Noticias relativas al conflicto

No es directamente relacionada con el conflicto Malvinero, pero suma para ellos y resta para nosotros.... y mientras nosotros "bautizamos"al ARA Santisima Trinidad con AGUA, ellos suman un buque capital a su arsenal...Todavia nos queda la esperanza que en el bautizo del buque la botella no se le rompa nonod. En fin...Saludos!!!

Gran Bretaña

Isabel II bautizará con whisky un portaaviones
Sustituirá así la tradición de hacerlo con champagne; será la mayor nave de la Armada Real


LONDRES (AFP).- La reina de Inglaterra, Isabel II, sustituirá el tradicional champagne por whisky para bautizar hoy en Escocia el nuevo portaaviones de la armada británica, que llevará su nombre.

El HMS Queen Elizabeth será botado en Rosyth, en el sur de Escocia, aunque no estará operativo hasta 2020. "Trabajadores de toda Gran Bretaña han ayudado a la construcción del barco, pero como se celebrará en Escocia es adecuado bautizarlo con whisky, el «agua de la vida»", explicó el gobierno británico en un comunicado.

La botella de whisky elegida para quebrarse contra el casco del barco es un puro de malta de la destilería Bowmore, de Islay, una de las islas Hébridas, al oeste de Escocia.

En plena campaña para el referéndum de independencia de Escocia, que se llevará a cabo el 18 de septiembre, el gobierno británico multiplicó los mensajes y guiños a los escoceses para que elijan continuar bajo la soberanía de Londres.

El HMS Queen Elizabeth es un buque de 55.000 toneladas y subsanará una significativa carencia de la Armada Real, que en estos momentos no dispone de ningún portaaviones.

Fuente: LNOL
 
No es directamente relacionada con el conflicto Malvinero, pero suma para ellos y resta para nosotros.... y mientras nosotros "bautizamos"al ARA Santisima Trinidad con AGUA, ellos suman un buque capital a su arsenal...Todavia nos queda la esperanza que en el bautizo del buque la botella no se le rompa nonod. En fin...Saludos!!!

Gran Bretaña

Isabel II bautizará con whisky un portaaviones
Sustituirá así la tradición de hacerlo con champagne; será la mayor nave de la Armada Real


LONDRES (AFP).- La reina de Inglaterra, Isabel II, sustituirá el tradicional champagne por whisky para bautizar hoy en Escocia el nuevo portaaviones de la armada británica, que llevará su nombre.

El HMS Queen Elizabeth será botado en Rosyth, en el sur de Escocia, aunque no estará operativo hasta 2020. "Trabajadores de toda Gran Bretaña han ayudado a la construcción del barco, pero como se celebrará en Escocia es adecuado bautizarlo con whisky, el «agua de la vida»", explicó el gobierno británico en un comunicado.

La botella de whisky elegida para quebrarse contra el casco del barco es un puro de malta de la destilería Bowmore, de Islay, una de las islas Hébridas, al oeste de Escocia.

En plena campaña para el referéndum de independencia de Escocia, que se llevará a cabo el 18 de septiembre, el gobierno británico multiplicó los mensajes y guiños a los escoceses para que elijan continuar bajo la soberanía de Londres.

El HMS Queen Elizabeth es un buque de 55.000 toneladas y subsanará una significativa carencia de la Armada Real, que en estos momentos no dispone de ningún portaaviones.

Fuente: LNOL

La última afrenta es que lo manden por acá y tengamos que verlo pasar desde costanera norte...
 

Daniel G. Gionco

Veterano Guerra de Malvinas
Una noticia algo vieja, pero de interés:

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F@lklands suffer the first Argentine attack of the 2010 cyber war
The F@lkland Islands suffered a first cyber-war attack from Argentine hackers who hijacked the website of the F@lkland Islands' weekly, Penguin New, posting reasons why the disputed Islands should belong to Argentina rather than Britain.



Ver: http://en.mercopress.com/2010/02/22...-first-argentine-attack-of-the-2010-cyber-war
--------------------------------------------

Obviamente que nunca apoyaremos a estos inadaptados, bla, bla...biuhhhh
 
La última afrenta es que lo manden por acá y tengamos que verlo pasar desde costanera norte...

No te quepa dudas que en el 2020 lo tenemos frente a Puerto Argentino, "burlandose" de la estupidez y de la ceguera de nuestros "dirigentes" y de la cohorte que los siguio "hasta la victoria siempre" (¿?). Abrazo!!!
 
