Noticias de Libia


La prisiòn de Ain Zara. Foto de archivo. Ismail Zitouni /Reuters

Cuatrocientos presos escapan de una prisiòn libia entre los combates de las milicias

La fuga masiva de la prisión de Ain Zara, en Trípoli, se vio favorecida por el temor de los guardianes ante la avalancha humana, que se produjo, mientras prosiguen los combates en la ciudad, donde se ha decretado el estado de emergencia.

La Policìa no ha facilitado datos sobre el tipo de delitos por los que estaban en prisión los 400 fugados.

https://www.rt.com/news/437462-lybia-prison-riot-hundreds-escape/
 

Barbanegra

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Las luchas entre milicias en Trípoli causan decenas de muertos en una semana
El enfrentamiento iniciado hace una semana entre las milicias de Trípoli y otras pertenecientes a la ciudad de Tarjuna (80 kilómetros al sureste de la capital) ha causado en la primera ciudad 47 muertos y 129 heridos, muchos de ellos civiles, según el ministerio de Salud de Libia. El Gobierno de Unidad, apoyado por la ONU y sin fuerza militar propia, declaró el domingo el estado de emergencia y ha intentado conciliar a las partes enfrentadas. La misión de las Naciones Unidas en el país intenta fraguar una reunión para este martes entre las partes enfrentadas. El pasado viernes, la ONU impulsó un alto el fuego que apenas duró unas horas.

El aeropuerto de Trípoli se vio obligado el pasado viernes por la tarde a suspender todos los vuelos durante al menos 48 horas. Unos 400 reclusos de la prisión de Ain Zara, en el sur de la ciudad, se aprovecharon el domingo del caos que vive la ciudad para escapar.

Sobre las posibles razones de los enfrentamientos, un periodista libio indicó por teléfono: “En los últimos dos años las milicias de Trípoli tenían el Gobierno en el bolsillo, disponían de todos los recursos económicos que hay en la capital. Ahora, unas milicias de Tarjuna han decidido reclamar su parte de la tarta”.

Una vecina de Trípoli contactada por teléfono indicó a este diario: “Casi todo en el centro de la ciudad está parado, la gente no va a los trabajos. Las calles están casi desiertas. Nadie tiene claro qué es lo que pasa, quién promueve esto ni con qué motivos. Ha habido decenas de muertos y la gente tiene miedo. Llevamos varias noches oyendo golpes de morteros, de armamento pesado. Aunque esta última madrugada del lunes no hemos oído nada”.

Respecto a la situación cotidiana en la capital, la citada vecina indica que sigue con los mismos inconvenientes de siempre: “Hay cortes de luz de entre seis y ocho horas diarios. Siempre hay colas en los bancos para sacar dinero y sigue habiendo limitaciones para sacar tu propio dinero. En el mercado negro, el dólar y el euro están muy caros. Respecto a los alimentos, uno encuentra de todo, pero la comida está muy cara”.

Libia atraviesa ya su séptimo año sin el general Muamar el Gadafi, quien fue linchado y asesinado el 20 de octubre de 2011 por milicianos de Misrata tras resultar herido en un ataque aéreo de la OTAN cuando intentaba burlar un asedio en su ciudad natal de Sirte. La comunidad internacional se esforzó por impulsar en diciembre de 2015 un Gobierno de Unidad, asentado en Trípoli. Pero, en realidad, el país ha vivido escindido desde la muerte de Gadafi.

En Trípoli distintas milicias imponen su orden en un frágil equilibrio. En Misrata, la segunda ciudad más poblada del país, otras milicias, supuestamente leales a ese Gobierno de Unidad, mantienen el orden. Y el este del país lo controla el mariscal Jalifa Hafter, quien está considerado por muchas milicias de Trípoli y Misrata como un criminal de guerra mientras en las ciudades del este se le considera un salvador. Hafter tiene como objetivo liberar a Libia de los islamistas y está respaldado por Egipto y Emiratos Árabes Unidos.

En medio de todas esas milicias y reinos de taifas hay un gran botín petrolero. Hafter ha emprendido en los últimos meses varias acciones militares con el fin de controlar las exportaciones de crudo. Pero la comunidad internacional solo reconoce como autoridad legítima al Gobierno de Unidad, que es quien ha gestionado hasta ahora la principal fuente de riqueza del país. En los últimos años también ha crecido otra industria, sobre todo en el este de Libia: la del tráfico de migrantes.

https://elpais.com/internacional/2018/09/03/actualidad/1535987322_506779.html
 


La ONU anuncia que se ha llegado a un alto el fuego que termine los combates en Trípoli

La Misión de la ONU de Apoyo a Libia (UNSMIL) ha hecho saber en un comunicado oficial que las facciones armadas que se enfrentan en la ciudad de Trípoli han llegado a un acuerdo de alto el fuego después de màs de una semana de combates dentro de la capital libia y en sus alrededores.

Según el acuerdo, todos los grupos cesarán sus acciones hostiles, y se reabrirá el aeropuerto y todas las carreteras de acceso a Trípoli.

Un vocero de la Brigada 7 "Tarhona" que ha dirigido los ataques contra otros grupos confirmó la aceptación del alto el fuego.

El Ministerio de Salud libio reporta que 63 personas han muerto y 159 están heridas a consecuencias de los combates.

Se cree aquel los choques se debieron sobre todo a problemas de financiación y a la mala gestión del Gobierno Libio de Unidad Nacional.
 

Barbanegra

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Ataque yihadista contra la sede de la compañía estatal de petróleo libia
Un grupo de hombres armados, presuntamente yihadistas, asaltó la mañana del lunes la sede central de la Compañía Nacional de Petróleo libia, situada cerca del centro de Trípoli. Según un primer balance del Miniserio de Sanidad, dos civiles fallecieron durante el ataque y al menos una decena de personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad. Además, también habrían muerto dos de los militantes. El jefe de la seguridad de Trípoli, Salah al-Semoui, atribuyó el atentado al autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) sin aportar ninguna prueba. El asalto se produjo mientras la capital libia experimentaba un momento de calma tensa tras la firma la semana pasada de una tregua entre milicias rivales patrocinada por la ONU y que puso fin a 10 días de intensos combates.

