Al Asad advierte a Annan que no habrá diálogo mientras siga 'el caos'
No hay tregua. Al menos 31 personas han muerto por la represión del régimen de Bachar al Asad en distintos puntos de Siria. De nada ha servido, al menos por ahora, la presencia del enviado de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, quien se reunía con el líder sirio para buscar una salida pacífica a la crisis en el país. Habrá que esperar para saber si estas conversaciones dan su fruto, por el momento, Al Asad ha advertido a Annan que "cualquier diálogo o proceso político no podrá triunfar mientras haya grupos terroristas que trabajen para crear el caos y la desestabilización atacando a los civiles y los militares".
Según la agencia oficial siria, Sana, el encuentro habría transcurrido en "un ambiente positivo" y Al Asad estaría dispuesto a poner su esfuerzo "sincero" para "tener éxito" en la resolución de un conflicto que se alarga ya un año.
El líder sirio piensa que para solucionar esta crisis se requiere un estudio de la situación sobre el terreno y que se ponga fin "a lo que promueven algunos países regionales e internacionales para tergiversar los hechos y presentar una imagen distinta de lo que ocurre en Siria".
Por su parte, Annan le explicó a Al Asad su visión del conflicto y destacó su compromiso para trabajar de una manera "justa, imparcial e independiente". Annan expresó su esperanza de que pueda trabajar con el Gobierno sirio para lanzar un diálogo pacífico dentro de un proceso político, que devuelva la estabilidad a Siria y cumpla con las aspiraciones de su pueblo, indicó Sana. Tras el encuentro con Al Asad, Annan mantuvo un almuerzo de trabajo con el titular de Exteriores sirio, Walid al Mualem, en un restaurante en el casco histórico de la capital.
Es la primera jornada de Kofi Annan en el país árabe para promover el diálogo entre el Gobierno y la oposición, pero todo apunta a que no llegará la calma. Según los opositores Comités de Coordinación Local, al menos 31 personas murieron por la represión del régimen de Damasco en distintos puntos del país. El mayor número de víctimas se registró en la provincia septentrional de Idleb, donde al menos diecinueve personas perdieron la vida, de las que dieciséis perecieron en una emboscada de las fuerzas del régimen en la localidad de Yisr al Shogur.
Qatar pide movilización; Rusia se niega
Y mientras Annan visita Siria, los ministros árabes de Exteriores llegan a El Cairo, donde se reunirán con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Allí las reacciones no se han hecho esperar.
Durante la inauguración de la reunión, el ministro catarí de Exteriores, jeque Hamad bin Yaber bin Yasem al Zani, ha pedido el envío de fuerzas árabes e internacionales a Siria. "Llegó el momento de mandar fuerzas árabes e internacionales a Siria", afirmó Al Zani, que también es primer ministro de Qatar, en el encuentro que se celebra este sábado en la sede de la Liga Árabe y al que asiste el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Sin embargo, Lavrov ha insistido en el rechazo a una hipotética intervención militar extranjera en Siria, durante un discurso en la sede de la Liga Árabe en El Cairo. "Nosotros apoyamos el cumplimiento de la ley internacional, el respeto a la soberanía y a la Carta de la ONU, y la no intervención en los asuntos internos de los países, especialmente, si es militar", dijo Lavrov ante los ministros de Exteriores árabes.
Por otro lado, Rusia ha acordado con los países árabes un plan de cinco puntos para dar una salida a la crisis en Siria. Se contempla el cese de la violencia "sea cual sea su origen", la creación de un mecanismo neutral que supervise el alto el fuego y la no intervención extranjera.
Además, estipula la llegada de ayuda humanitaria "sin obstáculos" a la población civil y el respaldo a la misión del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan.
De hecho, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, presentará ante el Consejo de Seguridad de la ONU este plan de cinco puntos. "La situación es complicada y difícil, la Liga Árabe no puede imponer más medidas. Con Rusia y China podemos ir al Consejo de Seguridad, es lo máximo que podemos hacer", dijo Al Arabi.
Rusia ha vetado junto con China en varias ocasiones las resoluciones de condena al régimen sirio en el Consejo de Seguridad de la ONU y es actualmente uno de los principales aliados de Damasco frente al rechazo de la represión gubernamental contra los opositores por parte de la comunidad internacional.
Las peticiones de Ban Ki-moon
Tras una conferencia a tres bandas con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y con el propio Annan, antes de que éste partiera hacia Siria, el secretario general de la ONU mostró sus inquietudes.
"Los tres compartimos las mismas preocupaciones y las mismas prioridades. La primera de ellas es detener la violencia, por lo que ante todo he pedido enérgicamente a Annan que se asegure de lograr un alto el fuego inmediato", explicó Ban.
El máximo responsable de Naciones Unidas señaló que lo ideal sería lograr ese alto el fuego entre las autoridades sirias y las fuerzas de la oposición al mismo tiempo, pero indicó que, de no ser posible, las fuerzas del Gobierno deberían ser las primeras en detener los ataques.
"Después les tocaría a las fuerzas de la oposición", señaló Ban, para quien el cese de la violencia es el primer paso para que se inicie "un diálogo político sin exclusiones" en el país árabe, la segunda de sus prioridades.
El que fuera secretario general de la ONU entre 1997 y 2006 abandonará Damasco este domingo, tras lo cual se reunirá con los líderes de la oposición fuera ya del país y tratará de visitar otras naciones de la región que todavía están por determinar, según los datos de los que dispone hasta ahora el diplomático surcoreano.
Entretanto, la violencia continúa en Siria. A los 12 muertos de esta jornada, hay que sumarle los 85 de la pasada, entre ellas dos mujeres y diez menores, según el último recuento de los opositores Comités de Coordinación Local. Entre esas víctimas hay 25 miembros de dos familias que perdieron la vida en la localidad de Ain Laruz, en la zona de Yabal Zauya, situada en la provincia norteña de Idleb, fronteriza con Turquía.
Más de 9000 personas han muerto en Siria en los más de once meses que dura la rebelión contra el régimen de Al Asad, según datos de la ONU, aunque los opositores calculan que esta cifra sobrepasa los 8.500.
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