Relaciones: Rusia - EE.UU.

Sebastian

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EEUU acusa a 11 personas de exportación ilegal de tecnologías de doble uso a Rusia
La fiscalía del Distrito Este de Nueva York, presentó hoy los cargos oficiales contra el estadounidense de origen ruso Alexander Fishenko y otras 10 personas que supuestamente burlaron las restricciones del Departamento de Comercio de EEUU para exportar a Rusia tecnologías de doble uso, según la prensa estadounidense.
Fishenko era el propietario de una empresa domiciliada en Houston, Arc Electronics, que fingía producir dispositivos de señalización para el tráfico al tiempo que proporcionaba al Ministerio de Defensa y al Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, a partir de 2008 y hasta la fecha, “sofisticados artículos de microelectrónica”, afirmó la fiscal de Brooklyn, Loretta Lynch.
“Han intentado aprovechar el libre mercado de EEUU y robar las tecnologías americanas para el Gobierno ruso”, dijo la fiscal Lynch.
El dueño de Arc Electronics y otros inculpados obtenían de fabricantes y proveedores estadounidenses avanzados chips y otros dispositivos de microelectrónica para exportarlos a Rusia evadiendo el sistema de licencias que existen en EEUU para controlar el tráfico de tecnologías sensitivas.
Los artículos que exportaban a Rusia están sujetos al estricto control gubernamental en EEUU porque pueden usarse en un vasto repertorio de equipos militares, en particular, radares, sistemas de vigilancia, espoletas y sistemas de guiado de armas.
A juzgar por los nombres y apellidos, los 11 acusados son oriundos de Rusia u otros países de la ex URSS pero su actual nacionalidad no trascendió a la prensa; solo se sabe que Fishenko y otra persona más tienen pasaportes estadounidenses.
“Muchos países hostiles hacia EEUU buscan mejorar su capacidad de defensa y modernizar sus armamentos a expensas de los contribuyentes estadounidenses”, señaló Stephen L. Morris, agente especial del FBI en Houston.
Los once integrantes de esta red, desarticulada por el FBI, fueron detenidos la víspera y deben comparecer hoy ante un tribunal de Houston que, según se espera, ordenará su traslado a Nueva York para la futura investigación.
Los inculpados se exponen a penas carcelarias de cinco años por el delito de conspiración, hasta 10 años de cárcel por actuar como agentes no registrados del Gobierno ruso y hasta 20 años de cárcel por la obstrucción de justicia y la violación de las restricciones vigentes en materia de exportaciones. También les amenazan multas de hasta un millón de dólares por las presuntas infracciones.
http://sp.rian.ru/international/20121003/155156331.html
 

Sebastian

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Compañía griega rechaza acusaciones de EEUU sobre venta ilegal de tecnología militar a Rusia
La representación de la compañía griega Top Electronics Components S.A. rechazó hoy las acusaciones de EEUU sobre su complicidad en un posible suministro a Rusia de microelectrónica que puede ser utilizada para desarrollar tecnología militar.
“En los casos de venta a Rusia de algún artículo de producción estadounidense siempre se ha contado con una autorización por escrito y la licencia de las autoridades estadounidenses que hemos pagado por cada producto”, dijo la representación de la compañía griega.
No obstante, no especificó que tipo de producto la firma vendió en Rusia y que clientes lo compraron. Añadió que las autoridades estadounidenses nunca informaron a la compañía griega acerca sus pretensiones.
La víspera la fiscalía del condado de Brooklyn (Nueva York) presentó cargos contra 11 sospechosos de exportar ilegalmente tecnologías militares en la Federación de Rusia, ocho de los cuales se encuentran bajo arresto. Alexander Fishenko figura en EEUU como el principal sospechoso.
Las personas arrestadas son acusadas de exportar piezas microelectrónicas que “se encuentran bajo estricto control del gobierno puesto que pueden se utilizadas para desarrollar una serie de sistemas militares”. Los demandantes suponen que la microelectrónica ha sido vendida a instituciones de inteligencia y militares de Rusia.
http://sp.rian.ru/international/20121004/155165879.html
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Nuevo “escándalo de espías” salpica la relación entre EEUU y Rusia
La desarticulación en EEUU de una red que burlaba desde 2008 las restricciones oficiales para exportar tecnologías de doble uso a Rusia se está convirtiendo en un nuevo “escándalo de espías” entre Washington y Moscú, el segundo en los últimos dos años, escribe hoy la prensa rusa.
En el escándalo figuran 11 sospechosos, ocho de los cuales están detenidos. Los otros tres, según la fiscalía del Distrito Este de Nueva York, se encuentran supuestamente en Rusia. TodosellossonoriundosdelaexURSS y algunos tienen nacionalidad rusa. La Justicia estadounidense decidirá entre hoy y mañana, si prolonga el plazo de la detención.

El mayor protagonista del caso es Alexander Fishenko, de 46 años, nacido en Kazajstán y naturalizado en EEUU en 2003. Era propietario de la empresa Arc Electronics, con sede en Houston, que suministraba chips y otros dispositivos de microelectrónica a cuerpos de seguridad rusos.
Fishenko se expone a más de 50 años de cárcel por la infracción de las normativas legales en vigor, blanqueo de dinero y actuación en calidad de “agente no registrado” del Gobierno ruso. Según la fiscalía neoyorquina, Fishenko hizo servicio en una unidad de inteligencia del Ejército soviético en el territorio de Alemania, a principios de los 1990.

Expertos estadounidenses sospechan que algunos chips similares o idénticos a los desarrollados en EEUU se instalaron en misiles antibuque y cazas rusos MiG-35. Un portavoz de la corporación MiG ya comentó al respecto que “no hay ninguna pieza o tecnología robada” en estos aviones.
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Riabkov, destacó que los cargos presentados contra varios ciudadanos de Rusia “son penales y no tienen nada que ver con el espionaje”. También señaló que muchos detalles del caso aún están por aclarar, y que empleados consulares planean entrevistarse con los detenidos.

Algunos politólogos locales, como el director del Centro de estudios sociales y políticos Vladímir Yevséiev, consideran que el “escándalo de espías” forma parte de la campaña propagandística de cara a las elecciones presidenciales en EEUU. “Puedenusarlocomoelementodelacampañaelectoral”, dijo.
ElcancillerrusoSergueiLavrov, entretanto, descartó tal relación en una rueda de prensa ofrecida en Islamabad, donde está de visita.
Mientras, el Departamento de Comercio de EEUU ya confeccionó una lista de empresas y particulares vinculados con los protagonistas del caso. De los 165 integrantes de la lista, 119 son de Rusia. También figuran en ella representantes de Canadá, Finlandia, Gran Bretaña, Alemania, Chipre, Grecia, Kazajstán, Suecia, Hong Kong y Estonia. En adelante, todos ellos deberán solicitar licencias para exportar ciertos artículos de EEUU, y es muy probable que les sean denegadas.
Eselsegundo“escándalodeespías” que salpica la relación de EEUU con Rusia en el último bienio. El anterior, en verano de 2010, terminó con el mayor canje de agentes desde los tiempos de la Guerra Fría.
http://sp.rian.ru/international/20121004/155162737.html
 

Sebastian

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El Senado de EE.UU. aprueba la normalización del comercio con Rusia
Dos décadas después de concluida la Guerra Fría, el Senado de Estados Unidos aprobó hoy una ley que normaliza las relaciones comerciales con Rusia a pesar de las discrepancias en materia de derechos humanos.
El Senado aprobó la legislación por 92 votos a favor y cuatro en contra.
La Cámara de Representantes ya aprobó, con 365 votos a favor y 43 en contra, el mes pasado esta legislación, que otorga "relaciones comerciales normales y permanentes" a Rusia, y que pone fin a las restricciones que datan de la confrontación entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
En un comunicado emitido por la Casa Blanca, el presidente Barack Obama elogió la labor bipartidista del Congreso sobre esta iniciativa y afirmó que la promulgará en cuanto la reciba.

"La legislación asegurará que los negocios y trabajadores estadounidenses puedan tomar plena ventaja de las reglas de la OMC (Organización Mundial de Comercio) y los compromisos para el acceso al mercado por los que Estados Unidos negoció duramente", dijo Obama.
"También estamos más cerca de realizar las oportunidades de exportaciones que crean empleos, y de nivelar el terreno para los trabajadores, granjeros, rancheros y proveedores de servicio estadounidenses", agregó.

El mandatario estadounidense dijo que su Gobierno continuará trabajando con el Congreso y los socios de Estados Unidos "para apoyar a quienes buscan un futuro libre y democrático para Rusia, y promover el imperio de la ley y el respeto de los derechos humanos en todo el mundo".
La medida cuenta con el apoyo de los exportadores en Estados Unidos, preocupados por las desventajas que encaran en su competencia con China y Europa por los mercados rusos.

En agosto pasado, Rusia ingreso en la Organización Mundial del Comercio, lo cual significa un compromiso de Moscú con la reducción de los aranceles y otras barreras comerciales, la protección de los derechos de propiedad intelectual y la apertura del sector de servicios a la competencia extranjera.
Pero la legislación también contiene una estipulación que ordena al Gobierno de Obama que publique los nombres de los rusos supuestamente involucrados en la muerte en 2009, en prisión, de Serguéi Magnitsky, un abogado que luchaba contra la corrupción.
También requiere que Estados Unidos niegue visas y congele los activos de cualquier individuo de esa lista u otras personas involucradas en el futuro en abusos contra los derechos humanos.

