Noticias sobre la Republica Centro Africana

Barbanegra

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La República Centroafricana, un país olvidado al borde del genocidio
La iglesia de Bossangoa rebosa de cristianos que no han ido a escuchar la misa, sino a salvar sus vidas. A su alrededor se ha montado un campamento improvisado en el que las madres cocinan, los niños corretean y los padres intentan montar guardia y conseguir algo de comida.

En la misma localidad, junto a la mezquita, se repite la escena, pero los congregados allí son musulmanes que también temen por su existencia. Tienen razones para ello: ambos bandos llevan semanas matándose a machete sin que nadie hasta ahora haya hecho nada por evitarlo. Los informes de Human Right Watch y Amnistía Internacional, hablan ya de "masacres".

República Centroafricana no sólo es, según 'Forbes International', el país más triste del mundo. Es a su vez el segundo más pobre del planeta y uno de los más violentos y olvidados.

Pese a encontrarse en el kilómetro cero del continente y de contar con enormes reservas de oro, diamantes y uranio sus noticias suelen ignorarse, a pesar de que los titulares ya carguen con una palabra maldita: 'genocidio'. Sobre todo cuando esa palabra significa ese delito que comprende actos perpetrados para destruir un grupo nacional, étnico, racial o religioso.

Recuerda a Ruanda
Es el término que utilizó Adama Dieng, asesor de Naciones Unidas para la prevención de los genocidios, sobre la situación actual del país ante los 15 miembros del Consejo de Seguridad en Nueva York. Curiosamente, su discurso sólo tuvo eco en el representante de Ruanda: "Lo que está sucediendo allí me recuerda mucho a lo que nos pasó a nosotros en 1994".

¿Y qué está sucediendo sobre el terreno? El pasado otoño el Gobierno y algunas organizaciones intentaron desarmar a cinco grupos rebeldes en el norte del país. Cerca de Batangafo, casi en la frontera con Chad, los soldados entregaban sus 'kalashnikovs' a cambio de 30 dólares cada uno.

En otra aldea cercana esos mismos soldados compraban otros tres por 10 dólares. Se cocinaba así la rebelión conocida después como Seleka (que significa 'alianza' en sango, el idioma local) que acabó tomando el poder el pasado marzo y expulsando a su presidente, François Bozize, exiliado en Camerún.

El problema es que esa rebelión de unos 15.000 milicianos locales, como cuenta José Carlos Rodríguez Soto, de la misión de Naciones Unidas, estaba apoyada por miles de soldados de fortuna extranjeros: "Los milicianos de la Seleka son, en su mayoría musulmanes del Norte, una zona donde la gente se ha sentido marginada durante décadas, aunque muchos de ellos son también mercenarios de Chad y de Darfur (Sudán) que sólo obedecen a sus jefes más inmediatos y que matan, violan, torturan y saquean con toda impunidad".

Cuando cayó la capital, el caos se apoderó de las calles, que siguen sin dueño. En Bangui, una de las ciudades más tranquilas y seguras de África hace unos meses, hubo decenas de ejecuciones a sangre fría en las aceras, torturas y violaciones a plena luz del día. Sus habitantes, hartos de estar hartos, se refugiaron en la pista del aeropuerto, el lugar más seguro de la ciudad, defendido por 400 gendarmes franceses.

El Gobierno de Bozize, con su policía y su ejército, cayó en pocos días, y con ello la autoridad. Para llenar ese vacío, "en las áreas rurales han surgido grupos armados con armas de fuego artesanales y a veces arcos y flechas llamados antibalaka (antimachetes)", como cuenta la periodista Lali Cambra, que acaba de recorrer el país con Médicos Sin Fronteras.

Su descripción incluye aldeas arrasadas por el fuego, muertos en las calles e incontables heridos de bala y arma blanca en los hospitales, que están desabastecidos. "El problema no es sólo lo que vemos sino lo que no vemos. Hay cientos de miles de personas escondidas en la selva, desnutridas y con altas posibilidades de contraer malaria. Si no conseguimos llegar hasta ellas, muchas morirán", dice Cambra.

Médicos Sin Fronteras es hoy la única organización con estructuras capaces de improvisar un mínimo sistema de salud, ya que el del Gobierno es casi inexistente. Naciones Unidas estima que dos millones de personas necesitan ayuda urgente.

Por su ubicación en el corazón del continente, República Centroafricana marca la frontera entre el África musulmana del norte y el África negra y cristiana del sur. La relación entre ambas comunidades siempre ha sido delicada y esta guerra no ayuda.

La rebelión Seleka
Los musulmanes de la Seleka invadieron el sur del país y los cristianos se han armado para atacar, a su vez, a ese 10% de musulmanes que ya vivía en el país antes de la rebelión. Hoy, con los líderes militares manipulando a una población en la que sólo la mitad sabe leer y escribir, la situación no es de guerra civil, sino algo peor: de guerra de religión. Y mientras tanto, hay casi medio millón de desplazados por el conflicto mientras las tropas de paz (3.600 cascos azules prometidos) ni están ni, por el momento, se las espera.

El actual presidente, Michel Djotodia, se ha comprometido a controlar a su propio ejército, aunque es incapaz, y ha acabado firmando un manifiesto junto a las ONG internacionales y la sociedad civil en contra de los desmanes de esos mismos soldados.

Juan José Aguirre, el carismático misionero y obispo de Bangassou, asegura que "República Centroafricana es hoy un país a la deriva, con toda su población atrapada como en un campo de concentración".