De acuerdo con el testimonio de varias personas presentes en el edificio, un grupo de hombres armados irrumpió violentamente en la instalación con la cara cubierta a primera hora de la mañana. Tras varias horas de enfrentamientos con las fuerzas leales al Gobierno, estas anunciaron al mediodía haber recuperado el control de la sede de la Compañía Nacional de Petróleo, una institución básica para el país magrebí, pues la venta de crudo representa más de un 90% del presupuesto nacional. "Varias explosiones tuvieron lugar en el interior del edificio, así como disparos", afirmó la petrolera estatal en un comunicado, en el que añadía que varios de sus trabajadores fueron tomados como rehenes de forma temporal. El presidente de la institución, Mustafá Sanallah, fue evacuado y salió ileso del atentado. La misión de la ONU en Libia ha condenado con dureza el atentado, que ha calificado de "terrorista".

Varios de los asaltantes llevaban adosados al cuerpo cinturones de explosivos, y al menos uno de ellos lo hizo detonar, según explicó el portavoz de la Fuerza Especial de Disuasión (RADA), cuyos hombres fueron los encargados de enfrentarse a los atacantes. La RADA es una de las principales milicias de Trípoli y es aliada del Gobierno de Unidad Nacional apoyado por la comunidad internacional. Aunque ningún grupo ha reivindicado el atentado, todo apunta al ISIS. Hace cuatro meses, la milicia yihadista, que controló una amplica franja de territorio alrededor de la ciudad de Sirte hasta finales de 2016, hizo sentir su sanguinaria presencia con un atentado contra la Junta Electoral que provocó la muerte a 14 personas.

“El hecho de que el ISIS perdiera su bastión de Sirte, no significa que haya dejado de existir en Libia. Era de esperar que, tras la caída de su “califato”, pasara a una estrategia insurgente, como ha hecho también en Siria y en Irak”, sostiene Sergio Altuna, un investigador del Real Instituto Elcano especializado en terrorismo en el norte de África. “Se cree que el ISIS todavía cuenta en Libia con un núcleo no despreciable de combatientes. De hecho, ha demostrado que tiene capacidad de llevar a cabo ataques de envergadura en diversos puntos de la geografía del país, sobre todo en la capital y el sur, así como controles de carretera en la zona de Beni Walid”, añade. Con el objetivo de minar la infraestructura de este grupo, y también de Al Qaeda en el Magreb Islámico en Libia, la CIA ha construido una nueva base militar en Níger desde la que lanzará misiones de bombardeo con drones, informaba el lunes el diario The New York Times.

Después de la guerra civil de 2011, que puso fin al régimen del coronel Gaddafi, Libia cayó en una situación de caos y desgobierno, lo que facilita la empresa desestabilizadora del ISIS. Aunque existen formalmente dos Gobiernos en litigio, el territorio del país magrebí se halla troceado en multitud de piezas, cada una bajo el control de una milicia diferente. Ni tan siquiera Trípoli, sede del Gobierno de Unidad Nacional, se escapa a esta dinámica. Precisamente, la descarnada lucha entre milicias rivales por el control de la capital a finales de agosto se saldó con más de 60 muertos y 130 heridos, en el peor estallido de violencia de los últimos años. Desde entonces, la ONU está intentando reconducir el conflicto, pero el proceso todavía es frágil.

Los combates en la capital han puesto en evidencia que las perspectivas de reconciliación nacional elevadas por el presidente francés Emmanuel Macron son más bien un espejismo. El pasado mes de mayo, Francia auspició un pacto entre los principales actores libios por el que se comprometían a apoyar la celebración de elecciones el próximo mes de diciembre, primer paso en la creación de instituciones nacionales. Actualmente, las únicas que funcionan todavía son el Banco Central y la Compañía Nacional de Petróleo. La producción de petróleo en Libia ha fluctuado de forma ostensible en los últimos años, ya que algunos pozos y puertos petrolíferos han sido escenario de combates. No obstante, la petrolera nacional espera prácticamente doblar sus ingresos este año en comparación con 2017, gracias a un aumento del precio del petróleo y de la producción nacional..

https://elpais.com/internacional/2018/09/10/actualidad/1536600861_794959.html
 
https://es.sott.net/article/62220-L...liberacion-de-la-OTAN-pero-a-quien-le-importa

Libia sigue siendo una tierra sin ley, con milicias rivales que luchan en las calles de Trípoli y más de un millón de personas que necesitan ayuda. Pero los "intervencionistas liberales" de Occidente no están interesados en la catástrofe que crearon.

© Esam Omran Al-Fetori / Reuters
Un edificio histórico arruinado durante el conflicto en Bengasi, Libia, 28 de febrero de 2018.

"Cientos de personas escapan de la cárcel en medio de enfrentamientos mortales en Trípoli", se declaró esta semana en un titular en el sitio web de BBC News.

Más de 60 personas han muerto en los combates actuales, y otros muchos han resultado heridos y cientos de ciudadanos han sido desplazados. Los últimos disturbios comenzaron después de que la 7ª Brigada de Infantería "Kaniat" de Tarhuna avanzara hacia la capital desde el sur y se enfrentara a una coalición de milicias de Trípoli.

Es muy difícil seguir el ritmo de quién está luchando contra quién. Si usted piensa que la situación en Siria es complicada, no ha prestado mucha atención a Libia. Como reconoce el artículo de la BBC: "Libia ha encarado un caos continuo desde que las fuerzas milicianas apoyadas por la OTAN, algunas de ellas rivales, derrocaran al coronel Gaddafi en octubre de 2011".

Libia tiene gobiernos rivales, pero ni siquiera éstos controlan la mayor parte del país. No existe un "estado de derecho", sólo la ley de las armas. Es difícil asimilar el retroceso de Libia, que hace tan sólo diez años fue el país con el índice de desarrollo humano más alto de toda África, y ahora es un estado fallido fragmentado y muy peligroso. El año pasado, la agencia de la ONU OIM (Organización Internacional para la Migración) informó que los mercados de esclavos habían regresado al país.

El colapso económico y social ha tenido un impacto devastador en la vida de los libios comunes.