Una Coalición por el Comercio entre Estados Unidos y Rusia, que congrega a empresas estadounidenses, calcula que Estados Unidos representa actualmente poco más del 4 por ciento de los 400.000 millones de dólares de las importaciones de Rusia. Europa representa el 40 por ciento y China el 16 por ciento.
La coalición, de la cual forma parte la Cámara de Comercio de Estados Unidos, incluye a empresas como Caterpillar, Chevron, General Electric, International Paper, PepsiCo, Procter & Gamble, Ernst & Young, ExxonMobil, Ford Motor, JP Morgan Chase y Microsoft.
La legislación elimina una enmienda en la Ley de Comercio de 1974 que vinculaba el comercio con la URSS a la libertad de los judíos y de otras minorías a emigrar.
http://economia.elpais.com/economia/2012/12/06/agencias/1354830062_008257.html
 

Sebastian

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Moscú desaprovechó las concesiones que hizo a EEUU en materia de misiles
La URSS y EEUU firmaron hace 25 años el Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto (INF). Pero Moscú no aprovechó este acontecimiento, que contribuía a mejorar las relaciones entre los dos países, para incrementar su papel en la política global de nuevo formato.

Las partes acordaron eliminar todos los misiles con base en tierra con alcance de 500 a 5.000 kilómetros. Conforme al Tratado, la URSS tuvo que retirar del servicio operativo sistemas de misiles balísticos RSD-10 Pioner, ОТR-22 Temp-S (predecesor del Pioner), ОТR-23 Oka y los misiles R-12 y R-14. EEUU se comprometió a retirar los misiles Pershing-1А y Pershing-2.

En cuanto a los misiles alados con base en tierra, se eliminaron los sistemas soviéticos RК-55 y los misiles estadounidenses de la clase Tomahawk del tipo GLCM (BGM-109G).
¿Por qué las partes tomaron la anunciada decisión? La causa principal de esto fue la carrera de las llamadas armas nucleares euroestratégicas, los misiles balísticos de alcance medio y bombarderos estratégicos desplegadas en Europa.

Es difícil determinar ahora quién provocó la escalada del conflicto, pero es posible. Las opiniones de EEUU y Rusia al respecto no coinciden como siempre.
Washington considera que la causa de la crisis fue un incremento del arsenal euroestratégico de la URSS y la presión ejercida por la propaganda soviética en las élites políticas europeas para conseguir la retirada de las armas nucleares de EEUU de Europa Occidental.

Se afirma que Moscú supuestamente entendía su atraso tecnológico de la OTAN y se decidió a desplegar los misiles RSD-10 Pioner y los bombarderos Tu-22М2, lo que cambió el equilibrio estratégico de fuerzas y suscitó una reacción dura de la Alianza Atlántica. Esto se corresponde con la realidad, pero es necesario explicar qué provocó la conducta anunciada de la URSS.
La confrontación entre dos sistemas políticos en el ámbito geográfico solía ser asimétrico. EEUU se ubicaba confortablemente allende el océano, mientras que el agresivo bloque atlántico estaba cerca de las fronteras de la URSS.

Esto se puso en evidencia ya en la época de la llamada crisis de los misiles en Cuba en octubre de 1962, cuando la Unión Soviética hizo un intento de equilibrar las bases aéreas y de misiles de EEUU desplegadas cerca de sus fronteras mediante el despliegue de los misiles de alcance medio en Cuba.
En estas condiciones se podían asestar golpes nucleares rápidos contra la URSS para poner fuera del servicio elementos críticos de mando de las fuerzas estratégicas. El desarrollo de armas de alta precisión en la década de los setenta permitió crear las premisas para tales acciones de combate.
En respuesta a los cambios en la estrategia de EEUU, la URSS empezó a retirar del servicio operativo desde 1977 los misiles monobloque obsoletos de alcance medio R-12 y R-14 (famosos por la Crisis de los misiles) sustituyéndolo por nuevos sistemas de misiles en plataformas móviles RSD-10 Pioner dotados de tres ojivas nucleares de guiado individual. Pioner fue predecesor del famoso misil intercontinental RS-12 Topol.

Al mismo tiempo, la URSS empezó a desplegar bombarderos estratégicos desde 1976 y Tu-22М3а desde 1978.
En respuesta al incremento del potencial nuclear euroestratégico de los países del Pacto de Varsovia en 1979, la OTAN toma la decisión de desplegar en Europa Occidental hacia 1983 los sistemas de misiles de alcance medio Pershing-2 y los misiles alados de la clase Tomahawk con base en tierra (GLCM). La crisis se hizo entonces visible.

Posteriormente, las partes empezaron a negociar tradicionalmente las condiciones del desarme.
EEUU nunca disimulaba que el motivo principal del incremento sin precedentes de su arsenal nuclear desplegado en Europa (572 unidades: 108 misiles Pershing-2 y 464 misiles Tomahawk con base en tierra) fue obligar a la URSS a hacer concesiones.

La administración del entonces presidente de EEUU, Ronald Reagan, insistía en conseguir un acuerdo simple: Moscú retiraría los Pioner a cambio de la retirada de los Pershing por parte de Washington. Pero la URSS no iba a ceder sus posiciones.

Moscú era favorable a retirar los misiles Pioner, pero exigía un desarme casi total de Europa Occidental. Además de los Pershing, EEUU debería retirar del servicio operativo todas las armas nucleares tácticas junto con los elementos de infraestructura para el despliegue de los mismos, así como obligar a París y Londres a eliminar los misiles nucleares de alcance medio de fabricación nacional.

Las negociaciones transcurrían lentamente. Las partes se hicieron pocas concesiones en reiteradas ocasiones. Desde 1983, se hizo más agudo un conflicto suscitado en torno a la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE) de EEUU y la URSS recurrió a la práctica tradicional de poner condiciones, renunciando a continuar las negociaciones sobre el problema ‘euroestratégico’ sin vincularlas con las negociaciones sobre armas espaciales.
En diciembre de 1983 Washington empezó a desplegar los Pershing en Europa Occidental, conforme a sus planes iniciales. En respuesta, las autoridades soviéticas desplegaron en el territorio de los países miembros del Pacto de Varsovia los misiles nucleares tácticos, debido a lo que la zona de despliegue de los misiles Pershing en la parte oeste de Alemania se hizo vulnerable.

Al mismo tiempo, la URSS desplegó los misiles estratégicos de una manera similar a la que tuvo lugar en la época de la crisis de los misiles en Cuba. Los buques portamisiles nucleares obsoletos del proyecto 667А fueron desplegados en la parte central del océano Atlántico para asestar en caso necesario un golpe devastador contra EEUU.
La situación cambió sólo después de que Mijail Gorbachov asumiera el liderazgo en la URSS. De hecho, empezó a descongelarse la postura de la URSS en las negociaciones y las partes regresaron a la versión propuesta por EEUU en 1981. En 1986, Moscú ofreció desplegar los Pioner por detrás de los Urales en caso de que EEUU retirase los Pershing de Europa.

Washington sintió la debilidad de la postura soviética y continuó la presión. El resultado final fue acordado en otoño de 1987 con la participación del entonces ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Eduard Shevardnadze.
Se dijo y se escribió mucho sobre la aportación de las autoridades de la URSS al contenido del Tratado INF. Hasta hoy no está claro por qué los misiles OTR-23 Oka, que tienen un alcance de unos 450 kilómetros, están en la lista de las armas que deben eliminarse.

Estos misiles fueron desplegados en el territorio de la antigua República Democrática Alemana (RDA) y Checoslovaquia y se dirigían contra los Pershing. Se sabe que la delegación estadounidense insistía en incluirlos en el Tratado. Pero los militares soviéticos se pronunciaron en contra de esto.

Sin embargo, las autoridades soviéticas dieron a los estadounidenses las garantías correspondientes y firmaron el Tratado.
Eduard Shevardnadze es considerado de modo unánime como uno de los promotores de la inclusión de los misiles OTR-23 Oka en el Tratado INF. Pero la última palabra la pronunció el exlíder soviético, Mijail Gorbachov, durante su reunión con el entonces secretario de Estado de EEUU, George Shultz, en la que las partes acordaron las condiciones preliminares del documento.

Posteriormente, Gorbachov declaraba que se decidió a ceder sus posiciones respecto a los ОТR-23 para eliminar la amenaza por parte de las armas estadounidenses de corto alcance (5 o 7 minutos). Esta opinión fue criticada en reiteradas ocasiones por parte de los militares y técnicos.
Pero es mucho más difícil evaluarla desde el punto de vista político. El propio misil ОТR-23 no daba una supremacía decisiva a las tropas soviéticas ni cambiaba considerablemente el equilibrio de las fuerzas. El misil era bueno, pero no jugaba un papel crucial y bien podía sacrificarse. Pero ¿para qué?