Los problemas de República Centroafricana no terminan ahí. Joseph Kony, el señor de la guerra más buscado del mundo, secuestrador de niños y violador de mujeres, ha vuelto a atacar esta semana aldeas en la zona este del país, frontera con Sudán del Sur, al frente de su infame Ejército de Resistencia del Señor. Por si la población ya no sufría lo suficiente.

http://www.elmundo.es/internacional/2013/11/10/527f6ebe6843418c058b456b.html
 

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Francia interviene para frenar la violencia en República Centroafricana
Francia lanzó el viernes su segunda gran operación en África en un año, enviando tropas aceleradamente a la capital de otra antigua colonia, República Centroafricana, para intentar frenar la violencia que se ha cobrado más de 100 vidas solo esta semana.

Francia, que consiguió frenar un avance de insurgentes vinculados con al Qaeda sobre la capital de su también excolonia Mali este mismo año, comenzó a reunir un contingente de 1.200 militares para enviar a República Centroafricana apenas unas horas después de conseguir el apoyo de la ONU el jueves por la tarde.

"La operación ha comenzado de manera efectiva", dijo a la emisora RF1 el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian. Informó de que una compañía había llegado a la capital, Bangui, desde una base francesa en el vecino Gabón, y que un grupo de helicópteros iba a llegar durante el día.

Le Drian añadió que la noche había estado en calma después de los combates del jueves entre los antiguos rebeldes mayoritariamente musulmanes que ahora dirigen el país y una mezcla de milicianos cristianos y otros combatientes leales al depuesto presidente François Bozize. Un testigo de Reuters y un cooperante dijeron que han muerto al menos 105 personas.

Pocas horas después de conseguir el apoyo de la ONU, el presidente francés François Hollande prometió que la operación sería limitada en el tiempo, y que el objetivo sería entregar el control a tropas africanas lo antes posible.

Le Drian dijo que "no es imposible" que Francia reduzca su presencia después de seis meses, pero el primer ministro de República Centroafricana, Nicolas Tiangaye, dijo que es probable que tengan que permanecer más tiempo.

"Seis meses me parece un poco corto; en mi opinión estamos mirando más a un año. Si (la misión francesa) consigue arreglar los problemas, mucho mejor, pero preferiría que se quedara aquí un año", dijo Tiangaye en la emisora RTL.

Periodistas de Reuters en Bangui dijeron que la capital estaba en calma, y que muchos vecinos se habían quedado es sus casas para evitar las fuertes lluvias.

CAOS DESDE MARZO
El país rodeado por Chad y Sudán al norte y este, y los dos Congos y Camerún al sur y oeste, se ha hundido en el caos desde que los rebeldes mayoritariamente musulmanes se hicieron con el poder en marzo, desatando una oleada de represalias mutuas con la mayoría cristiana. Los sucesos del jueves son los peores que se han producido en la capital desde entonces.

El jueves Francia ya contaba con 650 militares en el aeropuerto de Bangui, una cifra que Hollande dijo podría duplicarse inmediatamente con refuerzos de bases francesas en países vecinos.

República Centroafricana es rica en oro, diamantes y uranio, pero décadas de inestabilidad y problemas contagiados de guerras en sus vecinos de mayor tamaño han provocado que vaya de crisis en crisis.

Michel Djotodia, líder del antiguo movimiento rebelde Seleka, es ahora presidente provisional del país, pero ha tenido problemas para mantener el control de sus combatientes, muchos de los cuales proceden de Chad y Sudán.

El ministro de Asuntos Exteriores galo, Laurent Fabius, afirmó que Djotodia asumió el poder "de un modo debatible", pero añadió: "No creo que necesitamos más dificultades añadiendo la marcha del presidente", matizando que las elecciones deberían tener lugar a primeros de 2015 como muy tarde.

Fabius dijo que las tropas francesas se centrarán en asegurar Bangui y las carreteras que llevan a Chad y Camerún.

REUTERS
 

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Más de 300 muertos por la violencia en la República Centroafricana
Más de 300 personas han muerto desde el jueves en Bangui, capital de la República Centroafricana (RC), por los ataques de milicias contra la población civil, informó la Cruz Roja.

Un alto funcionario de la organización divulgó esa cifra provisional anoche, aunque el número de muertos puede aumentar porque continúa la búsqueda de personas desaparecidas durante los últimos días.

"En mi barrio, todavía hay cuerpos tirados en el suelo. Es complicado recogerlos. La Cruz Roja aún no ha entrado en la zona y nosotros tenemos miedo a las epidemias", dijo Quentin Ningatouloum, residente de Galabadjia Sinistré, en el distrito octavo de Bangu.

La situación de la seguridad sigue siendo hoy caótica en Bangui, a pesar del despliegue de tropas francesas en la ciudad, acosada por la violencia desde que las milicias de autodefensa cristianas "Anti-Balaka" iniciaran sus ataques y fueron repelidos por las fuerzas de seguridad, apoyadas por la milicia musulmana Séléka.

"Los asesinatos continúan, los hombres armados siguen presentes y cometen actos de violencia en la ciudad", dijo una autoridad local del cuarto distrito de la capital.

Bangui ofrecía a primera hora de hoy la imagen de una ciudad desierta, aunque los soldados franceses han intensificado sus patrullas desde anoche.

Labores de reconocimiento
El cielo de la capital vibró con el sonido de los aviones de combate del Ejército francés, que hicieron labores de reconocimiento sobre el terreno, según fuentes militares.

"La jornada de hoy debería ser decisiva. El Ejército francés debería actuar para desalojar a los hombres de Séléka que continúan los abusos en nuestro barrio", comentó Kevin Redebale, vecino de la zona de Boy Rabe (norte de Bangui), quien ha tenido que refugiarse en un monasterio a causa de los combates.

