Personal Argentino en zona de combate

Patrullas de exploración en Malvinas
GomRam Reg de Infanteria 5 24 junio, 2019 | 0
Patrullas de exploración en Malvinas
Relatos de guerra Tte 1ro Mario Benjamín Menéndez.
El trabajo que presentamos a continuación, tiene por objeto hacer conocer la experiencia vivida por un oficial de nuestra fuerza que participó en el conflicto del Atlántico Sur; como JEFE DE UNA PATRULLA DE EXPLORACION.
Ponemos a vuestra consideración la historia de Mario Benjamín Menéndez; que concurrió a las ISLAS MALVINAS, como Jefe de la 2da Sección de la Compañía «C» del Regimiento de Infantería 5.
La mencionada Unidad fue transportada a Malvinas por modo aéreo a partir del 25 de abril de 1982. Llegado a Puerto Argentino, el Regimiento recibió la misión de ocupar y defender Puerto Howard, en la Isla Gran Malvina; hacia donde fue transportado, en forma mixta (helicóptero y barco), a partir del 26 de abril de dicho año.
El movimiento se fue demorando por diversos motivos: insuficiente número de aeronaves, escasez de combustible y malas condiciones meteorológicas. Apenas llegué a la Isla Gran Malvina, hecho que tuvo lugar recién en la mañana del 30Abr82, por las razones aludidas anteriormente; recibí la orden de operaciones para la defensa.
Luego de un rápido reconocimiento del sector de responsabilidad y la zona más próxima hacia el Este; procedí de inmediato a impartir mi propia orden de operaciones, con la cual se inició la organización de la zona de posiciones.
Fue así,
Que cuando los ingleses atacaron Puerto Argentino, el 01May82, nuestra posición no podía considerarse ni siquiera ligeramente organizada. Parte de las armas de apoyo y la munición habían quedado en el continente, a la espera de ser transportadas a las islas. Para complicar aún más la situación nos había sido imposible realizar la necesaria exploración y reconocimiento del terreno en la zona de responsabilidad e interés del RI5; que comprendía prácticamente todo el Norte de la Isla GRAN MALVINA.
Teniendo en cuenta lo dicho, y ante indicios e informaciones cada vez más frecuentes acerca de la presencia de efectivos ingleses; a partir de esa fecha, y simultáneamente con el perfeccionamiento de la posición; se realizó un intenso patrullaje hacia el interior de la Isla y en la zona más próxima.
En esta actividad participaron efectivos de Regimiento y, desde el 18May82, tropas de Comandos destacadas desde Puerto Argentino.
Las Operaciones
La noche del 21May82, poco después del desembarco inglés en SAN CARLOS, observé el resplandor de una bengala verde próximo al extremo Sur de la lengua de tierra que cierra por el Norte la rada de Puerto Yapeyú (Puerto Howard); hecho que informé a mi Jefe de Compañía, el Capitán Jorge Masiriz.
El 22May82, en horas del mediodía, recibí en mi Puesto Comando, un llamado telefónico del Jefe de Compañía quien me impartió la orden de que una patrulla compuesta por personal de mi Sección debería explorar; con las primeras luces del día siguiente la lengua de tierra mencionada anteriormente, para confirmar lo observado e informado por mí la noche anterior. Para recibir la orden de operaciones completa, debía presentarme en su Puesto Comando, a las 1400hs.
Luego de hacer una rápida apreciación de la situación ordené al Encargado de Sección, Sargento López, que retirara del Puesto Abastecimiento raciones «C-F» para 8 hombres. Pese a que apreciaba que la misión no duraría más de 24 horas, le ordené que solicitara raciones para dos días de combate.
Cuando llegué al Puesto Comando, el Capitán Masiriz impartió la orden completa para la ejecución de la patrulla; incluyendo una vez más la misión que me adelantara telefónicamente; las características del terreno que teníamos al frente y algunas instrucciones de coordinación como por ejemplo:
Horarios, frecuencias e indicativos de llamada para las comunicaciones radioeléctricas. Señales luminosas con bengalas y su significado.
Disposición de un bote para atravesar el brazo del mar.
Hora de salida y hombre-guía para atravesar campos minados, desconocidos por mí, al sur de la posición.
Dado el precario estado de nuestro equipamiento y dotaciones, motivado por el carácter apresurado del cruce, la situación posterior y el aislamiento; me hizo entrega de varios elementos críticos: una mochila (que no estaba provista a la Infantería de llanura); varias granadas de mano, barras de chocolate para refuerzo de racionamiento, etc. Luego de cerciorarse de que yo hubiera comprendido la orden cabalmente, me despidió deseándome buena suerte.
Antes de regresar a mi Sección, aproveché la ocasión para pasar por la casa donde se alojaba la Sección de Comandos; y solicitar, al Tte 1ro Quintana; el préstamo de mochilas; pero como los efectivos de la Sección salían diariamente a hacer prolongados patrullajes, sólo me pudo facilitar una.
A las 1600 hs aproximadamente, llegué a mi Puesto Comando.
Allí reuní a los suboficiales y les comuniqué la misión recibida. Había resuelto integrar la patrulla con tres suboficiales de los 5 que tenía, dejando que se presentaran voluntariamente; todos ellos se ofrecieron por lo que resolví dejar al Sargento López a cargo de la Sección y al Cabo Romano, Jefe del 2do Gpo Tir.
Los suboficiales que irían conmigo tenían condiciones que estimaba valiosas para la misión a cumplir. El J 1er Gpo Tir, Cabo Arias, era un buen tirador y experto cazador; aún con boleadoras improvisadas con alambre que lanzaba con gran destreza y que podían servir, también, para atacar y reducir silenciosamente al personal enemigo si fuera necesario; el J 3er Gpo Tir, Cabo Contreras, era muy buen tirador y tenía gran resistencia física; el J 4to Gpo Tir, Cabo 1ro Caro, poseía excelentes condiciones personales, experiencia de combate adquirida en el monte tucumano y gran iniciativa (que lo llevó a preparar rápidamente un chaleco para transportar cargadores y granadas de fusil).
Luego seleccioné los soldados, el radioperador y el estafeta de mi Pelotón Comando, necesarios para la misión, y a quienes conocía bien. A los mencionados, agregué un soldado apuntador de FAP, que varias veces se había ofrecido para este tipo de misiones, y un tirador más. Los interioricé de los distintos aspectos de la orden recibida, los organicé por parejas (un suboficial y un soldado en cada una) estableciendo que el radioperador y un suboficial irían conmigo y que el cabo 1ro Caro sería el 2do Jefe de Patrulla.
Por último,
Coordiné diversos aspectos para el movimiento (formaciones a emplear y lugar a ocupar por las parejas, señales convenidas, etc.) e inicié los preparativos de detalle para el cumplimiento de la misión, a saber:
Limpieza de armamento de todo el personal que integraría la patrulla.
Verificación y reparto de «C-F» y de las barras de chocolate extras, para facilitar el transporte.
Control del vestuario y equipo individual (cada hombre llevaría consigo solamente el poncho impermeable, pero nos turnaríamos para transportar las mochilas).
Preparación de 2 mochilas conteniendo distintos elementos que consideré útiles durante la misión: 3 pares de medias por hombre, 1 pantalón de combate por hombre, 4 pares de borceguíes, 1 camiseta de frisa por hombre, chalecos de abrigo y tricotas, 4 bolsas de cama, 4 mantas, 2 paños de carpa, algunas bengalas amarillas y rojas de más, 2 juegos de pilas de repuesto para la radio (se agotaban rápidamente por el frío), pastillas de alcohol sólido, algunos dulces, sogas, alambres y bolsas de polietileno.
Comprobación del funcionamiento del equipo de radio PRC-3620, lo que hice personalmente.
Terminadas estas actividades y habiendo oscurecido (eran más de las 1800 hs), dispuse que el personal racionara y pasara al descanso reunido, eximiéndolo por esa noche de cualquier servicio, para que estuviera, al día siguiente, en las mejores condiciones, debido al esfuerzo que realizarían.
En cuanto a mí.
No lograba dormirme. Sentía la responsabilidad impuesta. Repasaba mi libreta comprobando si había retirado y llevaba todos los elementos necesarios, pues una vez iniciada la misión, no podría volver atrás, por la pérdida de tiempo que ello significaría. Pensaba si había tenido en cuenta todos los detalles y si había realizado las comprobaciones y coordinaciones correspondientes, ya que ello podía depender el éxito de la misión y la vida de mis hombres.
Finalmente, recé una oración a la Virgen de la Merced (tenía una estampa enviada por mi madre) pidiéndole su ayuda. Logré dormirme alrededor de las 0300 hs de la madrugada. Desperté sobresaltado aproximadamente a las 0700 hs, y a las 0730 hs, levanté al personal de la patrulla, que a las 0800 hs ya estaba listo para iniciar la marcha.
Pasé revista a las 0830 hs partimos hacia el Puesto Comando del Jefe de Compañía. Allí encontramos al guía que nos conduciría hasta el embarcadero, a través de un campo minado que, por desconocido, nos producía cierta aprensión.
A las 0845 hs,
Antes del amanecer, ya estábamos cruzando, en un pequeño bote a remos, el brazo de mar al Norte de PUERTO YAPEYÚ (Howard) hacia la lengua de tierra que lo separa por el Norte del estrecho de SAN CARLOS.
El bote, que sólo tenía capacidad para 6 u 8 personas, iba muy cargado. Además de la patrulla, en él viajaba el relevo del Puesto Observatorio (Sapo 3) instalado por la unidad en la altura de dicha lengua de tierra, a fin de dirigir el fuego de morteros o cañones s/r 105 mm con el que se trataba de molestar a las fragatas que, por la noche, cañoneaban nuestra posición, además de dar alerta temprana sobre su presencia.
Íbamos apretujados y prácticamente no respirábamos; en la mitad del cruce, el bote, quizás por la sobrecarga, empezó a hacer agua. Nos sacamos los cascos y empezamos a achicar el agua con ellos, pues aún faltaban más de 300 m para la costa. Teníamos la sensación que nos hundiríamos.
Hoy suena gracioso, pero mientras lo vivíamos no nos pareció así; máxime cuando había quienes no sabían nadar y no teníamos chalecos salvavidas. Para colmo de males, apareció una foca juguetona, que golpeaba el bote y lo movía un poco de lado, lo cual nos hacía menos gracia. No lográbamos espantarla y no podíamos dispararle porque eso delataría nuestra posición en la penumbra del amanecer.
Finalmente, completamos el cruce y tocamos tierra.
Rápidamente, adelanté personal para dar seguridad al desembarco del resto de los hombres y reconocer dos galpones que estaban en las inmediaciones. Luego organicé la patrulla para iniciar la marcha: una pareja al frente separada unos 100 m de mí, que iría al medio, e inmediatamente detrás, la última pareja.
Después de marchar dos horas, logramos alcanzar la cresta topográfica e hicimos alto mientras observábamos hacia el estrecho de SAN CARLOS. El desplazamiento, dadas las características del suelo, había sido difícil y cansador, máxime cuando se trataba de una pendiente ascendente bastante pronunciada. Continuamos la marcha hasta tomar contacto con el Puesto Observatorio y seguimos hacia el SE, aproximadamente 1,5 km más.
Allí encontramos varias estacas y paños de señalamiento que retiramos y cargamos, mientras hacíamos un nuevo alto.
Una vez descansados, continuamos la marcha con mayor precaución hacia la punta S de la lengua de tierra, en la angostura que da acceso a Puerto YAPEYÚ (Howard). Allí, revisamos cuidadosamente las inmediaciones y luego dispuse un nuevo descanso. Terminado éste, iniciamos el regreso. Para realizar un reconocimiento más detallado, dividí la patrulla enviando una pareja por la ladera Este y otra por la Oeste (más próxima a la cresta); yo me desplacé por la cresta militar junto con el radioperador, mientras hacía adelantar a un suboficial.
Había tratado de comunicarme con el J Ca para dar novedades, tal como estaba convenido, y parecía que la radio hubiese perdido alcance. Para Colmo de males, una ráfaga de viento muy fuerte me hizo perder el equilibrio y al pisar mal sobre una piedra; me doblé el tobillo, lo que, si bien no me impidió; en ese momento, continuar la marcha, me produjo cada vez más dolor y dificultades a medida que el esfuerzo continuo; las horas y los días transcurrieron.
Al llegar de regreso al Puesto Observatorio, no logré comunicarme por teléfono con mi Unidad, probablemente como efecto de los cañoneos navales o bombardeos sufridos; en los últimos días, por la unidad. Prometí al Suboficial a cargo del puesto incluir el tema en mi informe; le pregunté si había notado algún indicio de actividad enemiga y luego, continuamos la marcha hacia el N; tratando de circundar una caleta y llegar a una península más al Este que nos permitiría observar mejor el Estrecho de SAN CARLOS.
Luego de casi una hora de marcha, observamos flotando en el agua restos de cajas de cartón, naranjas, etc; que supuse pertenecían a la carga del buque «ISLA DE LOS ESTADOS»; que había sido cañoneado y hundido hacía más de dos semanas, cuando estaba por entrar en Puerto YAPEYÚ (HOWARD) para abastecernos. Una gran sensación de tristeza nos invadió al pensar en los miembros de la tripulación; civiles y militares que habían muerto ahogados casi en su totalidad.
Luego alcanzamos el fondo de la caleta descendiendo para buscar reparo y hacer un nuevo alto. Como ya eran las 1500 hs aproximadamente, instalé la seguridad y ordené racionar. El intenso viento y la falta de adecuado reparo no permitió que las pastillas de alcohol sólido alcanzaran a calentar las latas de ración; por lo tanto, tuvimos que consumir los alimentos prácticamente fríos. De todos modos nos repusimos recobrando algunas energías, ya que el desgaste, hasta ese momento, había sido muy intenso.
Eran casi las 1600 hs cuando reiniciamos la marcha. Se aproximaba una tormenta, pero yo quería seguir adelante hasta reconocer la península al este de la caleta y observar el estrecho; además, tenía la esperanza no de encontrar ya sobrevivientes del buque, dado el tiempo transcurrido, sino restos del naufragio y que hubiera algo aprovechable. Fue para ello que nos movimos rápidamente hacia el este hasta alcanzar la parte más elevada y luego hacia el sudeste en una formación similar a la utilizada anteriormente. Poco después, hicimos alto para recuperar el aliento (la subida nos había cansado bastante).
Desde donde estábamos, pudimos observar en las aguas del estrecho más restos del buque hundido, pero ni entre ellos ni en la costa vimos algo que valiera la pena recuperar.
Continuamos la marcha hacia el extremo Sur de la península, apurándonos porque la tormenta y la noche se aproximaban.
Cuando por fin llegamos, al observar hacia el Oeste, me di cuenta de cuánto nos habíamos alejado, por lo que inicié el regreso de inmediato. Tenía la esperanza de poder regresar ese mismo día, pero pronto comprendí que no sería posible, ya que, de seguir la marcha; alcanzaríamos la zona frente al Puerto YAPEYÚ (HOWARD) de noche y sin medios para atravesar el brazo del mar. Si tratábamos de eludir este obstáculo continuando la marcha por tierra más al norte, corríamos serios riesgos; ya que no sólo conocíamos el terreno, sino que, además, podíamos ser abatidos por el fuego. Pensé entonces en alcanzar el punto donde habíamos el punto donde habíamos almorzado, pero ya oscurecía y no veía ningún lugar que ofreciera buen reparo; sin embargo, reconociendo los afloramientos rocosos de la cresta, encontré un lugar bastante protegido donde resolví hacer noche.
