Los nuevos cascos de combate y sus fundas comenzarán a recibirse en 2017
Los soldados del Ejército de Tierra comenzarán a recibir, a lo largo de 2017, un nuevo casco de combate, denominado COBAT-1, que será fabricado por la empresa FECSA. La entrega, de las más de 40.000 unidades que se tienen previsto adquirir, se realizará en varias fases a lo largo de un periodo de tres años; y se estima termine en 2019.
La rigurosa homologación requerida para garantizar un diseño y unos materiales que maximicen su funcionalidad y resistencia ha supuesto que no fuera fácil encontrar empresas que respondieran a los exigentes requisitos técnicos. Por eso, los órganos de adquisición de material y equipo del Ejército de Tierra han estado trabajando, desde 2013, para encontrar un modelo que mejorara sustancialmente la protección del combatiente.
La llegada de este elemento de protección coincidirá con la de su complemento: una nueva funda de casco. Esta cubierta textil contará igualmente con importantes novedades de diseño. Contará con bolsillos posteriores para introducir contrapesos o accesorios, velcros para fijar parches o tiras reflectantes (tipo “ojos de gato”), trabillas para colocar elementos naturales que mejoren el mimetizaje con el entorno, luces químicas o elementos electrónicos de identificación, aberturas para el paso del correaje del sistema de visión nocturna, así como un tejido más resistente, incluyendo refuerzo frontal para evitar el desgaste que pueda producir el sistema de acople de las gafas de visión nocturna.