¿Cómo los dirigentes políticos de aquella época (Gorbachov y Shevardnadze) se aprovecharon de la situación para defender los intereses de la URSS en otras negociaciones que llevaban a cabo Moscú y Washington a finales de los ochenta?

Pero es difícil decir algo sobre aquellas negociaciones también, a excepción de que las autoridades soviéticas reducían paulatinamente su presencia militar en Europa, eligiendo la estrategia de evacuación.

Así las cosas, una concesión en el Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto tan sólo hizo posible retirar los misiles nucleares de Europa. Pero esta concesión no logró reforzar la postura de Moscú en la época de la llamada Perestroika impulsada por Mijail Gorbachov.
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20121211/155844274.html
 

Sebastian

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Hillary Clinton alerta de los peligros que puede presentar Rusia
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, que simbolizó entre los años 2009 y 2010 el proceso del “reinicio” de las relaciones bilaterales, va a dejar su puesto.
En la reunión anual de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) celebrada en Dublín, la mandataria estadounidense hizo una declaración bastante inequívoca. Según Clinton, la “supresión de la oposición en los países de Europa del Este y en Asia Central podría llevar a una nueva sovietización de estos Estados”.

Hace cuatro años, a finales de 2008, participé en Washington en un importante Congreso dedicado a las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. Las elecciones quedaban atrás y el equipo de George Bush hijo estaba preparándose para abandonar la Casa Blanca.
El principal ponente de la conferencia era el todavía secretario de Estado adjunto, Daniel Fried, el principal ideólogo neoconservador de la política exterior del país. Su ánimo parecía sombrío, tanto a causa de la derrota de los republicanos, como de la victoria de Moscú en la reciente “guerra de tres días” contra Georgia, dado que Fried era considerado uno de los principales promotores del proyecto “Georgia como antorcha de la libertad”.
En su breve discurso este diplomático de alto rango dejó a los sucesores su bien formulado legado: “Evitar acuerdos y fórmulas de compromiso con Rusia, ha de aplicarse únicamente postura implacable y presión”.

La Casa Blanca y el Departamento de Estado, que permanecían ya bajo el control del partido Demócrata no cumplieron su voluntad. El proceso de “reinicio de las relaciones bilaterales”, arrancó por iniciativa del presidente Barack Obama y fue anunciado por Hillary Clinton. No era otra cosa, que un complejo acuerdo bilateral que abarcaba varios campos. El ajuste de intereses, es decir, el cambio de asuntos primordiales por otros de menor relevancia permitió normalizar las relaciones y encontrar una salida del atolladero en la que habían acabado en la época de Daniel Fried y sus partidarios. Sin embargo, al moverse por espiral, las situaciones tienden a repetirse.

Y una clara muestra de ello es la arriba mencionada declaración de Hillary Clinton. En su opinión, la “sovietización del espacio adyacente a Rusia podría tomar la forma de la 'Unión Aduanera' o la 'la Unión Euroasiática', de modo que no hay lugar para el error. Sabemos cuáles son los objetivos e intentaremos encontrar una manera eficiente de ralentizar o frenar este proceso”.

Nunca se ha anunciado con tanta claridad que Estados Unidos esté considerando las iniciativas integracionistas de Rusia en el espacio postsoviético como muestras de hostilidad. Es evidente que en esta parte del mundo desde la desintegración de la Unión Soviética no ha cesado la lucha geopolítica, hecho que no obstante se solía desmentir. Además, en los últimos años y a la vista de la situación cada vez más inestable en Oriente Próximo y visto el aumento de la influencia de China, los intereses de EEUU no parecían centrarse en el territorio de la antigua URSS.

Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se encuentran en directa dependencia de lo activo que se muestre Washington en el espacio postsoviético: el intento de la Administración de George Bush hijo de actuar con ímpetu provocó una escalada de tensión y desencadenó una guerra local. Rusia ofreció una decidida respuesta a la intención de ampliar la OTAN a Georgia y Ucrania y de desplegar la tercera zona de la Defensa Antimisiles en Europa del Este.
La aportación de Barack Obama en el proceso del reinicio consistió en renunciar a los planes de su antecesor y precisamente ello permitió mejorar notablemente el ambiente de las relaciones bilaterales.

¿Querrá decir la declaración de Hillary Clinton que EEUU pueda volver a aplicar una activa política expansionista?
Pese a haberse enfrentado en 2008 a Barack Obama en una intensa y apasionada lucha por la presidencia del país, una vez asumido el puesto de secretaria de Estado Hillary Clinton se mostró como una colaboradora leal y disciplinada. Su propia postura que era la continuación de la de Bill Clinton quedó en la mayoría de los casos a la sombra, mientras ella se atenía a la línea aplicada por el presidente Obama.

Mientras tanto, la actitud de los años noventa, en primer lugar, apostaba por el espacio postsoviético y, en segundo lugar, preveía, junto con la asistencia en la democratización de Rusia, una activa estimulación del “pluralismo geopolítico” y la destrucción de la influencia exclusiva de Moscú en la región. Al abandonar su puesto, la señora Clinton puede permitirse expresar su opinión real y volver a los ideales de la época cuando su marido era el presidente de EEUU.
De momento se desconoce el nombre del sucesor de Hillary Clinton en su puesto. En torno a la candidatura de Susan Rice, embajadora de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, promovida por Obama, han surgido numerosos debates. No parece muy probable que el presidente durante su segundo mandato opte por desentenderse de la política exterior y por delegar su elaboración en el Departamento del Estado. Y el presidente, en la medida de lo posible en un ambiente dominado por la ideología, es partidario de una cooperación pragmática.

Pero, incluso si la declaración de Hillary Clinton no significa un cambio de prioridades en la política de Washington respecto a Rusia, no deja de ser muy significativa. Desde la desintegración de la URSS pasaron más de 20 años y el espacio postsoviético ha quedado bastante fragmentado en función de los tipos de régimen político, modelos del desarrollo y la orientación geopolítica.
Rusia, que sufrió profundamente el colapso de un Estado único, empezó a asimilar mentalmente el final de la época soviética, dejando de ver el funesto 1991 como el punto de referencia.

La necesidad de unir en uno u otro formato los territorios de la antigua URSS está perdiendo su condición de axioma. Moscú empieza a formular de manera racional sus intereses y a buscar equilibrio entre sus deseos y sus posibilidades. De ahí el proyecto de la Unión Aduanera, una actitud por primera vez realista hacia la integración, basada en el intento de lanzar un mecanismo económico realmente viable. Ya se verá, si la iniciativa da resultados, pero de entrada no tiene nada absurdo ni escasamente realizable.

Mientras tanto, la percepción occidental sigue a nivel de los noventa, cualquier iniciativa rusa es vista como el renacimiento de las ambiciones imperiales. Al mismo tiempo, ni Estados Unidos ni la Unión Europea son capaces de ofrecer a las antiguas repúblicas soviéticas una alternativa a la integración con Rusia.
La ampliación de la UE no fue paralizada por la resistencia del Kremlin, sino a causa de una profunda crisis interior que impide pensar en realizar en un futuro no demasiado lejano ningún tipo de cooperación con los países situados hacia el este de las fronteras comunitarias. EEUU, por su parte, se ve obligado a dedicarse a otro tipo de cosas y ni Ucrania ni Cáucaso del Sur ya podrán ocupar entre las prioridades estadounidenses sus sitios de antaño. Asia Central sí que podría pasar a formar parte de las prioridades de Washington, dada su proximidad a los “puntos candentes” del mapa del mundo, pero la importancia distaría, por supuesto, de ser estratégica.

A Rusia se le suele reprochar que su política no sea fruto de objetivos e intenciones constructivas, sino únicamente del deseo de impedir que Occidente logre algo. Y éste supuestamente siempre tiene algunos proyectos constructivos para sus socios menores. A veces esta interpretación está fundamentada y a veces, en absoluto.
En estos momentos la situación es distinta. La declaración de Hillary Clinton pone de manifiesto que el recuerdo de la URSS sigue sirviendo de referencia para los políticos y que la oposición a Rusia podría perfectamente convertirse en un objetivo. No nos debería sorprender, por otra parte.
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20121212/155857361.html
 

Sebastian

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Obama firma la “ley Magnitski”
El presidente de EEUU, Barack Obama, firmó hoy una ley que impone sanciones contra funcionarios rusos supuestamente implicados en la muerte del jurista Serguei Magnitski, en 2009, paralelamente a la subrogación de la famosa enmienda Jackson-Vanik que obstruía el comercio ruso-estadounidense desde los años 1970.
El Ministerio de Exteriores ruso lamentó la decisión de Obama al constatar que no supo defender la postura declarada ante quienes miran al pasado y ven en Rusia no a un socio sino a un adversario acorde a los cánones de la Guerra Fría. La cancillería manifestó su “rechazo a una vinculación cínica” del ‘caso Magnitski’ con la enmienda Jackson-Vanik.

El presidente suscribió la “ley Magnitski” al día siguiente de que su homólogo ruso, Vladímir Putin, la calificara de “acto puramente político e inamistoso” y apenas horas después de que la Cámara Baja del Parlamento ruso aprobara en primera lectura un anteproyecto de sanciones similares contra ciudadanos estadounidenses que hayan violado los derechos de ciudadanos rusos o cometido crímenes contra ellos.

