasta agotar la munición.
Sobre fines de mayo y los primeros días de junio, la Fuerza de Desembarco británica arribó a la zona del Puerto San Carlos, distante a 180 km de Puerto Argentino, e inició su campaña terrestre en aproximación hacia Puerto Argentino, la cual se concretó el 14 de junio con la caída de la capital.
Las primeras alturas que cayeron fueron Pradera del Ganso –distante del objetivo británico–, Monte Harriet y Monte Dos Hermanas, defendidos por el Ejército Argentino, y posteriormente entraron en el dispositivo de la Infantería de Marina que tenía como núcleo al Batallón de Infantería de Marina Nº 5 (BIM5), apoyado por la Batería “Bravo” del Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 Ec.
Los combates principales en los que intervino la Infantería de Marina fueron Monte Longdon, Monte Tumbledown, Sapper Hill y Pony´s Pass; y en los días intermedios, se produjeron los combates de artillería y los ataques aéreos.
En la noche del 11 al 12 de junio, en el Monte Longdon, bajo responsabilidad del Regimiento de Infantería Nº 7 (RI7) del Ejército Argentino, con una Sección de Ametralladoras 12,7 de la Infantería de Marina se produjo un cruento combate. Tal fue la magnitud y la violencia del ataque que obligó a las tropas del RI7 a replegarse por esa fuerte presión.
Debido al tipo de armamento que tenían, las tropas de la Infantería de Marina no pudieron replegarse. El Cabo Segundo Carlos Colemil, que tenía que llevar el mensaje del Jefe de Sección de replegarse, fue herido y no pudo llegar a informar a las tropas el repliegue.
Heroicamente, la ametralladora Nº 4 del Batallón de Apoyo Logístico (BICO) –a cargo de los conscriptos de Infantería de Marina Jorge Inchauspe, Sergio Giuseppetti, Jorge Maciel y Luis Fernández– mantuvo su posición. Ellos cuatro detuvieron a toda una compañía británica de casi 120 hombres, lo que les costó la vida. Por su épico accionar el resto de la tropa pudo salvarse, teniendo seis bajas, pudiendo haber sido muchas más.
Durante la noche del 12 de junio la presión británica fue en aumento y se produjo un duelo de artillería cuyos fuegos se fueron incrementando, batiéndose con las consiguientes bajas y destrucción de posiciones. Esto anticipaba con mayor firmeza que se avecinaban los momentos más críticos.
El ataque principal lo sufrió la Compañía “Nácar” del BIM5, particularmente la Cuarta Sección a cargo del Teniente de Corbeta Carlos Daniel Vázquez, la noche del 13 de junio, por parte de la Guardia Escocesa, la Guardia Galesa y Gurkas.
Esta sección soportó tres intentos de avance enemigo en los cuales los ingleses no pudieron derribarlos ni sobrepasarlos. Pero en la mañana del 14 de junio, el Jefe de Sección visualizó la falta de reserva de munición y, como no llegaban los apoyos, no tenían capacidad de combate para responder otro asalto y había tropas heridas, por lo que decidieron rendir su posición. En este combate murió honorablemente el Suboficial Primero Julio Saturnino Castillo.
Paralelamente, la Compañía “Obra” del BIM5 sufrió ataques sobre Pony´s Pass donde se ofreció combate, pero la superioridad enemiga obligó a replegarse al Jefe de Compañía. Para el 14 de junio, el BIM5 concentraba prácticamente toda su unidad en inmediaciones de Sapper Hill, bajo una fuerte presión de ataque de artillería y ataques aéreos.
El Monte Tumbledown fue el último punto estratégico defendido por los argentinos antes de la derrota en la Guerra de Malvinas.
En la mañana del 14 de junio, con Puerto Argentino prácticamente rodeado, el Gobernador, General Mario Benjamín Menéndez, decidió la rendición de la Plaza. El BIM5 inició su repliegue, según las órdenes que había recibido, pero dejó una fracción en la retaguardia de combate en Sapper Hill, que era la última altura. Esta fracción, cubriendo la retaguardia del batallón que se replegaba, se enfrentó a una sección de Infantería Británica que desembarcó en helicópteros, desarrollándose el combate de Sapper Hill, donde se produjeron las últimas bajas.
A partir de ese mediodía del 14 de junio, dada la orden de deponer las armas, los infantes de Marina pasaron a condición de prisioneros de guerra de las tropas británicas que iban tomando las distintas posiciones. Inicialmente estuvieron bajo control de los paracaidistas británicos que fueron luego reemplazados por royal marines británicos, que no habían estado empeñados en combate.
La Infantería de Marina fue concentrada en el aeropuerto durante cuatro días, hasta que fueron transportados al transporte polar ARA “Bahía Paraíso” y al rompehielos ARA “Almirante Irízar”, buques hospital reconocidos por la Cruz Roja Internacional, para ser trasladados al continente. “Bienvenidos Infantes de Marina” rezaba un cartel en la cubierta del buque esperándolos.
Desde el 2 de abril hasta el 14 de junio de 1982, murieron 35 infantes de Marina en combate, sin considerar a los heridos. El primero en caer en la guerra y el último fueron infantes de Marina. Malvinas generó en cada integrante de ese componente de la Armada Argentina un sentimiento particular e íntimo.
Hoy, 39 años después, la misión sigue inscripta en sus corazones, que se convirtió en el campo de batalla más real y humano que todo hombre puede tener.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Merchant Marine one