Establecí la seguridad perimétrica y dispuse los turnos de guardia por mitades.
No podíamos encender fuego, así que repartí las botellitas de bebidas alcohólicas de las raciones «C-F» que había separado para administrarlas personalmente; hice abrigar al personal con las camisetas de frisa y ordené agruparse para aprovechar mejor el refugio y el calor de los cuerpos; reuniendo a los hombres por parejas, cada uno en su bolsa de cama y tapados con 2 mantas y 2 ponchos impermeables. Pese a todo, el cansancio nos vencía y dormitábamos de a ratos.
Ya cerca del amanecer, mientras hacía un nuevo intento de comunicarme por radio, oí el ruido característico de un helicóptero que se acercaba. Ordené ocultarnos, previendo que fuera del enemigo, y poco después, cuando pude reconocerlo, comprobé que había obrado acertadamente.
La máquina aterrizó a unos 3 Km al norte de donde nos encontrábamos, y observando con mi anteojo de campaña; vi descender no menos de 10 hombres (posiblemente una patrulla de fuerzas especiales) armados con MAG, lanzacohetes, etc. Luego el helicóptero se elevó volando hacia nosotros, sobrevoló nuestra posición sin vernos, y se desvió hacia el estrecho, desapareciendo.
El primer impulso fue enfrentar al enemigo, pero luego de apreciar que no podría hacerlo exitosamente con la fuerza a mi mando; y que la misión de mi patrulla exigía regresar a informar lo observado lo más rápidamente posible; ordené iniciar la marcha hacia el oeste para ponernos a cubierto del otro lado de la altura.
Luego continuamos caminando, dando seguridad hacia el norte y retaguardia; haciendo sólo pequeños altos de marcha para recobrar el aliento, desandando el camino realizado en la tarde anterior hasta alcanzar nuevamente el Puesto Observatorio.
El radioperador que llevaba las últimas latas de raciones que nos quedaban, tropezó, y la bolsa que las contenía, cayó al mar. Fue el único hombre que no respondió, durante la patrulla, tal como se esperaba. Tuve que actuar enérgicamente con él para lograr que siguiera con nosotros. Luego de esto, salvo el episodio de la pérdida de las raciones, se repuso y se comportó satisfactoriamente hasta el final de la campaña.
A esta altura de los acontecimientos, ya no intentaba comunicarme por radio, no sólo por no haberlo logrado hasta ese momento; sino que pensaba que mi comunicación, ahora, podía ser captada por el enemigo y atraerlo hacia nosotros. Por otro lado la línea telefónica de Sapo 3 seguía muda.
Descendimos, entonces, hacia el lugar donde habíamos desembarcado la mañana anterior, pero el bote no estaba; se lo había llevado el personal de relevo del Puesto Observatorio y no volvería hasta el día siguiente.
Eran casi las 1800 hs, así que resolví pasar la noche en los galpones que estaban en las inmediaciones. Mientras reconocíamos los alrededores, tuvimos la suerte de encontrar varios pollos y huevos que; gracias a la habilidad de cazador del Cabo Contreras, solucionaron nuestro problema de racionamiento. Para cocinar hicimos fuego, pero el resplandor era notorio desde el exterior; pese a que intentamos tapar las ventanas con paños de carpa, mantas y ponchos impermeables; tuvimos que apagarlo e intentamos terminar la cocción con las brasas que quedaban, y comimos, finalmente, la carne semi cruda y salada con agua de mar. Sin embargo teníamos tanto hambre, que nos pareció riquísima.
Luego nos preparamos para descansar. El galpón no brindaba mucho reparo y el viento era muy fuerte. Ninguna prenda del equipo parecía suficiente. Buscamos, entonces, algo más con qué abrigarnos y alguien encontró, medio a tientas porque no queríamos encender luces, unos cueros de oveja. Nos tapamos con ellos, pero al poco tiempo empezamos a sentir picazón en todo el cuerpo y comprobamos que estaban llenos de pulgas. Tuvimos que tirar los cueros y pasarnos un largo rato localizando y eliminando las pulgas a medida que sentíamos que nos picaban. Tarea, ésta, en la que debimos ayudarnos mutuamente.
Ordené a quienes estaban de guardia cedieran sus camperas de abrigo a los que trataban de descansar lo más juntos posible, mientras los primeros se movían y friccionaban para resistir la bajísima temperatura. Esto los mantenía despiertos y atentos. De todos modos, acorté los tiempos de relevo a una hora. Por fin, se hicieron las 0830 hs y empezó a aclarar, lo que nos daba mayor seguridad. Al rato, vimos llegar al personal de relevo del Puesto Observatorio, quien nos dijo que el bote estaba bastante deteriorado y que hacía cada vez más agua. Como el mar estaba muy picado era muy peligroso su uso. Fue una lástima; porque habíamos encontrado un motor fuera de borda en uno de los galpones y yo me había hecho ilusiones de usarlo para llegar rápidamente de regreso.
Resolví no esperar más e iniciar cuanto antes la marcha de regreso, pese a que nos sentíamos cansados por la intensa actividad de los dos días anteriores y las dificultades que presentaba el terreno para la marcha.
A las 0920 hs nos pusimos en marcha siguiendo la costa de la caleta hacia el norte. Previamente, cargué, en una de las mochilas, una lata que habíamos encontrado conteniendo casi 10 litros de aceite quemado; que nos vendría muy bien para proteger el armamento, dada la escasez de lubrilina que padecíamos.
La patrulla avanzó formada en cadena, con un Suboficial adelantado. Después de dos horas de marcha, ordené un alto; pues el ancho del curso de agua se había reducido considerablemente y quería hacer un intento de vadearlo para acelerar el regreso.
Ante la falta de un medio más adecuado, tiramos piedras al agua para medir aproximadamente su profundidad. Este método dio buen resultado. Cuando me pareció que una zona era favorable para el vadeo, dispuse la seguridad. Al principio parecía fácil, pero al llegar al centro me hundí hasta el cuello.
Sentía mucho el frío del agua. Por suerte, luego de dar 3 o 4 pasos con gran precaución, noté que empezaba a salir, y finalmente pude completar con éxito el vadeo.
Mientras el suboficial del lado este y yo dábamos la seguridad, hice cruzar al resto de la patrulla. Lo hicieron de a uno por vez y por el mismo lugar que yo; el último en vadear el río, fue el Suboficial de seguridad. Ya no me importaba mojar un poco las mochilas, pero no quería correr el riesgo de que; por su peso, desequilibrara a uno de los hombre; y que al perder pie, se ahogara.
Con la patrulla al otro lado del curso de agua, me sentí mucho más tranquilo; ya estaba apenas a 2 o 3 Km de la posición de la compañía. Había salido el sol y quería llegar cuanto antes.
Para evitar confusiones con nuestras tropas, nos desplazamos por una hondonada hasta alcanzar un camino que se dirigía desde el noroeste hacia el frente de mi sección. Al alcanzar el mismo; formé la patrulla en una columna y traté de avanzar por un lugar que permitiera, a la gente de nuestra compañía, reconocernos fácilmente.
Al alcanzar un punto aproximadamente a los 1.500 m de la posición, los hombres más adelantados empezaron a gritar y a darnos la bienvenida. Nos sentíamos muy bien pese al cansancio, a la falta de descanso, al frío, al magro racionamiento. Era como volver a casa, junto a los amigos.
Ellos nos demostraban, también, su afecto porque nuestra demora y la falta de contacto los había preocupado mucho.
Eran aproximadamente las 1430 hs cuando me reuní con mi Encargado de Sección, Sargento LOPEZ, que todos los días nos había aguardado con comida. Enseguida me comuniqué por teléfono con el Capitán Masiriz; que se adelantó hasta mi Puesto Comando acompañado por un médico, quien revisó mi tobillo y diagnosticó el esguince agravado con la larga marcha.
Más tarde, a las 1600 hs, el Jefe de Regimiento se adelantó hasta donde yo estaba (porque mi tobillo exigía reposo) dándome una calurosa bienvenida.
Verbalmente, le hice un informe detallado sobre el cumplimiento de la misión impuesta.
Al día siguiente, salió una patrulla de la Compañía de Comandos 601 para tratar de encontrar a la patrulla enemiga. Esa búsqueda tuvo resultado positivo días después, cuando se detectó un Puesto Observatorio inglés; siendo muerto el Capitán HAMILTON, del SAS (Servicio Aéreo Especial) y capturado un Sargento.
Conclusiones y experiencias
  1. La misión impuesta a la patrulla encuadra perfectamente en lo prescripto por el RE 25-51 Cap IX, Sec 1; Patrullas de Exploración, Nro 9001, Misión, 1) Información sobre el enemigo.
En este caso particular, los elementos hallados y la observación realizada, permitieron determinar:
a. Que no había enemigo en la lengua de tierra que cerraba la rada de puerto YAPEYU (HOWARD); por el norte, pero que había estado allí, probablemente, para dirigir el fuego de los barcos enemigos.
b. Que el enemigo había desembarcado una patrulla (fuertemente armada) en la mañana del 24 de mayo; la cual probablemente estaba todavía próxima a la posición del RI 5.
Fue necesario aplicar la iniciativa reflexiva, responsablemente; para el mejor cumplimiento de la misión; prolongando la duración de la patrulla y la extensión del área explorada para tratar de confirmar o no los indicios de la presencia del enemigo. El rápido regreso a informar luego de observar el descenso del enemigo; está de acuerdo con lo dispuesto en el Nro 9003 2) a) b., y permitió su explotación posterior por parte de fuerzas especiales propias.
Suplementariamente; se proporcionó información sobre la posibilidad de vadeo al norte de Puerto YAPEYU y la situación de incomunicación en que permanecía el Puesto Observatorio (Sapo 3).
Los efectivos, la organización y el equipo de la patrulla estuvieron, en general, de acuerdo con lo dispuesto en el Nro 9002 del RE 25-51; aunque cabe aclarar que:
a. La organización de los escalones de exploración y seguridad, el dispositivo y las formaciones empleadas, fueron variando de acuerdo a la situación. El arbitrio de formar parejas de suboficiales y soldados dio muy buen resultado.
b. El personal se seleccionó teniendo en cuenta sus características y aptitudes. La realidad probó que la elección había sido acertada; salvo el momentáneo problema creado por el radioperador; solucionado mediante el ejercicio de un mando enérgico y firme.
c. El armamento y equipo fueron previstos según las características de la misión, tiempo de duración, probable enemigo a encontrar y enfrentar eventualmente; terreno y condiciones meteorológicas.
Las mochilas fueron de gran utilidad. Lo mismo ocurrió con el alambre (utilizado para cazar), las sogas (empleadas en el vadeo del curso de agua para el cruce de las mochilas); el chocolate y los dulces (para compensar el gran consumo de calorías, producto de la rápida y desgastante marcha), etc.
Acertadas fueron las previsiones que nos hicieron llevar ropa de abrigo (camisetas de frisa) y de cambio (pares de medias).
Igualmente acertada fue la previsión de llevar raciones para 48 horas de combate. No se previó llevar sal, omisión que notamos al cazar los pollos que reemplazaron los víveres extraviados.
Los borceguíes constituyeron un problema en el terreno y especialmente en el vadeo de cursos de agua, pues resultaron muy pesados y difíciles de secar; afectando el resultado de los pies por el intenso frío. Hubiesen sido muy útiles los borceguíes del tipo empleado en el monte, pues se escurren y secan más rápidamente. El casco nos resultó muy pesado, provocándonos, después de cierto tiempo, dolor en el cuello. Además, dificultaba la audición, y, según la posición del cuerpo, la observación. Para este tipo de misiones sería mejor, el uso exclusivo de pasamontañas, aún a riesgo de perder la protección que brinda el casco.
La PRC 3620 fue un peso inútil. Las condiciones meteorológicas de MALVINAS afectaron seriamente su funcionamiento y limitaron mucho su alcance.
Luego de esta experiencia, se emplearon equipos TRC-300 THOMPSON, mejorando así las comunicaciones sustancialmente.
De noche, se hicieron imprescindibles los visores nocturnos.
El movimiento de la patrulla se hizo siempre aprovechando al máximo las características del terreno y tratando de evitar ser vistos por el enemigo; según lo establecido en el Nro 9003 3, Inc. 1).
En especial, el desplazamiento se realizó a lo largo de las alturas, utilizando como cubiertas los afloramientos rocosos que normalmente las coronan y que el primer día; también brindaron protección para el descanso nocturno. Esto nos demoró un poco porque la marcha entre las piedras a veces resultaba dificultosa; pero también nos permitía asegurarnos que no quedaba enemigo oculto en ningún hueco y nos brindaba mayor seguridad durante los movimientos.
Cuando no fue posible desplazarse a cubierto, y durante los altos de marcha o los descansos nocturnos; se adoptaron las medidas adecuadas previniendo un eventual choque con el enemigo.
Otros aspectos que merecen destacarse son:
a. Importancia del estado físico y del entrenamiento para realizar largas marchas a pie; pese al desarrollo cada vez más importante de los conceptos de mecanización y aeromovilidad.
La infantería no sólo debe, todavía, combatir a pie, sino muchas veces desplegarse; explorar, etc., apelando al medio de traslación más antiguo usado por el hombre: sus piernas.
b. Importancia del estado de ánimo de los hombres, de la acción de mando y del ejemplo personal; que permiten realizar grandes esfuerzos y superar contingencias desfavorables en procura del cumplimiento de la misión impuesta.
c. En la ejecución de la patrulla, se comprueba cual es la medida exacta de la capacidad, responsabilidad; iniciativa y acción de mando del Jefe que está a cargo.
Personalmente, al operar en forma independiente, sentí intensamente la responsabilidad ante la misión asignada; así como por la vida de todos y cada uno de mis hombres. La tensión fue grande, los sentidos se aguzaron. La iniciativa tuvo un sentido especial y la satisfacción de haber regresado con información explotable y toda mi patrulla a salvo pese a las dificultades vividas; me hizo sentir muy bien, pese al cansancio y al dolor de tobillo.
Proposiciones
  1. Incrementar la instrucción de patrullas, por lo que representan para los cuadros participantes. Creo que es una escuela de mando y acción irremplazable y muy indicada para un momento en el que la falta de personal y medios restringe otro tipo de actividades.
  2. Incrementar el entrenamiento en marchas a pie.
  3. Dotar a las unidades de adecuados equipos de comunicaciones, y, por lo menos, 1 visor nocturno por sección.
  4. Proveer mochilas a las unidades de infantería. Realizar con ellas los ejercicios de patrullas y marchas, mencionados anteriormente
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Esta conferencia fué dada en el Aula Magna del IUA (ex-Cine de la Guarnicion Aerea Cordoba).
 