Los enfrentamientos se intensificaron el pasado jueves tras los ataques de los milicianos "Anti-Balaka" -partidarios del derrocado presidente François Bozize-, horas antes de que la ONU autorizase la intervención militar de Francia, junto a una fuerza africana, para proteger a la población civil y restablecer el orden en ese país.

En las últimas semanas, se han registrado choques entre partidarios de Séléka y la milicias de autodefensa "Anti-Balaka" ("antimachete" en sango, la lengua nacional).

Los milicianos cristianos han atacado a civiles musulmanes, confesión de los miembros de Séléka pero minoritaria en el país, lo que ha provocado represalias.

La crisis de la República Centroafricana comenzó cuando, el pasado 24 de marzo, la capital fue tomada por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país tras la huida de Bozizé al exilio.

http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/07/52a2cfe60ab740b01c8b4575.html
 

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París cifra en 394 los muertos en República Centroafricana
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, cifró hoy en 394 el número de muertos en los recientes enfrentamientos en la República Centroafricana, donde fuerzas militares francesas intervienen desde el pasado jueves.

El ministro declaró al canal de televisión "France 3" que "la calma ha vuelto a Bangui", la capital del país centroafricano, e insistió en que el papel de las tropas francesas desplegadas en el territorio "está claro, es devolver la seguridad".

"Si no hubiéramos intervenido los muertos habrían sido miles", aseguró el ministro, quien insistió en que posteriormente el objetivo de la operación autorizada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es "preparar la transición política porque no hay autoridad" en el país.

Fabius reiteró que el propósito de Francia es mantener a sus fuerzas desplegadas en la República Centroafricana un máximo de seis meses, aunque precisó que la duración total de la misión, con la participación de fuerzas africanas, se prolongará más tiempo.

"Espero que los franceses no se queden, no es nuestra vocación", explicó el ministro quien dijo que el enfrentamiento por motivos religiosos es un "riesgo" que no excluye en la República Centroafricana, aunque precisó: "no es la tradición en ese país".

"Lo que pasó es que la oposición civil comenzó a ser una oposición religiosa y ese es el peligro", explicó Fabius.

Ayer, el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, se mostró convencido de que los 1.600 soldados desplegados en la República Centroafricana bastarán para restablecer el orden, porque la misión la completarán con militares africanos de otros países.

El sábado se celebró en París una cumbre informal sobre esta crisis organizada por el presidente francés, François Hollande, en la que los países africanos participantes prometieron aumentar las fuerzas de la misión internacional hasta 6.000 soldados para "restablecer un mínimo de seguridad", según explicó Le Drian.

EFE
 

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La UE anuncia un puente aéreo humanitario con la República Centroafricana
La Comisión Europea (CE) ha anunciado que ha desplegado su servicio aéreo humanitario para abrir una vía de transporte y de apoyo vital con Bangui, la capital de la República Centroafricana, en un momento en el que la comunidad internacional intenta estabilizar la situación en el país.

Un avión CRJ 200 -operado por "ECHO", los servicios humanitarios aéreos de la Unión Europea (UE)- con una capacidad para 50 pasajeros o cinco toneladas de cargamento, llegará mañana a la ciudad costera de Duala, la mayor de Camerún, según la CE.

El avión hará rotaciones diarias entre Bangui y Duala, estableciendo un puente aéreo humanitario para transportar bienes y personal a la República Centroafricana.

Además, la UE duplicará el número de expertos ya radicados en Bangui que trabajan con agencias de ayuda humanitaria para canalizar la asistencia a las personas que más la necesitan, explicó la CE.

"En los últimos días hemos oído historias terroríficas de masacres de la República Centroafricana", señaló la comisaria europea para la Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta de Emergencia, Kristalina Georgieva.

"La llegada de fuerzas internacionales a Bangui y su despliegue más allá de la capital representa la única esperanza para la seguridad de millones de personas que han estado viviendo con miedo la mayor parte de este año", agregó, en referencia a la intervención militar de Francia, junto a una fuerza africana, para proteger a la población civil y restablecer el orden en ese país.

De acuerdo con la comisaria, los vuelos ECHO contribuirán a garantizar que la ayuda humanitaria llegue a aquellos ciudadanos que más la necesita y a proporcionar una vía de transporte para servicios esenciales que pueden salvar vidas.

Georgieva agradeció a todos los trabajadores de ONG, Cruz Roja y la ONU que han permanecido en los últimos meses en Bangui y en el interior de la República Centroafricana para atender a los ciudadanos necesitados, pese a la violencia y el caos.

La comisario afirmó que las necesidades de la gente seguirán siendo "enormes" durante algún tiempo y, mientras que la UE ha duplicado su ayuda humanitaria hasta 20 millones de euros, "está claro que se necesitará mucha más financiación", dijo.

Por ello, instó a los donantes internacionales a mostrar "compasión y a ser generosos en una crisis que ha permanecido en el olvido durante demasiado tiempo".

En las últimas semanas, se han registrado choques entre partidarios del grupo Séléka, que el pasado 24 de marzo dio un golpe de Estado que derrocó al presidente centroafricano, François Bozizé, y sus partidarios, agrupados en las milicias de autodefensa "Anti-Balaka" ("antimachete" en sango, la lengua nacional).

Los enfrentamientos se intensificaron el pasado jueves tras los ataques de los "Anti-Balaka" horas antes de que la ONU autorizase la intervención militar de Francia, junto a una fuerza africana, para proteger a la población civil y restablecer el orden en ese país.