“La misma gente que inaugura cárceles secretas y legaliza la tortura en la investigación viene a indicarnos nuestros defectos”, señaló la víspera Putin.

Legisladores rusos planean examinar el proyecto en segunda y tercera lecturas hacia el 21 de diciembre, para que entre en vigor a partir del próximo año.
Serguéi Magnitski, de 37 años, abogado del fondo de inversiones Hermitage Capital Management, murió en noviembre de 2009 tras ingresar en prisión preventiva bajo cargos de evasión fiscal. Él mismo siempre rechazó las acusaciones, sosteniendo que la causa penal fue resultado de una denuncia suya contra funcionarios corruptos que supuestamente habían robado decenas de millones de dólares al fisco ruso.
Su muerte, que supuestamente se produjo por falta de asistencia médica adecuada, provocó una amplia resonancia pública tanto en Rusia como en Occidente.
La ONG Transparencia Internacional le otorgó a Magnitski el Premio a la Integridad a título póstumo.
http://sp.rian.ru/international/20121214/155884095.html
 

Sebastian

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El Parlamento ruso aprueba sanciones en respuesta a la “ley Magnitski”
La Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) aprobó hoy en segunda lectura la “ley Dima Yákovlev” con las enmiendas que prohíben la adopción de niños rusos por ciudadanos de EEUU e introducen sanciones contra todos los países en que se violan los derechos de ciudadanos de Rusia.
A favor de esa ley votaron 400 diputados, siendo el mínimo necesario de 226; dos se abstuvieron y cuatro se pronunciaron en contra.
La “ley Dima Yákovlev” es una reacción a la “ley Magnitski”, aprobada en EEUU el 6 de diciembre, que introduce sanciones contra los funcionarios rusos supuestamente implicados en la muerte de Magnitski.
La “ley Magnitski” fue aprobada en EEUU paralelamente con la subrogación de la enmienda Jackson-Vanik que obstruía el comercio ruso-estadounidense desde los años 1970.
Los parlamentarios rusos elaboraron la “ley Dima Yákovlev” en homenaje al niño ruso de dos años, que murió en EEUU después de que su padre adoptivo lo dejara encerrado en un coche bajo un sol abrasador.
Con la enmienda aprobada hoy queda abrogado el convenio ruso-estadounidense de prohijamiento firmado en Washington el 13 de julio de 2011.
Además, el proyecto de ley prohíbe el funcionamiento en Rusia de las ONGs financiadas por EEUU que se dedican a la política y de otras, cuya actividad presenta amenaza a los intereses nacionales de Rusia.
http://sp.rian.ru/neighbor_relations/20121219/155929478.html
 

Sebastian

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Dos visiones contrapuestas del desarme nuclear​
18 de diciembre de 2012
Víctor Litovkin, para Rusia Hoy
Estados Unidos intenta convencer a Rusia para continuar la cooperación en el reciclaje de armas nucleares y químicas dentro del marco del programa Nunn-Lugar, que caduca a mediados del año 2013. Sin embargo, Rusia se opone a prorrogar un acuerdo que en 20 años ha demostrado su utilidad.
Estados Unidos intenta convencer a Rusia para que dé su consentimiento para prorrogar el programa Nunn-Lugar, conocido también con el nombre Cooperative Threat Reduction Program (Programa Cooperativo de la Reducción de la Amenaza).

El presidente de EE UU, Barack Obama, se refierió a ello durante una conferencia sobre no proliferación. También lo hizo uno de los autores del programa, el senador Richard Lugar, cuando en verano pasado visitó Moscú para reunirse con los diputados de la Duma Estatal y los expertos militares.
Victoria Nuland, representante del Departamento de Estado de EE UU, confirmó a mediados de octubre la intención de su país de continuar con el programa iniciado en 1992 y que termina en junio del 2013.

“En julio empezamos las negociaciones con la parte rusa sobre la prolongación del acuerdo y las continuamos. Ellos (la parte rusa) nos informaron que quieren revisar el acuerdo y nosotros queremos debatirlo”, dijo Nuland.

Durante los 20 años de vigencia de este programa se desmontaron miles de ojivas nucleares y se aniquilaron grandes municiones de armamento químico.
“Durante el periodo 1992-2012 EE UU destinaron 8.800 millones de dólares en el “Cooperative Threat Reduction Program” (según las valoraciones rusas esta cantidad fue de cerca de 5.000 millones, ya que el 40% se destinó a los contratistas y consultores norteamericanos)”, explicó el director del Centro de investigaciones sociales y políticas, Vladímir Yevseyev.

En particular, según Yevseyev, el programa permitió desmontar (sacar del servicio) 7.610 ojivas nucleares, desarmar 902 misiles balísticos intercontinentales, 684 misiles balísticos de submarinos, 33 submarinos nucleares, 498 lanzaderas, así como 155 bombarderos estratégicos y 906 misiles tierra-aire destinados ideados para utilizar cargas nucleares.

“Este programa contribuyó en gran parte a que Ucrania, Kazajjistán y Bielorusia se convirtieran en estados no nucleares”, añadió el experto.
Entonces, si todo ha ido tan bien, ¿por qué Moscú se opone a la prolongación del programa?
Antes de contestar a esta pregunta, hay que recordar que el programa Nunn-Lugar fue aprobado por el senado norteamericano en el año 1991 y tenía el nombre oficial “Decreto de 1991 sobre la reducción de la amenaza nuclear soviética”.

Lo más importante del programa no era la ayuda benéfica a Rusia para recortar sus enormes arsenales de destrucción masiva, heredados de la Unión Soviética. Tampoco se trataba de un seguro en caso de que hubiera algún tipo de situación de emergencia.
El programa tenía un objetivo pragmático y concreto: defender a Estados Unidos de una posible utilización incontrolada de este terrible armamento y, sobre todo, que no cayera en manos de terroristas internacionales.
EE UU daba dinero para llevar a cabo actividades de liquidación y desmontaje que redujeron considerablemente el nivel de las amenazas potenciales a su seguridad nacional.
En cambio, cuando que se trataba de armamento que perdía rápidamente su capacidad combativa y representaba más bien una amenaza para la propia Rusia, eran increíblemente lentos y tacaños.
Actualmente, se esfuerzan por prorrogar el programa Nunn-Lugar pero en EE UU hace cosas que complican las relaciones entre Moscú y Washington. En las últimas fechas, la aprobación de la “lista Magnitski”, ha aumentado la tensión entre ambos países.

EE UU propone acordar que se continúe con la reducción del armamento nuclear, incluido el táctico, pero ellos, a diferencia de Rusia, conservan fuera de su territorio, en Europa, sus bombas atómicas que los caza-bombarderos F-16 situados en los países armados de la OTAN pueden activar.
Todo esto no es un contexto muy bueno para la firma de un nuevo acuerdo. “Los socios americanos saben que sus ofertas no se corresponden con nuestras visiones sobre cómo, de qué forma y en qué condiciones, habría que desarrollar la cooperación futura”, reza el comentario del Ministerio de Exteriores de la Federación de Rusia sobre la prolongación del programa.

El viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov aclaró: “Este acuerdo no nos convence. Sobre todo considerando las nuevas realidades, cuando la situación en Rusia ha cambiado y nuestras posibilidades financieras se han ampliado considerablemente. Y mucho de lo que se garantizaba a través del programa Nunn-Lugar ya está solucionado, cerrado y ya no existe como problema”.
De hecho, han dado a entender claramente a los norteamericanos que Rusia no se opone a la cooperación internacional en cuestiones de no proliferación y de liquidación de armamento de destrucción masiva, pero que en el futuro será ella misma quien decidirá qué es lo que tiene que liquidar realmente y qué es lo que no hace falta.

Durante los últimos años Rusia ha aumentado considerablemente sus asignaciones presupuestarias para la realización de las obligaciones en la esfera del desarme.
La financiación para la eliminación de armamento nuclear y la reutilización de submarinos nucleares supera los 7.000 millones de dólares.

Riabkov asegura que tal circunstancia permite a Moscú que pueda negociar cuestiones de cooperación en desarme en igualdad de condiciones y con beneficio mutuo.
Rusia intenta concluir con los proyectos que está llevando a cabo en el marco de la llamada 'Cooperación global en la no proliferación de armamento de destrucción masiva'.

