El Pentágono acusa a Rusia de haber violado el espacio aéreo de Ucrania
- Obama acuerda con Europa nuevas sanciones contra Rusia por no cumplir lo acordado en Ginebra respecto a la soberanía de Ucrania
Yolanda Monge Washington
26 ABR 2014 - 03:36 CET
Obama, en su vista a Corea del Sur este viernes. / Kim Hong-ji (AP)
El Pentágono ha informado la noche de este viernes que aviones rusos han entrado repetidamente en el espacio aéreo de Ucrania y ha pedido a
Moscú que tome “los pasos necesarios para frenar la escalada” bélica que ha sido calificada por Kiev como la antesala de la Tercera Guerra Mundial.
“Puedo confirmar que en varias ocasiones en las pasadas 24 horas, aviones rusos han entrado en el espacio aéreo ucraniano”, ha informado el coronel Steven Warren, portavoz del Pentágono. El militar no aportó más datos ni informó sobre qué tipo de aviones habían sido los utilizados o si se habían producido incidentes concretos.
La violación del espacio aéreo de Ucrania es una gota más en el ya desbordado vaso que está llevando al límite la paciencia de Washington. Desde el jueves, el secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, está intentando en vano comunicarse con el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu. Pero Moscú sigue sin contestar las llamadas de Hagel. Por su parte, el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey, hablaba este viernes con su contraparte ruso, pero hasta el momento no han transcendido detalles de la conversación.
La presencia de aviones rusos en el cielo de Ucrania forma parte de los
juegos de guerra iniciados por Moscú con
el despliegue de cerca de 40.000 tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania, según el Pentágono. El mes pasado, tropas rusas asaltaron instalaciones clave ucranianas como paso previo a la anexión de la península de Crimea a territorio ruso.
A principios de esta semana, el Pentágono enviaba un mensaje a sus aliados de la OTAN en la región de que estaba comprometido en su defensa al reforzar su apoyo militar a Polonia y al Báltico en plena crisis con el despliegue 600 paracaidistas en esa zona.
Con su gira asiática empañada una vez más por una crisis, el presidente de Estados Unidos ha hecho este viernes un alto en su agenda para mantener una videoconferencia con cuatro líderes europeos claves en la que se ha concluido que Rusia no está cumpliendo
lo acordado la semana pasada en Ginebra respecto a la soberanía de Ucrania y se encamina a ser castigada por ello con sanciones.
Según ha informado la Casa Blanca tras el encuentro de Obama -vía vídeo conferencia- con el presidente de Francia, Francois Hollande, y los primeros ministros de Italia y Reino Unido, Matteo Renzi y David Cameron, así como con la canciller alemana, Angela Merkel, “el presidente ha dejado claro que Estados Unidos está preparado para imponer sanciones concretas en respuesta a las últimas acciones de Rusia”. “Los líderes están de acuerdo en trabajar juntos, y a través del G7 y la UE, para coordinar los pasos necesarios que lleven a la aplicación de costes para Rusia”, ha reseñado la Casa Blanca.
Como en anteriores momentos de esta crisis –que Kiev califica ya como
la antesala de una nueva guerra mundial al ser ocupado su país militar y políticamente-, el presidente de EEUU y los líderes europeos señalan que Moscú todavía puede elegir una salida pacífica al conflicto, que en estos momentos pasa por cumplir lo establecido en el acuerdo del pasado día 17 en Ginebra.
“De conformidad con los compromisos contraídos en Ginebra, Rusia debería contribuir a frenar la escalada absteniéndose de hacer declaraciones provocadoras o maniobras de intimidación”, según han coincidido los cinco mandatarios, que estuvieron de acuerdo en que “la integridad territorial y la soberania de Ucrania deben ser plenamentes respetadas”. Lo acordado en Ginebra entre Rusia, Ucrania, EEUU y la UE establecía el desarme de las milicias prorrusas que ocupan varias instalaciones públicas en las principales ciudades de la zona oriental ucrania, así como la amnistía de aquellos que participaron en desordenes pero no cometieron crímenes.
Obama ya se mostró cauteloso tras la firma del acuerdo en Suiza y entonces declaró que no se podía “estar seguro de nada” cuando de Rusia se trataba. Para el cauto mandatario norteamericano, aún así, la diplomacia mantenía su puerta abierta a Moscú, aunque en caso de que el Kremlin persistiera en su actitud belicosa, lo único que lograría sería quedar aislada internacionalmente y sancionada por ello. Obama ya declaró que Washington tenía preparado un importante paquete de castigos económicos, algo que confirmó el jueves el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, al asegurar que los costes para Rusia aumentarían si insistía en no elegir el camino para rebajar la tensión.
"La ventana para el cambio se está cerrando”, advirtió Kerry. “El mundo se asegurará de que los costes para Rusia solo aumenten” si decide seguir en la senda belicista. El secretario de Estado, inmerso en los últimos meses en intensas conversaciones con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, empleó duras palabras para recalcar que Moscú puede pagar su error “muy caro”.
Obama y los líderes europeos han manifestado tras su encuentro telefónico su exigencia de que las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo se celebren y el proceso democrático pueda concluir con éxito en Ucrania, ya que esos comicios son claves para que los ciudadanos ucranios “decidan libremente y con total transparencia su futuro”.