Tomemos el cuidado de la salud. Una encuesta de 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud sobre la disponibilidad y el grado de preparación de los servicios reveló que 17 de los 97 hospitales estaban cerrados y que sólo cuatro de ellos funcionaban entre el 75% y el 80% de su capacidad. Más del 20% de los centros de atención primaria de salud están cerrados y el resto no están "bien preparados para la prestación de servicios".

En mayo de 2016, la Organización Mundial de la Salud también expresó su "gran preocupación" por la muerte de 12 recién nacidos en la unidad de cuidados intensivos neonatales del Centro Médico Sabah en Sabha, al sur de Libia. Registraron que: "Las muertes ocurrieron como resultado de una infección bacteriana y la falta de personal sanitario especializado para proporcionar atención médica".

El sistema educativo también se encuentra en un estado de colapso o a punto de colapsar. En 2016, se informó que el inicio del año escolar se pospuso debido a una "falta de libros, falta de seguridad y muchos otros factores".

Se observó que el año escolar libio no había sido regular desde la caída de Gaddafi. Este año, la UNICEF dijo que 489 escuelas se vieron afectadas por el conflicto y que alrededor de 26.000 estudiantes se vieron obligados a cambiar de escuela debido a las clausuras.

La UNICEF también dice que 378.000 niños libios necesitan ayuda humanitaria, 268.000 necesitan agua potable, saneamiento e higiene y 300.000 necesitan educación en apoyo de emergencia. En total, 1,1 millones de personas en Libia necesitan ayuda humanitaria.

Dada la grave situación, no es de extrañar que tantos libios se hayan marchado, o se estén marchando. En 2014, se informó que entre 600.000 y 1 millón de personas habían huido a Túnez.

Si añadimos a los que fueron a Egipto y a otros lugares, es probable que la cifra supere los 2 millones, lo que resulta asombroso si tenemos en cuenta que la población de Libia en 2011 era de unos 6 millones de habitantes.

Como argumenté en un artículo de opinión anterior, el ataque occidental contra Libia fue un crimen aún peor que la invasión de Irak, porque llegó más tarde. Realmente no había excusa para que alguien, viendo cómo había resultado la operación de "cambio de régimen" de 2003, apoyara una acción similar en el norte de África.

Sin embargo, los responsables de lo sucedido no han sufrido ninguna consecuencia. El entonces Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, es culpado por el Brexit (por quienes prefieren permanecer en la UE), pero no por lo que le hizo a Libia y por las declaraciones que hizo para justificar la acción militar. Esto a pesar de un informe de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes que concluyó, cinco años después, que "la acusación de que Muammar Gaddafi habría ordenado la masacre de civiles en Bengasi no estaba apoyada por las pruebas disponibles".

Nicolás Sarkozy, el presidente francés en 2011, se enfrenta a un juicio (o varios juicios) en relación con tres investigaciones diferentes, entre las que se incluye el haber aceptado dinero de Gaddafi para ayudar a su campaña electoral, pero todavía no ha sido procesado por su papel en la guerra.

Bernard-Henri Levy, el filósofo considerado por algunos como el padrino intelectual de la intervención occidental (y que se jactaba de que "fuimos los primeros en decir que Gaddafi ya no era el representante legal"), se está desempeñando en una obra de teatro anti-Brexit en solitario, mientras que el país que él mismo ayudó a "liberar" se quema.

En los Estados Unidos y en los círculos "liberales" de Occidente, Barack Obama y Hillary Clinton son venerados por no ser Donald Trump, pero lo que el dúo le hizo a Libia es mucho peor que lo que ha hecho Trump hasta ahora.

Y Theresa May, en ese entonces ministra británica del Interior, bajo cuya supervisión se levantaron las órdenes de control de los miembros del Grupo de Combate Islámico Libio anti-Gaddafi, es ahora la primera ministra, y está tratando de adoptar una posición de superioridad moral en contra de Rusia. Para añadirle un insulto a las heridas, un político que se opuso a la acción de la OTAN en 2011, Jeremy Corbyn, es quien está siendo constantemente atacado por los medios de comunicación y tachado como alguien inaceptable. ¿Qué tan malo es eso?

Volviendo a la violencia actual, al momento de redactar este informe se reporta que en el sur de Trípoli se mantiene un alto el fuego auspiciado por la ONU para poner fin a los enfrentamientos, pero teniendo en cuenta cómo se han derrumbado los anteriores ceses al fuego, no podemos ser optimistas. Parte del problema es que el país está inundado de armas. La triste verdad es que Libia está quebrada y probablemente nunca más se arreglará. Se ha cometido un gran crimen, pero uno no lo pensaría, a juzgar por la falta de cobertura mediática.

Hemos tenido mucho debate este verano en Gran Bretaña sobre el "derecho a existir" de Israel, y si desafiar esto lo convierte a uno en "antisemita", pero la realidad es que Libia -como un Estado moderno y en funcionamiento- ha dejado de existir. Y nadie en los círculos de la élite parece estar mínimamente molesto. Consideremos cuántos centímetros de columnas de periódicos fueron dedicados a "salvar" a Libia en la preparación de la intervención "humanitaria" de la OTAN hace siete años y medio, comparados con la falta de artículos de opinión sobre el país en la actualidad.

Intente buscar en Google los nombres de algunos de los principales halcones de guerra de los medios de comunicación y "Libia" y verá que tienden a quedarse mudos después de 2011, centrando su atención en la propaganda a favor de un "cambio de régimen" en Siria. La única conclusión a la que se puede llegar es que su único interés en el país fue ver caer a Muammar Gaddafi. Después de eso, ¿a quién le importa?
Neil Clark es periodista, escritor, locutor y bloguero. Ha escrito para muchos periódicos y revistas en el Reino Unido y otros países, incluyendo The Guardian, Morning Star, Daily and Sunday Express, Mail on Sunday, Daily Mail, Daily Telegraph, New Statesman, The Spectator, The Week y The American Conservative. Es un comentarista habitual en RT y también ha aparecido en la televisión y la radio de la BBC, Sky News, Press TV y la Voz de Rusia. Es cofundador de la Campaña por la Propiedad Pública @PublicOwnership. Su premiado blog se puede encontrar en www.neilclark66.blogspot.com. Hace tweets sobre política y asuntos mundiales en @NeilClark66​

saludos.
 