Sin embargo, es importante que esto no suponga poner en riesgo la propia seguridad nacional. De hecho, uno de los argumentos en contra de la prolongación del programa Nunn-Lugar es que durante su realización los estadounidenses obtienen demasiada 'información sensible' sobre el arsenal estratégico nuclear de contención de Rusia.
http://elpais.rusiahoy.com/articles..._contrapuestas_del_desarme_nuclear_22969.html
 

Sebastian

Colaborador
Las relaciones entre Rusia y EEUU empeoraron por diferencias sobre Irak según Putin
Las relaciones entre Moscú y Washington empeoraron por diferencias sobre Irak, declaró hoy el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
"Manteníamos buenas relaciones hasta que empeoraron por diferencias sobre Irak", dijo Putin en una sesión de preguntas y respuestas transmitida por la televisión nacional.
Señaló que en Irak prevalece la tendencia a la desintegración del Estado y que es consecuencia de las decisiones que aprobó Occidente sobre el régimen de Sadam Husein.
"Para mí que fueron decisiones cuestionables", expresó.
En opinión del mandatario ruso, las discrepancias afectan las relaciones entre Moscú y Washington pero no los convierten en enemigos.
"Claro que esto afecta las relaciones bilaterales, pero Rusia debe defender sus intereses nacionales", resumió el jefe del Kremlin.
http://sp.rian.ru/neighbor_relations/20121220/155940734.html
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El Parlamento ruso prohíbe la adopción de niños rusos en EEUU
La Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) aprobó hoy en tercera y definitiva lectura la “ley Dima Yákovlev” que prohíbe la adopción de niños rusos por ciudadanos de EEUU.
A favor votaron 420 diputados, uno se abstuvo y siete se pronunciaron en contra.
La “ley Dima Yákovlev” es una reacción a la “ley Magnitski” de EEUU del 6 de diciembre, que impone sanciones a los funcionarios rusos supuestamente implicados en la muerte del jurista ruso Sergéi Magnitski.
El Congreso estadounidenses aprobó esa ley junto con la subrogación de la enmienda Jackson-Vanik que obstruía el comercio ruso-estadounidense desde la década del 70 del siglo pasado.
La ley promulgada por la Duma se extenderá a todos los ciudadanos de EEUU que violen los derechos de ciudadanos de Rusia. No podrán entrar en el territorio de Rusia, se prohibirá el funcionamiento en Rusia de las empresas que controlan.
La Duma aprobó también una enmienda que estipula aplicar dicha ley a ciudadanos de otros Estados que prohíban la entrada y arresten activos de ciudadanos de Rusia bajo pretexto de estar involucrados en la violación de derechos humanos.
Los parlamentarios rusos elaboraron la “ley Dima Yákovlev” en homenaje al niño ruso de dos años, que murió en EEUU después de que su padre adoptivo lo dejara encerrado en un coche bajo un sol abrasador.
Con su aprobación queda abrogado el convenio ruso-estadounidense de prohijamiento firmado en Washington el 13 de julio de 2011.También dejarán de funcionar las agencias que seleccionaban niños para los padres adoptivos de EEUU.
Además, la ley prohíbe el funcionamiento en Rusia de las ONGs financiadas por EEUU que se dedican a la política y de otras, cuya actividad presenta amenaza a los intereses nacionales de Rusia. También establece que la persona con ciudadanía de Rusia y EEUU no puede dirigir ni ser miembro de una ONG que se dedique a la actividad política en Rusia.
La violación de esta cláusula supondrá el cierre de tal ONG y el arresto de sus finanzas y bienes.
http://sp.rian.ru/international/20121221/155952045.html
 

Sebastian

Colaborador
Putin tilda de “antirrusa” la ley de EE UU sobre los derechos humanos

La ley Magnitski niega el visado y congela los activos de los funcionarios rusos vinculados con abusos de derechos humanos
El presidente ruso, Vladímir Putin, dio hoy su primera conferencia de prensa desde que regresó al Kremlin, la octava que da como jefe del Estado (durante sus anteriores dos mandatos hubo siete). Una serie de preguntas estuvieron relacionadas con la respuesta rusa a la llamada lista Magnistki, una ley que Putin ha criticado y calificado de "antirrusa". Esta nueva ley fue adoptada en Estados Unidos recientemente para sustituir a la enmienda Jackson-Vinik, aprobada en 1974, y que ya después de la caída de la Unión Soviética y del fin oficial de la guerra fría continuó, durante más 20 años, limitando el comercio con Rusia.
Las relaciones comerciales han sido normalizadas, pero Estados Unidos adoptó la ley Magnitski, que castiga a los funcionarios rusos relacionadas con la violación de derechos humanos, a los que debe negar visados y congelar sus activos. Esta nueva ley estipula, además, la publicación de los nombres de aquellos involucrados supuestamente en la muerte del abogado Serguéi Magnitski, ocurrida en una cárcel rusa en 2009.

La llamada lista Magnitski fue recibida de uñas en Rusia. En respuesta, la Duma Estatal ya ha aprobado en segunda lectura una ley que, entre otras medidas –como la denegación de visados a ciertas personas-, prohíbe la adopción de niños rusos por parte de estadounidenses.

Putin, aunque reconoce que la reacción de la Duma Estatal ha sido "emocional", ha dicho que apoya dicha prohibición. El presidente ruso señaló que en sustitución de una "ley antisoviética" el Congreso estadounidense ha aprobado una "ley antirrusa", y que se trata de una humillación al país. Ha señalado que el Gobierno ruso es partidario de que los funcionarios no tengan cuentas en el extranjero y ha reconocido que hay problemas con los derechos humanos, pero se ha asombrado de que allí se preocupen por esos derechos en las cárceles rusas, cuando también existen en las estadounidenses.
"Cuando se cometen delitos contra los niños rusos adoptados, en la mayoría de los casos la justicia norteamericana no reacciona"

Al respecto, se ha referido a las de Abu Ghraib y Guantánamo, que no ha sido clausurada a pesar de las promesas hechas al respecto, donde se ha "torturado" y quizá se "continúe torturando", donde los presos permanecen sin que se les formule acusación y se les juzgue. Putin ha recordado también las cárceles de la CIA en otros países. "¿Se imaginan lo que sucedería si algo parecido ocurriera aquí? ¡Nos hubiera comido vivos hace tiempo! […] En cambio allí, todo tranquilo, silencio", exclamó.

Sobre las adopciones, Putin ha explicado que cuando suceden desgracias con niños rusos adoptados —ha habido varios casos mortales—, a los representantes de la embajada ni siquiera les permiten actuar como observadores en los procesos judiciales, a pesar del acuerdo al respecto firmado con Washington.
"Cuando se cometen delitos contra los niños rusos adoptados, en la mayoría de los casos la justicia norteamericana no reacciona en absoluto", ha afirmado. Al respecto Putin ha dicho que estudiarán la situación creada y opinó que un acuerdo que no funciona no tiene razón de ser, por lo que no descartó que sea denunciado por Rusia. Al mismo tiempo, Putin subrayó que agradece a los estadounidenses que han adaptado a niños en Rusia y dijo que la inmensa mayoría son buenos padres.
"Cuanto te golpean, debes responder. De lo contrario siempre nos golpearán"

Para Putin, los problemas con Estados Unidos comenzaron debido a la posición rusa sobre Irak y aumentaron con los planes de Washington de crear un escudo nuclear en Europa, que puede anular el potencial nuclear ruso. Putin ha insistido en que Rusia tendrá que tomar medidas de respuesta, pero ha subrayado que no considera que Estados Unidos sea su enemigo y dijo estar en contra de la "retórica antinorteamericana o antioccidental". Al mismo tiempo, dijo ser un "mal cristiano" y no estar dispuesto a "poner la otra mejilla". "Cuanto te golpean, debes responder. De lo contrario siempre nos golpearán", concluyó.

En cuanto a Siria, la posición de Rusia, contraria a imponer sanciones al régimen de Bachar el Asad, busca evitar la desintegración de ese país árabe. "No es que nos preocupe el destino de Bashar al Asad. Entendemos que su familia lleva 40 años en el poder. Sin duda, se necesitan reformas. Nos preocupa otra cosa. ¿Y después qué?". Putin ha manifestado que la sirios deberían llegar "primero a un acuerdo sobre cómo van a vivir, cómo van a garantizar la seguridad y la participación en la dirección del Estado, para ya después iniciar las reformas". "Deseamos que se encuentre una solución que libre a la región y a ese país de la desintegración y de una guerra civil sin fin. Creo que los acuerdos basados en la victoria militar no son aplicables ni pueden ser efectivos".
Putin afirmó que Rusia está dispuesta a normalizar las relaciones con Georgia, pero advirtió que no revisará la decisión de reconocer la independencia de Abjazia y Osetia del Sur. Estas autonomías separatistas formaban parte de Georgia, y el Kremlin las reconoció como países independientes después de la guerra de 2008 entre ambos Estados. A pesar de las señales "positivas" enviadas por el nuevo Gobierno georgiano encabezado por Bidzina Ivanishvili, Putin reconoció que el presidente Mijaíl Saakashvili continúa siendo un obstáculo para las relaciones bilaterales.

En política interior, negó que hubiera impuesto un régimen autoritario y recordó que a pesar de las numerosas presiones se negó a permanecer en el Kremlin en 2008. Según él, en ese entonces no pensaba en la posibilidad de volver a ser presidente, ya que la situación no era para hacer planes a largo plazo, pues la crisis económica había llegado a Rusia y nadie sabía en aquella época qué sucedería. "La democracia es, ante todo, el respeto a la ley", señaló, y agregó que aunque Bakunin era muy buena persona, "no necesitamos la anarquía". Lo que ha hecho el Gobierno es garantizar la estabilidad en el país, opinó el líder ruso.