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Moderador

Fin de la guerra, continuidad de la disputa diplomática​

Entre los generales Jeremy Moore, Comandante de las Fuerzas Británicas, y Mario Benjamín Menéndez, Gobernador militar de las Islas Malvinas, a las 23:59 horas del 14 de junio queda terminada la guerra. En ese mismo minuto se da continuidad, hasta hoy, a la disputa diplomática para la descolonización de las islas.
El 14 de junio, luego de 74 días de haber combatido con coraje y honor por mar, tierra y aire, se produjo la capitulación argentina. La derrota en las armas era inminente pero en los corazones de nuestros héroes seguía ondeando la bandera argentina, como todavía lo hacía en Malvinas.
La Infantería de Marina peleó hasta el final, en aquellos combates con nombres inolvidables: Monte Longdon, Monte Tumbledown, Sapper Hill y Pony’s Pass. En esa mañana de junio se produjeron las últimas bajas.
A partir del mediodía, dada la orden de deponer las armas, los infantes de Marina pasaron a condición de prisioneros de guerra de las tropas británicas, siendo concentrados en el aeropuerto durante cuatro días, hasta que fueron embarcados en el transporte polar ARA «Bahía Paraíso» y el rompehielos ARA “Almirante Irízar”, buques configurados como hospital reconocidos por la Cruz Roja Internacional, para ser trasladados al continente.

