Las protestas contra la guerra brillan por su ausencia en las calles de Rusia, donde la gente no quiere buscarse problemas.
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La población rusa, a favor de sus fuerzas armadas y preparada para una guerra larga
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Euronews en español • última actualización: 21/06/2023 - 11:57
Las protestas contra la guerra brillan por su ausencia en las calles de Rusia, donde la gente no quiere buscarse problemas.
Casi un año y medio después del inicio de la invasión de Ucrania a manos de Rusia, la opinión pública de este país se mantiene estable.
Según una encuesta de Levada Center (declarada "agente extranjero" por el Kremlin pero que sigue trabajando en Rusia), más de tres cuartas partes del país, el
76 %, apoya, totalmente o con reservas, a sus fuerzas armadas. Se matiza igualmente que "apoyar a las fuerzas armadas" no significa necesariamente "apoyar la guerra".
"Incluso aquellos que inicialmente estaban en contra, ahora piensan "vamos a la batalla, especialmente ahora que hay una contraofensiva ucraniana en marcha, no podemos perder ahora. Son nuestros chicos, nuestros maridos. Aunque luchen por una causa equivocada, siguen siendo nuestros", explica la investigadora visitante del King's College de Londres,
Anna Matveeva.
El número de rusos que se oponen a la guerra se estima en un 20 %, o incluso algo menos. En un año y medio estas cifras han permanecido prácticamente invariables, y
las protestas contra la guerra no se han generalizado, y no sólo por el peligro de persecución que ello conlleva.
"Se trata tanto del miedo como de la sensación de que es imposible cambiar nada con las protestas", explica Matveeva. "Es decir, que uno se expone a sí mismo y a su familia a un enorme peligro,
cuando de todos modos no puede conseguir nada con ello".
Ante todo, evitar problemas
Al mismo tiempo, un número significativo de ciudadanos rusos aseguran no estar interesados en lo que está ocurriendo en Ucrania o, más bien, se distancian deliberadamente de lo que está ocurriendo.
"Para la mayoría, lo más importante es que exista la posibilidad de llevar una vida normal, una vida cotidiana", nos cuenta
Denis Volkov, director del Levada Center. "Uno puede aislarse de las malas noticias, puede fingir que no pasa nada. Aunque, en secreto, la gente lo sabe, lo vigila de un modo u otro y se preocupa".
"Ése es uno de los mecanismos de adaptación a lo que está pasando", añade Volkov. "
Aislarse de las noticias traumáticas, porque ha sido muy traumático y sigue siéndolo para mucha gente, incluso para los que son comprensivos".
Uno de los factores claves que mantienen a los rusos alejados de las protestas activas es la economía. Los dirigentes rusos han conseguido garantizar una relativa estabilidad financiera y económica tras las sanciones.
"La sociedad está preparada para una guerra bastante larga", opina Matveeva. "Ya está acostumbrada, no percibe esta situación como algo anormal".
La opinión de Volkov es muy similar: "La gente está preparada para vivir con ello, siempre y cuando no les afecte directa o personalmente".