El napalm argentino en Malvinas


Galpón en Pradera del Ganso donde se ven lanzadores de cohetes de Pucara y contenedores INC de Napalm

Sapucay de Malvinas

La bomba INC 220 KG ( INC incendiaria de allí su sigla ) o Napalm Argentino lleva dentro de ella los componentes que se mezclan antes de cargarla y forman el Napalm, tiene dos espoletas tipo M10 en las dos ojivas y reforzador (buster) de exógeno, que se ubica en la parte central del cuerpo de la bomba, en un cilindro metálico.

El Pucara en la BAM Condor con una INC Napalm en su pod izquierdo, atrás las carpas que serían destruidas el 1º de Mayo entregando la FAA a sus primeros Héroes, si ven las ametralladoras del Pucará se nota que estuvieron tirando, al fondo el radar ELTA

Las dos espoletas están colocadas en los extremos del contenedor y la tapa ojival las recubre.
Esta dos espoletas y el buster hace que la INC 220 KG sea omnidireccional, al impacto con el terreno actuan las M10 y el buster ayuda a la ignición como un reforzador.
Por eso las bombas no caen rectas, no tiene una cola que las dirija y van dando vueltas pues se busca un fuerte impacto para accionar las espoletas y el exógeno para que sea 100% eficiente
Al tener dos detonadores es casi Imposible que falle, al lanzarla explota si o si, incluso con el mismo impacto contra el suelo
No tienen aletas estabilizadora ni cola, en al fotografía que adjunto de un PUCARA armado con una INC 220 KG.

Los muchachos de la FAA mezclando el Napalm, abajo a la derecha Jorge Piaggi


La Meteorología de Malvinas disminuía el tiempo de fabricación de estas bombas, ya que por la baja temperatura se lograba en 9/ 10 minutos lograr una mezcla homogénea, mientras que en Reconquista- Sta Fe lugar de asiento de los Pucara , el mismo procedimiento llevaba 20/25 minutos
Aprovecho para describirle esa hermosa fotografiá ,muy FUERZA AEREA,muy BAM CONDOR,ya que de izq. a der. pueden ver:
El Pucara A-556 en apresto,con el piloto sentado en su cabina,en el plano izquierdo un TER (triple eyector rack) con una INC-220,si observan con detalle el IA-58 estuvo tirando con sus ametralladoras Browing 7,62 mm,ya que hay hollín en los apagallamas.
El avión esta en la pista de vuelo en su lado sur, reconocido por las alambradas y la primer carpa es la de los Mecánicos de Pucara y la segunda y mas alejada la de los Artilleros de RH-20 mm.
Si continúan a la derecha tienen al Radar ELTA asociado a los RH-20 mm.Detras de esas colinas el San Carlos.
Esta foto es del 30 de abril por la tarde....desde esas colinas llegarían en horas los TARTAN del Escuadrón 800 del HMS HERMES...y sera 1° de mayo de 1982, BAUTISMO DE FUEGO DE LA FAA..
La primer carpa desaparecerá por impacto de una MK-17 y donde esta ahora el A-556, estará el A-527 del Teniente Daniel Jukic...en la carpa parte de los Mecánicos que no estaban junto al A-527.
Toda la zona en segundos despues sera barrida por dos BL-755...siete Héroes de la FAA se irán al cielo de los VGM y mas de 40 heridos graves.

Foto británica para dar testimonio que Argentina poseía Napalm en Malvinas

Esos tambores de combustible JP1 estallaran y cruzando la pista tres BL-755 harán estallar rollings,y munición

Continuamos con el tema de las INC-220...o como Usted la conoce..la napalm. Hace un tiempo ya,el 06 de octubre del año pasado publique este relato,que le servirá para conocer mas a la INC-220...y lo mas importante a estos dos Heroes que nombre mas arriba...VEAMOS...

Costado norte de la pista de pasto de la BAM CONDOR. Son cuatro Mecánicos Armeros del Grupo Técnico 3 (GT3), de la III Brigada Aérea - Reconquista - Santa Fe, están preparando bombas incendiarias de 220 kg, observen la designación en negro INC 220 KG, armamento lanzable del Sistema de Armas IA 58 PUCARA.Estan trabajando en dos unidades mezcladoras de campaña, para luego con el producto resultante llenar las bombas a traves de la manguera color blanco. El producto resulta de mezclar nafta de alto octanaje, látex y un catalizador. Los tambores de 200 lts rojos contenían nafta especial, el látex y el catalizador eran transportados en los bidones de 20 lts plásticos.

Se hizo Prueba del Napalm INC-220 en Puerto Argentino en Abril de 1982 en las islas Tussac frente a la Capital de las Islas....el fuego duró varios días, se pretendía que los Kelpers avisaran a la flota que Argentina tenía Napalm lo cual infunde temor en la tropa pues es horrible morir quemado , las pruebas como se ve en el humo ( foto) fueron un éxito.

Al fondo luego de probarse con éxito el napalm arde la isla Tussac, quienes estan en primer plano son Radio Aficionados de Córdoba recien llegados a las islas

Relato sobre los Pucará en Malvinas
La jornada del 28 de Mayo en plena Batalla de Darwin estaba caracterizada por una pésima meteorología con techo reducidos a solo 50 metros no impidió que los Pucará apoyaran a la propia tropa que combatía en Darwin. La primera misión ( Indicativo Nahuel) ataco con tres aviones, de los cuales él A-537 ( Capitán Vila) retorno con múltiples impactos. Luego fue el turno de la sección Bagre. De la cual él A-533 (Capitán Grunert) quedo fuera de servicio tras recibir 58 impactos en el fuselaje y cuatro en el motor izquierdo. Poco después estaba en el aire la sección Sombra compuesta por los Tenientes Cimbaro y Jiménez que debía atacar objetivos terrestres en la zona de Camilla Creek. Sin embargo interceptaron dos Helicopteros Britanicos Scout AHMK. 1 del 3º CBAS /B FLIGHT del Royal Marines. El Teniente Jiménez (A-537) consiguió derribar al helicóptero Scout XT 629/DR; Por desgracia debido al reducido techo, su avión impacto con una elevación del Cerro Azul entre Darwin y Puerto Argentino pereciendo en él. A ultima hora de la tarde fue el turno de la sección Fénix ( Primer Teniente Micheloud y Teniente Cruzado) para un ataque con Napalm. En el transcurso de la misión él A-555 de Cruzado tras recibir numerosas impactos de armas terrestres cayo a tierra en Peter`s Park luego de una eyección exitosa del Teniente .