Recuperar las Islas Malvinas

La misión que recibieron los comandantes al partir hacia Malvinas fue breve y clara: “Recuperar las Islas Malvinas a fin de incorporarlas definitivamente a la Soberanía de la Nación”. Fue mediante una acción anfibia denominada Operación Rosario, cuyo núcleo de la Fuerza de Desembarco fueron el Batallón de Infantería de Marina Nº 2 (BIM2), la Agrupación Comandos Anfibios, parte de la Agrupación Buzos Tácticos, el Batallón de Vehículos Anfibios, una sección del Batallón de Comunicaciones y grupos de apoyo.
La operación fue ejecutada de manera excepcional y se cumplieron todos los aspectos doctrinarios. Los infantes de Marina tuvieron la difícil tarea de realizar la toma sin causar bajas, ya que estaba explícito en la orden de operaciones, lo que resulta complejo en cualquier operación militar en el marco de un conflicto armado con otra nación.
No se causó ninguna baja hacia el enemigo, por el contrario, las primeras bajas de la guerra fueron argentinas: el Capitán de Corbeta de Infantería de Marina Pedro Edgardo Giachino fue la única baja mortal de los enfrentamientos del 2 de abril; y los Conscriptos Mario Almonacid y Jorge Néstor Águila en la recuperación de las Islas Georgias, al día siguiente.
A partir de la Operación Rosario, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por medio de la Resolución Nº 502 (aprobada el 3 de abril de 1982), impuso a ambas partes sentarse a negociar y abandonar las islas, a lo cual Argentina se negó y Gran Bretaña destacó su Flota para la reocupación del territorio, produciéndose así la escalada en el conflicto.
En esta segunda etapa, la Infantería de Marina empeñó 1.357 efectivos, con un 70 por ciento de la fuerza efectiva compuesta por conscriptos. Su núcleo fue el Batallón de Infantería de Marina Nº 5 (BIM5). Participó también el Batallón Antiaéreo, el Batallón de Artillería de Campaña Nº 1, la Compañía de Ingenieros Anfibios, una Compañía del Batallón de Infantería de Marina N° 3 (BIM3), la Agrupación Comandos Anfibios, la Compañía de Ametralladoras 12,7mm. del Batallón Comando, una Sección de Perros de Guerra del Batallón de Seguridad de la Base Naval Puerto Belgrano y los respectivos apoyos.
El 5 de abril se ordenó a estas unidades destacarse a las islas y ocupar posiciones
defensivas. En las Islas Malvinas había casi 10.000 efectivos, considerando los infantes de Marina y 8.700 efectivos del Ejército Argentino.
La responsabilidad del dispositivo defensivo estuvo a cargo del Ejército Argentino, cuyo objetivo estratégico operacional era la capital –Puerto Argentino– y este dispositivo ocupó las alturas circundantes: los montes Tumbledown, Longdon y Harriet. El BIM5 ocupó Tumbledown, Sapper Hill y el Valle de Moody Brook con sus tres Compañías. Una Sección de Ametralladoras 12,7 mm. del Batallón Comando ocupó la altura del Monte Longdon junto al Regimiento Nº 7 del Ejército Argentino.
Durante abril, las unidades se dedicaron a la preparación de las posiciones; por ser el terreno de las Islas Malvinas rocoso, húmedo y de bajas alturas, el establecimiento de las posiciones fue un trabajo muy arduo y sacrificado.
El 1º de mayo la Fuerza de Tareas Británica inició su accionar para la reocupación de las islas lanzando ataques aéreos que intentaron neutralizar la pista de aterrizaje a fin de cortar los suministros logísticos propios que se recibían mediante envíos aéreos.
Paralelamente, los otros abastecimientos que se recibían eran mediante unidades de superficie, pero debido a la amenaza latente de los submarinos, no podían ser enviados sin correr grandes riesgos.
En esta nueva etapa de la defensa, durante los primeros ataques aéreos se producen las primeras bajas y el Batallón Antiaéreo, la Compañía de Ingenieros Anfibios y el BIM5 pierden a varios efectivos.
Las tropas empeñadas estuvieron sometidas a ataques aéreos durante el día y fuego naval nocturno; esto no permitía el descanso y socavaba la moral, siendo ésta la finalidad de los ataques previos a los combates en tierra. Todo mayo transcurrió con esta actividad de hostigamiento permanente y los Ingenieros Anfibios se dedicaron a la colocación de campos minados. En este período se produjeron diferentes bajas en acciones propias como preludio de los combates que se avecinaban.
Sobre fines de mayo la Fuerza de Desembarco Británica arribó a la zona del Puerto de San Carlos, distante a 180 km de Puerto Argentino, e inició su campaña terrestre en aproximación a la capital malvinense, la cual se concretó el 14 de junio con la caída de la plaza.
Desde entonces, la República Argentina sostiene el irrenunciable propósito de que, por la vía diplomática, el Reino Unido de la Gran Bretaña descolonice las Islas Malvinas y las devuelva a la soberanía nacional, cuyos argumentos históricos y geográficos mantienen una solidez irrefutable.
También la Nación, a 39 años de la guerra, agradece a todos sus Veteranos y familiares por mantener viva la llama de esta causa, que es de todos los argentinos.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Ceremonia central en reconocimiento a los veteranos de Guerra de Malvinas​

Presidido por el Ministro de Defensa se llevó a cabo un acto en el que se brindó un reconocimiento al valor y al coraje de nuestros ex combatientes.

