Lahoud dejó al Líbano en manos del ejército
El presidente libanés declaró el estado de emergencia antes de dejar el poder. El premier Siniora rechazó la medida.
Agencias EFE y AP
Beirut. El presidente libanés, Emile Lahoud, anunció ayer que el Líbano está en estado de emergencia y ordenó al ejército asumir las tareas de seguridad. Esto ocurrió horas antes de entregar el cargo, sin un sucesor a la vista, y de dejar así al país en medio del vacío político y de la confusión.
En tanto, una fuente cercana al primer ministro, Fuad Siniora, afirmó que el gobierno libanés rechaza lo que describió como “una decisión inconstitucional del presidente saliente”, quien deja al país en manos del ejército a pesar de que hay un primer ministro en funciones.
Un presidente no puede declarar el estado de emergencia sin la aprobación del gobierno, pero el portavoz de Lahoud manifestó que la administración del primer ministro Siniora es inconstitucional.
Este cruce de declaraciones y anuncios refleja la gravedad del enfrentamiento entre Lahoud, que es pro sirio, y Siniora, considerado pro occidental. Esas dos posiciones marcan desde hace años la política libanesa.
Muchos temen que las tensiones puedan desencadenar hechos de violencia entre los partidarios del gobierno y de la oposición.
Por su parte, los altos mandos del ejército se negaron a efectuar declaraciones.
Los militares ya habían permanecido en estado de alerta durante varios días. Incluso habían emplazado cientos de soldados en tanques y vehículos blindados en las principales calles del centro de la capital libanesa.
Cruce de declaraciones. “El presidente de la república (Lahoud) declara que como existe un estado de emergencia en todo el país desde el 24 de noviembre de 2007, el ejército recibió órdenes de preservar la seguridad en todo el territorio libanés y de colocar todas las fuerzas armadas a su disposición”, expresó el portavoz presidencial Rafik Shalala.
Por su parte, Siniora, que se encontraba reunido en la sede del gobierno en Beirut cuando el anuncio fue efectuado en el palacio presidencial de Babda, en las afueras de la capital, rechazó la proclama.
“No tiene valor y es inconstitucional, y en consecuencia es considerado como si no se hubiese ordenado”, manifestó un vocero del gobierno refiriéndose a la medida. El informante pidió mantener su nombre en el anonimato.
El portavoz dijo que la Constitución estipula que el gabinete, y no el presidente, tiene la autoridad para declarar el estado de emergencia y darle al ejército la autoridad de asumir las tareas de seguridad.
“Cualquier decisión que no sea tomada por el gabinete no tiene valor constitucional”, expresó el vocero.
El origen de la disputa. La crisis política surgió porque el Parlamento no logró elegir a un nuevo presidente antes de la culminación del mandato de Lahoud, que se produjo en la media noche de ayer.
“La sesión (del Parlamento) se cancela hasta el próximo viernes”, anunció en un comunicado el presidente del órgano, Nabih Berri.
En el mismo documento se aseguraba que la postergación se produjo para “permitir consultas adicionales”.
Ayer, los diputados de la oposición, como ya ocurrió otras veces, se presentaron en la Cámara, pero no entraron en el hemiciclo en el momento de la votación. De esa manera, no se completó el quórum, y a la media hora el presidente del órgano debió levantar la sesión.
El estancamiento de la situación es altamente preocupante. La situación hace temer un vacío de poder o la formación de dos gobiernos paralelos y rivales, como ocurrió al final de la guerra civil que se desarrolló entre 1975 y 1990.