Una noticia algo vieja, pero de interés:

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F@lklands suffer the first Argentine attack of the 2010 cyber war
The F@lkland Islands suffered a first cyber-war attack from Argentine hackers who hijacked the website of the F@lkland Islands' weekly, Penguin New, posting reasons why the disputed Islands should belong to Argentina rather than Britain.



Ver: http://en.mercopress.com/2010/02/22...-first-argentine-attack-of-the-2010-cyber-war
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Obviamente que nunca apoyaremos a estos inadaptados, bla, bla...biuhhhh

Perdon pero la ciberguerra esta totalmente asumida por las potencias "centrales" y es un medio tan legitimo de lucha como un FAL o el ultimo caza...acá lamentablemente los medios pauperrimos que se adquirieron ultimamente se destinan a hacer ciberguerra "interior"-:(-. Abrazo!!!
 

bagre

2º inspector de sentina
Estimados foristas, a pesar de la poca cultura en bebidashomepen, la acepción agua vida o agua vital, se referia al efecto inmediato de los alcoholes sobre el snc, y probablemente a la poco confiable agua potable en aquellos tiempos..."cuentos de barra"thumbbLo unico fiable que habia eran los destilados: cerveza, vino y demas bebidas "espirituosas, el agua generaba como minimo un cierto ...malestarvomitoaepalmface dadas las condiciones estrictamente naturales de su origen, sometido a contaminaciones de toda indole.
 

Daniel G. Gionco

Veterano Guerra de Malvinas
Perdon pero la ciberguerra esta totalmente asumida por las potencias "centrales" y es un medio tan legitimo de lucha como un FAL o el ultimo caza...acá lamentablemente los medios pauperrimos que se adquirieron ultimamente se destinan a hacer ciberguerra "interior"-:(-. Abrazo!!!

Es verdad: Tantos cibermilitantes rentados para atacar a los que denuncian a los descuidistas, cuando se podrían usar esos recursos mas provechosamente -:(-. Abrazo
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
"Sin la ayuda de Chile, hubiésemos perdido la guerra en Malvinas", admitió un ex oficial inglés
Sidney Edwards, el encargado de llevar adelante las negociaciones con Matthei, el comandante de la Fuerza Aérea chilena, cuenta la historia de la alianza secreta en un libro


Pinochet y Thatcher mantuvieron su alianza en secreto. Foto: Archivo
El apoyo chileno a Gran Bretaña en la guerra de Malvinas fue clave para que el gobierno de Margaret Thatcher consiguiera la victoria en el disputado archipiélago. Así lo afirma en su primera aparición pública Sidney Edwards, el oficial enviado por la premier conservadora a Santiago para conseguir el apoyo secreto de Augusto Pinochet.
"Mi opinión personal - y creo que fue compartida por mis jefes en el Ministerio de Defensa y por Margaret Thatcher- es que la ayuda que recibimos de parte de Chile fue absolutamente crucial. Sin ella, hubiésemos perdido la guerra", aventuró Edwards, un ex oficial de la Real Fuerza Aérea británica (RAF), a la revista chilena Qué Pasa.
Durante la guerra, que comenzó en abril de 1982 y duró dos meses-, Chile adoptó públicamente una posición de neutralidad pero, sin embargo, siempre se rumoreó que había prestado apoyo logístico a Londres, algo que finalmente se confirmó hace dos años, al publicarse los archivos oficiales de esa época.
A los 80 años, Edwards decidió salir a contar su historia en el libro My Secret Malvinas War (Mi Guerra de las Malvinas secreta).Allí cuenta que él fue elegido para llevar adelante las negociaciones en Chile por su dominio del idioma español -tras haber sido agregado aéreo en Madrid- y su experiencia en operaciones conjuntas de inteligencia con otros países.
Edwards contó que el mismo día en que llegó a Santiago de Chile fue recibido por el comandante jefe de la Fuerza Aérea chilena, Fernando Mathei. "El general Matthei me dio la mano cálidamente -cuenta Edwards en su libro-. Me ofreció cooperación total dentro de los límites de lo práctico y de lo diplomáticamente posible. Enfatizó la necesidad de mantener el secreto". El aviador dijo que entendía la delicadeza de las relaciones entre los dos países y continuaron conversando.
"No pude creer la cooperación que logré con él y, por supuesto, con el resto de sus oficiales -continúa Edwards-. Obviamente el general Matthei era un hombre muy pragmático y sabía dos cosas clave: que si Chile no nos ayudaba en la guerra, después los argentinos caminarían derecho a tomar las islas del canal Beagle. Lo otro es que Matthei sabía que ésta era una oportunidad ideal para conseguir armamento, inteligencia y otras cosas que normalmente no habrían conseguido".
En su libro, Edwards describe en detalle todo el operativo en Chile, con nombres y fechas, a pesar de que fue obligado a eliminar todo registro escrito de aquella época. "Éste fue un periodo muy relevante en mi vida y lo tengo muy fresco en mi memoria", dice.
La principal contribución