La prensa británica confirma que sus Paracaidistas fueron rociados por Napalm


Lo raro de todo esto es que la propia prensa británica denunciaba el uso de Napalm, realmente se llevo a Malvinas demasiada cantidad de napalm, el teniente Micheloud con éxito esquiva a los británicos y los acierta con sus napalm....pero no explotan, casi 60 británicos quedan mojados con napalm sin explotar,,,,,ya dijimos que era imposible eso, debían explotar si o si...¿qué paso entonces ?
¿Hubo una mala mezcla ?....no creemos eso.


¿La bomba fue adulterada para que no explote temiendo alguna represalia británica,,,,?....si puede ser
Todo muy raro, lo cierto es que alguien metió la mano, eso debía explotar, no hay excusas en las espoletas usadas días antes con éxito, ademas el exógeno al actuar como Booster las hacia explotar ,,,,,lo que se dice que los británicos tomarían represalias era lo mas lógico, tampoco se entiende como los A4 que atacaron muy bien a fuerzas terrestres usaron bombas convencionales y no Napalm lo que hubiera causado mucha preocupación en la tropa enemiga...

Británicos moviendo contenedores INC
 

infanteargentino

Colaborador
Colaborador
Patrullas de exploración en Malvinas
GomRam Reg de Infanteria 5 24 junio, 2019 | 0
Patrullas de exploración en Malvinas
Relatos de guerra Tte 1ro Mario Benjamín Menéndez.
El trabajo que presentamos a continuación, tiene por objeto hacer conocer la experiencia vivida por un oficial de nuestra fuerza que participó en el conflicto del Atlántico Sur; como JEFE DE UNA PATRULLA DE EXPLORACION.
Ponemos a vuestra consideración la historia de Mario Benjamín Menéndez; que concurrió a las ISLAS MALVINAS, como Jefe de la 2da Sección de la Compañía «C» del Regimiento de Infantería 5.
La mencionada Unidad fue transportada a Malvinas por modo aéreo a partir del 25 de abril de 1982. Llegado a Puerto Argentino, el Regimiento recibió la misión de ocupar y defender Puerto Howard, en la Isla Gran Malvina; hacia donde fue transportado, en forma mixta (helicóptero y barco), a partir del 26 de abril de dicho año.
El movimiento se fue demorando por diversos motivos: insuficiente número de aeronaves, escasez de combustible y malas condiciones meteorológicas. Apenas llegué a la Isla Gran Malvina, hecho que tuvo lugar recién en la mañana del 30Abr82, por las razones aludidas anteriormente; recibí la orden de operaciones para la defensa.
Luego de un rápido reconocimiento del sector de responsabilidad y la zona más próxima hacia el Este; procedí de inmediato a impartir mi propia orden de operaciones, con la cual se inició la organización de la zona de posiciones.
Fue así,
Que cuando los ingleses atacaron Puerto Argentino, el 01May82, nuestra posición no podía considerarse ni siquiera ligeramente organizada. Parte de las armas de apoyo y la munición habían quedado en el continente, a la espera de ser transportadas a las islas. Para complicar aún más la situación nos había sido imposible realizar la necesaria exploración y reconocimiento del terreno en la zona de responsabilidad e interés del RI5; que comprendía prácticamente todo el Norte de la Isla GRAN MALVINA.
Teniendo en cuenta lo dicho, y ante indicios e informaciones cada vez más frecuentes acerca de la presencia de efectivos ingleses; a partir de esa fecha, y simultáneamente con el perfeccionamiento de la posición; se realizó un intenso patrullaje hacia el interior de la Isla y en la zona más próxima.
En esta actividad participaron efectivos de Regimiento y, desde el 18May82, tropas de Comandos destacadas desde Puerto Argentino.
Las Operaciones
La noche del 21May82, poco después del desembarco inglés en SAN CARLOS, observé el resplandor de una bengala verde próximo al extremo Sur de la lengua de tierra que cierra por el Norte la rada de Puerto Yapeyú (Puerto Howard); hecho que informé a mi Jefe de Compañía, el Capitán Jorge Masiriz.
El 22May82, en horas del mediodía, recibí en mi Puesto Comando, un llamado telefónico del Jefe de Compañía quien me impartió la orden de que una patrulla compuesta por personal de mi Sección debería explorar; con las primeras luces del día siguiente la lengua de tierra mencionada anteriormente, para confirmar lo observado e informado por mí la noche anterior. Para recibir la orden de operaciones completa, debía presentarme en su Puesto Comando, a las 1400hs.
Luego de hacer una rápida apreciación de la situación ordené al Encargado de Sección, Sargento López, que retirara del Puesto Abastecimiento raciones «C-F» para 8 hombres. Pese a que apreciaba que la misión no duraría más de 24 horas, le ordené que solicitara raciones para dos días de combate.
Cuando llegué al Puesto Comando, el Capitán Masiriz impartió la orden completa para la ejecución de la patrulla; incluyendo una vez más la misión que me adelantara telefónicamente; las características del terreno que teníamos al frente y algunas instrucciones de coordinación como por ejemplo:
Horarios, frecuencias e indicativos de llamada para las comunicaciones radioeléctricas. Señales luminosas con bengalas y su significado.
Disposición de un bote para atravesar el brazo del mar.
Hora de salida y hombre-guía para atravesar campos minados, desconocidos por mí, al sur de la posición.
Dado el precario estado de nuestro equipamiento y dotaciones, motivado por el carácter apresurado del cruce, la situación posterior y el aislamiento; me hizo entrega de varios elementos críticos: una mochila (que no estaba provista a la Infantería de llanura); varias granadas de mano, barras de chocolate para refuerzo de racionamiento, etc. Luego de cerciorarse de que yo hubiera comprendido la orden cabalmente, me despidió deseándome buena suerte.
Antes de regresar a mi Sección, aproveché la ocasión para pasar por la casa donde se alojaba la Sección de Comandos; y solicitar, al Tte 1ro Quintana; el préstamo de mochilas; pero como los efectivos de la Sección salían diariamente a hacer prolongados patrullajes, sólo me pudo facilitar una.
A las 1600 hs aproximadamente, llegué a mi Puesto Comando.
Allí reuní a los suboficiales y les comuniqué la misión recibida. Había resuelto integrar la patrulla con tres suboficiales de los 5 que tenía, dejando que se presentaran voluntariamente; todos ellos se ofrecieron por lo que resolví dejar al Sargento López a cargo de la Sección y al Cabo Romano, Jefe del 2do Gpo Tir.
Los suboficiales que irían conmigo tenían condiciones que estimaba valiosas para la misión a cumplir. El J 1er Gpo Tir, Cabo Arias, era un buen tirador y experto cazador; aún con boleadoras improvisadas con alambre que lanzaba con gran destreza y que podían servir, también, para atacar y reducir silenciosamente al personal enemigo si fuera necesario; el J 3er Gpo Tir, Cabo Contreras, era muy buen tirador y tenía gran resistencia física; el J 4to Gpo Tir, Cabo 1ro Caro, poseía excelentes condiciones personales, experiencia de combate adquirida en el monte tucumano y gran iniciativa (que lo llevó a preparar rápidamente un chaleco para transportar cargadores y granadas de fusil).
Luego seleccioné los soldados, el radioperador y el estafeta de mi Pelotón Comando, necesarios para la misión, y a quienes conocía bien. A los mencionados, agregué un soldado apuntador de FAP, que varias veces se había ofrecido para este tipo de misiones, y un tirador más. Los interioricé de los distintos aspectos de la orden recibida, los organicé por parejas (un suboficial y un soldado en cada una) estableciendo que el radioperador y un suboficial irían conmigo y que el cabo 1ro Caro sería el 2do Jefe de Patrulla.
Por último,
Coordiné diversos aspectos para el movimiento (formaciones a emplear y lugar a ocupar por las parejas, señales convenidas, etc.) e inicié los preparativos de detalle para el cumplimiento de la misión, a saber:
Limpieza de armamento de todo el personal que integraría la patrulla.
Verificación y reparto de «C-F» y de las barras de chocolate extras, para facilitar el transporte.
Control del vestuario y equipo individual (cada hombre llevaría consigo solamente el poncho impermeable, pero nos turnaríamos para transportar las mochilas).
Preparación de 2 mochilas conteniendo distintos elementos que consideré útiles durante la misión: 3 pares de medias por hombre, 1 pantalón de combate por hombre, 4 pares de borceguíes, 1 camiseta de frisa por hombre, chalecos de abrigo y tricotas, 4 bolsas de cama, 4 mantas, 2 paños de carpa, algunas bengalas amarillas y rojas de más, 2 juegos de pilas de repuesto para la radio (se agotaban rápidamente por el frío), pastillas de alcohol sólido, algunos dulces, sogas, alambres y bolsas de polietileno.
Comprobación del funcionamiento del equipo de radio PRC-3620, lo que hice personalmente.
Terminadas estas actividades y habiendo oscurecido (eran más de las 1800 hs), dispuse que el personal racionara y pasara al descanso reunido, eximiéndolo por esa noche de cualquier servicio, para que estuviera, al día siguiente, en las mejores condiciones, debido al esfuerzo que realizarían.
En cuanto a mí.
No lograba dormirme. Sentía la responsabilidad impuesta. Repasaba mi libreta comprobando si había retirado y llevaba todos los elementos necesarios, pues una vez iniciada la misión, no podría volver atrás, por la pérdida de tiempo que ello significaría. Pensaba si había tenido en cuenta todos los detalles y si había realizado las comprobaciones y coordinaciones correspondientes, ya que ello podía depender el éxito de la misión y la vida de mis hombres.
Finalmente, recé una oración a la Virgen de la Merced (tenía una estampa enviada por mi madre) pidiéndole su ayuda. Logré dormirme alrededor de las 0300 hs de la madrugada. Desperté sobresaltado aproximadamente a las 0700 hs, y a las 0730 hs, levanté al personal de la patrulla, que a las 0800 hs ya estaba listo para iniciar la marcha.
Pasé revista a las 0830 hs partimos hacia el Puesto Comando del Jefe de Compañía. Allí encontramos al guía que nos conduciría hasta el embarcadero, a través de un campo minado que, por desconocido, nos producía cierta aprensión.
A las 0845 hs,
Antes del amanecer, ya estábamos cruzando, en un pequeño bote a remos, el brazo de mar al Norte de PUERTO YAPEYÚ (Howard) hacia la lengua de tierra que lo separa por el Norte del estrecho de SAN CARLOS.
El bote, que sólo tenía capacidad para 6 u 8 personas, iba muy cargado. Además de la patrulla, en él viajaba el relevo del Puesto Observatorio (Sapo 3) instalado por la unidad en la altura de dicha lengua de tierra, a fin de dirigir el fuego de morteros o cañones s/r 105 mm con el que se trataba de molestar a las fragatas que, por la noche, cañoneaban nuestra posición, además de dar alerta temprana sobre su presencia.
Íbamos apretujados y prácticamente no respirábamos; en la mitad del cruce, el bote, quizás por la sobrecarga, empezó a hacer agua. Nos sacamos los cascos y empezamos a achicar el agua con ellos, pues aún faltaban más de 300 m para la costa. Teníamos la sensación que nos hundiríamos.
Hoy suena gracioso, pero mientras lo vivíamos no nos pareció así; máxime cuando había quienes no sabían nadar y no teníamos chalecos salvavidas. Para colmo de males, apareció una foca juguetona, que golpeaba el bote y lo movía un poco de lado, lo cual nos hacía menos gracia. No lográbamos espantarla y no podíamos dispararle porque eso delataría nuestra posición en la penumbra del amanecer.
Finalmente, completamos el cruce y tocamos tierra.
Rápidamente, adelanté personal para dar seguridad al desembarco del resto de los hombres y reconocer dos galpones que estaban en las inmediaciones. Luego organicé la patrulla para iniciar la marcha: una pareja al frente separada unos 100 m de mí, que iría al medio, e inmediatamente detrás, la última pareja.
Después de marchar dos horas, logramos alcanzar la cresta topográfica e hicimos alto mientras observábamos hacia el estrecho de SAN CARLOS. El desplazamiento, dadas las características del suelo, había sido difícil y cansador, máxime cuando se trataba de una pendiente ascendente bastante pronunciada. Continuamos la marcha hasta tomar contacto con el Puesto Observatorio y seguimos hacia el SE, aproximadamente 1,5 km más.
Allí encontramos varias estacas y paños de señalamiento que retiramos y cargamos, mientras hacíamos un nuevo alto.
Una vez descansados, continuamos la marcha con mayor precaución hacia la punta S de la lengua de tierra, en la angostura que da acceso a Puerto YAPEYÚ (Howard). Allí, revisamos cuidadosamente las inmediaciones y luego dispuse un nuevo descanso. Terminado éste, iniciamos el regreso. Para realizar un reconocimiento más detallado, dividí la patrulla enviando una pareja por la ladera Este y otra por la Oeste (más próxima a la cresta); yo me desplacé por la cresta militar junto con el radioperador, mientras hacía adelantar a un suboficial.
Había tratado de comunicarme con el J Ca para dar novedades, tal como estaba convenido, y parecía que la radio hubiese perdido alcance. Para Colmo de males, una ráfaga de viento muy fuerte me hizo perder el equilibrio y al pisar mal sobre una piedra; me doblé el tobillo, lo que, si bien no me impidió; en ese momento, continuar la marcha, me produjo cada vez más dolor y dificultades a medida que el esfuerzo continuo; las horas y los días transcurrieron.
Al llegar de regreso al Puesto Observatorio, no logré comunicarme por teléfono con mi Unidad, probablemente como efecto de los cañoneos navales o bombardeos sufridos; en los últimos días, por la unidad. Prometí al Suboficial a cargo del puesto incluir el tema en mi informe; le pregunté si había notado algún indicio de actividad enemiga y luego, continuamos la marcha hacia el N; tratando de circundar una caleta y llegar a una península más al Este que nos permitiría observar mejor el Estrecho de SAN CARLOS.
Luego de casi una hora de marcha, observamos flotando en el agua restos de cajas de cartón, naranjas, etc; que supuse pertenecían a la carga del buque «ISLA DE LOS ESTADOS»; que había sido cañoneado y hundido hacía más de dos semanas, cuando estaba por entrar en Puerto YAPEYÚ (HOWARD) para abastecernos. Una gran sensación de tristeza nos invadió al pensar en los miembros de la tripulación; civiles y militares que habían muerto ahogados casi en su totalidad.
Luego alcanzamos el fondo de la caleta descendiendo para buscar reparo y hacer un nuevo alto. Como ya eran las 1500 hs aproximadamente, instalé la seguridad y ordené racionar. El intenso viento y la falta de adecuado reparo no permitió que las pastillas de alcohol sólido alcanzaran a calentar las latas de ración; por lo tanto, tuvimos que consumir los alimentos prácticamente fríos. De todos modos nos repusimos recobrando algunas energías, ya que el desgaste, hasta ese momento, había sido muy intenso.
Eran casi las 1600 hs cuando reiniciamos la marcha. Se aproximaba una tormenta, pero yo quería seguir adelante hasta reconocer la península al este de la caleta y observar el estrecho; además, tenía la esperanza no de encontrar ya sobrevivientes del buque, dado el tiempo transcurrido, sino restos del naufragio y que hubiera algo aprovechable. Fue para ello que nos movimos rápidamente hacia el este hasta alcanzar la parte más elevada y luego hacia el sudeste en una formación similar a la utilizada anteriormente. Poco después, hicimos alto para recuperar el aliento (la subida nos había cansado bastante).
Desde donde estábamos, pudimos observar en las aguas del estrecho más restos del buque hundido, pero ni entre ellos ni en la costa vimos algo que valiera la pena recuperar.