Barbanegra

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Varios misiles de origen desconocido caen en Trípoli
Varios misiles de origen desconocido cayeron en Trípoli, la capital de Libia, e incluso en el único aeropuerto funcional en la ciudad, lo que obligó a las autoridades a desviar vuelos, dijeron funcionarios el miércoles, menos de una semana después que la ONU negoció un acuerdo de paz entre facciones armadas rivales.

El origen del ataque del martes no estaba claro y no se reportaron víctimas, dijeron los funcionarios, que hablaron a condición de preservar el anonimato.

El Aeropuerto Internacional Mitiga informó en su página en Facebook el martes por la noche que estaba cerrado y todos los vuelos estaban siendo desviados al aeropuerto de Misrata. Se instruyó a los pilotos que volaran de Trípoli a Misrata para evitar daños a los aviones.

"Fue la única opción para asegurarse de que no fueran destruidos luego que cayeron misiles en los terrenos del aeropuerto”, dijo un funcionario del aeropuerto.

El miércoles, el enviado de la ONU para Libia, Ghassan Salame, se reunió con el líder del gobierno respaldado por la ONU, Fayez Sarraj, y comandantes militares en la ciudad occidental de Zawiya para discutir “un arreglo de seguridad en Trípoli”, dijo la misión de las Naciones Unidas en el país.

"La comunidad internacional está preparada para lidiar firmemente con aquellos que manipulen o violen el cese del fuego”, dijo Salame en la reunión.

El ataque con misiles sigue a combates recientes en Trípoli entre grupos armados, que dejaron al menos 61 muertos. El cese del fuego ha estado en vigor desde la semana pasada.

Los choques estallaron en Trípoli el 26 de agosto cuando milicias de Tarhouna, un pueblo al sur de la capital, atacaron barrios sureños, lo que hizo que milicias que apoyan al gobierno en Trípoli acudiesen a defender la ciudad. Los choques han matado a 78 personas y herido a 216, incluyendo ocho niños y seis mujeres, de acuerdo con el Ministerio de Salud.

Por separado, el Estado Islámico reivindicó el martes un ataque contra las oficinas dela compañía petrolera nacional en Trípoli en el que murieron dos personas.

AP
 

Barbanegra

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Italia cambia su estrategia en Libia y se reúne con Hafter en Bengasi
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Enzo Moavero, se reunió el lunes en Bengasi con el controvertido mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, apenas unas horas después de que este acusara a Italia del deterioro de la situación en el país, informaron hoy a Efe fuentes diplomáticas.

Según las fuentes, durante el encuentro en Bengasi, capital del alzamiento en 2011 contra la dictadura de Muamar al Gadafi, ambos abordaron los últimos combates entre milicias librados en Trípoli, los peores desde el estallido de la actual guerra civil en Libia.

El encuentro, que ha sido confirmado por el ministerio italiano de Asuntos Exteriores a través de un comunicado, coincidió con unas declaraciones del mariscal en las que exigía la salida de las milicias de la capital y advertía de que no descartaba una ocupación militar de Trípoli.

Hafter aseguraba, además, que estaba a favor de las elecciones propuestas por la ONU como salida al conflicto pero alertaba que el ejército que comanda intervendría si consideraba que el proceso no era transparente.

Según el comunicado italiano, el mariscal y Moavero "mantuvieron una larga y cordial conversación en Bengasi para fortalecer la estrecha relación que Libia e Italia mantienen en un clima de confianza consolidada".

El Ejército Regular Libio (LNA), la milicia con la que Hafter controla cerca del 70 por ciento de Libia, señaló, por su parte, que el encuentro giró en torno a "la transparencia del proceso electoral" que propuso hace un año el enviado especial de la ONU, Ghassan Saleme.

La reunión supone un cambio en la estrategia de Italia, que hasta la fecha mostraba en público un claro apoyo al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) sostenido por la ONU y financiado por la Unión Europea en Trípoli.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los diferentes grupos rebeldes sobre la dictadura de al Gadafi.

En la actualidad tiene dos gobiernos, uno tutelado por Hafter en el este y otro sostenido por la mayor parte de la comunidad internacional el oeste, ninguno de los cuales disfruta de legitimidad democrática.

A ellos se une el poder independiente que ejercen en sus respectivas regiones las milicias de las ciudades de Misrata, principal puerto comercial del país, y Zíntan, en el oeste, y las tribus Tuareg y Tebu en el sur.

La división ha sido aprovechada por los grupos yihadistas para asentarse en el país y por las mafias dedicadas al contrabando de armas, combustible, personas y alimentos para apropiarse de la economía nacional.

https://www.lavanguardia.com/intern...n-libia-y-se-reune-con-hafter-en-bengasi.html
 

Barbanegra

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Libia: vuelven combates a la capital, causan apagón masivo
Los enfrentamientos entre milicias rivales en la capital de Libia, Trípoli, se reanudaron rompiendo el alto el fuego alcanzado a principios de mes, según las autoridades libias. Los generadores dañados en los combates causaron apagones masivos en todo el país.

El apagón del martes afectó a la zona comprendida entre Trípoli y la frontera occidental con Túnez y hasta el extremo sur del país, explicaron responsables del suministro eléctrico. Los ingenieros trabajaban para recuperar el servicio en la capital.

Las autoridades respaldadas por Naciones Unidas cerraron en la víspera el único aeropuerto en funcionamiento en Trípoli por motivos de seguridad.

Libia se sumió en el caos tras el levantamiento de la Primavera Árabe, que derrocó al dictador Moamar Gadafi en 2011. En la actualidad, el país está gobernado por dos facciones rivales asentadas en Trípoli y en el este, y cada una está respaldada por una serie de milicias que ostentan el poder real sobre el terreno.

AP
 

Barbanegra

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Nueve muertos y trece heridos en nuevos enfrentamientos en el sur de Trípoli
Al menos nueve personas, entre ellas dos civiles, murieron y otras 13 resultaron heridas en los combates entre milicias que hoy volvieron a brotar en el sur de Trípoli pese al alto el fuego forjado el pasado 5 de septiembre por la ONU, informaron a Efe fuentes médicas.