LUNES 14, JUNIO 2021

Buenos Aires – Esta mañana, a 39 años de cumplirse el fin de la Guerra de Malvinas, se llevó a cabo la ceremonia en honor a ex combatientes de la Gesta del Atlántico Sur, en la Plaza de Armas del Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa.
Presidió la ceremonia el Ministro de Defensa, Agustín Rossi; acompañado por la Ministra de Seguridad, Sabina Frederic; el Ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; el Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus; el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de División Juan Martín Paleo; Jefes del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Julio Horacio Guardia, del Ejército, General de División Agustín Cejas, y de la Fuerza Aérea, Brigadier Mayor Xavier Julián Isaac.
La ceremonia dio inicio luego de que el Ministro de Defensa, junto a los Jefes de las tres Fuerzas Armadas, encendieron la “Llama de la Vigilia”, consecutivamente realizaron un minuto de silencio en honor a los ex combatientes caídos en Malvinas.
Luego en una calurosa bienvenida, ingresaron los ex combatientes de Malvinas y se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino interpretada por el Tenor Fabián Santana (veterano de Malvinas), junto a la Banda Militar Conjunta. A continuación, el Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera realizó una invocación religiosa.
Posteriormente tomaron la palabra quienes fueron los protagonistas de esta Gesta de Malvinas hace 39 años. En primer lugar, Adolfo Schweighofer VGM, Presidente del Centro de ex Combatientes de Santa Fe e integrante del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, rememoró a sus compañeros y resaltó la importancia de este día.
“Agradecemos el cobijo espontáneo y el reconocimiento que nos hacen a lo largo y ancho de la República Argentina todo el pueblo, todos los aplausos emocionan y compensan lo brindando”, expresó este veterano de la Guerra de Malvinas.
“Celebramos sinceramente este inicio de vigilia por los 40 años de la gesta. Deseamos fervorosamente el desfile patrio del próximo 2 de abril, para el abrazo fraternal que aguarda desde hace tanto tiempo”, dijo Schweighofer y concluyó con una frase sobre Malvinas: “Quien muere por la patria vive para siempre”.
Consecutivamente tomó la palabra por parte de la Fuerza Aérea Argentina el Brigadier VGM Sergio Gustavo Mayor, quien recordó en un emotivo discurso la gesta de Malvinas y destacó la labor de la Fuerza Área dentro del conflicto bélico.
“Si bien la diferencia tecnológica era abrumadora, en nuestro caso fue bastante sencillo de resolver. Fue necesario un poco de ingenio, arrojo y voluntad, además la diferencia jugó a nuestro favor, ya que no teníamos ningún equipo electrónico a bordo susceptible de ser interferido o engañado por más contramedidas que utilizara el enemigo”.
“El liderazgo fue ejercido en forma impecable. Nuestros jefes de escuadrón y escuadrilla dieron el ejemplo, conformando una unidad armónica en la batalla. Hubiéramos combatido hasta el último avión”, concluyó.
Por su parte, el Capitán de Fragata VGM Jorge Alberto Nicastro, perteneciente a la Armada Argentina, detalló emotivamente las vicisitudes del conflicto bélico.
Recordó el ataque al ARA “General Belgrano” que fue atacado por un submarino británico, causando su hundimiento y la muerte de 323 personas. “Aquella tarde fatídica del 2 de mayo, no hubo espacio para el temor o la duda. La incertidumbre de los primeros instantes posteriores al ataque, se transformó en acción, con el objeto principal de poner a salvo a nuestros camaradas. Nada nos paralizó, cada uno de nosotros cumplió de manera cabal con la tarea encomendada y con su deber; fiel a las enseñanzas del Almirante Guillermo Brown”.
“En lo que me toca como marino, lo vivido adquiere una dimensión muy particular, porque el mar es algo muy especial y la guerra en el mar aún lo es más. Para los marinos todo es diferente: la hostilidad del escenario, la soledad en la inmensidad y hasta la misma supervivencia. Es por ello que es un orgullo para mí pronunciar estas palabras en representación de las mujeres y hombres de mar que acudieron al llamado de la Patria, y combatieron con honor e hidalguía por nuestros derechos soberanos. Vaya mi homenaje para los que, como yo, regresaron, y el recuerdo perpetuo e inalterable de honra y gratitud para aquellos que descansan en las profundidades heladas de nuestro mar y en la turba malvinense”, concluyó el Capitán Nicastro.
El último de los combatientes en tomar la palabra fue el Soldado VGM Alejandro Gorzelany perteneciente al Ejército Argentino, quien realizó un sentido homenaje a los ex combatientes de Malvinas que yacen en nuestro territorio.
Gorzelany destacó el sentimiento de los combatientes cuando tomaron por primera vez las Islas Malvinas: “La recuperación de nuestro territorio hizo realidad un sueño compartido por todos los argentinos: ver flamear nuestra bandera en las islas. Ese día quedó grabado a fuego en nuestra memoria, porque Malvinas es un verdadero sentimiento nacional”.
“Quiero dejar un recuerdo especial para aquellos compañeros que no pudieron volver y que quedaron como testimonio de argentinidad en nuestro suelo patrio, ellos representan el compromiso permanente de nuestra Nación de recuperar el territorio, que por derecho nos pertenece. A las familias de estos héroes les quiero expresar mi más sincero agradecimiento. Cuesta imaginar lo difícil que debe ser soportar la pérdida de un ser querido. Ustedes son los principales testigos de la entrega de estos héroes al servicio de la Patria y ustedes también hoy son fundamentales para los veteranos de guerra. Gracias y, por favor, sigan junto a nosotros”.
Posteriormente el Ministerio de Defensa compartió “Llegará”, en el marco de la vigilia por los 40 años de la gesta de Malvinas, con el objetivo de compartir un mensaje de unidad y esperanza.
Para finalizar la ceremonia brindó unas palabras alusivas el Ministro de Defensa Agustín Rossi “En este 14 de junio, a 39 años de la finalización de la Guerra de Malvinas y el comienzo del repliegue de las tropas argentinas, quiero hacerles llegar mi reconocimiento a cada uno de los Veteranos de Guerra de Malvinas, destacando el coraje y arrojo con el que combatieron en defensa de nuestra soberanía, por la recuperación de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y espacios marítimos circundantes” Link al discurso.
Para dar por finalizada la ceremonia, la Banda Conjunta Militar entonó la Marcha de Malvinas.


Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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PUERTO BELGRANO​

Reconocimiento a los Veteranos de la Gesta de Malvinas​

Puerto Belgrano, fue otro de los lugares donde se rindió homenaje a quienes participaron del conflicto en el Atlántico Sur.

LUNES 14, JUNIO 2021

Puerto Belgrano – En la Plaza Gómez Roca, situada en la dársena de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB), se dieron cita Veteranos de Guerra y autoridades navales a fin de participar de la ceremonia en reconocimiento al valor y coraje de los veteranos de la Guerra de Malvinas.
La ceremonia estuvo presidida por el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Juan Carlos Daniel Abbondanza. Luego de su ingreso, lo hicieron los Veteranos del Conflicto del Atlántico Sur y acto seguido se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, ejecutadas por la Banda de Música de la BNPB.
El capellán castrense, Pablo Caballero Karanik, expresó: “Vivos siempre están nuestros veteranos, para quienes no basta homenaje, nominados para una historia donde no habrá olvido (…) En Malvinas, nuestra gloria son los hombres, hoy nuestra esperanza de victoria está puesta en vivir como hombres y mujeres responsables (…) Que Santa María del Rosario, patrona de aquella epopeya, nos conceda su bendición.”
Luego, se realizó un toque de silencio; momento al que le sucedió el discurso pronunciado por el Capitán de Navío (VGM) Alejandro Francisco Padilla. “Civiles, militares, que participaron en el frente y en la retaguardia, en el territorio y en el continente, dieron todo de sí sin pedir nada a cambio. Convencidos de cumplir el más alto deber, con el espíritu patriótico, luchando cada uno con las armas a su alcance y todo detrás de un ideal supremo e irrenunciable.”
Para finalizar expresó: “Gloria a los que combatieron y están entre nosotros. Gloria a los que combatieron y hoy no están. Desde el valiente Capitán Giachino, primero de una larga lista de bajas, hasta el último de los argentinos que dieron su vida a lo largo de todo el conflicto. Más allá del resultado de la batalla, permanece en nosotros un cúmulo de sentimientos, que deben ser honrados y transmitidos.”
Acto seguido, se dio lectura al discurso pronunciado en el acto central, por el Ministro de Defensa Agustín Rossi.
Para finalizar, la Banda de Música ejecutó la Marcha de Malvinas.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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USHUAIA​

Homenaje a los Veteranos de la Guerra de Malvinas y a los caídos en el Conflicto del Atlántico Sur​

La ceremonia se realizó en la Plaza de Armas del Área Naval Austral.