Continuamos la marcha hacia el extremo Sur de la península, apurándonos porque la tormenta y la noche se aproximaban.
Cuando por fin llegamos, al observar hacia el Oeste, me di cuenta de cuánto nos habíamos alejado, por lo que inicié el regreso de inmediato. Tenía la esperanza de poder regresar ese mismo día, pero pronto comprendí que no sería posible, ya que, de seguir la marcha; alcanzaríamos la zona frente al Puerto YAPEYÚ (HOWARD) de noche y sin medios para atravesar el brazo del mar. Si tratábamos de eludir este obstáculo continuando la marcha por tierra más al norte, corríamos serios riesgos; ya que no sólo conocíamos el terreno, sino que, además, podíamos ser abatidos por el fuego. Pensé entonces en alcanzar el punto donde habíamos el punto donde habíamos almorzado, pero ya oscurecía y no veía ningún lugar que ofreciera buen reparo; sin embargo, reconociendo los afloramientos rocosos de la cresta, encontré un lugar bastante protegido donde resolví hacer noche.
Establecí la seguridad perimétrica y dispuse los turnos de guardia por mitades.
No podíamos encender fuego, así que repartí las botellitas de bebidas alcohólicas de las raciones «C-F» que había separado para administrarlas personalmente; hice abrigar al personal con las camisetas de frisa y ordené agruparse para aprovechar mejor el refugio y el calor de los cuerpos; reuniendo a los hombres por parejas, cada uno en su bolsa de cama y tapados con 2 mantas y 2 ponchos impermeables. Pese a todo, el cansancio nos vencía y dormitábamos de a ratos.
Ya cerca del amanecer, mientras hacía un nuevo intento de comunicarme por radio, oí el ruido característico de un helicóptero que se acercaba. Ordené ocultarnos, previendo que fuera del enemigo, y poco después, cuando pude reconocerlo, comprobé que había obrado acertadamente.
La máquina aterrizó a unos 3 Km al norte de donde nos encontrábamos, y observando con mi anteojo de campaña; vi descender no menos de 10 hombres (posiblemente una patrulla de fuerzas especiales) armados con MAG, lanzacohetes, etc. Luego el helicóptero se elevó volando hacia nosotros, sobrevoló nuestra posición sin vernos, y se desvió hacia el estrecho, desapareciendo.
El primer impulso fue enfrentar al enemigo, pero luego de apreciar que no podría hacerlo exitosamente con la fuerza a mi mando; y que la misión de mi patrulla exigía regresar a informar lo observado lo más rápidamente posible; ordené iniciar la marcha hacia el oeste para ponernos a cubierto del otro lado de la altura.
Luego continuamos caminando, dando seguridad hacia el norte y retaguardia; haciendo sólo pequeños altos de marcha para recobrar el aliento, desandando el camino realizado en la tarde anterior hasta alcanzar nuevamente el Puesto Observatorio.
El radioperador que llevaba las últimas latas de raciones que nos quedaban, tropezó, y la bolsa que las contenía, cayó al mar. Fue el único hombre que no respondió, durante la patrulla, tal como se esperaba. Tuve que actuar enérgicamente con él para lograr que siguiera con nosotros. Luego de esto, salvo el episodio de la pérdida de las raciones, se repuso y se comportó satisfactoriamente hasta el final de la campaña.
A esta altura de los acontecimientos, ya no intentaba comunicarme por radio, no sólo por no haberlo logrado hasta ese momento; sino que pensaba que mi comunicación, ahora, podía ser captada por el enemigo y atraerlo hacia nosotros. Por otro lado la línea telefónica de Sapo 3 seguía muda.
Descendimos, entonces, hacia el lugar donde habíamos desembarcado la mañana anterior, pero el bote no estaba; se lo había llevado el personal de relevo del Puesto Observatorio y no volvería hasta el día siguiente.
Eran casi las 1800 hs, así que resolví pasar la noche en los galpones que estaban en las inmediaciones. Mientras reconocíamos los alrededores, tuvimos la suerte de encontrar varios pollos y huevos que; gracias a la habilidad de cazador del Cabo Contreras, solucionaron nuestro problema de racionamiento. Para cocinar hicimos fuego, pero el resplandor era notorio desde el exterior; pese a que intentamos tapar las ventanas con paños de carpa, mantas y ponchos impermeables; tuvimos que apagarlo e intentamos terminar la cocción con las brasas que quedaban, y comimos, finalmente, la carne semi cruda y salada con agua de mar. Sin embargo teníamos tanto hambre, que nos pareció riquísima.
Luego nos preparamos para descansar. El galpón no brindaba mucho reparo y el viento era muy fuerte. Ninguna prenda del equipo parecía suficiente. Buscamos, entonces, algo más con qué abrigarnos y alguien encontró, medio a tientas porque no queríamos encender luces, unos cueros de oveja. Nos tapamos con ellos, pero al poco tiempo empezamos a sentir picazón en todo el cuerpo y comprobamos que estaban llenos de pulgas. Tuvimos que tirar los cueros y pasarnos un largo rato localizando y eliminando las pulgas a medida que sentíamos que nos picaban. Tarea, ésta, en la que debimos ayudarnos mutuamente.
Ordené a quienes estaban de guardia cedieran sus camperas de abrigo a los que trataban de descansar lo más juntos posible, mientras los primeros se movían y friccionaban para resistir la bajísima temperatura. Esto los mantenía despiertos y atentos. De todos modos, acorté los tiempos de relevo a una hora. Por fin, se hicieron las 0830 hs y empezó a aclarar, lo que nos daba mayor seguridad. Al rato, vimos llegar al personal de relevo del Puesto Observatorio, quien nos dijo que el bote estaba bastante deteriorado y que hacía cada vez más agua. Como el mar estaba muy picado era muy peligroso su uso. Fue una lástima; porque habíamos encontrado un motor fuera de borda en uno de los galpones y yo me había hecho ilusiones de usarlo para llegar rápidamente de regreso.
Resolví no esperar más e iniciar cuanto antes la marcha de regreso, pese a que nos sentíamos cansados por la intensa actividad de los dos días anteriores y las dificultades que presentaba el terreno para la marcha.
A las 0920 hs nos pusimos en marcha siguiendo la costa de la caleta hacia el norte. Previamente, cargué, en una de las mochilas, una lata que habíamos encontrado conteniendo casi 10 litros de aceite quemado; que nos vendría muy bien para proteger el armamento, dada la escasez de lubrilina que padecíamos.
La patrulla avanzó formada en cadena, con un Suboficial adelantado. Después de dos horas de marcha, ordené un alto; pues el ancho del curso de agua se había reducido considerablemente y quería hacer un intento de vadearlo para acelerar el regreso.
Ante la falta de un medio más adecuado, tiramos piedras al agua para medir aproximadamente su profundidad. Este método dio buen resultado. Cuando me pareció que una zona era favorable para el vadeo, dispuse la seguridad. Al principio parecía fácil, pero al llegar al centro me hundí hasta el cuello.
Sentía mucho el frío del agua. Por suerte, luego de dar 3 o 4 pasos con gran precaución, noté que empezaba a salir, y finalmente pude completar con éxito el vadeo.
Mientras el suboficial del lado este y yo dábamos la seguridad, hice cruzar al resto de la patrulla. Lo hicieron de a uno por vez y por el mismo lugar que yo; el último en vadear el río, fue el Suboficial de seguridad. Ya no me importaba mojar un poco las mochilas, pero no quería correr el riesgo de que; por su peso, desequilibrara a uno de los hombre; y que al perder pie, se ahogara.
Con la patrulla al otro lado del curso de agua, me sentí mucho más tranquilo; ya estaba apenas a 2 o 3 Km de la posición de la compañía. Había salido el sol y quería llegar cuanto antes.
Para evitar confusiones con nuestras tropas, nos desplazamos por una hondonada hasta alcanzar un camino que se dirigía desde el noroeste hacia el frente de mi sección. Al alcanzar el mismo; formé la patrulla en una columna y traté de avanzar por un lugar que permitiera, a la gente de nuestra compañía, reconocernos fácilmente.
Al alcanzar un punto aproximadamente a los 1.500 m de la posición, los hombres más adelantados empezaron a gritar y a darnos la bienvenida. Nos sentíamos muy bien pese al cansancio, a la falta de descanso, al frío, al magro racionamiento. Era como volver a casa, junto a los amigos.
Ellos nos demostraban, también, su afecto porque nuestra demora y la falta de contacto los había preocupado mucho.
Eran aproximadamente las 1430 hs cuando me reuní con mi Encargado de Sección, Sargento LOPEZ, que todos los días nos había aguardado con comida. Enseguida me comuniqué por teléfono con el Capitán Masiriz; que se adelantó hasta mi Puesto Comando acompañado por un médico, quien revisó mi tobillo y diagnosticó el esguince agravado con la larga marcha.
Más tarde, a las 1600 hs, el Jefe de Regimiento se adelantó hasta donde yo estaba (porque mi tobillo exigía reposo) dándome una calurosa bienvenida.
Verbalmente, le hice un informe detallado sobre el cumplimiento de la misión impuesta.
Al día siguiente, salió una patrulla de la Compañía de Comandos 601 para tratar de encontrar a la patrulla enemiga. Esa búsqueda tuvo resultado positivo días después, cuando se detectó un Puesto Observatorio inglés; siendo muerto el Capitán HAMILTON, del SAS (Servicio Aéreo Especial) y capturado un Sargento.
Conclusiones y experiencias
  1. La misión impuesta a la patrulla encuadra perfectamente en lo prescripto por el RE 25-51 Cap IX, Sec 1; Patrullas de Exploración, Nro 9001, Misión, 1) Información sobre el enemigo.
En este caso particular, los elementos hallados y la observación realizada, permitieron determinar:
a. Que no había enemigo en la lengua de tierra que cerraba la rada de puerto YAPEYU (HOWARD); por el norte, pero que había estado allí, probablemente, para dirigir el fuego de los barcos enemigos.
b. Que el enemigo había desembarcado una patrulla (fuertemente armada) en la mañana del 24 de mayo; la cual probablemente estaba todavía próxima a la posición del RI 5.
Fue necesario aplicar la iniciativa reflexiva, responsablemente; para el mejor cumplimiento de la misión; prolongando la duración de la patrulla y la extensión del área explorada para tratar de confirmar o no los indicios de la presencia del enemigo. El rápido regreso a informar luego de observar el descenso del enemigo; está de acuerdo con lo dispuesto en el Nro 9003 2) a) b., y permitió su explotación posterior por parte de fuerzas especiales propias.
Suplementariamente; se proporcionó información sobre la posibilidad de vadeo al norte de Puerto YAPEYU y la situación de incomunicación en que permanecía el Puesto Observatorio (Sapo 3).
Los efectivos, la organización y el equipo de la patrulla estuvieron, en general, de acuerdo con lo dispuesto en el Nro 9002 del RE 25-51; aunque cabe aclarar que:
a. La organización de los escalones de exploración y seguridad, el dispositivo y las formaciones empleadas, fueron variando de acuerdo a la situación. El arbitrio de formar parejas de suboficiales y soldados dio muy buen resultado.
b. El personal se seleccionó teniendo en cuenta sus características y aptitudes. La realidad probó que la elección había sido acertada; salvo el momentáneo problema creado por el radioperador; solucionado mediante el ejercicio de un mando enérgico y firme.
c. El armamento y equipo fueron previstos según las características de la misión, tiempo de duración, probable enemigo a encontrar y enfrentar eventualmente; terreno y condiciones meteorológicas.
Las mochilas fueron de gran utilidad. Lo mismo ocurrió con el alambre (utilizado para cazar), las sogas (empleadas en el vadeo del curso de agua para el cruce de las mochilas); el chocolate y los dulces (para compensar el gran consumo de calorías, producto de la rápida y desgastante marcha), etc.
Acertadas fueron las previsiones que nos hicieron llevar ropa de abrigo (camisetas de frisa) y de cambio (pares de medias).
Igualmente acertada fue la previsión de llevar raciones para 48 horas de combate. No se previó llevar sal, omisión que notamos al cazar los pollos que reemplazaron los víveres extraviados.
Los borceguíes constituyeron un problema en el terreno y especialmente en el vadeo de cursos de agua, pues resultaron muy pesados y difíciles de secar; afectando el resultado de los pies por el intenso frío. Hubiesen sido muy útiles los borceguíes del tipo empleado en el monte, pues se escurren y secan más rápidamente. El casco nos resultó muy pesado, provocándonos, después de cierto tiempo, dolor en el cuello. Además, dificultaba la audición, y, según la posición del cuerpo, la observación. Para este tipo de misiones sería mejor, el uso exclusivo de pasamontañas, aún a riesgo de perder la protección que brinda el casco.
La PRC 3620 fue un peso inútil. Las condiciones meteorológicas de MALVINAS afectaron seriamente su funcionamiento y limitaron mucho su alcance.
Luego de esta experiencia, se emplearon equipos TRC-300 THOMPSON, mejorando así las comunicaciones sustancialmente.
De noche, se hicieron imprescindibles los visores nocturnos.
El movimiento de la patrulla se hizo siempre aprovechando al máximo las características del terreno y tratando de evitar ser vistos por el enemigo; según lo establecido en el Nro 9003 3, Inc. 1).
En especial, el desplazamiento se realizó a lo largo de las alturas, utilizando como cubiertas los afloramientos rocosos que normalmente las coronan y que el primer día; también brindaron protección para el descanso nocturno. Esto nos demoró un poco porque la marcha entre las piedras a veces resultaba dificultosa; pero también nos permitía asegurarnos que no quedaba enemigo oculto en ningún hueco y nos brindaba mayor seguridad durante los movimientos.
Cuando no fue posible desplazarse a cubierto, y durante los altos de marcha o los descansos nocturnos; se adoptaron las medidas adecuadas previniendo un eventual choque con el enemigo.
Otros aspectos que merecen destacarse son:
a. Importancia del estado físico y del entrenamiento para realizar largas marchas a pie; pese al desarrollo cada vez más importante de los conceptos de mecanización y aeromovilidad.
La infantería no sólo debe, todavía, combatir a pie, sino muchas veces desplegarse; explorar, etc., apelando al medio de traslación más antiguo usado por el hombre: sus piernas.
b. Importancia del estado de ánimo de los hombres, de la acción de mando y del ejemplo personal; que permiten realizar grandes esfuerzos y superar contingencias desfavorables en procura del cumplimiento de la misión impuesta.
c. En la ejecución de la patrulla, se comprueba cual es la medida exacta de la capacidad, responsabilidad; iniciativa y acción de mando del Jefe que está a cargo.
Personalmente, al operar en forma independiente, sentí intensamente la responsabilidad ante la misión asignada; así como por la vida de todos y cada uno de mis hombres. La tensión fue grande, los sentidos se aguzaron. La iniciativa tuvo un sentido especial y la satisfacción de haber regresado con información explotable y toda mi patrulla a salvo pese a las dificultades vividas; me hizo sentir muy bien, pese al cansancio y al dolor de tobillo.
Proposiciones
  1. Incrementar la instrucción de patrullas, por lo que representan para los cuadros participantes. Creo que es una escuela de mando y acción irremplazable y muy indicada para un momento en el que la falta de personal y medios restringe otro tipo de actividades.
  2. Incrementar el entrenamiento en marchas a pie.
  3. Dotar a las unidades de adecuados equipos de comunicaciones, y, por lo menos, 1 visor nocturno por sección.
  4. Proveer mochilas a las unidades de infantería. Realizar con ellas los ejercicios de patrullas y marchas, mencionados anteriormente
Le metió un poco de picante el "Benji".... QEPD
 