Según el portavoz del servicio de Emergencias de la capital, Osama Ali, dos de los heridos fueron alcanzados por un cohete que cayó en un edificio ocupado por civiles, al parecer de forma fortuita.

Responsables del ministerio de Sanidad dependiente del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) que sostiene la ONU redujo, por su parte, a seis el número de víctimas mortales y a cuatros los heridos en los combates, librados en el barrio de Salah ed Din y la carretera que conduce al antiguo aeropuerto internacional.

Testigos oculares aseguraron a Efe que los choques armados arrancaron a primera hora de la mañana y enfrentaron a milicias aliadas al GNA y a la "Brigada Samoud", liderada por el señor de la guerra misratí Salah Badi.

De acuerdo con los testigos, la escaramuza obligó a retroceder a los hombres de Badi, un antiguo oficial del Ejército del Aire encarcelado en tiempos de Muamar al Gadafi al que se responsabiliza del inicio de la guerra civil que ensangrenta el país desde 2014.

Los combates, que estallaron el pasado 27 de agosto y que se prolongan de forma intermitente desde el 5 de septiembre pese a la tregua, han obligado a huir a más de 3.000 familias, que se han convertido en desplazados internos.

Muchas de ellas, sin embargo, se han negado a abandonar sus hogares y se encuentran atrapadas en el barrio de Abu Salim, uno de los más castigados.

Además, han afectado de forma negativa al suministro eléctrico en todo el oeste del país y obligado a cancelar de nuevo los vuelos en la base aérea de Maitiga, único aeropuerto en funcionamiento en la capital libia.

El aeródromo ya estuvo cerrado una semana durante el auge de los enfrentamientos, los más sangrientos librados en Trípoli desde el inicio de la citada guerra civil.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los diferentes grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.

En la actualidad tiene dos gobiernos, uno en Trípoli apoyado por la mayor parte de la comunidad internacional y otro en Bengasi (este) bajo la tutela del controvertido mariscal Jalifa Hafter, ninguno de los cuales disfruta de legitimidad democrática.

La división ha sido aprovechada por los grupos yihadistas para asentarse en el país y por las mafias dedicadas al contrabando de armas, combustible, personas y alimentos para apropiarse de la economía nacional.

http://www.elmundo.es/internacional/2018/09/21/5ba43195e2704ee74c8b4744.html
 

El Gobierno de Libia pide una intervención internacional tras la ola de violencia en
Trípoli entre facciones opuestas que han costado 106 muertos, según el Ministerio
de Salud.
 

La llegada de armas a Trípoli se hace cuatro veces al día por helicóptero desde la base de Al-Vatiyya


Aumenta la intensidad de los combates en Trípoli
 

Barbanegra

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Acuerdan nueva tregua tras choques en Libia; hay 117 muertos
Milicias rivales firmaron un nuevo cese de fuego poniendo fin al último enfrentamiento armado en la capital, Trípoli, dijeron el miércoles las autoridades libias.
El gobierno apoyado por Naciones Unidas afirmó en un comunicado que estaba contento por la tregua negociada por representantes locales y dirigentes tribales.

Los combates en Trípoli estallaron el 26 de agosto, cuando la 7ma Brigada integrada por paramilitares procedentes de la localidad de Tarhouna, a unos 60 kilómetros (40 millas) al sur de Trípoli, atacó vecindarios del sur en la capital.

Las Brigadas de Revolucionarias de Trípoli y la Brigada Nawasi, grupos paramilitares que apoyan al gobierno respaldado por la ONU, vinieron a defender la ciudad. La semana pasada surgieron nuevos enfrentamientos, rompiendo la tregua negociada por la ONU que comenzó a principios de mes.
Al menos 117 civiles y otras personas murieron y 404 quedaron heridas debido a los enfrentamientos. Veinte personas continúan desaparecidas desde el inicio de los combates, según el Ministerio de Salud.

En los últimos dos días, 1.700 familias fueron desplazadas debido a los nuevos enfrentamientos, dijo el martes la agencia de asistencia de Naciones Unidas. Un total de 5.000 familias ha buscado refugio con parientes en partes seguras de Trípoli y en las afueras desde el 26 de agosto, dijo la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

"Los choques interrumpieron el suministro de servicios básicos como electricidad y agua", dijo la coordinadora de Servicios Humanitarios de la ONU, María Ribeiro.

Asimismo el miércoles, el enviado de la ONU para Libia, Ghassan Salame, dijo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que grupos armados leales al llamado Ejército Nacional Libio, dirigido por el mariscal Kahlifa Hifter en el este, y al gobierno apoyado por la ONU en Trípoli, continúan violando el derecho internacional y los derechos humanos, y utilizan mercenarios extranjeros, en especial en el sur de Libia.

"Hay que luchar contra la impunidad de los grupos armados y se debe de castigar todas las violaciones graves, se debe de imponer sanciones y los perpetradores deben de ser llevados ante la corte nacional o a la Corte Penal Internacional", dijo Salame en un tuit.

Advirtió sobre "ataques terroristas en aumento, el resurgimiento del ISIS, con 57 muertos en 14 ataques desde el inicio del año, incluido el más reciente contra la sede de la Corporación Nacional Petrolera, con sede en Trípoli".

Dos personas perdieron la vida y 10 resultaron heridas a principios de mes cuando hombres armados invadieron la sede de la compañía petrolera nacional de Libia, abrieron fuego en forma indiscriminada, detonaron explosivos y tomaron gente de rehén, según funcionarios.

Los combates en Trípoli resaltan la persistente anarquía en Libia después de más de siete años de la revuelta en la que Moamar Gadafi fue derrocado y asesinado tras gobernar al país durante años. Libia es gobernada por autoridades rivales en Trípoli y el este, cada cual con apoyo de diversos grupos paramilitares.