Al inicio de su intervención, Putin ya se había referido como al principal éxito del Gobierno la estabilidad, refiriéndose no a la política sino a la financiera. Para ilustrar este triunfo el presidente dio una serie de cifras que denotan la buena salud económica del país, en el que las reservas de divisas han seguido aumentando y llegan hoy a casi 400.000 millones de euros. El crecimiento del PIB (hasta octubre) ha sido del 3,7%, lo que, teniendo en cuenta la coyuntura internacional, Putin considera un buen índice. El presidente ruso se refirió al aumento del salario medio, a la disminución del desempleo (del 6,6% el año pasado al 5,4%) y se mostró especialmente "orgulloso" por el aumento de la tasa de natalidad.
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/20/actualidad/1356004013_624598.html
 

Sebastian

Colaborador
La 'ley Magnitski' y la ‘paz fría’
Winston Churchill decía que Estados Unidos toma buenas decisiones sólo tras haber probado todas las demás.

El senador James William Fulbright creía que los estadounidenses repiten muchos errores ya cometidos antes por otros sólo por menospreciar la posibilidad de que les podría acaecer nada semejante. Y estaba convencido de que las causas de las dificultades de EEUU en Vietnam proceden “no de una falta de poder, sino de un exceso de fuerza utilizado erróneamente”.

El doctor Nikko Caldoraru (Universidad de San Francisco) sugiere que en la actualidad Estados Unidos persiste en el mismo error. En lugar de ser fuerte, su actitud se caracteriza por una impotencia militar y una parálisis interna.
Según él, es un concepto diferente de la “excepcionalidad estadounidense” que se podría denominar “parálisis de la fuerza”.

Estas reflexiones van en consonancia con las recientes declaraciones del conocido historiador de EEUU, Steven Cohen, cuyos comentarios con respecto a la ‘ley Magnitski’ podrían aparecer en la portada del libro de Fulbright con el título revelador de ‘La arrogancia del poder’.

En una entrevista concedida a la Voz de América Cohen dijo: “Estados Unidos, se vistió con la toga de juez y se dispuso a decidir qué está bien y mal en Rusia. Sin ningún fundamento legal, la ideología lo determina todo.
Estados Unidos cree que tiene derecho a dictar su voluntad a Rusia en instruirla en materia de libertades ciudadanas. Aunque es mucho más fácil conseguir autorización para convocar una manifestación en Moscú que en Chicago”.

Hablando de la “parálisis política” el historiador señala que el Congreso de EEUU ha perdido su papel como organismo corrector de las directrices de la política exterior del país. Según él, desde la época de la guerra en
Vietnam el Congreso no tomó ninguna decisión de peso en este ámbito: “Los congresistas simplemente aprueban las decisiones de la Administración. ¿Quieren hacer guerra en Irak? Claro que sí. ¿Iniciamos una operación militar en Afganistán? Visto bueno. El Congreso, de hecho, dejó de proponer iniciativas diplomáticas”.

Steven Cohen califica la ‘ley Magnitski’ de venganza disfrazada de la justicia. La mayoría republicana de la cámara baja se está vengando de las elecciones perdidas y de Obama, que había estado frenando este proyecto de ley durante mucho tiempo: “Ahora los congresistas pretenden detectar en Rusia a los ‘chicos malos’ y castigarlos. Es una locura que recuerda la actitud de un grupo de gamberros borrachos”.

A primera vista las duras sanciones que Moscú introdujo a modo de respuesta confirman la conclusión de Cohen, que afirma que “estamos al borde de una nueva Guerra Fría”. El primer paso hacia ella fue la aprobación de la ‘ley Magnitski’. El segundo, el emplazamiento del escudo antimisiles de EEUU cerca de las fronteras de Rusia.

Es notable que los medios europeos lancen cada vez más críticas contra la postura de la “última superpotencia”.
Según algunos analistas, China y Rusia son los dos ejemplos más vivos de cómo Occidente abusa de la retórica de los derechos humanos para promover sus propios intereses.

Poco a poco se está haciendo evidente que las acusaciones contra China y Rusia causan un efecto muy limitado y no son capaces de provocar “revoluciones de colores” en estos y otros países. “El único resultado de la política occidental que los critica por la violación de los derechos humanos, será la intensificación de la cooperación entre ellos y el cierre para los estados occidentales de los mercados emergentes”, escribe un periódico escandinavo.

En el artículo citado se dice además: “Si queremos tener relaciones con personas en otras partes del mundo no debemos mandarles cómo tienen que funcionar. La época de la ‘exportación de la democracia’ terminó y los pueblos de diferentes regiones del mundo viven como quieren o pueden”.

Difícilmente se puede esperar que el presidente de EEUU, Barack Obama, cambie bruscamente la táctica estadounidense de ‘fuerza suave’. No obstante, se verá obligado a dar unos pasos que modifiquen su aplicación.
Obama, a estos efectos, se podrá apoyar no sólo en los cada vez más numerosos aliados que critican la herencia neoconservadora, sino también en sus partidarios en Europa.

Por otra parte, el Partido Republicano de EEUU ya no es tan centrista como para encontrar un lenguaje común con el equipo centrista de Obama. Como dijo acertadamente un analista ruso, para los republicanos de hoy en día, “incluso el centrista moderado que es Obama equivale a un comunista”.

"En tiempo de guerra, cualquier hoyo es trinchera”. El abismo ideológico que se va abriendo entre los republicanos y los demócratas en EEUU desata las manos al presidente, que es consciente de la imposibilidad del compromiso en cualquier caso. Al mismo tiempo apareció gente capaz de integrarse en los círculos dirigentes para elaborar nuevos enfoques, dispuesta a los ataques ideológicos de los neoconservadores y proponer un camino alternativo.

No estoy de acuerdo con la conclusión de Steven Cohen en cuanto a que estamos al borde de una nueva Guerra Fría. Más bien estamos presenciando el inicio de una gran confrontación interna de Estados Unidos en materia de la política tanto exterior como interior.

Es evidente que la unanimidad de los dos partidos en sus evaluaciones de la política mundial y la estrategia global de EEUU, tan característica de los años de la Guerra Fría, se va quedando en el pasado. Sin embargo, el historiador estadounidense tiene razón cuando habla de una tendencia de ir hacia una “paz fría”, o incluso “muy fría” entre Moscú y Washington.

Así que Obama tendrá que decidir si modifica su postura con respecto al emplazamiento del escudo antimisiles. O, en otras palabras, si va a cumplir la promesa dada en su momento a Dmitri Medvédev de tomar en consideración la opinión del Kremlin una vez celebradas las elecciones.

Hacerlo significaría arrojar un guante en la cara de los republicanos de derechas. Obama no lo hará a corto plazo por motivos tácticos, pero tarde o temprano tendrá que tomar esta decisión. Además, a la batalla tendrá que empezar. Y tendrá que ser con un cañonazo, no una picadura de mosquito.
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20121225/155983199.html
 

Sebastian

Colaborador
El Senado de EEUU "decepcionado" por restricción de adopciones en Rusia
1/01/2013, 19:34 EFE
Una resolución aprobada esta madrugada en el Senado estadounidense a iniciativa de la demócrata de Luisiana Mary Landrieu, expresa "la profunda decepción por la prohibición" e insta al Gobierno ruso a que reconsidere su postura.

La decisión del Gobierno ruso responde a la promulgación, el 14 de diciembre, por el presidente Barack Obama de una ley que introduce sanciones contra quienes cometan abusos contra los derechos humanos en Rusia.

El objetivo principal de esa ley era normalizar el comercio entre Rusia y Estados Unidos más de tres décadas después del fin de la Guerra Fría.

Para ello, el Congreso de EEUU eliminó restricciones que databan de la década de 1970 y que respondían a las prohibiciones que la entonces Unión Soviética imponía a la emigración de judíos, disidentes y otras minorías.

Pero para que el Congreso aprobara la normalización, la ley incluyó sanciones contra los funcionarios rusos vinculados a la muerte en 2009 del abogado Sergei Magnitsky, quien investigaba supuestos fraudes en el Gobierno ruso.

En las últimas décadas las familias de EEUU han adoptado decenas de miles de niños y niñas en Rusia, y actualmente hay alrededor de mil familias que tienen en marcha trámites para la adopción de menores en ese país.
http://rusiahoy.com/articles/2013/0..._restriccion_de_adopciones_en_rusi_23669.html
 

Sebastian

Colaborador
Cómo solucionar los problemas geopolíticos utilizando a los niños huérfanos

31 de diciembre de 2012 Fiódor Lukiánov, para Global Affairs
A finales de 2012 las relaciones ruso-estadounidenses están pasando por una etapa sorprendente. Desde el punto de vista de los intereses pragmáticos todo transcurre prósperamente.
Ni las tiranteces sobre el problema sirio ni, en general, las debidas a los acontecimientos en Oriente Próximo, así como las diferencias en lo que respecta a la defensa anti-misiles o las disputas por la ya mítica ampliación de la OTAN, forman parte de las desaveniencias fundamentales entre estos dos países.
Allí donde las relaciones bilaterales peligran por un tema verdaderamente importante para uno de los dos socios, como por ejemplo, el tránsito afgano, tanto Washington como Moscú actúan con cautela, intentando evitar asperezas.