RI8

JUAN PEDRO PENNA Compañía Comando, Sección Morteros Pesados de 120 mm., siendo su rol de combate abastecedor de la pieza 3
Su jefe de pieza fue el Cabo 1° Oscar Gerardo Gordillo
Jefe de la Sección Morteros Pesados, el Subteniente Ricardo Sánchez Gavier.
 
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GRUPO ARTILLERIA 101 " Tte Grl BARTOLOME MITRE"

Esta Unidad fue creada por Decreto Presidencial el 16 noviembre 1964 con dependencia directa del 1er Cuerpo de EJÉRCITO- asiento en los Cuarteles de PALERMO - Regimiento Patricios- El GA 101 tenía su asiento en los Cuarteles de la ciudad de JUNIN. Inicialmente estaba organizado con una Batería Comando y Servicios con una Agrupación de Obuses y y una Batería de Cañones SCHNEIDER de 155 mmmm. El 15 de junio de 1980 recibe 18 cañones nuevos de 155 mm de construcción nacional, siendo la primera Unidad de Artillería en recibir este material denominado "SOFMA" , mas tarde se llamará CITER-CITEFA-RIO TERCERO.
En 1982 la orgánica era la siguiente:
Jefe: Tte Cnl Norberto A. LAVALLE
2do Jefe My Juan Carlos FRISOLI
Jefe Operaciones: My Horacio Martin GONZALEZ
- Batería Comando y Servicios
Jefe: Tte 1ro Jorge Francisco HERRERO
Encargado: S/Of Ppl Carlos Alberto GORRA
Efectivos: 8 Oficiales, 62 Suboficiales, 200 Soldados

- Batería de Tiro A "TUYUTI" (6 Cañones)
Jefe: Tte 1ro Norberto Daniel SARMIENTO
Encargado: Sgt 1ro Carlos Antonio FLORES
Efectivos: 3 Oficiales, 20 Suboficiales, 122 Soldados

- Batería de Tiro C "YATAY" (6 Cañones)
Jefe: Tte 1ro Juan Jorge FERREYRA
Encargado: Sgt 1ro Carlos Alcides BRUNINI
Efectivos: 3 Oficiales, 17 Suboficiales, 112 Soldados

- Batería de Tiro B (6 Cañones): A movilizar cuando se ordene

En la Guarnición tenía su asiento la Banda de Música que no pertenecía a la orgánica del GA 101.

La Clase 1962
El 20 marzo 1981 son dados de alta en el GA 101 522 SC62 provistos por el Distrito Militar JUNIN, es decir que son oriundos de la ciudad de JUNIN y de localidades vecinas (prácticamente todos eran locales), Durante este año se producen dos licenciamiento de soldados (bajas). La primera es el 13 de noviembre 1981, la siguiente es el 5 marzo 1982. Queda un remanente de 106 soldados como tercer licenciamiento hasta que la nueva clase (1963) esté adiestrada. Para estos la tercera baja será después de la guerra. Unos 250 ya licenciados son convocados nuevamente, Todos ellos juntos a los nuevos de la Clase 63 marcharan hacia el Sur del país a partir de la movilización que siguió a la recuperación de MLV. a los Se envió un Cédula de LLamada a los SC62 dados de baja con fecha de presentación 12 abril a 0700 Hs y entre los díase
 