AP
 

Barbanegra

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Detenido en Libia Hisham Ashmawy, uno de los yihadistas egipcios más buscados
Miembros de una milicia leal al general Jalifa Hafter, el hombre fuerte del este de Libia, capturaron la mañana de este lunes en la ciudad de Derna a Hisham Ashmawy, uno de los terroristas más buscados en Egipto y al que se atribuye la planificación de algunos de los atentados más sangrientos y sofisticados cometidos contra las fuerzas de seguridad de este país árabe durante los últimos años. Su arresto fue anunciado por un portavoz del autoproclamado Ejército Nacional Libio y confirmado después a la agencia Reuters por fuentes militares egipcias. Antes de convertirse en un avezado estratega yihadista, Ashmawy había sido miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército egipcio.

Habida cuenta de las estrechas relaciones entre el régimen de Abdelfatá al Sisi y las fuerzas lideradas por el general Hafter, es de esperar que Ashmawy sea deportado a Egipto para ser juzgado. El terrorista ya fue condenado a muerte en rebeldía por un tribunal egipcio. No obstante, la ley egipcia obliga siempre a la repetición del juicio en caso de que la persona fugada sea posteriormente arrestada.

Poco después del anuncio de su detención, el Ejército Nacional Libio publicó varias fotografías en las que se puede ver a Ashmawy con la cara ensangrentada. En el momento de su detención, el militante yihadista se hallaba con la esposa y los hijos del jeque Omar Rifai Surur, un predicador extremista egipcio que ostentaba el cargo de muftí del Consejo de la Shura de los Muyahidines, órgano de gobierno local de Derna. Tras la guerra civil de 2011, esta ciudad costera, situada al este del país y a solo unos 200 kilómetros de la frontera egipcia, pasó a manos de diversas milicias islamistas, incluida una filial de Al Qaeda. En junio, y después de dos años de asedio y de aguerridos combates, las tropas del general Hafter se hicieron con el control de Derna.

A sus 40 años, Hisham Ashmawy está considerado un peligroso líder militar yihadista con una larga experiencia en actividades insurgentes. "Ashmawy recibió formación avanzada como miembro de las Fuerzas Especiales egipcias y tenía un conocimiento [del Ejército] desde dentro, lo que le convertía en un seria amenaza", comenta a través de un mensaje electrónico Allison McManus, investigadora del think tank TIMEP. "Su arresto significa una noticia muy positiva para la seguridad egipcia", concluye,

Al detectar su radicalización y proximidad a la ideología yihadista, Ashmawy fue expulsado del Ejército egipcio en 2012. Según sus familiares, su transformación ideológica se inició seis años antes debido a la tortura y asesinato de un amigo suyo en una de las comisarías del régimen Mubarak. Tras pasar varios meses en Siria en plena guerra civil, el activista volvió a Egipto para integrarse a las filas de la potente milicia yihadista Ansar Bait al-Maqdis, vinculada entonces a Al Qaeda y que opera sobre todo en la península del Sinaí.

Sin embargo, en 2014, Ashmawy se distanció del grupo terrorista cuando este juró lealtad a Abu Baker al Bagdadi, líder del autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), pues él prefirió mantenerse leal a Al Qaeda, la organización liderada hasta su muerte por Osama Bin Laden. A partir de entonces, hizo de Derna su base de operaciones y se convirtió en el emir de la milicia al-Murabitun, que forma parte de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

Entre los atentados que se atribuyen a Ashmawy figura la emboscada en octubre del año pasado contra un convoy del Ejército egipcio en el desierto de Baharia que se saldó con la muerte de más de 30 soldados. Asimismo, las autoridades egipcias están convencidas de que también llevaron su sello el asesinato del fiscal general en 2015, el atentado frustrado contra el ministro del Interior en 2013, los ataques con coche bomba contra varias instalaciones policiales, y una emboscada contra una unidad del Ejército en el desierto de Farafra en 2014.

https://elpais.com/internacional/2018/10/08/actualidad/1539010214_055740.html
 

Barbanegra

Colaborador
Hallan fosa común con 75 presuntos soldados del EI
Las autoridades libias encontraron una fosa común donde creen que hay 75 cadáveres de combatientes del grupo Estado Islámico, dijeron funcionarios el jueves.

El hallazgo ocurrió cerca de la ciudad de Sirte, en la costa del mar Mediterráneo, dijo Salem el-Amil, portavoz de la fuerza local.

Añadió que un residente reportó hace más o menos un mes la fosa en su hacienda en el distrito de al-Daheir, al oriente de Sirte, que fue el bastión del EI en el norte de África.

"Por ese entonces no tuvimos el equipo para ir y realizar excavaciones, pero ahora tenemos que cavar más de 75 restos", dijo. Agregó que los sepultados aparentemente tenían uniformes de combatientes del EI, pero que se necesitan realizar pruebas forenses para determinar sus identidades y nacionalidades.

El EI y otras organizaciones extremistas explotaron el caos en Libia tras el levantamiento del 2011 que conllevó al derrocamiento y asesinato de Moamar Gadafi. Milicianos del EI establecieron un feudo centrado en Sirte antes de que las milicias libias los sacaran de allí en el 2016. El país actualmente está gobernado por autoridades rivales en el oriente y oeste, cada cual respaldada por varias milicias.

Por otro lado, el grupo llamado Ejército Nacional Libio dijo que confiscó dos embarcaciones pesqueras italianas en la costa de Libia.

El portavoz del grupo Ahmed al-Mosmari dijo en una conferencia de prensa en la ciudad de Bengasi, en el oriente del país, que las embarcaciones fueron confiscadas en mar territorial libio y fueron llevadas al puerto de Ras al-Hilal.

La agencia noticiosa ANSA reportó que las fuerzas libias dispararon contra los botes, dañando la cabina de Afrodite Pesca, de 140 toneladas. El otro bote, Mcv Pesca, no sufrió daños, y no se reportaron heridos, dijo ANSA. Citó a Nicola Cristaldi, alcalde del pueblo de Mazara del Vallo, donde los negocios de los botes tienen sede, diciendo que la incautación ocurrió en una zona que los libios considera suya de manera "unilateral e ilegítima".

AP
 

Barbanegra

Colaborador

Rusia envía militares a Libia para controlar las migraciones a Europa
Los reiterados desmentidos del Kremlin no consiguen contrarrestar el constante goteo de informaciones que vienen publicándose en la prensa internacional. A finales del verano pasado, las autoridades de Túnez enviaron de vuelta a Rusia a un carguero con bandera de Panamá que había recalado en el puerto mediterráneo de Sfax para ser reparado, según informó entonces Middle East Monitor.