El libro de Sidney Edwards será publicado en Gran Bretaña.
En su libro, Edwards comenta que el hecho de que en Chile rigiera una dictadura en ese momento facilitó su trabajo, ya que consiguió rápidamente documentos de identidad falsos. Además, manejaba como si fueran propias las oficinas centrales de la Fuerza Aérea chilena y desde allí coordinó el uso de un radar de largo alcance en Punta Arenas, que permitía ver los movimientos aéreos en Ushuaia, Río Gallegos, Río Grande y Comodoro Rivadavia. También desde allí coordinó, junto con Londres, la llegada a Santiago de un equipo del Servicio Aéreo Especial británico (SAS) con un sistema satelital de comunicaciones seguro.
Para el piloto, ese radar fue la principal contribución a la misión británica. "Lo más importante fueron los avisos tempranos de ataques aéreos", dice el ex piloto. "Sin éstos, cuando tenés un fuerza de mar sólo con una pequeña defensa aérea, como teníamos, habríamos tenido que montar patrullas aéreas de combate carísimas y aviones volando constantemente, listos para interceptar intrusos", argumenta.
Además, Matthei dejó a su disponibilidad la pista de aterrizaje ubicada en la isla San Félix, a 892 kilómetros de la costa chilena -el gobierno no quería exponer los aeropuertos continentales-, para misiones Nimrod, que permitían volar a aviones británicos pintados con los colores chilenos a gran altura cerca de la frontera con la Argentina y obtener información de lo que pasaba en el país.
Sin contacto con Pinochet
Edwards remarca que nunca habló con Pinochet durante la misión y que se trató de un "hecho deliberado". "Él [Pinochet] quería tener una especie de cláusula de escape, para poder negar que tuviera conocimiento de mí. Me parece que lo que quería hacer era que si cualquier cosa salía mal, él podría decir: «Fue Matthei, yo no sabía lo que él estaba haciendo»", explica el piloto.
Tras el final de la guerra, el 14 de junio de 1982 y con un saldo de más de 900 muertos (649 argentinos y 255 británicos), Edwards se quedó unos días más en Chile y salió a festejar al boliche Las Brujas. "Muchos de nuestros colegas chilenos se nos unieron allá y parecían tan contentos como nosotros con la victoria", recuerda el piloto.
Al regresar a Londres, fue condecorado con la Orden del Imperio Británico por sus servicios. "Pero, para evitar atraer atención al vínculo con Chile, no me pondrían como parte de la lista de la guerra de las Malvinas [como llaman en Gran Bretaña a las Malvinas]", dijo.
la nacion
 
"Sin la ayuda de Chile, hubiésemos perdido la guerra en Malvinas", admitió un ex oficial inglés
Sidney Edwards, el encargado de llevar adelante las negociaciones con Matthei, el comandante de la Fuerza Aérea chilena, cuenta la historia de la alianza secreta en un libro