EFE
 

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Francia comienza a desarmar a las milicias en Repúblicas Centroafricana
Militares galos comenzaron hoy a desarmar a las milicias en República Centroafricana, donde Francia ha desplegado 1.600 uniformados para apoyar a los 3.000 efectivos enviados a ese país por otros Estados africanos en la misión internacional MISCA, informó hoy el Estado Mayor.

Por su parte, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, subrayó en declaraciones a "France Intern" que la dificultad del desarme pasa por identificar a los partidarios del grupo Séléka, que "se han quitado sus uniformes y se han vestido de civiles".

"No es un trabajo fácil, pero nuestros militares son muy profesionales y están muy preparados", señaló.

Los militares franceses han explicado a la población centroafricana a través de los medios de comunicación que deben desarmarse.

"Y si no es suficientemente eficaz, se empleará la fuerza", agregó Fabius, quien minimizó el impacto económico de la operación para París porque los militares galos empleados se encontraban ya en países vecinos.

Según el jefe de la diplomacia gala, la no intervención rápida hubiera supuesto el riego de "salir aún más caro".

Desde el pasado jueves, el mismo día que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución de intervención internacional en República Sudafricana, los enfrentamientos entre diferentes milicias se cobraron 400 muertos en ese país, según la Cruz Roja.

La crisis de la República Centroafricana comenzó el pasado 24 de marzo, cuando Bangui fue tomada por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país y derrocaron al presidente, François Bozizé, que se exilió.

EFE
 

Barbanegra

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Tiroteo entre tropas galas y exrebeldes en República Centroafricana
Tropas francesas intercambiaron disparos el lunes con exrebeldes en la capital de la República Centroafricana, Bangui, mientras trataban de desarmar a los combatientes tras la violencia que ha causado cientos de muertos, dijo un responsable de la fuerza regional de pacificación.

"Los seleka (exrebeldes) no querían desarmarse. Hubo un breve intercambio de disparos, y huyeron" dijo Celestin Christ Leon, responsable de comunicaciones de la Fuerza Multinacional de África Central (FOMAC), que tiene su sede en el aeropuerto de Bangui.

Francia dijo que el lunes comenzaría a desarmar a los rebeldes por la fuerza si era necesario mientras una calma relativa volvía a Bangui tras tres días de intensos combates entre cristianos y musulmanes, que la Cruz Roja dijo que causó al menos 394 muertos.

REUTERS
 

Barbanegra

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París confirma la muerte de dos soldados en la República centroafricana
Francia confirmó hoy la muerte de dos soldados galos en la República centroafricana, las primeras bajas en su contingente desde el inicio de la intervención armada, decidida el pasado viernes y comenzada un día después.

Según la Presidencia francesa, dos soldados murieron anoche en Bangui, pertenecientes al octavo regimiento de paracaídas de la infantería de marina de Castres.

"Han perdido la vida para salvar muchas otras", indicó el Elíseo en un comunicado.

El presidente galo, que esta tarde viajará a Bangui tras participar en el homenaje al ex presidente sudafricano Nelson Mandela, expresó sus condolencias a las familias y renovó "la confianza en las fuerzas francesas comprometidas, junto a las africanas, para restablecer la seguridad en el país, proteger a la población y garantizar el acceso a la ayuda humanitaria".

Hollande viajará a Bangui acompañado del ministro de Exteriores, Laurent Fabius, en un viaje que fue decidido ayer pero que no fue comunicado hasta hoy por motivos de seguridad.

En paralelo a la visita de Hollande, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, comparecerá ante los diputados franceses para explicar la operación en la República centroafricana.

Aunque el conjunto de los grupos parlamentarios con representación en la Asamblea Nacional ha mostrado su respaldo a la intervención, la Constitución francesa obliga al Ejecutivo a informar a la representación nacional de sus operaciones militares internacionales.

El presidente francés, François Hollande, visitará la República Centroafricana, donde el Ejército de su país efectúa una intervención armada, tras el homenaje al fallecido ex presidente sudafricano Nelson Mandela, informó hoy la Presidencia.

EFE
 

Barbanegra

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Aumentan a 108.000 los desplazados en la capital de República Centroafricana
La ONU alertó hoy de unas 108.000 personas desplazadas en Bangui, la capital de la República Centroafricana, a raíz de la inseguridad provocada por los intensos enfrentamientos entre ex rebeldes del grupo Seleka y milicias de autodefensa.

El número de desplazados en esta zona ha aumentado fuertemente con respecto a hace tan sólo dos días, cuando la cifra estimada era de unos 60.000.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), los desplazados están distribuidos en 30 refugios habilitados, entre los que se encuentran iglesias, mezquitas, edificios públicos y el aeropuerto de Bangui, donde las personas viven en condiciones "deplorables" y en algunos casos duermen a la intemperie bajo la lluvia.

La ocupación de esos refugios aumenta durante la noche, cuando muchos de los desplazados, empujados por el miedo a los ataques, los utilizan para pasar la noche y retornar a sus casas durante el día.

"La situación es volátil en Bangui, con enfrentamientos y tiros esporádicos entre ayer y esta mañana, mientras que elementos armados se resisten a ser desarmados por las tropas francesas", relató el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards

Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó de que sus equipos han asistido a numerosos niños heridos en los asentamientos de desplazados y algunos han podido ser llevados a hospitales para recibir tratamiento.

En los dos principales hospitales de Bangui se identificaron al menos a 4 niños asesinados y a otros 29 heridos de bala y machete, según la portavoz del UNICEF, Marixie Mercado, quien hizo hincapié en que estas cifras son muy provisionales.