Cuando los agentes de aduanas tunecinos inspeccionaron el buque, hallaron 29 contenedores con material militar de fabricación rusa capaz de equipar a unas 300 personas, además de 66 vehículos militares, un cargamento que tenía como destino a la milicia encabezada por el general Jalifa Haftar, el hombre fuerte en el este de Libia. Este antiguo oficial del Ejército de Muamar Gadafi es apoyado por el Kremlin, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto, y está enfrentado al Gobierno con sede en Tripoli del primer ministro Fayez al Sarraj, reconocido por la comunidad internacional. Cualquier cargamento de armas que le sea remitido viola los términos del embargo decretado por el Consejo de Seguridad de la ONU en el 2011, al inicio de la guerra civil, para limitar los efectos del conflicto en la población.

El Kremlin no parece escatimar esfuerzos para apuntalar a su aliado en el turbulento estado norteafricano. La presencia de tropas de élite rusas en países como Egipto, vecino de Libia, fue detectada hace un año, en un momento en que los hombres de Haftar, que controlan el este del país, se hallaban a la defensiva y perdiendo terreno. Sin embargo, hace solo unos días, tanto la prensa británica como la rusa se hacían eco del traslado de decenas de soldados de élite y de agentes del Directorio Militar Principal, el servicio militar de inteligencia, más conocido como GRU, al mismo territorio libio. "El envío comenzó hace unos meses", sostiene la publicación online RBK, citando a "fuentes próximas al Ministerio de Defensa" ruso, una información confirmada posteriormente también desde la propia Libia.
Los 'mercenarios' de Wagner aparecen de nuevo

Según ha filtrado la inteligenia británica a 'The Sun', Rusia cuenta ya con dos bases en territorio libio, concretamente en las ciudades portuarias de Tobruk y Bengasi, aunque eso sí, de forma encubierta, regentadas por el ya célebre grupo Wagner, una milicia paramilitar que ya ha actuado en los conflictos de Siria y el este de Ucrania en ayuda de los aliados de Moscú, y que sobre el papel está en manos privadas, aunque muchas voces sostienen que en realidad despacha directamente con el Ministerio de Defensa ruso.

Tras la campaña militar en Siria, que ha impedido la caída del régimen de Bashar el Asad, Rusia no oculta ya su interés en Libia, el principal país de tránsito de la inmigración subsahariana con destino a Europa. Una fuente gubernamental británica ha asegurado al tabloide londinense que la creciente influencia rusa en el estratégico estado norteafricano le podría permitir controlar "como un grifo" el flujo de simpapeles hacia el sur de Europa.

De confirmarse, ello no sería más que una repetición de la táctica empleada por Moscú en Siria durante algunas fases de la contienda civil, durante las que fue la aviación rusa fue acusada tanto por la OTAN como por oenegés de derechos humanos de convertir a los refugiados sirios en un "arma de guerra" contra la Unión, bombardeando deliberadamente objetivos civiles como hospitales y escuelas para provocar una ola migratoria sobre las fronteras comunitarias, a sabiendas de las disputas que ello generaba entre los países miembros.

El petróleo y la expansión militar rusa en el Mediterráneo son otros dos objetivos que parece perseguir Rusia en Libia. En un artículo publicado en la revista Foreign Policy titulado "Dentro del Juego de Poder de Rusia en Libia", los académicos Lincoln Pigman y Kyle Orton explican que Moscú espera que su aliado Haftar "gane suficiente poder político" como para garantizar a Rusia un lugar de privilegio en los "posibles acuerdos económicos", con especial énfasis en el sector del petróleo, "un área de cooperación especialmente lucrativa".

Además, cuentan con que el general libio le permita "consolidar su posición militar en el mar Mediterráneo, permitiendo a Moscú proyectar su poder cerca de las costas europeas" y reactivando la oferta realizada en el 2008 por el difunto Gadafi de abrir una base naval rusa en Libia.

https://www.elperiodico.com/es/inte...oyo-de-un-general-enfrentado-a-la-onu-7084611
 
https://es.sott.net/article/62220-L...liberacion-de-la-OTAN-pero-a-quien-le-importa

Libia sigue siendo una tierra sin ley, con milicias rivales que luchan en las calles de Trípoli y más de un millón de personas que necesitan ayuda. Pero los "intervencionistas liberales" de Occidente no están interesados en la catástrofe que crearon.

"Cientos de personas escapan de la cárcel en medio de enfrentamientos mortales en Trípoli", se declaró esta semana en un titular en el sitio web de BBC News.

Más de 60 personas han muerto en los combates actuales, y otros muchos han resultado heridos y cientos de ciudadanos han sido desplazados. Los últimos disturbios comenzaron después de que la 7ª Brigada de Infantería "Kaniat" de Tarhuna avanzara hacia la capital desde el sur y se enfrentara a una coalición de milicias de Trípoli.

Es muy difícil seguir el ritmo de quién está luchando contra quién. Si usted piensa que la situación en Siria es complicada, no ha prestado mucha atención a Libia. Como reconoce el artículo de la BBC: "Libia ha encarado un caos continuo desde que las fuerzas milicianas apoyadas por la OTAN, algunas de ellas rivales, derrocaran al coronel Gaddafi en octubre de 2011".

Libia tiene gobiernos rivales, pero ni siquiera éstos controlan la mayor parte del país. No existe un "estado de derecho", sólo la ley de las armas. Es difícil asimilar el retroceso de Libia, que hace tan sólo diez años fue el país con el índice de desarrollo humano más alto de toda África, y ahora es un estado fallido fragmentado y muy peligroso. El año pasado, la agencia de la ONU OIM (Organización Internacional para la Migración) informó que los mercados de esclavos habían regresado al país.

El colapso económico y social ha tenido un impacto devastador en la vida de los libios comunes.

