Es indudable que hay un hombre tirado en el suelo, herido probablemente, y rodeado de militares, vecinos y de seguro su familia. No me cabe duda que alguna de esas señoras en el terrible griterío és la madre o un pariente cercano.
Cuando un grupo de antisociales busca remover al pueblo con armas, ésto és lo que pasa. El Estado te vá a moler a golpes hasta que se te pase la idéa de hacer revoluciones en un país que ya tuvo una revolución en el siglo IXX. En ésa época usaban a los militares para ésto; hoy se traducirá a la policía, prefectura, gendarmería... quien séa.
Si mañana un grupo de tarados hace una guerrilla en Catamarca, por ejemplo, y se levantan contra el Estado, amenazando a la imbestidura presidencial, NO LES QUEPA LA MENOR DUDA de que el gobierno se las arreglará para actuar exactamente de la misma manera que hace 40 años. Por más que todo el mundo se llene la boca con los DD.HH. ¿Como créen que se soluciona un levantamiento armado?
Ya séa un ejército de barbudos, o un grupito de imberbes, si o si tenés que caerles con toda la fuerza a disposición para reventarlos de la faz de la tierra. Así ha sido, és y será en este tipo de conflictos. Es una realidad inmutable. Más allá de quién tenga razón o no sobre qué denuncia, de tal o cual grupo, para alcanzar tal o cual cambio social, gubernamental, etc, por medio de las armas. Habrá enfrentamientos, habrá represión, habrá guerra, y la guerra és lo de las fotos de arriba. ¿Qué esperan que suceda?
Es una salvajada... El declinamiento mísmo de cualquier sociedad. Los conflictos armados trastornan todas y cada una de las normas establecidas, morales o legales. Se termina todo.
No és normal, no és una situación deseable, por el contrario, algo totalmente desgraciado, pero és; y sin lugar a dudas nos sumergió en la decadencia de los países latinoamericanos clásicos de la época, donde confluían todo tipo de doctrinas para subvertir o reprimir a los propios ciudadanos, ya séa desde terroristas de poca monta, hasta terroristas engalanados en el uniforme de una patria perdida.
En el momento mismo en que un general se pone una capa de superhéroe de historieta y saca a un presidente por medio de un golpe de Estado, los derechos civiles se van al caño. Cuando un loquito agarra un fusil e intenta persuadir al resto de la sociedad para bajar a un gobierno (golpe "popular"), pasa exactamente lo mísmo. No hay respeto por ninguna ley, ni constitución, ni peros que valgan. Es la voluntad de esta gente que se pone al hombro el equipo de terroristas, guerrilleros o represores y salén a repartir ostias al que se le ponga al medio, como si fueran patéticos mesias del subdesarrollo, en un mar de degeneración social que todo lo permite.
Saludos!!!