Además, en la eterna cuestión de la democracia y de los derechos humanos, la administración de Barack Obama se está comportando de forma mucho más contenida de lo que suele hacer el gobierno estadounidense, teniendo en cuenta los recientes cambios en la política interior rusa.
Incluso la archiconocida “ley Magnitski” fue aprobada no tal y como proponían sus iniciadores en un principio, sino como relevo de las enmiendas de Jackson-Vanik, que durante mucho tiempo (y con razón) habían causado enconadas reacciones en Moscú.¿De dónde sale la exaltación antinorteamericana que estalló un par de semanas después de que el gobierno ruso felicitara con tanto alivio a Obama por su victoria en las elecciones?
Parece ser que la decisión de responder a la “ley Magnitski” no de manera análoga, sino utilizando un tema de la mayor sensibilidad, con una gran dosis de chovinismo, se debe al deseo del Kremlin de poner fin de una vez para siempre al uso por parte de los Estados Unidos de los asuntos internos rusos en el plano internacional.
Vladímir Putin siempre ha preferido un enfoque más clásico de las relaciones internacionales. Para él, el principio de la soberanía de un estado no se puede poner en duda, ya que esto, además de tener otras consecuencias negativas, lleva a la desestabilización del sistema. Eliminar los límites que separan lo interno y lo externo socava la estabilidad estructural del mundo.

Según la opinión del presidente ruso, todos los acontecimientos del siglo XXI demuestran lo nefasto del liberalismo, que se basa en la universalidad de los derechos humanos y, en consecuencia, en el derecho a interferir en los asuntos internos ajenos en nombre de la defensa de dichos derechos.

Los Estados Unidos son la encarnación de esta forma de pensar. Gracias a su filosofía política y a su autoidentificación como sistema social de referencia, consideran posible y necesario juzgar la situación de otros países, declarar sentencias y en ocasiones llevarlas a la práctica mediante acciones militares.
Moscú ha reaccionado de varias maneras en distintos periodos a esta inalterable cualidad de los Estados Unidos. La Unión Soviética ya la rechazó en su momento, ofreciendo su propia versión del comportamiento correcto. La Rusia de los años 90 reconocía de facto que los Estados Unidos figuraban como mentor y árbitro, aunque nunca estuvo de acuerdo con ello. La Rusia de los 2000 protagonizó drásticas polémicas con Estados Unidos por estas cuestiones, rechazando las críticas e insistiendo en que cada país define por sí mismo su propia trayectoria hacia el objetivo democrático.

La Rusia de la década de 2010 todavía no ha llegado a subrayar este objetivo y se niega categóricamente a ver en Estados Unidos un estado con ninguna justificación para exportar su modelo.
La decisión de responder a la “ley Magnitski” está llamada a demostrar que la política interna debería ser retirada en su totalidad del marco de la discusión interestatal.

Hay dos razones para esta rigidez. La primera es que Putin entiende el mundo como algo extremadamente peligroso e impredecible. Según el presidente ruso, la política de los grandes países, especialmente la de los Estados Unidos, que contribuye a interferir a voluntad en todas partes de forma imprevisible, es o bien malintencionada, o bien imprudente. Y opina que a estos países hay que ponerlos en su sitio.

La segunda razón son los cambios que ha habido en América. La sensación de que el país no es ya indiscutiblemente una potencia hegemónica es cada vez mayor. Estados Unidos tendrá que confiar sobre todo no en aquellos que mentalmente están más cerca, sino en aquellos que pueden aportarle algo. Rusia, sea como sea, está situada de manera que los Estados Unidos no pueden solucionar los problemas sin su cooperación.

Putin siente los cambios en Estados Unidos y tiene la intención de aprovecharlos para cambiar el modelo de las relaciones. Estamos dispuestos a colaborar, pero en calidad de iguales y sin el menor intento de interferir de modo alguno en nuestros procesos internos.
Por esta razón, el tránsito afgano es una cuestión intocable, se pongan como se pongan los comunistas o los poderosos, y todo lo relacionado con los asuntos rusos está fuera del alcance de nadie más.

En su valoración sobre la situación de EE UU, e incluso sobre la situación mundial, Putin está muy cerca de lo que ocurre en realidad. Sin embargo, rechazando deliberadamente cualquier componente moral (aunque precisamente en el último mensaje de Putin el tema de la moral y los valores recibió un protagonismo especialmente extenso), el gobierno ruso se encuentra en una situación incómoda.
La imagen de un país que como venganza política especula con niños huérfanos es peor que la imagen de país agresor que Rusia se ganó por la guerra contra Georgia.

Esta actual exacerbación no conducirá a ningún enfriamiento profundo de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, ya que, objetivamente, el conflicto es hoy en día mucho menos grave, y las diferencias de mentalidad tampoco son ninguna novedad. En este contexto sólo hay un problema: el Kremlin no busca allí fuentes de amenaza para el futuro del país, un futuro sobre el que el presidente habla mucho últimamente. Entretenido en equiparar su estatus al de Estados Unidos, el gobierno ruso sacrifica otras cosas mucho más importantes, como el estado moral de la sociedad y de su clase dirigente. Y detener esto es bastante más complejo que la paridad de soberanía con los Estados Unidos.
Artículo publicado originalmente en Global Affairs.
http://rusiahoy.com/articles/2012/1...onar_los_problemas_geopoliticos_ut_23619.html
 

Sebastian

Colaborador
El Senado de EEUU pide a Moscú revisar la “ley Dima Yákovlev”​

Los senadores de EEUU emitieron la víspera una resolución en que instaron a las autoridades de Rusia a revisar la “ley Dima Yájkovlev” y sobre todo permitir a los huérfanos rusos que ya encontraron padres adoptivos en EEUU salir a ese país.
“La presente resolución expresa una profunda decepción del Senado por (…) la entrada en vigor de la ley que prohíbe la adopción de niños rusos por ciudadanos de EEUU. Exhortamos a las autoridades rusas a revisar esa ley, y sobre todo a permitir concluir la adopción de los huérfanos rusos que habían encontrado familias en EEUU antes de que entrara en vigor ducha ley”, señalaron los senadores.
Según sus datos, al menos 46 familias estadounidenses recibieron la autorización definitiva para adoptar niños en Rusia antes de la entrada en vigor de la “ley Dima Yákovlev” y centenares estaban formalizando la respectiva documentación.
El Senado indicó que 60 mil niños de la Federación Rusa encontraron familias y trato afectuoso en EEUU en los últimos 20 años.
Los parlamentarios rusos elaboraron la "ley Dima Yákovlev" en homenaje al niño ruso de dos años, que murió en EEUU cuatro meses después de su adopción, cuando su padre adoptivo lo abandonó encerrado en un coche más de nueve horas bajo un sol abrasador. La ley entró en vigor en vísperas de Año Nuevo.
Según la legislación estadounidense, el padre adoptivo de Dima pudo ser condenado a diez años de cárcel por homicidio involuntario, pero fue absuelto de todos los cargos por un tribunal estadounidense.
La “ley Dima Yákovlev” fue la respuesta a la aprobación de la llamada “ley Magnitski” que introducía sanciones contra decenas de ciudadanos rusos, jueces, fiscales, funcionarios del Ministerio del Interior, etc., que según las autoridades estadounidenses estaban involucrados en la muerte del ruso Serguei Magnitski en una prisión preventiva de Moscú.
El presidente Obama firmó esa ley el pasado 20 de diciembre. El documento prohíbe la entrada en Estados Unidos de aquellos ciudadanos rusos, cuyos nombres figuran en la 'lista Magnitski'. Sus activos en EEUU se congelan y todas las transacciones de su propiedad se suspenden.
http://sp.rian.ru/international/20130103/156056266.html
 

Sebastian

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Rusia y EE UU: las relaciones vuelven a enfriarse
14 de enero de 2013 Evgueni Ivanov, Rusia Hoy
A pesar de que tras le reelección de Obama parecía que a nivel diplomático no iban a producirse grandes sorpresas, tras la aprobación del “Acta Magnitski”, que prohíbe la entrada a EE UU de una lista de personas que presuntamente han violado derechos humanos; y de la posterior respuesta rusa, la “ley Dima Yákovlev”, que no permite a los estadounidenses adoptar niños rusos, no resulta fácil encontrar muestras de acercamiento entre los dos países.
En diciembre de 2012, el diario Kommersant anunciaba que el ministro de Asuntos Exteriores, a petición del presidente ruso Vladimir Putin, había diseñado las nuevas líneas generales de política exterior de la Federación Rusa.

Es de suponer que el documento, que todavía no se ha hecho público, fija la agenda internacional de Rusia para el tercer mandato presidencial de Putin.
Según Kommersant el principal objetivo en política exterior de Rusia será la integración política y económica del espacio post-soviético utilizando la Unión Euroasiática propuesta por Putin hace unos meses como principal “aglutinante” para esta integración.

La segunda de las prioridades en la lista serían las relaciones con la Unión Europea, mientras que las relaciones con los Estados Unidos quedarían en tercer lugar. Según parece, en las líneas generales se afirma que Rusia insistirá en que los EE UU proporcionen “garantías legales formales de que el proyecto de escudo antimisiles no será dirigido contra las defensas antinucleares rusas” y que los EE UU “no injerirán en los asuntos internos de otros países”.
No sería descabellado, por lo tanto, decir que las relaciones entre los EE UU y Rusia entran en 2013 en una etapa de profunda incertidumbre. Por otro lado la reelección de Barack Obama para un segundo mandato como Presidente de los EEUU, parece prometer una sana dosis de predictibilidad en las relaciones bilaterales.