12 y 13 se completó a todos los convocados. La Batería de Tiro B es movilizada con personal recibido de pase desde CAMPO DE MAYO. El DO 18 abril en 3 formaciones ferroviarias zarpó la Unidad completa. Del Ferrocarril había un ramal que terminaba dentro del Cuartel, el mismo fue colocado cuando se construyó el Cuartel en 1944 y que nunca había sido usado, de modo que las formaciones salían desde la Unidad. El primer tren salió a las 1630 Hs, el segundo a las 2230 Hs y el tercer tren lo hace al día siguiente (LU 19 abril) a 1000 Hs. El 20 abril llega a SAN ANTONIO OESTE el primer tren y los otros dos al día siguiente. En la mañana del 22 abril se inicia la marcha motorizada de toda la Unidad por la RN 3 (asfaltada) y al día siguiente por la tarde se llega a CRV. donde se armaran las carpas en los predios del Batallón Logístico 9 y del RI 8. A las 1930 Hs del 28 abril se sale hacia CALETA OLIVIA (78 Km) donde se pasa al descanso y al día siguiente se reanuda la marcha (RN 3) hacia Comandante LUIS PIEDRABUENA (463 Km) adonde se llegará el 30 abril por la tarde y se alojará en la guarnición militar (Grupo Artillería Blindado 11 y Batallón Ingenieros 11). Los días 4 y 5 mayo se efectúa tiros de ejercicio de las 3 Baterias de Tiro.
El 8 de mayo se recibe la orden de alistar 2 piezas de artillería para su envío a MLV. Se designan 2 piezas de la Batería de Tiro C a cargo del Sbt Gustavo Federico PEREZ como Jefe Sección Piezas. El 13 mayo desde CRV se embarca en el HERCULES TC 68 (Vcom Rubén Horacio CABANILLAS, My Adolfo Enrique MARTINEZ y Vcom Adrián José SPERANZA) a las 1430 Hs y llega a MLV 1630 Hs. Van el Sbt PEREZ, el Sgt Ayte Segundo Ramón GARNICA (Mecánico Artillero), el Cbo Juan Manuel FIGUEROA (Jefe Pza Nro 2), el SC62 Héctor Ricardo LOPEZ (Conductor) y 10 SC62 sirvientes de pieza, un camión UNIMOG 416, 100 proyectiles y sus respectivas cargas impulsivas y víveres. A su llegada son agregados al GA 3 (Tcnl Martín Antonio BALZA) quien designa al Tte 1ro Luis Alberto DAFFUNCHIO como Jefe Batería de Cañones de 155 mm, este Oficial había sido movilizado al GA 3 y que durante 1981 había revistado en el GA 101 y conocía al Cbo 1ro LIBORIO. El otro cañón venia en otro HERCULES que debió regresar a CRV por haber un ataque enemigo en el aeropuerto. Recién el SA 15 mayo en el HERCULES TC 65 (My Antonio Alberto BRUNO, Vcom Rubén Oscar MORO y My Hugo Alberto MALDONADO) llega el cañón Nro 1, con 100 proyectiles a cargo del Cbo 1ro Omar Alberto LIBORIO y los 10 SC62 sirvientes de esa pieza,
LISTADO COMPLETO PERSONAL GA 101 EN MLV
1- Sbt Gustavo Federico PEREZ
2- Sgt Ayte Segundo Ramón GARNICA
3- Cbo 1ro Omar Alberto LIBORIO - Pza 1 (H)
4- Cbo Juan Manuel FIGUEROA - Pza 2
5- SC62 Carlos Daniel AGUILERA - Pza 2
6- SC62 Julio César BAEZ - Pza 1 (H)
7- SC62 Miguel Angel BENITEZ - Pza 2
8- SC62 Sergio Javier BRANGERI - Pza 2
9- SC62 Gabriel CEPEDA - Pza 1
10-SC62 Sergio Luis FANIN - Pza 2 (H)
11-SC62 Walter FERRER - Pza 2 (H)
12-SC62 Walter Patricio GOMEZ - Pza 1
13-SC62 Santiago HERNANDEZ - Pza 1
14-SC62 Alberto HIDALGO - Pza 1
15-SC62 Aldo Darío LOPEZ - Pza 1 (H)
16-SC62 Héctor Ricardo LOPEZ (Conductor)
17-SC62 Juan LUCERO - Pza 1 (H)
18-SC62 Oscar MARANO - Pza 1
19-SC62 Carlos Adrián POLO - Pza 1 (H)
20-SC62 Miguel Angel POTES - Pza 2
21-SC62 Lujan SANDOVAL - Pza 2
22-SC62 Aroldo SARALEGUI - Pza 2
23-SC62 Carlos Oscar TEMPIO - Pza 2
24-SC62 Rafael VELOZO - Pza 2
25-SC62 Raúl WULDRICH - Pza 1
 
12 y 13 se completó a todos los convocados. La Batería de Tiro B es movilizada con personal recibido de pase desde CAMPO DE MAYO. El DO 18 abril en 3 formaciones ferroviarias zarpó la Unidad completa. Del Ferrocarril había un ramal que terminaba dentro del Cuartel, el mismo fue colocado cuando se construyó el Cuartel en 1944 y que nunca había sido usado, de modo que las formaciones salían desde la Unidad. El primer tren salió a las 1630 Hs, el segundo a las 2230 Hs y el tercer tren lo hace al día siguiente (LU 19 abril) a 1000 Hs. El 20 abril llega a SAN ANTONIO OESTE el primer tren y los otros dos al día siguiente. En la mañana del 22 abril se inicia la marcha motorizada de toda la Unidad por la RN 3 (asfaltada) y al día siguiente por la tarde se llega a CRV. donde se armaran las carpas en los predios del Batallón Logístico 9 y del RI 8. A las 1930 Hs del 28 abril se sale hacia CALETA OLIVIA (78 Km) donde se pasa al descanso y al día siguiente se reanuda la marcha (RN 3) hacia Comandante LUIS PIEDRABUENA (463 Km) adonde se llegará el 30 abril por la tarde y se alojará en la guarnición militar (Grupo Artillería Blindado 11 y Batallón Ingenieros 11). Los días 4 y 5 mayo se efectúa tiros de ejercicio de las 3 Baterias de Tiro.
El 8 de mayo se recibe la orden de alistar 2 piezas de artillería para su envío a MLV. Se designan 2 piezas de la Batería de Tiro C a cargo del Sbt Gustavo Federico PEREZ como Jefe Sección Piezas. El 13 mayo desde CRV se embarca en el HERCULES TC 68 (Vcom Rubén Horacio CABANILLAS, My Adolfo Enrique MARTINEZ y Vcom Adrián José SPERANZA) a las 1430 Hs y llega a MLV 1630 Hs. Van el Sbt PEREZ, el Sgt Ayte Segundo Ramón GARNICA (Mecánico Artillero), el Cbo Juan Manuel FIGUEROA (Jefe Pza Nro 2), el SC62 Héctor Ricardo LOPEZ (Conductor) y 10 SC62 sirvientes de pieza, un camión UNIMOG 416, 100 proyectiles y sus respectivas cargas impulsivas y víveres. A su llegada son agregados al GA 3 (Tcnl Martín Antonio BALZA) quien designa al Tte 1ro Luis Alberto DAFFUNCHIO como Jefe Batería de Cañones de 155 mm, este Oficial había sido movilizado al GA 3 y que durante 1981 había revistado en el GA 101 y conocía al Cbo 1ro LIBORIO. El otro cañón venia en otro HERCULES que debió regresar a CRV por haber un ataque enemigo en el aeropuerto. Recién el SA 15 mayo en el HERCULES TC 65 (My Antonio Alberto BRUNO, Vcom Rubén Oscar MORO y My Hugo Alberto MALDONADO) llega el cañón Nro 1, con 100 proyectiles a cargo del Cbo 1ro Omar Alberto LIBORIO y los 10 SC62 sirvientes de esa pieza,
LISTADO COMPLETO PERSONAL GA 101 EN MLV
1- Sbt Gustavo Federico PEREZ
2- Sgt Ayte Segundo Ramón GARNICA
3- Cbo 1ro Omar Alberto LIBORIO - Pza 1 (H)
4- Cbo Juan Manuel FIGUEROA - Pza 2
5- SC62 Carlos Daniel AGUILERA - Pza 2
6- SC62 Julio César BAEZ - Pza 1 (H)
7- SC62 Miguel Angel BENITEZ - Pza 2
8- SC62 Sergio Javier BRANGERI - Pza 2
9- SC62 Gabriel CEPEDA - Pza 1
10-SC62 Sergio Luis FANIN - Pza 2 (H)
11-SC62 Walter FERRER - Pza 2 (H)
12-SC62 Walter Patricio GOMEZ - Pza 1
13-SC62 Santiago HERNANDEZ - Pza 1
14-SC62 Alberto HIDALGO - Pza 1
15-SC62 Aldo Darío LOPEZ - Pza 1 (H)
16-SC62 Héctor Ricardo LOPEZ (Conductor)
17-SC62 Juan LUCERO - Pza 1 (H)
18-SC62 Oscar MARANO - Pza 1
19-SC62 Carlos Adrián POLO - Pza 1 (H)
20-SC62 Miguel Angel POTES - Pza 2
21-SC62 Lujan SANDOVAL - Pza 2
22-SC62 Aroldo SARALEGUI - Pza 2
23-SC62 Carlos Oscar TEMPIO - Pza 2
24-SC62 Rafael VELOZO - Pza 2
25-SC62 Raúl WULDRICH - Pza 1
 
Los 5 heridos del ataque aéreo del 12 de junio son atendidos en el Hospital Militar de Pto Argentino. Los dos más graves son el Soldado LUCERO y POLO que serán evacuados en el último HERCULES que aterrizó en MLV, el TC65 ( Cap Víctor Hugo BORCHET, Cap Hernán Alberto DAGUERRE y Com Roberto Federico MELA) que había llegado el 13 junio a 2000 Hs desembarca el cuarto cañón de 155 mm del GA 121 con 100 proyectiles de artillería, despega a las 2110 Hs y aterriza en CRV a las 0040 Hs (día 14 junio) donde los heridos son internados, hubo una escala previa en RIO GALLEGOS. El más grave era LUCERO que en total fue operado 13 veces con casi un año de internación y dado de alta el 13 mayo 1983, la Junta Médica le dio 83% de incapacidad laboral y recibe una pensión; como nota positiva es que mientras estuvo internado era visitado por "voluntarias" los heridos y enfermos, creció una relación con una de ellas que sería más tarde su esposa y madre de 2 hijas y un varón. Participa en las Olimpíadas de Veteranos en SAN JUAN donde ganó una medalla en tiro al blanco. Vive en el Partido de SAN MARTIN. El hijo varón es o fue Soldado Voluntario Técnico en el Ejército.

El GA 101 en la actualidad
En 1984 recibe 2 cañones en remplazo a los perdidos en MLV. En 1985 ante una restructuración del Ejército en la que es disuelto el Comando del 1er Cuerpo de Ejército pasa a depender V Cuerpo de Ejército "Tte Grl Julio Argentino ROCA" (asiento en BAHIA BLANCA). En 1992 pasa a depender de la X Brigada Mecanizada "Tte Grl Nicolás LEVALLE" con asiento en SANTA ROSA (Prov. LA PAMPA) y pasa a denominarse Grupo Artillería 10 "Tte Grl Bartolomé MITRE" manteniendo su asiento en JUNIN.
 
Aimar fue adelantado hasta donde estaba la Sec Expl unos 2000 mts hacia el O.

En Longdon tambien hubo gente de Patricios, 10 de jun.

NIPPUR y WILLY:
Para el 10 JUN llegaron como refuerzos:
1- Sección del RI 1: Tte 1° FERRARI DEL SEL Carlos Mario con 3/Sof y 13 SOLD (4 MAG y 1 Mor 81) Agregada al RI 7
en WIRELESS RIDGE
2- Gpo RC 1 (Granaderos): 2 Cbos 1° y 8 SOLD (2 MAG), una en HARRIET (RI4) y la otra en WIRELESS RIDGE (RI 7).
3- Gpo RI Aerot 2: Sbt AIMAR Gustavo Alberto, 2 S/Of y 4 SOLD: SC63 CHAVEZ Víctor Daniel, SC63 FERREYRA Héctor
Marcelino, SC63 GRANEROS Rubén Eduardo y SC63 SERRA Luis Alberto. (2 MAG) WIRELESS RIDGE RI 7
(Los nombres de los S/Of no los tengo, buscaré si aún tengo otro archivo borrador y si ahí figuraban)
Buen día. Si me permiten quería agregar
NIPPUR y WILLY:
Para el 10 JUN llegaron como refuerzos:
1- Sección del RI 1: Tte 1° FERRARI DEL SEL Carlos Mario con 3/Sof y 13 SOLD (4 MAG y 1 Mor 81) Agregada al RI 7
en WIRELESS RIDGE
2- Gpo RC 1 (Granaderos): 2 Cbos 1° y 8 SOLD (2 MAG), una en HARRIET (RI4) y la otra en WIRELESS RIDGE (RI 7).
3- Gpo RI Aerot 2: Sbt AIMAR Gustavo Alberto, 2 S/Of y 4 SOLD: SC63 CHAVEZ Víctor Daniel, SC63 FERREYRA Héctor
Marcelino, SC63 GRANEROS Rubén Eduardo y SC63 SERRA Luis Alberto. (2 MAG) WIRELESS RIDGE RI 7
(Los nombres de los S/Of no los tengo, buscaré si aún tengo otro archivo borrador y si ahí figuraban)
Buen día. Si me permiten quería agregar los nombres y los Regimientos de este personal que investigue en estos días.

PERSONAL SECCION APOYO AMET MAG – JUNIO 1982.
El personal del RI AEROT 2, 14, 17 y RGC habían sido trasladados a Comodoro Rivadavia, RI 8, para la realización de ejercicios, custodia del lugar y la costa aledaña. El RI 17 arriba a Comodoro el 14 de mayo (1). El 16 de mayo (2) una parte del 17 es enviada a la localidad de Camarones. Al tiempo a algunos elementos del 17 los hacen volver a Comodoro para ser parte de una Sección Especial de 10 AMET MAG y viajar a Malvinas. Los trasladan en un Focker F28 de la ARA, todos a cargo del Subteniente Gustavo Aimar (RI2). Son enviadas:

-2 MAG del RI 2.

-2 MAG del RI 14.

-4 MAG del RI 17. (3)

-2 MAG del RGC.