Tomemos el cuidado de la salud. Una encuesta de 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud sobre la disponibilidad y el grado de preparación de los servicios reveló que 17 de los 97 hospitales estaban cerrados y que sólo cuatro de ellos funcionaban entre el 75% y el 80% de su capacidad. Más del 20% de los centros de atención primaria de salud están cerrados y el resto no están "bien preparados para la prestación de servicios".

En mayo de 2016, la Organización Mundial de la Salud también expresó su "gran preocupación" por la muerte de 12 recién nacidos en la unidad de cuidados intensivos neonatales del Centro Médico Sabah en Sabha, al sur de Libia. Registraron que: "Las muertes ocurrieron como resultado de una infección bacteriana y la falta de personal sanitario especializado para proporcionar atención médica".

El sistema educativo también se encuentra en un estado de colapso o a punto de colapsar. En 2016, se informó que el inicio del año escolar se pospuso debido a una "falta de libros, falta de seguridad y muchos otros factores".

Se observó que el año escolar libio no había sido regular desde la caída de Gaddafi. Este año, la UNICEF dijo que 489 escuelas se vieron afectadas por el conflicto y que alrededor de 26.000 estudiantes se vieron obligados a cambiar de escuela debido a las clausuras.

La UNICEF también dice que 378.000 niños libios necesitan ayuda humanitaria, 268.000 necesitan agua potable, saneamiento e higiene y 300.000 necesitan educación en apoyo de emergencia. En total, 1,1 millones de personas en Libia necesitan ayuda humanitaria.

Dada la grave situación, no es de extrañar que tantos libios se hayan marchado, o se estén marchando. En 2014, se informó que entre 600.000 y 1 millón de personas habían huido a Túnez.

Si añadimos a los que fueron a Egipto y a otros lugares, es probable que la cifra supere los 2 millones, lo que resulta asombroso si tenemos en cuenta que la población de Libia en 2011 era de unos 6 millones de habitantes.

Como argumenté en un artículo de opinión anterior, el ataque occidental contra Libia fue un crimen aún peor que la invasión de Irak, porque llegó más tarde. Realmente no había excusa para que alguien, viendo cómo había resultado la operación de "cambio de régimen" de 2003, apoyara una acción similar en el norte de África.

Sin embargo, los responsables de lo sucedido no han sufrido ninguna consecuencia. El entonces Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, es culpado por el Brexit (por quienes prefieren permanecer en la UE), pero no por lo que le hizo a Libia y por las declaraciones que hizo para justificar la acción militar. Esto a pesar de un informe de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes que concluyó, cinco años después, que "la acusación de que Muammar Gaddafi habría ordenado la masacre de civiles en Bengasi no estaba apoyada por las pruebas disponibles".

Nicolás Sarkozy, el presidente francés en 2011, se enfrenta a un juicio (o varios juicios) en relación con tres investigaciones diferentes, entre las que se incluye el haber aceptado dinero de Gaddafi para ayudar a su campaña electoral, pero todavía no ha sido procesado por su papel en la guerra.

Bernard-Henri Levy, el filósofo considerado por algunos como el padrino intelectual de la intervención occidental (y que se jactaba de que "fuimos los primeros en decir que Gaddafi ya no era el representante legal"), se está desempeñando en una obra de teatro anti-Brexit en solitario, mientras que el país que él mismo ayudó a "liberar" se quema.

En los Estados Unidos y en los círculos "liberales" de Occidente, Barack Obama y Hillary Clinton son venerados por no ser Donald Trump, pero lo que el dúo le hizo a Libia es mucho peor que lo que ha hecho Trump hasta ahora.

Y Theresa May, en ese entonces ministra británica del Interior, bajo cuya supervisión se levantaron las órdenes de control de los miembros del Grupo de Combate Islámico Libio anti-Gaddafi, es ahora la primera ministra, y está tratando de adoptar una posición de superioridad moral en contra de Rusia. Para añadirle un insulto a las heridas, un político que se opuso a la acción de la OTAN en 2011, Jeremy Corbyn, es quien está siendo constantemente atacado por los medios de comunicación y tachado como alguien inaceptable. ¿Qué tan malo es eso?

Volviendo a la violencia actual, al momento de redactar este informe se reporta que en el sur de Trípoli se mantiene un alto el fuego auspiciado por la ONU para poner fin a los enfrentamientos, pero teniendo en cuenta cómo se han derrumbado los anteriores ceses al fuego, no podemos ser optimistas. Parte del problema es que el país está inundado de armas. La triste verdad es que Libia está quebrada y probablemente nunca más se arreglará. Se ha cometido un gran crimen, pero uno no lo pensaría, a juzgar por la falta de cobertura mediática.

Hemos tenido mucho debate este verano en Gran Bretaña sobre el "derecho a existir" de Israel, y si desafiar esto lo convierte a uno en "antisemita", pero la realidad es que Libia -como un Estado moderno y en funcionamiento- ha dejado de existir. Y nadie en los círculos de la élite parece estar mínimamente molesto. Consideremos cuántos centímetros de columnas de periódicos fueron dedicados a "salvar" a Libia en la preparación de la intervención "humanitaria" de la OTAN hace siete años y medio, comparados con la falta de artículos de opinión sobre el país en la actualidad.

Intente buscar en Google los nombres de algunos de los principales halcones de guerra de los medios de comunicación y "Libia" y verá que tienden a quedarse mudos después de 2011, centrando su atención en la propaganda a favor de un "cambio de régimen" en Siria. La única conclusión a la que se puede llegar es que su único interés en el país fue ver caer a Muammar Gaddafi. Después de eso, ¿a quién le importa?
Neil Clark es periodista, escritor, locutor y bloguero. Ha escrito para muchos periódicos y revistas en el Reino Unido y otros países, incluyendo The Guardian, Morning Star, Daily and Sunday Express, Mail on Sunday, Daily Mail, Daily Telegraph, New Statesman, The Spectator, The Week y The American Conservative. Es un comentarista habitual en RT y también ha aparecido en la televisión y la radio de la BBC, Sky News, Press TV y la Voz de Rusia. Es cofundador de la Campaña por la Propiedad Pública @PublicOwnership. Su premiado blog se puede encontrar en www.neilclark66.blogspot.com. Hace tweets sobre política y asuntos mundiales en @NeilClark66​

saludos
 
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