Durante el día, la situación de seguridad ha comenzado a estabilizarse gracias al despliegue de 1.600 soldados franceses en la región noroeste del país y en Bangui.

Según datos de la ONU, el número total de desplazados supera el medio millón desde el inicio de la crisis en el país hace un año.

EFE
 

Sebastian

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Mueren tiroteados dos soldados franceses en la República Centroafricana

El presidente Hollande viaja a Bangui, donde ha velado los cuerpos, tras asistir al funeral de Mandela en Johanesburgo

Miguel Mora París 10 DIC 2013 - 19:51 CET42



El presidente francés, François Hollande, se desplazó esta tarde a Bangui, la capital de la República Centroafricana, después de asistir en Johanesburgo a los funerales de Nelson Mandela. Hollande mostró así su apoyo a la Operación Sangaris, que tiene desplegados 1.600 militares en la excolonia francesa, y pudo velar los cuerpos de los dos primeros soldados franceses muertos sobre el terreno. Antoine Le Quinio y Nicolas Vokaer, de 22 y 23 años, paracaidistas de Infantería de Marina, fueron abatidos el lunes a medianoche por los tiros de milicianos musulmanes mientras patrullaban las calles de la capital, según confirmó este martes el ministerio de Defensa.

La visita del jefe del Estado al avispero centroafricano, solo unos días después de que el inquilino del Elíseo enviara a 1.200 nuevos soldados a Bangui, tiene un alto valor simbólico y político. Hollande se iba a entrevistar con las autoridades que lideran la complicada transición de un Estado fallido, el primer ministro Nicolas Tiangaye y el autoproclamado presidente Michel Djotodia, exjefe de la milicia reunida en torno a la heterogénea coalición de mayoría musulmana Seleka.

Djotodia lidera el país desde el golpe de Estado del 24 de marzo, cuando Seleka tomó Bangui y obligó a huir a Camerún al presidente François Bozizé, que a su vez llegó al poder en 2003 gracias a otro golpe de Estado. En agosto, la milicia causó numerosas muertes, violaciones y pillajes entre la comunidad cristiana, que supone el 80% de la población. Aunque Djodotia disolvió a Seleka en septiembre, muchos grupos siguieron activos, y las matanzas se repitieron en octubre y se recrudecieron en los últimos días causando docenas de muertos, lo que empujó a Francia a intervenir, con el aval del consejo de Seguridad de la ONU, para proteger a los civiles y ayudar a la misión de paz panafricana, la MISCA.

La situación en Bangui, una ciudad de un millón de habitantes, es de calma tensa desde el lunes. Aunque el Estado Mayor galo afirmó que los grupos armados estaban tranquilos y explicó que 2.017 hombres y mujeres habían comenzado a acantonarse en el campamento Beal, una de las cuatro zonas habilitadas para el desarme, en algunos barrios los pistoleros seguían disparando. Diversos medios franceses comprobaron sobre el terreno que los saqueos de tiendas musulmanas y los linchamientos por parte de los grupos de autodefensa cristianos —llamados los antibalaka, antimachete en la lengua local sango— son también moneda corriente.

La crisis política y de seguridad en la República Centroafricana, un país de 4,6 millones de habitantes, ha puesto a la mitad de la población, según la ONU, en una situación de indefensión y precariedad total. La oficina encargada de la ayuda humanitaria, la OCHA, ha contado 400.000 desplazados internos y 68.000 refugiados en los países vecinos, especialmente en la República Democrática del Congo. Más de 1,1 millones de personas se han visto afectadas por la inseguridad alimentaria. El objetivo de París, según ha declarado el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Dian, es “reconstruir un país que ya no existe”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/10/actualidad/1386665998_438364.html
 

Sebastian

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Las tropas francesas imponen la calma en la República Centroafricana

La violencia interreligiosa se cobra 400 muertos en los últimos tres días

ÓSCAR GUTIÉRREZ Madrid 10 DIC 2013 - 10:09 CET60



Las imágenes de las morgues que llegan de la ciudad de Bangui, capital de la República Centroafricana, dejan un retrato espeluznante salpicado de pilas de cuerpos, en su mayoría de varones, reventados por el impacto de armas ligeras y pesadas o rebanados por machetes y cuchillos. La cifra de muertos, en un cálculo ofrecido ayer por el ministro de Asuntos Exteriores francés, Laurent Fabius, ronda ya los 400 desde que el pasado jueves el asalto de milicias cristianas desembocara en una espiral de violencia cainita e interreligiosa con milicianos de credo musulmán.

Y no solo. La lucha sectaria se nutre también de la persecución casa por casa de aquellos de diferente confesión, según alertan los servicios de seguridad de las agencias de la ONU desplegadas en Bangui. Es el caso, sobre todo, de la identificación por rebeldes de Seleka, guerrilla golpista hoy prohibida, de hombres cristianos mayores de 15 años, fieles o no a milicia alguna. “La calma ha vuelto a Bangui”, declaró ayer Fabius, según recoge France Presse.

“En los últimos tres días hemos contabilizado 394 muertos”, prosiguió. París cuenta ya con un contingente de 1.600 soldados, avalados por la resolución aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU y que desató la Operación Sangaris (un tipo de mariposa roja). Los franceses se unirán a la misión de la Unión Africana ya en el terreno y que prevé tener a 6.000 hombres en los próximos días.

El presidente del país, Michel Djotodia, dirigente musulmán aupado al poder en el golpe de Estado de marzo durante el que se situó al frente de los rebeldes de Seleka, decretó ayer tres días de duelo por los cientos de muertos que la ola de violencia dejó en las últimas 72 horas. Djotodia, que no cuenta con las simpatías de París, exmetrópoli de la antigua colonia, aseguró ayer que sus hombres habían estabilizado las calles de la capital centroafricana.

