Estimado yo entiendo perfectamente tu punto, entiendo no solo lo que escribís sino desde que perspectiva, pero es un argumento completamente superado hace décadas. "Defiendo a Putin" tengo coincidencias Políticas y puedo entender su pensamiento Realista y en muchos casos lo apoyo, porque me he tomado el tiempo de leer la Perspectiva Rusa, He estudiado sus Escritores, Filósofos y la visión que tienen los Rusos de si mismos, las Diferencias entre San Petersburgo y Moscú. Los Rusos y los Hispanos se parecen en muchas cosas, hay muchas similitudes y tenemos hasta defectos parecidos, su Nobleza fue conquistada por los Franceses, la nuestra por los Ingleses, los Rusos fueron un Laboratorio de Pruebas Políticas de los Europeos y nosotros fuimos un Laboratorio de Pruebas Políticas de los USA y el Atlantismo, con la diferencia que a nosotros nos Atomizaron en Estados débiles sin Población y sin Industria, con Elites que se contraponen a la Voluntad de Pueblo donde las Elites prefieren (Comerciar) y no (Producir) etc etc etc.
Mi problema con la Democracia es bastante sencillo, las Democracias no funcionan, ninguna funciona. Existen Estudios y Presentaciones hechas al respecto, pasando desde Economistas, Antropólogos, Cientistas Políticos, etc.
Dejo algunos libros interesantes.
En el libro, Hoppe sostiene que la democracia es una causa del declive de la civilización. El libro "examina las democracias modernas a la luz de varios fracasos evidentes" que, en opinión de Hoppe, incluyen el aumento de las tasas de desempleo, la expansión de la deuda pública y los sistemas de seguridad social insolventes. Atribuye los fracasos de la democracia a los grupos de presión que buscan mayores gastos gubernamentales, regulaciones e impuestos y a la falta de contramedidas para ellos. Las posibles soluciones que analiza incluyen la secesión, "el cambio de control sobre la riqueza nacionalizada de un gobierno central más grande a uno regional más pequeño" y la "introducción total de la libertad de contratación, ocupación, comercio y migración".
Hoppe caracteriza la democracia como "gobierno de propiedad pública" y cuando la compara con la monarquía ("gobierno de propiedad privada"), concluye que esta última es preferible; sin embargo, Hoppe pretende mostrar que tanto la monarquía como la democracia son sistemas deficientes en comparación con su estructura preferida para el avance de la civilización, algo que él llama el orden natural, un sistema libre de impuestos y monopolios coercitivos en el que las jurisdicciones compiten libremente por los adherentes. En su Introducción, enumera otros nombres utilizados en otros lugares para referirse a este concepto de "orden natural", incluidos "anarquía ordenada", "anarquismo de propiedad privada", "anarcocapitalismo", "autogobierno", "sociedad de derecho privado" y "capitalismo puro".
El título de la obra es una alusión a El Dios que falló, una obra de 1949 en la que seis autores que anteriormente tenían puntos de vista comunistas describen su experiencia y su posterior desilusión con el comunismo.
Democracia para realistas: por qué las elecciones no producen un gobierno receptivo
Christopher H. Achen y Larry M. Bartels
Por qué nuestra creencia en el gobierno del pueblo no es realista y qué podemos hacer al respecto.
Democracia para realistas ataca la teoría popular romántica que está en el corazón del pensamiento contemporáneo sobre la política y el gobierno democráticos, y ofrece una visión alternativa provocativa basada en la naturaleza humana real de los ciudadanos democráticos.
Christopher Achen y Larry Bartels despliegan una gran cantidad de evidencia sociocientífica, incluidos ingeniosos análisis originales de temas que van desde la política del aborto y los déficits presupuestarios hasta la Gran Depresión y los ataques de tiburones, para mostrar que el ideal familiar de ciudadanos reflexivos que dirigen el barco del Estado desde la cabina de votación está fundamentalmente equivocada. Demuestran que los votantes –incluso aquellos que están bien informados y políticamente comprometidos– eligen en su mayoría partidos y candidatos sobre la base de identidades sociales y lealtades partidistas, no de cuestiones políticas. También muestran que los votantes ajustan sus opiniones políticas e incluso sus percepciones sobre cuestiones de hecho básicas para que coincidan con esas lealtades. Cuando los partidos están más o menos igualados, las elecciones a menudo giran en torno a consideraciones irrelevantes o engañosas, como auges o crisis económicas que escapan al control de los gobernantes; los resultados son esencialmente aleatorios. Por tanto, los votantes no controlan el curso de las políticas públicas, ni siquiera indirectamente.
Achen y Bartels sostienen que la teoría democrática debe basarse en grupos identitarios y partidos políticos, no en las preferencias de los votantes individuales. La democracia para los realistas constituye un poderoso desafío al pensamiento convencional, señalando el camino hacia una comprensión fundamentalmente diferente de las realidades y el potencial del gobierno democrático.
Fuente:
https://press.princeton.edu/books/hardcover/9780691169446/democracy-for-realists
¿Seguir al líder?
Cómo responden los votantes a las políticas y al desempeño de los políticos
Gabriel S. Lenz
En una democracia, generalmente asumimos que los votantes conocen las políticas que prefieren y eligen funcionarios con ideas afines que son responsables de implementarlas. También suponemos que los votantes consideran la competencia, la honestidad y otros rasgos relacionados con el desempeño de los candidatos. ¿Pero esto realmente sucede? ¿Los votantes consideran las posiciones políticas de los candidatos al decidir por quién votar? ¿Y cómo influye el desempeño de los políticos en el cargo en la decisión de votar?
En ¿Seguir al líder?, Gabriel S. Lenz arroja luz sobre estas cuestiones centrales del pensamiento democrático. Lenz analiza las opiniones de los ciudadanos sobre los candidatos antes y después de períodos de agitación política, incluidas campañas, guerras, desastres naturales y episodios de auge y caída económicos. Al observar cambios importantes en el conocimiento y las preferencias de los votantes como resultado de estos eventos, encuentra que, si bien los ciudadanos sí evalúan a los políticos en función de su desempeño, sus posiciones políticas en realidad importan mucho menos. Incluso cuando una cuestión de política adquiere gran prominencia, los votantes rara vez transfieren sus votos al político cuya posición concuerda mejor con la suya. De hecho, muestra Lenz, a menudo ocurre lo contrario: los ciudadanos primero eligen a un político y luego adoptan sus opiniones políticas. En otras palabras, siguen al líder.
Basado en datos extraídos de varios países, ¿Seguir al líder? es el tratamiento más definitivo hasta la fecha sobre cuándo y por qué las políticas y el desempeño importan en las urnas, y abrirá nuevos caminos en los debates sobre la democracia.
(Opinión)
Si las Democracias tienen tantas Falencias y son tan fáciles de Corromper y su sistemas son tan fáciles de Manipular, ¿Por que se imponen a punta de Pistola por parte de las Potencias Centrales Occidentales?