Se difunden imágenes de Marwan Barguti, palestino en huelga de hambre en Israel, comiendo
El Gobierno israelí ha mostrado las imágenes en las que se le ve comiendo comiendo a escondidas. Su familia afirma que fueron grabadas en 2004
Juan Carlos Sanz
Jerusalén
10 MAY 2017 - 09:59 CEST
Cuando se cumplen
tres semanas de una masiva huelga de hambre secundada por un millar de presos palestinos en cárceles de Israel, el conflicto empieza a cobrar tintes de guerra psicológica. Los reclusos reclaman la mejora de sus condiciones de detención encabezados por
Marwan Barguti, encarcelado desde hace 15 años y sentenciado a cinco cadenas perpetuas por un tribunal israelí. El ministro de Seguridad Interior, Gilad Erdan, achaca a la ambición política del líder de la Segunda Intifada (2000-2005) una protesta que considera infundada, y advierte de que no cederá a la “presión de los terroristas”.
El Gobierno israelí ha difundido un vídeo en el que se observa a Barguti comiendo a escondidas en la celda de aislamiento a la que ha sido trasladado en el penal de Kishon (norte) desde que empezó a rechazar los alimentos del servicio de instituciones penitenciarias. En la primera parte de la cinta, datada el 27 de abril (10 días después del inicio de la huelga de hambre) parece mordisquear, encerrado en el cuarto de baño, unas galletas de chocolate. En la segunda, que el Ministerio de Seguridad Interior fecha el pasado día 5, come aparentemente una chocolatina de barra de la marca Tortit también en el retrete, por donde arroja el envoltorio. La ingesta del popular tentempié israelí ha desatado una reacción en cadena de burlas a través de las redes sociales,
según el diario Haaretz.
“Se trata de un asesino y un hipócrita que convoca sus compañeros de cárcel a la huelga mientras él se alimenta a sus espaldas”, argumenta Erdan en un tercer vídeo remitido a los medios por la
Oficina del Prensa del Gobierno. Barguti ha pasado la mitad de sus 58 años entre rejas desde su primera detención en 1974. Sus correligionarios políticos en Fatah, el partido nacionalista del presidente palestino, Mahmud Abbas, le convirtieron en el candidato más votado en una reciente elección interna. Los sondeos le señalan desde hace años como favorito para relevar al veterano
rais Abu Mazen (el alias de Abbas), al frente de la Autoridad Palestina.
Responsables políticos palestinos, organizaciones de apoyo a los presos y familiares de Barguti sostienen que los presos solo toman agua con sal y han calificado de “invención” las imágenes del líder de la Segunda Intifada comiendo en su celda. Su esposa, Fadwa, dijo el domingo en Ramala que la cinta solo persigue “debilitar de forma absurda la moral de los prisioneros”. Al igual que sus familiares, el Comité Nacional de Apoyo a la
Huelga de Presos aseguró que los vídeos, que habían sido grabados en 2004, pretenden “sembrar la confusión en el movimiento de protesta”.
La Unión Europea ha expresado su preocupación por la situación de los presos en huelga de hambre y ha apelado a que se respeten las leyes internacionales. Alrededor de 500 de los 6.500 reclusos palestinos en las cárceles israelíes se hallan sometido al régimen de detención administrativa indefinida, sin asistencia letrada y sin haber comparecido ante el juez. La Cuarta Convención de Ginebra, que regula el derecho humanitario de guerra, prohíbe el traslado de internos fuera del
territorio militarmente ocupado.
La prensa israelí considera que los funcionarios de prisiones tendieron una trampa colocando las chocolatinas en su celda a fin de resaltar que la huelga de hambre solo obedece a sus intereses políticos, y no a las condiciones de detención. Lo ha venido a reconocer el lunes en una entrevista en la Radio del Ejército israelí.
—Hay que comprender, sin entrar en detalles, que para poder lidiar con esta situación, se ha debido llevar a cabo muchas acciones que han dado resultado. Cuando (Barguti) comenzó a encabezar la huelga de hambre fue separado del resto de los presos y transferido a otro penal— explica el ministro Erdan.
— ¿Eso significa que él no pudo haber introducido por sí mismo la comida?—le pregunta el periodista.
— Supongo que no.—admite Erdan
Unos 350 presos palestinos en
huelga de hambre han sido trasladados de centro y recluidos en celdas de aislamiento como medida disciplinaria. Se trata de establecimientos penitenciarios en los que se han instalado hospitales de campaña para atender a los presos más debilitados por el ayuno prolongado. El Gobierno israelí se está planteando reclutar médicos extranjeros para aplicar en su caso la alimentación forzosa —autorizada por una reciente ley promovida por el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu–, ya que la Asociación Médica de Israel ha prohibido que sus colegiados participen en esa práctica.
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/05/09/mundo_global/1494281427_270394.html