LUNES 14, JUNIO 2021

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Ushuaia – La ceremonia en reconocimiento al valor y coraje de nuestros Veteranos de la Guerra de Malvinas se realizó en la Plaza de Armas del Área Naval Austral.
Fue presidida por el Comandante del Área Naval Austral (ANAU) y Jefe de la Base Naval Ushuaia, Contraalmirante Marcelo Alejandro Dalle Nogare, acompañado por el Jefe de la Delegación del Ejército Argentino en Ushuaia, Coronel Mariano Walter Laidlaw.

También participaron integrantes del Centro de Ex Combatientes de Ushuaia, titulares y personal de los destinos navales con asiento en la zona de Ushuaia.
Luego del ingreso de las autoridades, los Veteranos de la Guerra de Malvinas tomaron lugar en la formación y la Banda de Música del Área Naval Austral ejecutó Diana de Gloria. Seguidamente, se entonó el Himno Nacional Argentino y se hizo un minuto de silencio.
A continuación, Dante Asilli, del centro del Veteranos de Ushuaia, en su discurso sostuvo: “Tras casi 150 años de ocupación extranjera un 2 de abril de 1982, tras una operación anfibia, se recuperan las Islas Malvinas. Poco imaginábamos la implicancia de este hecho que llenó de alegría al pueblo argentino”.

“Hoy a 39 años que aquellos hechos recordamos y honramos a todos aquellos valientes soldados que no dudaron nunca en cumplir con su deber. Es obligación de todos nosotros civiles y militares seguir llevando en alto la causa Malvinas y dejar a nuestros progenitores el amor de la misma e inculcar la lucha pacífica desde nuestros trabajos, fábricas, hospitales, hasta lograr el regreso a nuestro dominio de aquel suelo irrenunciable”, concluyó Asilli.
A continuación, el Teniente de Navío Nelson Javier Locarnini dió lectura a las palabras del Ministro de Defensa Ingeniero Agustín Rossi.
Para finalizar la ceremonia, la Banda de Música del Área Naval Austral entonó la Marcha de Malvinas.


Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Eduardo Moretti

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El Arsenal Naval Mar del Plata cumple 43 años​

Nació el 16 de junio de 1978 como Taller Integrado de Técnicas Múltiples para Submarinos (TISU) con la necesidad de dar un servicio a las primeras generaciones de submarinos y constituyó la identidad en la zona brindando su invalorable apoyo a las distintas unidades surtas en la Base Naval Mar del Plata

MIÉRCOLES 16, JUNIO 2021

Es el aniversario número 43 del Arsenal Naval Mar del Plata y la fecha los vuelve a encontrar allí en el marco de la pandemia de COVID-19. Esta situación demuestra una vez más el profesionalismo del personal a cargo del Capitán de Navío Daniel Rajcevic, Jefe del Arsenal Naval Mar del Plata.
Aunque la celebración sea simbólica y reflexiva, el trabajo realizado en los meses pasados y por estos días, da cuenta de ese compromiso serio y constante. El Arsenal Naval Mar del Plata realizó diversos alistamientos a unidades como la corbeta tipo A69 ARA “Granville”, el patrullero oceánico ARA «Bouchard» y para la Campaña Antártica de Verano 2020-2021 del aviso ARA “Bahía Agradable”.
Asimismo se llevaron a cabo tareas de programación y ejecución de las obras y trabajos en la entrada a dique de la lancha patrullera ARA «Punta Mogotes» para su carenado programado. El apoyo técnico y colaboración en la instalación del cañón de 30 mm por parte de la empresa Naval Group en el ARA «Bouchard» es otro de los cumplimientos llevados adelante satisfactoriamente.
Origen
Hace poco más de 4 décadas, nacía el Arsenal Naval Mar del Plata. Destino que se ocupa de atender las necesidades de mantenimiento de las unidades con apostadero en la base naval.
La génesis estuvo ligada a la Fuerza de Submarinos y sus unidades que arribaron al país varias décadas antes. Con la llegada de los llamados Tarantino, en 1933, la Armada Argentina creaba su cuarto componente: el arma submarina. En los años siguientes se sumarían nuevas generaciones de sumergibles.
Con una creciente fuerza, se hizo necesario dotar a la zona de las instalaciones, los equipos y el personal calificado para brindar apoyo al mantenimiento de aquellas unidades, tanto submarinas como de los buques de superficie que funcionaban como centro de adiestramiento.
Esos talleres, que cumplían sus tareas en la Base Naval Mar del Plata, pronto darían forma al Taller Integrado de Técnicas Múltiples para Submarinos (TISU), cuyas obras iniciaron en 1972.
La inauguración tuvo lugar el 16 de junio de 1978. Sólo tres años después elevaría su jerarquía pasando de Taller Integrado a Arsenal Naval y ampliando sus capacidades técnicas y operativas, las cuales debieron nuevamente actualizarse para poder dar respuesta a una nueva generación de submarinos de origen alemán incorporados en 1985, que implicaban un nuevo salto tecnológico.
Estos 43 años constituyeron un importante caudal de compromisos y desafíos para el personal del Arsenal, tanto de militares como civiles. En tanto que las tareas incluyeron, además de las ya mencionadas con las unidades de la Fuerza de Submarinos, el apoyo a los buques de la División Patrullado Marítimo y de los pertenecientes al Servicio de Hidrografía Naval. Vale la pena la mención dada a la diversidad de labores, lo que refleja el profesionalismo puesto al servicio de atender los requerimientos de las unidades.
Se trata de un destino netamente técnico, de apoyo logístico, que brinda servicios y esa es, nada más y nada menos, que la razón de la existencia del Arsenal.
Fotografías: Archivo Gaceta Marinera