La ofensiva el jueves de la milicia de autodefensa antibalaka (antimachete), formada por cristianos (confesión mayoritaria en el país) afectos al expresidente François Bozizé, y la respuesta de los rebeldes de Seleka, han desencadenado una ola de miles de desplazados con dos centros de cobijo: el aeropuerto de Bangui, controlado por soldados franceses, y las iglesias de la ciudad, en las que se refugian miles de ciudadanos —solo en el centro religioso de Don Bosco hay más de 10.000—.

Los blindados franceses, apoyados por helicópteros y cazas Rafale, en vuelo desde el vecino Chad —otra parte del contingente francés llega desde Camerún—, han forzado la retirada de las milicias en Bangui. Pero el resto del país sigue a merced del capricho de los rebeldes —apoyados por el reclutamiento de niños soldado— y los grupos de autodefensa. París, una vez controlado Bangui, está extendiendo sus filas hacia el oeste, con Bosangoa, destino de miles de desplazados, como primera escala.

“El periodo de impunidad ha terminado”, declaró ayer el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian. “Todo el mundo tiene que dejar las armas o usaremos la fuerza”, continúo Le Drian. Según las ONG con presencia en el terreno, de los 4,6 millones de habitantes del país, la mitad necesitan asistencia humanitaria, mientras que un 10% ha tenido que abandonar sus hogares.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/08/actualidad/1386535311_082746.html
 

Sebastian

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República Centroafricana suma 600 muertos pese a la intervención francesa

Unas 160.000 personas huyen de sus casas por los enfrentamientos étnicos

Miguel Mora París 13 DIC 2013 - 20:13 CET2


Dos milicianos musulmanes armados con machetes cachean a un cristiano en en barrio de Miskine, en Bangui. / J. DELAY (AP)

Los enfrentamientos armados entre grupos musulmanes y cristianos en la República Centroafricana (RCA) han provocado esta semana 600 muertes, de ellas 450 en la capital, Bangui, según el balance ofrecido este viernes en Ginebra por el Alto Comisariado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR). Además, 160.000 personas han huido de sus casas. La situación de gran parte de la población civil, según la agencia de la ONU, es de extrema precariedad.

Los 1.600 soldados desplegados por Franciapara ayudar a los 3.000 de la misión internacional africana MISCA (formada por militares de Chad, Camerún y Gabón) no ha servido de momento para frenar la violencia ni reducir el caos en la excolonia francesa.

El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, viajó ayer a Bangui para apoyar al contingente de la Operación Sangari y asoció la crisis de seguridad que vive la capital con “el comienzo de la crisis humanitaria”. Le Drian afirmó que la RCA es un país “a la deriva” y alertó del peligro de que reine “la anarquía” y la situación “acabe desestabilizando a la región, atrayendo a grupos criminales y terroristas”.

Francia intervino en solitario en la RCA con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU porque, entre otras cosas, teme que la crisis pueda extenderse a un área de capital importancia para su economía, ya que París extrae e importa de Níger gran parte del uranio necesario para sus centrales nucleares.

La crisis humana en Bangui se agrava cada día que pasa. La Unión Africana ha formalizado la decisión de elevar a 6.000 los efectivos de la Misca, según ha anunciado este viernes el vicepresidente de la comisión de la organización panafricana , Erastus Mwencha, a la agencia France Press. “El Consejo de Seguridad de la ONU había autorizado originamente 3.600 hombres, pero hemos ido más allá porque necesitamos más” tropas, dijo en referencia a “la escalada del conflicto entre comunidades”.

El portavoz de ACNUR Adrian Edwards explicó que hay más de 110.000 personas viviendo en condiciones muy precarias en un campamento improvisado, y que 38.000 más se han refugiado en el aeropuerto, donde malviven sin letrinas y duermen al raso.

Hay también docenas de miles de desplazados en la ciudad de Bossangoa, donde también está desplegada la armada francesa. Un miembro de la ONG Acción contra el Hambre describe así la situación: “Espontáneamente y por oleadas, desde hace dos meses 40.000 cristianos de Bossangoa y de los pueblos cercanos se han asentado cerca del arzobispado de la ciudad, hacinándose en cuatro hectáreas de terreno. Al otro extremo del pueblo, las familias musulmanas afluyen desde hace seis días hacia los locales del colegio Liberté. Antes de que se recrudeciera la violencia el 5 de diciembre, había ya 1.600 personas”.

Médicos sin Fronteras (MSF) informó de que había atendido a decenas de heridos, y que las familias, traumatizadas por los episodios violentos vividos, se niegan a volver a sus casas. MSF, que intenta asegurar el acceso al agua potable a los desplazados, pidió un cambio “radical y urgente” de la respuesta humanitaria que la ONU está dando en la República Centroafricana. En una carta enviada a la secretaria general adjunta encargada de asuntos humanitarios, Valérie Amis, MSF critica la tardanza en la movilización de las agencia de la ONU, y reprocha su inacción desde hace varios meses.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/13/actualidad/1386957073_210339.html
 

Shandor

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Los combatientes de la crisis de la República Centroafricana huyen a Darfur
El Gobierno local denuncia la desbandada de milicianos a esta conflictiva región sudanesa tras el despliegue de tropas francesas