Embarcan (4) y llegan el 10 de junio a Malvinas y pasan a reforzar la Compañía B del RI 7 en Wireless Ridge a las órdenes de Teniente Galindez Matienzo. Al llegar se encuentran sin posiciones entrando prácticamente en combate directo.

Caen prisioneros y regresan en el Camberra.

PERSONAL SECCION APOYO MAG.

RI AEROT. 2:


-Subteniente AIMAR Gustavo.

-Cabo BENITEZ Luis.

-Soldado CHAVEZ Víctor.

-Soldado FERREYRA Héctor.

-Soldado GRANEROS Rubén.

-Soldado SERRA Luis.



RI AEROT. 14:

-Cabo 1º DIAZ Juan.

-Soldado CHAVERO Tomás.

-Soldado LUDUEÑA César.

-Soldado MARTINEZ Antonio.

-Soldado SAVID Alejandro.



RI AEROT. 17:

-Sargento VILLEGAS Carlos.

-Sargento CARDOZO Francisco.

-Soldado AGÜERO Luis. (CC 63)

-Soldado BUJAN Luis. (CC 63)

-Soldado BUSTOS Ramón. (CC 63)

-Soldado GORDILLO Oscar. (CC 63)

-Soldado IBARRA Eduardo. (CC 63)

-Soldado REARTE Ángel. (CC 63)

-Soldado TEVEZ Eusebio. (CC 63)

-Soldado VELIZ Juan. (CC 63)



RGC:

-Cabo 1° CAMPOY Juan.

-Granadero ACUÑA Carlos.

-Granadero APECECHE Aldo.

-Granadero PONCE Ernesto.

-Granadero VEGA LUJAN Jorge.


Previo a esto parten el 28 de Mayo de Comodoro, vía Rio Grande, arriban el 6 de Junio a Malvinas, Sección Morteros y 2 AMET MAG de RI 1 Patricios y 2 AMET MAG DEL RGC a cargo del Teniente 1° Carlos Ferrari del Sel. (5)

RI 1:

Sección Morteros Pesados: (al RI 6-Dos Hermanas)

-
Sargento ANTINORI Ramón.

-Soldado C/62 EDDI Marcelo. (CC 62)

-Soldado FIGUEROA Víctor. (CC 62)

-Soldado PEREZ Daniel. (CC 62)

-Soldado QUINTEROS Luis. (CC 62)

-Soldado Radio Operador VARELA Carlos. (CC 62)


Sección Ametralladoras: (al RI 7-Monte Longdon)

-Cabo 1º RAMIREZ Julio Miguel.

-Soldado BASTIDA Claudio Alfredo. (CC 63) (+)

-Soldado DI SANTO Alejandro. (CC 63)

-Soldado MAZZITELLI Marcelo. (CC 63)

-Soldado ORFANOTTI Daniel. (CC 63)


Sección Ametralladoras RGC: (al RI 4-Harriet)

-Cabo 1° RIVERO Jorge Alberto.

-Soldado PLAZA Miguel Ángel.

-Soldado FLORES Roque.

-Soldado NOVARO Domingo.

-Soldado PIAGGIO Miguel Ángel.

Ref.:

(1)-Libro Histórico Cdo. Br. I Aerot. IV. Año 1982.

(2)- Libro Histórico Cdo. Br. I Aero.t IV. Año 1982.

(3)-Charla con VGM Carlos Villegas del RI 17

(4)- Libro Histórico Cdo. Br. I Aerot IV. Año 1982.

-Charla con VGM Gustavo Aimar del RI 2.

-Recuerdos de VGM Luis Bujan.(+2009)

(5)-Charla con VGM Luis Quinteros del RI 1.

Espero sirva. Un abrazo Malvinero.
 
El SubTte Aimar fue agregado al Sector Plata junto con un potpourrí de efectivos de varias unidades, RI Aerot 2, 14, 17, RI1, RC 1, etc... (cabe aclarar que estos efectivos llegaron entre el 10/11 de jun, no tienen que ver con una Ca del RI1 de 188 efectivos que estaba desde antes en otro lado)

En el libro MLV en primera línea aclara muy bien el punto sobre Aimar cunado se encontró con gente del RI 4 que habia tomado nueva Pos de combate en Wireless.

El SubTte Aimar fue herido sí en el combate por Wireless, pero si vamos a poner el pers agregado entonces deben ir el My Nani y el Tte Ramos del GA3 mas la 1/Ca Ing 10 del Tte quiroga, el CAFA y su reemplazo, sus Aux, etc..y se va a confundir porque se trata de Unidades o Sub, no de Sectores de responsabilidad.

Con respecto a De Urquiza seguramente estaría entre los hombres agregados.
Buen día. Aimar no es herido en el combate de Wireless, el que es herido es Galindez Matienzo del 7.
 

Willypicapiedra

Miembro del Staff
Moderador
Buen día. Aimar no es herido en el combate de Wireless, el que es herido es Galindez Matienzo del 7.

mbarcan (4) y llegan el 10 de junio a Malvinas y pasan a reforzar la Compañía B del RI 7 en Wireless Ridge a las órdenes de Teniente Galindez Matienzo. Al llegar se encuentran sin posiciones entrando prácticamente en combate directo.
Galidez Matienzo Tte J Sec Expl/ Ca Cdo/RI 7 en Wireless (H) y permaneció en su puesto por no tener relevo.El Sold Luis Cisneros del PC/RI 7 los llevó hasta allí por orden del Tcnl Gimenez. Nunca estuvieron en Longdon donde sí estaba la B/RI 7 y donde cae el Patricio Bastida que ya estaba de antes.. El Subt Aimar figura como (H) de todas formas puede haber sido asistido por aturdimiento y anotaron herido, es bastante común el error.
 

Willypicapiedra

Miembro del Staff
Moderador
Buen día. Si me permiten quería agregar

Buen día. Si me permiten quería agregar los nombres y los Regimientos de este personal que investigue en estos días.

PERSONAL SECCION APOYO AMET MAG – JUNIO 1982.
El personal del RI AEROT 2, 14, 17 y RGC habían sido trasladados a Comodoro Rivadavia, RI 8, para la realización de ejercicios, custodia del lugar y la costa aledaña. El RI 17 arriba a Comodoro el 14 de mayo (1). El 16 de mayo (2) una parte del 17 es enviada a la localidad de Camarones. Al tiempo a algunos elementos del 17 los hacen volver a Comodoro para ser parte de una Sección Especial de 10 AMET MAG y viajar a Malvinas. Los trasladan en un Focker F28 de la ARA, todos a cargo del Subteniente Gustavo Aimar (RI2). Son enviadas:

-2 MAG del RI 2.

-2 MAG del RI 14.

-4 MAG del RI 17. (3)

-2 MAG del RGC.

Embarcan (4) y llegan el 10 de junio a Malvinas y pasan a reforzar la Compañía B del RI 7 en Wireless Ridge a las órdenes de Teniente Galindez Matienzo. Al llegar se encuentran sin posiciones entrando prácticamente en combate directo.

Caen prisioneros y regresan en el Camberra.

PERSONAL SECCION APOYO MAG.

RI AEROT. 2:


-Subteniente AIMAR Gustavo.

-Cabo BENITEZ Luis.

-Soldado CHAVEZ Víctor.

-Soldado FERREYRA Héctor.

-Soldado GRANEROS Rubén.

-Soldado SERRA Luis.



RI AEROT. 14:

-Cabo 1º DIAZ Juan.

-Soldado CHAVERO Tomás.

-Soldado LUDUEÑA César.

-Soldado MARTINEZ Antonio.

-Soldado SAVID Alejandro.



RI AEROT. 17:

-Sargento VILLEGAS Carlos.

-Sargento CARDOZO Francisco.

-Soldado AGÜERO Luis. (CC 63)

-Soldado BUJAN Luis. (CC 63)

-Soldado BUSTOS Ramón. (CC 63)

-Soldado GORDILLO Oscar. (CC 63)

-Soldado IBARRA Eduardo. (CC 63)

-Soldado REARTE Ángel. (CC 63)

-Soldado TEVEZ Eusebio. (CC 63)

-Soldado VELIZ Juan. (CC 63)



RGC:

-Cabo 1° CAMPOY Juan.

-Granadero ACUÑA Carlos.

-Granadero APECECHE Aldo.

-Granadero PONCE Ernesto.

-Granadero VEGA LUJAN Jorge.


Previo a esto parten el 28 de Mayo de Comodoro, vía Rio Grande, arriban el 6 de Junio a Malvinas, Sección Morteros y 2 AMET MAG de RI 1 Patricios y 2 AMET MAG DEL RGC a cargo del Teniente 1° Carlos Ferrari del Sel. (5)

RI 1:

Sección Morteros Pesados: (al RI 6-Dos Hermanas)

-
Sargento ANTINORI Ramón.

-Soldado C/62 EDDI Marcelo. (CC 62)

-Soldado FIGUEROA Víctor. (CC 62)

-Soldado PEREZ Daniel. (CC 62)

-Soldado QUINTEROS Luis. (CC 62)

-Soldado Radio Operador VARELA Carlos. (CC 62)


Sección Ametralladoras: (al RI 7-Monte Longdon)

-Cabo 1º RAMIREZ Julio Miguel.

-Soldado BASTIDA Claudio Alfredo. (CC 63) (+)

-Soldado DI SANTO Alejandro. (CC 63)

-Soldado MAZZITELLI Marcelo. (CC 63)

-Soldado ORFANOTTI Daniel. (CC 63)


Sección Ametralladoras RGC: (al RI 4-Harriet)

-Cabo 1° RIVERO Jorge Alberto.

-Soldado PLAZA Miguel Ángel.

-Soldado FLORES Roque.

-Soldado NOVARO Domingo.

-Soldado PIAGGIO Miguel Ángel.

Ref.:

(1)-Libro Histórico Cdo. Br. I Aerot. IV. Año 1982.

(2)- Libro Histórico Cdo. Br. I Aero.t IV. Año 1982.

(3)-Charla con VGM Carlos Villegas del RI 17

(4)- Libro Histórico Cdo. Br. I Aerot IV. Año 1982.

-Charla con VGM Gustavo Aimar del RI 2.

-Recuerdos de VGM Luis Bujan.(+2009)

(5)-Charla con VGM Luis Quinteros del RI 1.

Espero sirva. Un abrazo Malvinero.
Muy buenas las listas.
 
S/C Rafael Barrios – RI12



Luego este excombatiente me planteó: ‘¿Y sabés cómo falleció tu hermano?’. Le dije que no exactamente. Y así me contó que a Rafael no lo mataron los ingleses en combate. Ellos lo habían agarrado como prisionero junto con otros dos soldados compañeros suyos. En esas condiciones le ordenaron que sacaran todo lo que había en un pozo de zorro. Pero en ese hueco había un explosivo… y lo tocaron. Todo explotó… A uno de los soldados le sacó una pierna. A Rafael, que estaba más cerca, la explosión lo destrozó completamente, lo desintegró. El tercero se salvó”.


Alguien puede corroborar si BARRIOS muere de esta manera?
 
S/C Rafael Barrios – RI12



Luego este excombatiente me planteó: ‘¿Y sabés cómo falleció tu hermano?’. Le dije que no exactamente. Y así me contó que a Rafael no lo mataron los ingleses en combate. Ellos lo habían agarrado como prisionero junto con otros dos soldados compañeros suyos. En esas condiciones le ordenaron que sacaran todo lo que había en un pozo de zorro. Pero en ese hueco había un explosivo… y lo tocaron. Todo explotó… A uno de los soldados le sacó una pierna. A Rafael, que estaba más cerca, la explosión lo destrozó completamente, lo desintegró. El tercero se salvó”.


Alguien puede corroborar si BARRIOS muere de esta manera?
Hola Nippur. Rafael Barrios muere el 1º de Junio en Pradera del Ganso cuando movían municiones y explosivos cerca del galpón donde estaban prisioneros. Son 3 los fallecidos, varios heridos entre ellos el Subteniente Leonardo Duran a quien se le había encomendado la tarea. El Soldado que pierde la pierna es Raúl Vallejos. En las páginas Nº 420/21/22 del libro de Oscar Teves se detalla el episodio. El año pasado un particular Argentino le devolvió a la Familia de Barrios su casco que había estado en manos de un coleccionista inglés.
 
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