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La Base Aeronaval Comandante Espora (BACE) cumple hoy 82 años. Su inauguración oficial tuvo lugar el 16 de junio de 1939 por Orden General Nº 127/939 del presidente Ramón Ortiz y por Decreto Nº 33.684 del mismo año pasó a denominarse como la conocemos actualmente.
En la etapa inicial de las obras fue conocida con distintos nombres: Campo Aeronaval de Grünbein, Base Aeronaval de Puerto Belgrano y Base Aeronaval de Bahía Blanca.
Tiene una rica historia cuyos orígenes se remontan a 1936, cuando comenzaron las obras en los terrenos adquiridos para su construcción a 5 km de la ciudad de Bahía Blanca y a unos 25 de la Base Naval Puerto Belgrano.
“Esta Base Aeronaval es el principal punto de apoyo y proyección de nuestras aeronaves sobre el mar. Está ubicada en el centro del país, estando equidistante a cualquier punto de nuestro litoral marítimo”, explicó el actual Jefe de Base, Capitán de Fragata Marcelo Gabriel Vulic.
La Base está diseñada para brindar apoyo y sostén logístico. “Por ser esa su finalidad, su misión exige esfuerzo y atención permanente, continuidad, perseverancia y una fuerte vocación de servicio de todos sus integrantes en pos de facilitar el trabajo de las unidades aeronavales; está orientado principalmente al sostenimiento de las necesidades operativas de las mismas para el efectivo cumplimiento de sus misiones”, agregó.
En este punto destacó que se debe mantener permanentemente en condiciones toda la infraestructura y los servicios básicos necesarios, “con el objetivo de asegurar un eficiente apoyo desde tierra a todas las operaciones de vuelo; ya sea para las aeronaves que tienen asiento aquí o para todas aquellas que se encuentran en tránsito”, agregó.
En la actualidad la Base Aeronaval Comandante Espora alberga los destinos dependientes de la Fuerza Aeronaval N°2 (FAE2). En orden de precedencia, tienen asiento en ella la FAE2 propiamente dicha, la Escuadra Aeronaval N°2 y N°3 y sus destinos subordinados: la Primera y Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina y la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque. A su vez, se encuentra el Centro de Adiestramiento de la Fuerza (CIFA).
Además, aunque no son destinos directamente dependientes de la FAE2, se hallan dentro del predio de la Base, el Museo de la Aviación Naval (MUAN) y el Servicio se Seguridad Aeronaval (SISE); como así también algunas dependencias específicas del Arsenal Aeronaval Comandante Espora (ARCE).