El corazón de África continúa retroalimentando a las crisis regionales. En los últimos días, y según denuncia el Gobierno local, centenares de combatientes del conflicto de la República Centroafricana han huido a la región sudanesa de Darfur.
«Todo lo que sucede en la República Centroafricana tienen su efecto. Las operaciones militares francesas han empujado a muchos milicianos a huir directamente con sus armas a Darfur y otros países vecinos», reconoce Al Tigani Alsisi, líder de la Autoridad Regional de Darfur (DRA).
«Creo que Sudán debe aplicar medidas de precaución urgentes para proteger las fronteras», añadió.
La pasada semana, el Elíseo anunciaba el despliegue de 1.600 militares para poner fin a la impunidad que atraviesa el país, desde que milicias de autodefensa (en su mayoría, de población cristiana y conocidas como «anti-balaka») la emprendieran de forma virulenta contra las tropas Seleka (mayoritariamente musulmanes).
Hasta entonces, tan solo 2.500 soldados internacionales se encontraban desplegados por la Comunidad Económica de los Estados de África Central. Ineficientes, a todos números, ante una fuerza rebelde compuesta por cerca de 25.000 miembros, buena parte de ellos, mercenarios chadianos y sudaneses. Sin embargo, tras el regreso de estos soldados de fortuna a sus países de origen (motivado, en parte, por el despliegue galo), el movimiento Seleka comienza a debilitarse. Y agitar con su huida otros conflictos regionales.
Precisamente, este año se cumplía una década del inicio de la llamada «guerra de Darfur», en la que grupos, en su mayoría no árabes, se alzaron en armas contra Jartum (el 26 de febrero de 2003, el Frente de Liberación de Sudán atacaba la ciudad de Golo, para la gran mayoría de analistas, el punto inicial del conflicto).
Diez años que tan solo han servido para cobrarse decenas de miles de vidas y para que el presidente sudanés, Omar al Bashir, disponga de una orden de busca y captura por el Tribunal Penal de la Haya por los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en la región.
Piñata tribal agitada en el tiempo
No obstante, a mediados de 2009, el descenso de los enfrentamientos motivó que el comandante saliente de la operación híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en la región (UNAMID), Martin Luther Agwai, anunciara que Darfur ya no se encontraba en estado de guerra y que el conflicto había finalizado.
abc.es
Pese a ello, solo unos meses después, Ahmed Hussein Adam, portavoz del grupo rebelde Movimiento Justicia e Igualdad (JEM), denunciaba a ABC que cualquier tipo de colaboración con el Gobierno local, presente o futura, era «inviable», por lo que esta milicia armado solo cesaría en su lucha «con la muerte del dictador Bashir».
Y la mecánica del conflicto, lo cierto, no ha cambiado demasiado hace más de una década. En marzo pasado, por ejemplo, más de un medio millar de personas perdían la vida en los enfrentamientos entre dos tribus rivales (presuntamente, armadas por el Gobierno de Jartum) de la la zona de El Sireaf (norte de Darfur).
Entonces, milicianos de la tribu de rizeigat se enfrentaron a grupos árabes ligados a la etnia Bani Hussein por el control de una mina de oro. «Llegaron en vehículos oficiales y contaban con equipamiento del Ejército de Sudán. El Gobierno es el responsable de lo que está ocurriendo», aseveró entonces Mohammed Aissa Aliu, líder comunitario.
 

Barbanegra

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Renuncia el presidente de la R. Centroafricana
Michel Djotodia, el líder rebelde que se hizo del poder en la República Centroafricana sólo para ver cómo el empobrecido país se sumía en la anarquía y el derramamiento de sangre por luchas sectarias, accedió a renunciar el viernes junto con su primer ministro, anunciaron autoridades regionales.

Ha habido creciente presión para que Djotodia dejara el gobierno, y su renuncia deberá ayudar a apaciguar a las milicias armadas que recurrieron a la violencia para derrocarlo. Sin embargo, su salida podría crear un vacío de poder aún más grande en un país que ha padecido diversos golpes de Estado y dictaduras.

AP
 

Nocturno Culto

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Llega a la República Centro Africana el primer avion español en apoyo a la operación “Sangaris”

Jueves 06 de Febrero de 2014 12:47

(defensa.com)

Un avión C-130 Hércules del Ejército del Aire ha aterrizado en Bangui, República Centro Africana (RCA), tras hacer escala en Tamanrasset (Argelia), para descargar los dos vehículos blindados del Ejército francés que recogió ayer en Istres (Francia).

La tripulación del ‘Hércules’ está compuesta por 11 militares del Ejército del Aire, cuatro pilotos, dos mecánicos de vuelo, dos supervisores de carga y tres escoltas. El avión, que salió de la Base Aérea de Zaragoza ayer, a donde tiene previsto regresar mañana, tras hacer una escala en D´Jjamena (Chad).

El Consejo de Ministros del 13 de diciembre de 2013 autorizó el apoyo y el despliegue de unidades españolas en apoyo a la MISCA (Misión Internacional de Apoyo africano a la RCA), por un periodo de doce meses, con la finalidad de contribuir a la protección de los civiles, la consolidación de la seguridad, cooperar al restablecimiento de la autoridad del Estado en todo su territorio, y a la creación de condiciones adecuadas para la prestación de ayuda humanitaria y para facilitar el proceso de desarme y la restructuración de los sectores de defensa y seguridad.

En este contexto se realiza el apoyo al Ejército francés, que lanzó la operación ‘Sangaris’ con el cometido de restablecer la seguridad en la zona, previa a las elecciones presidenciales previstas en el país africano para principios de 2015.
 

