Batalla campal entre tropas de Asad y desertores sirios
Cientos de desertores del ejército sirio combaten al sur del país a las tropas leales al régimen de Bashar Asad, respaldadas por tanques, en una de las mayores confrontaciones armadas de la revuelta que sacude el país desde hace nueve meses, según residentes locales y activistas.
Las tropas, principalmente integradas en la 12 Brigada Blindada con base en Isra, a 40 kilómetros de la frontera con Jordania, atacaron el cercano pueblo de Busra al-Harir.
El sonido de las explosiones y la artillería pesada retumba desde Busra al-Harir y en Lujah, un área montañosa situada al norte en la que los desertores se han estado escondiendo para lanzar ofensivas contra las líneas de abastecimiento del ejército.
"Lujah ha venido siendo el área más segura para los desertores porque es difícil de acceder con tanques y con infantería. La región tiene cuevas y pasajes secretos que se extienden hasta las zonas campestres a las afueras de Damasco", explica un activista, Abu Omar, desde el pueblo de Isra.
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Nueve civiles sirios mueren por disparos del ejército
Al menos nueve personas han fallecido, entre ellas un menor, por disparos del Ejército sirio en las provincias de Idleb (norte), Deraa (sur), Homs y Hama, en el centro del país, informaron los opositores Comités de Coordinación Local.
En la provincia de Hama, los ataques de las fuerzas de seguridad contra los opositores al régimen de Bachar al Asad causaron al menos cuatro muertos, aunque los Comités no descartaron que el número de víctimas aumente en las próximas horas.
Según ese grupo, un gran número de vehículos blindados asaltó las localidades de Bab al Balad, Al Marbet y los barrios de Al Frayeh y Al Arabayin, en la ciudad de Hama, capital de la provincia del mismo nombre, disparando contra los civiles mientras aviones de combate sobrevolaban la zona.
En Idleb, dos personas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad, mientras que otros dos civiles fallecieron en la provincia de Homs.
Violencia en la mezquita
En la ciudad de Tafas, en Deraa, un menor murió y otras cuatro personas resultaron heridas cuando efectivos de seguridad sitiaron y atacaron a quienes rezaban en la mezquita de Al Omari.
Los grupos opositores a Al Asad convocaron para hoy una huelga general en todo el país que, según los Comités, tuvo un seguimiento masivo en Tafas, donde un gran número de matones del régimen recorrieron la población para forzar la vuelta al trabajo de quienes participaron en la protesta.
Acompañados de las fuerzas de seguridad, los matones irrumpieron en tiendas, rompieron sus puertas y las saquearon, mientras se producían enfrentamientos entre las tropas del régimen y soldados desertores, aseguraron los Comités.
Masivo seguimiento
La huelga tuvo un "gran seguimiento" en la provincia de Deraa, al igual que en la mayoría de localidades de Jabal al Zaouia en Idleb, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
En las cercanías de Damasco, la policía intentó abrir las tiendas a la fuerza en Harasta. En esa localidad y en Duma, donde la huelga fue seguida al 90%, procedieron a realizar detenciones.
En Homs, bastión de la oposición al régimen, "tuvo un seguimiento del 100% en los barrios disidentes", según el OSDH.
Los hechos ocurrieron a pocas horas de que se celebren elecciones municipales en Siria, previstas para mañana.
Ultimatum árabe
La Liga Árabe anunció que el próximo sábado los ministros de Asuntos Exteriores de los países árabes se reunirán en El Cairo para discutir la crisis en ese país.
Una fuente de la Liga Árabe que pidió el anonimato informó de que los ministros árabes analizarán la respuesta de Siria al ultimátum que le dio la organización panárabe para que terminara con la violencia y agregó que los países de la región esperan a su vez poder contestar al régimen de Al Asad con una única voz.
Desde mediados del pasado mes de marzo, Siria es escenario de la represión violenta del régimen contra los opositores, así como de enfrentamientos entre las tropas de Al Asad y soldados desertores en una crisis política y de violencia que ha causado más de 4.000 muertos, según datos de Naciones Unidas.
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