Orgullo, desafíos y capital humano

Está muy ligada a la experiencia profesional y a la historia de vida de muchas generaciones de aviadores navales. Por eso para el Capitán Vulic, aviador naval, es un profundo orgullo y honor ser el Jefe de esta Base Aeronaval.
“Como aviador, no constituye un destino ajeno, ya que mientras estuve destinado dentro de una escuadrilla operativa, siempre hubo un permanente contacto con la base, teniendo un particular cariño por la misma con el devenir de los años”, dijo y agregó: “Llevar adelante la jefatura constituye un permanente desafío, que tiene como único objetivo apoyar y sostener desde sus servicios la actividad operativa de la FAE2, única razón de nuestra existencia. Y es desde ese concepto bien interpretado por todo su personal que enfrentamos el día a día y los objetivos impuestos y autoimpuestos”.
Respecto de la proyección de la BACE hacia el futuro, el Capitán Vulic aseguró: “Nosotros, cada uno de los que integramos la dotación de esta unidad, somos quienes con imaginación y esfuerzo debemos trabajar para achicar la brecha entre un futuro deseable y uno posible, dentro del abanico de alternativas que la situación nos ofrece. Cada uno, a su nivel, en su tarea, debe aportar a ese futuro posible, volcando en su trabajo todas las energías de la que es capaz para concretarlo en hechos”.
El éxito de toda misión, además de los medios y recursos disponibles, lo constituye la calidad del grupo humano. “Hoy, la Base Aeronaval Comandante Espora cuenta con esa calidad de gente, quienes con su silenciosa labor llevan adelante los quehaceres diarios, demostrando una vez más el temple y entereza que distingue a un marino”, finalizó.

La historia

Durante las primeras décadas del siglo XX, la Base Naval Puerto Belgrano tuvo un importante crecimiento que se producía debido a un cambio en el pensamiento estratégico argentino orientado hacia una proyección naval y marítima.
Este contexto implicaba no solo la modernización de los medios navales, sino también el desarrollo de los demás componentes de la Armada Argentina.
En 1936, la Aviación Naval estaba consolidada ya como componente de la Fuerza y se orientó hacia su organización definitiva mediante la creación de la Dirección General de Aviación. Además, se crearon las dos primeras Fuerzas Aeronavales: la Fuerza Aeronaval Nº1 en Punta Indio y la Fuerza Aeronaval Nº2 en Puerto Militar (Puerto Belgrano).
La Aviación Naval había crecido en medios con los Corsarios, Stearman, Kelito y los G-15 y G-20 (luego los más modernos Ducks). Fue entonces cuando se fundaron orgánicamente las tres primeras Escuadras Aeronavales, dando ya una organización que se iría fortaleciendo a lo largo de los años: las Escuadras Aeronavales Nº 1 y 2 estaban ubicadas en Puerto Belgrano y la Nº 3 en Punta Indio.
Para ese entonces se vio la necesidad de proyectar la instalación de un aeródromo ya que tanto el Puerto Militar, como su auxiliar Campo Sarmiento, resultaban insuficientes para operar desde ellas los nuevos tipos de aviones. Las autoridades de la Armada decidieron instalar una base que estuviese a la altura de las crecientes demandas del componente aéreo.
La tarea recayó en el capitán de fragata Enrique Brown. Estudiados los terrenos próximos al Puerto y decidida su construcción, se compraron los terrenos necesarios, próximos al Aeródromo Civil de Bahía Blanca (Villa Harding Creen), a 5 km de esa ciudad y a 25 km de la Base Naval Puerto Belgrano, en las proximidades de la estación Grünbein del entonces Ferrocarril del Sur.
Las obras se iniciaron en 1936 y tuvieron prioridad los hangares Nº 1 y Nº 2 que por entonces, además de cumplir con su función específica, funcionaban como oficinas, alojamientos y almacenes. El jefe de la base en construcción, Alférez de Navío Julio Bachini, tenía su despacho en el hangar Nº 1.
Su instalación no fue sencilla debido a que inicialmente los servicios básicos como agua y electricidad eran precarios, pero las vicisitudes fueron sorteándose. Hacia fines de 1938 y principios de 1939, los desérticos terrenos adquirieron otro aspecto y, con el transcurrir del tiempo, la Base Aeronaval Comandante Espora se convirtió en el eje de las operaciones aeronavales en la región.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 
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