Shandor

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El éxodo musulmán colapsa la economía de la República Centroafricana
El 96% de los agricultores no tiene semillas para plantar, mientras que el 90% de la población sobrevive con tan solo una comida al día

La violencia entre grupos musulmanes y cristianos que, en los últimos meses, sacude la República Centroafricana amenaza con colapsar el sistema económico del país, según advierten diversas organizaciones humanitarias. En un reciente estudio llevado a cabo por Oxfam y Acción Contra el Hambre, se encontró que en la capital, Bangui, tan solo resisten una decena de mayoristas (quienes importan comida desde los países vecinos) tras el éxodo llevado a cabo por la población musulmana. De igual modo, la mayor parte de ellos amenaza con marcharse sin la seguridad no se restablece.
Hace tan solo unos días, el misionero italiano Aurelio Gazzera, quien ha salvado centenares de vidas en la ciudad de Bozoum, al noroeste, advertía a ABC que el aspecto económico de la crisis no debía ser subestimado: «Casi todos los comerciantes eran musulmanes y, ahora, con su partida, hay dificultades para encontrar géneros importados (aceite, sal, azúcar...), cuyos precios aumentan rápidamente. Y a cambio, los productos vendidos por la población local (yuca, maní...) pierden valor y el precio cae de forma rápida. Entonces habrá poca disponibilidad de dinero, con todas las consecuencias», aseguraba a este diario.
Las consecuencias comienzan a ser atroces. A un solo mes del inicio de la época de cosecha, el 96% de los agricultores no tiene semillas para plantar, mientras que el 90% de la población sobrevive con tan solo una comida al día.
Venganza tras venganza
Casi un año después de que un golpe de Estado del grupo insurgente Seleka provocara la salida del país del presidente François Bozizé y abriera una crisis política en el país africano, son ahora las milicias anti-balaka (patrullas urbanas que se han tomado la justicia por su mano), quien han dado la vuelta a la tortilla del crimen clamando venganza contra todo lo que es musulmán.
«La República Centroafricana se arriesga a enfrentarse a una situación similar a un asedio», destaca Philippe Conraud, director de Oxfam en el país. «Muchos de los que han huido de los ataques en Bangui fueron la columna vertebral de la economía local. Las consecuencias de no proteger a los que se quedan pueden ser desastrosas para todos», añade.
abc.es
 
La ONU les está pidiendo a Francia que aumente sus efectivos en la RCA. Por ahora hay desplegados 1.600 y no se quiere aumentar el número, se quiere que la UE aporte personal y que las fuerzas africanas sean mejor seleccionadas con respecto a su confesión, porque se transformó en una guerra civil en ciernes entre musulmanes y cristianos.
 

Chan!

Colaborador
El éxodo musulmán colapsa la economía de la República Centroafricana
El 96% de los agricultores no tiene semillas para plantar, mientras que el 90% de la población sobrevive con tan solo una comida al día

La violencia entre grupos musulmanes y cristianos que, en los últimos meses, sacude la República Centroafricana amenaza con colapsar el sistema económico del país, según advierten diversas organizaciones humanitarias. En un reciente estudio llevado a cabo por Oxfam y Acción Contra el Hambre, se encontró que en la capital, Bangui, tan solo resisten una decena de mayoristas (quienes importan comida desde los países vecinos) tras el éxodo llevado a cabo por la población musulmana. De igual modo, la mayor parte de ellos amenaza con marcharse sin la seguridad no se restablece.
Hace tan solo unos días, el misionero italiano Aurelio Gazzera, quien ha salvado centenares de vidas en la ciudad de Bozoum, al noroeste, advertía a ABC que el aspecto económico de la crisis no debía ser subestimado: «Casi todos los comerciantes eran musulmanes y, ahora, con su partida, hay dificultades para encontrar géneros importados (aceite, sal, azúcar...), cuyos precios aumentan rápidamente. Y a cambio, los productos vendidos por la población local (yuca, maní...) pierden valor y el precio cae de forma rápida. Entonces habrá poca disponibilidad de dinero, con todas las consecuencias», aseguraba a este diario.
Las consecuencias comienzan a ser atroces. A un solo mes del inicio de la época de cosecha, el 96% de los agricultores no tiene semillas para plantar, mientras que el 90% de la población sobrevive con tan solo una comida al día.
Venganza tras venganza
Casi un año después de que un golpe de Estado del grupo insurgente Seleka provocara la salida del país del presidente François Bozizé y abriera una crisis política en el país africano, son ahora las milicias anti-balaka (patrullas urbanas que se han tomado la justicia por su mano), quien han dado la vuelta a la tortilla del crimen clamando venganza contra todo lo que es musulmán.
«La República Centroafricana se arriesga a enfrentarse a una situación similar a un asedio», destaca Philippe Conraud, director de Oxfam en el país. «Muchos de los que han huido de los ataques en Bangui fueron la columna vertebral de la economía local. Las consecuencias de no proteger a los que se quedan pueden ser desastrosas para todos», añade.
abc.es

Y bueno.... la vida es una rueda... y siempre da vueltas. Así que el que las hizo, que se la aguante. No hagas al resto lo que no te gustaría que te hagan a vos, porque, eventualmente... vas a estar en el lugar del otro, eso es seguro. Todo se paga de una forma y otra.
 

DSV

Colaborador
La ONU les está pidiendo a Francia que aumente sus efectivos en la RCA. Por ahora hay desplegados 1.600 y no se quiere aumentar el número, se quiere que la UE aporte personal y que las fuerzas africanas sean mejor seleccionadas con respecto a su confesión, porque se transformó en una guerra civil en ciernes entre musulmanes y cristianos.
Justito que Chile hizo un acuerdo de participación en misiones de la UE, ahí tiene donde empezar.
 
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