Pinochet y Thatcher mantuvieron su alianza en secreto. Foto: Archivo
El apoyo chileno a Gran Bretaña en la guerra de Malvinas fue clave para que el gobierno de Margaret Thatcher consiguiera la victoria en el disputado archipiélago. Así lo afirma en su primera aparición pública Sidney Edwards, el oficial enviado por la premier conservadora a Santiago para conseguir el apoyo secreto de Augusto Pinochet.
"Mi opinión personal - y creo que fue compartida por mis jefes en el Ministerio de Defensa y por Margaret Thatcher- es que la ayuda que recibimos de parte de Chile fue absolutamente crucial. Sin ella, hubiésemos perdido la guerra", aventuró Edwards, un ex oficial de la Real Fuerza Aérea británica (RAF), a la revista chilena Qué Pasa.
Durante la guerra, que comenzó en abril de 1982 y duró dos meses-, Chile adoptó públicamente una posición de neutralidad pero, sin embargo, siempre se rumoreó que había prestado apoyo logístico a Londres, algo que finalmente se confirmó hace dos años, al publicarse los archivos oficiales de esa época.
A los 80 años, Edwards decidió salir a contar su historia en el libro My Secret Malvinas War (Mi Guerra de las Malvinas secreta).Allí cuenta que él fue elegido para llevar adelante las negociaciones en Chile por su dominio del idioma español -tras haber sido agregado aéreo en Madrid- y su experiencia en operaciones conjuntas de inteligencia con otros países.
Edwards contó que el mismo día en que llegó a Santiago de Chile fue recibido por el comandante jefe de la Fuerza Aérea chilena, Fernando Mathei. "El general Matthei me dio la mano cálidamente -cuenta Edwards en su libro-. Me ofreció cooperación total dentro de los límites de lo práctico y de lo diplomáticamente posible. Enfatizó la necesidad de mantener el secreto". El aviador dijo que entendía la delicadeza de las relaciones entre los dos países y continuaron conversando.
"No pude creer la cooperación que logré con él y, por supuesto, con el resto de sus oficiales -continúa Edwards-. Obviamente el general Matthei era un hombre muy pragmático y sabía dos cosas clave: que si Chile no nos ayudaba en la guerra, después los argentinos caminarían derecho a tomar las islas del canal Beagle. Lo otro es que Matthei sabía que ésta era una oportunidad ideal para conseguir armamento, inteligencia y otras cosas que normalmente no habrían conseguido".
En su libro, Edwards describe en detalle todo el operativo en Chile, con nombres y fechas, a pesar de que fue obligado a eliminar todo registro escrito de aquella época. "Éste fue un periodo muy relevante en mi vida y lo tengo muy fresco en mi memoria", dice.
La principal contribución

El libro de Sidney Edwards será publicado en Gran Bretaña.
En su libro, Edwards comenta que el hecho de que en Chile rigiera una dictadura en ese momento facilitó su trabajo, ya que consiguió rápidamente documentos de identidad falsos. Además, manejaba como si fueran propias las oficinas centrales de la Fuerza Aérea chilena y desde allí coordinó el uso de un radar de largo alcance en Punta Arenas, que permitía ver los movimientos aéreos en Ushuaia, Río Gallegos, Río Grande y Comodoro Rivadavia. También desde allí coordinó, junto con Londres, la llegada a Santiago de un equipo del Servicio Aéreo Especial británico (SAS) con un sistema satelital de comunicaciones seguro.
Para el piloto, ese radar fue la principal contribución a la misión británica. "Lo más importante fueron los avisos tempranos de ataques aéreos", dice el ex piloto. "Sin éstos, cuando tenés un fuerza de mar sólo con una pequeña defensa aérea, como teníamos, habríamos tenido que montar patrullas aéreas de combate carísimas y aviones volando constantemente, listos para interceptar intrusos", argumenta.
Además, Matthei dejó a su disponibilidad la pista de aterrizaje ubicada en la isla San Félix, a 892 kilómetros de la costa chilena -el gobierno no quería exponer los aeropuertos continentales-, para misiones Nimrod, que permitían volar a aviones británicos pintados con los colores chilenos a gran altura cerca de la frontera con la Argentina y obtener información de lo que pasaba en el país.
Sin contacto con Pinochet
Edwards remarca que nunca habló con Pinochet durante la misión y que se trató de un "hecho deliberado". "Él [Pinochet] quería tener una especie de cláusula de escape, para poder negar que tuviera conocimiento de mí. Me parece que lo que quería hacer era que si cualquier cosa salía mal, él podría decir: «Fue Matthei, yo no sabía lo que él estaba haciendo»", explica el piloto.
Tras el final de la guerra, el 14 de junio de 1982 y con un saldo de más de 900 muertos (649 argentinos y 255 británicos), Edwards se quedó unos días más en Chile y salió a festejar al boliche Las Brujas. "Muchos de nuestros colegas chilenos se nos unieron allá y parecían tan contentos como nosotros con la victoria", recuerda el piloto.
Al regresar a Londres, fue condecorado con la Orden del Imperio Británico por sus servicios. "Pero, para evitar atraer atención al vínculo con Chile, no me pondrían como parte de la lista de la guerra de las Malvinas [como llaman en Gran Bretaña a las Malvinas]", dijo.
la nacion

Cristal

Nunca podré olvidar que por esta ayuda es muy probable que varios argentinos murieran en la guerra, imperdonable hasta el fin de los tiempos.
 

DSV

Colaborador
Nunca podré olvidar que por esta ayuda es muy probable que varios argentinos murieran en la guerra, imperdonable hasta el fin de los tiempos.
El envío del buque polar Piloto Pardo al rescate de náufragos del Belgrano puede haber sido una especie de compensación por esto?
 
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