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Tensión en Cisjordania tras la muerte de la madre del bebé quemado vivo
La familia fue víctima de un incendio intencionado causado por extremistas judíos en julio
Juan Carlos Sanz Jerusalén 7 SEP 2015 - 17:12 CEST
Familiares de Riham Dawabsha, durante su funeral. / THOMAS COEX (AFP)
La muerte en la madrugada del lunes a causa de graves quemaduras en el 80% del cuerpo de Riham Dawabsha, la madre del bebé palestino que murió abrasado vivo en un ataque atribuido a colonos judíos radicales el pasado 31 de julio, amenaza con elevar la tensión en Cisjordania. La Autoridad Palestina ha decretado tres días de luto nacional, con las banderas a media asta en señal de duelo.
Miles de personas asistieron al entierro de esta profesora de 26 años en la tarde del mismo lunes en Duma, en el norte de Cisjordania, entre gritos contra Israel y ondeando banderas palestinas, informa France Presse.
Una foto de la víctima junto a su esposo y a su hijo, también fallecidos. / ALAA BADARNEH (EFE)
Saeb Erekat, negociador jefe de la Organización para la Liberación de Palestina, responsabilizó a Israel por mantener una "cultura de la impunidad", al no haber identificado aún a los autores del atentado incendiario —cometido de noche mientras la familia dormía en su casa de la aldea de Duma— más de cinco semanas después de haber sido cometido. En las paredes se encontraron inscripciones con frases bíblicas en hebreo. En las inmediaciones de Duma hay varios asentamientos de colonos judíos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, trasladó sus condolencias a los familiares de las víctimas del atentado, y aseguró que las fuerzas de seguridad están haciendo todo lo posible para localizar y detener a los culpables. Por ahora, tres líderes del movimiento de los colonos judíos extremistas han sido sometidos al régimen de detención administrativa, que implica un arresto indefinido sin supervisión judicial. El resto de los sospechosos han sido puestos en libertad.
Riham Dawabsha falleció en el hospital Sheba de Tel Aviv, donde se hallaba ingresada. Su marido, Saad, de 32 años, murió una semana después del ataque perpetrado con líquidos inflamables también a causa de las graves quemaduras que sufrió en casi todo el cuerpo. El hijo mayor de la pareja, Ahmed, de cuatro años, único superviviente del atentado, debe ser sometido aún a varias operaciones a causa de las lesiones causadas por el fuego en el 60% de su piel.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/09/07/actualidad/1441586081_315034.html