Rusia también pareció quedar visiblemente complacida al ver que se le ofrecía el importante cargo de Secretario de Estado de los EE UU al senador John Kerry, un experto veterano en asuntos de política exterior y una persona a la que Moscú considera un interlocutor válido.
Aunque Kerry todavía tiene que enfrentarse a las audiencias del Senado, se espera que sea confirmado. Sin embargo, el final de 2012 quedó empañado con la aprobación, por parte del Congreso, del 'Acta Magnitski', una enmienda a la ley de comercio que prohíbe la entrada en los EE UU y congela los activos financieros en este país, de los funcionarios rusos sospechosos de violación de los derechos humanos.

Como respuesta al 'Acta Magnitski', que Moscú considera descaradamente antirrusa, el parlamento ruso aprobó rápidamente la ley federal 272, que fue denominada como 'ley Dima Yákovlev', un niño adoptado por padres estadounidenses y que posteriormente murió en un trágico accidente.
En resumidas cuentas, la 'ley Dima Yákovlev' responde al 'Acta Magnitski' prohibiendo la entrada en Rusia de estadounidenses responsables de violaciones de los derechos humanos de ciudadanos rusos.

Sin embargo, los legisladores rusos añadieron dos cláusulas que hacen que la ley sea mucho más que una represalia estrictamente “simétrica”. En primer lugar se prohíbe la financiación de ONG rusas que realicen “actividades políticas”. En segundo lugar, en una jugada muy polémica, se ha puesto fin, de forma inmediata, a la adopción de huérfanos rusos por parte de familias estadounidenses.
No cabe duda de que las dos leyes enfriarán las relaciones entre los EE UU y Rusia más allá de 2013. Sin embargo hay una notable diferencia entre las dos legislaciones.

La aprobación del 'Acta Magnitski' muestra la presencia de un fuerte lobby antirruso en el Congreso de los EE UU deseoso de tener alguna manera de “influir” en Rusia, una vez que la famosa enmienda Jackson-Vanik fue finalmente rechazada.

Al mismo tiempo, la Casa Blanca se opone al 'Acta Magnitski' y tiene suficientes recursos a su disposición como para mitigar sus consecuencias. En contraste la ley 'Dima Yákovlev' goza del apoyo, a todos los niveles, del gobierno ruso: fue presentada supuestamente por la administración presidencial (se apunta al subdirector de la administración Vladislav Volodin como la principal fuerza motriz detrás de esta ley) y fue apoyada por todas las fuerzas políticas representadas en la Duma y en el Consejo Federal. Como es ya característico, Putin mostró su apoyo a la ley mucho antes de haberla visto.
Por lo tanto, su aprobación es una triste señal de que la campaña antiestadounidense comenzada por Putin hace un año no estaba destinada a ser una herramienta electoral de corta duración.

Es más, se está convirtiendo en el principal discurso de la política exterior de Rusia. Las élites políticas rusas, dándose cuenta finalmente del daño que ha causado a la reputación de Rusia en el mundo la vuelta de Putin al Kremlin, han decidido que no tenían nada que ganar mejorando las relaciones entre Rusia y los EE UU.

Al contrario, parecen pensar que es más útil para sus fines seguir propagando la imagen del “enemigo a las puertas” para frenar la pérdida de apoyo popular al régimen.

El Kremlin tampoco podía obviar el hecho de que sus críticos dentro del país apoyaron en general el 'Acta Magnitiski' y se opusieron a la 'ley Dima Yákovlev'. Esto le da al Kremlin una razón más para endurecer la postura rusa frente a los Estados Unidos: cuanto peores sean las relaciones de Rusia con los EE UU, más fácil será para el Kremlin tachar a la oposición de “agentes extranjeros”.

Puede que para el Kremlin un enfriamiento en las relaciones ruso estadounidenses parezca como un pequeño precio a pagar para mantener la proverbial estabilidad que tanto desea.
Sin embargo este enfoque tiene un gran peligro. La “mentalidad de búnker” que caracteriza la actual actitud de Moscú hacia Washington puede extenderse con rapidez a otros aspectos de la política exterior rusa. Si esto sucediera no se alcanzará ni uno solo de los objetivos descritos en las líneas generales de política exterior.
Evgueni Ivanov es comentarista político y reside en Massachussets.
http://rusiahoy.com/articles/2013/01/14/rusia_y_ee_uu_las_relaciones_vuelven_a_enfriarse_23869.html
 

Sebastian

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Aversión por la superpotencia
15 de enero de 2013 Alexéi Dolinski, especial para Rusia Hoy
La reciente evolución de las relaciones entre EE UU y Rusia parece haber provocado una nueva ronda de retórica antiestadounidense en la sociedad rusa. La aprobación en EE UU de la 'ley Magnitski', que establece una lista de rusos presuntamente vinculadas con la violación de los derechos humanos, ha provocado la respuesta legal rusa que prohíbe la adopción de niños por estadounidenses. De acuerdo con las encuestas del FOM, más del 50% de los rusos apoya esta iniciativa. ¿Qué hay detrás del antiamericanismo en Rusia?
Las encuestas demuestran que los rusos son especialmente escépticos respecto a la política exterior de EE UU. Por ejemplo, de acuerdo con una encuesta de principios de diciembre de 2012, solo el 10% de los rusos cree que EE UU quiere alcanzar la paz entre israelíes y palestinos; 10 años atrás, el 25% creía lo mismo.

Tampoco la 'lista Magnitski' ha sido del todo entendida por la mayoría de los rusos. De acuerdo con el VTsIOM, solo un 10% tiene una comprensión básica de lo que la lista significa.

Un 86% de los encuestados nunca había oído hablar del término o había oído hablar, pero no sabía a qué hacía referencia. Sin embargo, después de la explicación del encuestador, el 29% creía que el motivo real detrás de la 'lista Magnitski' era ejercer presión sobre Rusia.
El 19% de los encuestados han dicho que los motivos reales detrás de la aprobación de la legislación estaban probablemente disfrazados y el 12% pensaba que EE UU estaba provocando un conflicto con Rusia.

La desconfianza pública respecto a los EE UU es una conclusión obvia que se desprende de las encuestas.
Según Marina Medvédeva, presidenta del Departamento de Política Mundial de la Universidad Estatal de Moscú de Relaciones Internacionales, explica que “EE UU y Rusia comparten el legado de la Guerra Fría, y las dos naciones solían medirse en términos de potencial económico y militar.
EE UU ha permanecido como una superpotencia, mientras que Rusia no lo ha hecho. Dado que la cooperación económica no es tan significativa para ambas partes, es el componente ideológico el que domina la relación”.
La falta de confianza en el ámbito público se ve reforzada por los medios de comunicación y los políticos que ganan popularidad a costa de los EE UU como supuesto rival.

Por su parte, Matthew Baum, profesor de comunicación global en Harvard Kennedy School, dice que el público norteamericano, en su mayoría, está interesado en los asuntos internos de su país y muestra un interés muy limitado por la política exterior.

La encuesta Gallup de febrero de 2012 en EE UU mostraba que solo un 2% ve Rusia como un enemigo, mientras que un 1% cree que los propios EE UU son los peores enemigos de la nación. Paradójicamente, la falta de interés de los EE UU por los asuntos de Rusia también contribuye al antiamericanismo.
Como explican algunos políticos estadounidenses que desean permanecer en el anonimato, aunque haya tres millones de ciudadanos de origen ruso, no están consolidados y no pueden influir en el resultado de unas elecciones presidenciales.

Otras comunidades étnicas están mucho más concentradas y pueden influir electoralmente cuando se encuentran en estados clave.
El Levada Center, otra organización de encuestas de Rusia, muestra que los rusos son cautelosos a la hora de hablar de las relaciones con la mayoría de las otras naciones con las que interactúan, no solo con los Estados Unidos.

Georgia encabeza la lista. En 2012, el 41% creía que este país era hostil hacia Rusia (el 62% lo creía en 2009), mientras que EE UU era el segundo, con un 35% de escépticos que desconfiaban. Los vecinos del oeste de Rusia: Letonia, Lituania y Estonia, también quedan muy cerca de la parte superior de la lista.

Al mismo tiempo, los rusos no creen que su país tenga una gran cantidad de aliados. Según el Levada Center, solo Bielorrusia y Kazajstán fueron mencionados como amigos por más del 25% de los encuestados, con Alemania arañando el tercer puesto.
Esta falta de confianza respecto del mundo exterior se puede explicar en parte por la historia y la geografía. Rusia ha tenido territorios en disputa y conflictos con prácticamente todos sus vecinos, lo que no ayuda a crear una atmósfera de confianza.

Sin embargo, el antiamericanismo ruso no difiere tanto del de otros países. De acuerdo con la encuesta de la BBC Country Rating 2012, solo el 48% de los canadienses y un 38% de los mexicanos ven la influencia de los EE.UU en el mundo como algo positivo.
Estas cifras son mejores que las de hace un año. Aunque la media mundial en la mayoría de los países fue principalmente positiva, en países como China, Egipto, Alemania, Pakistán y otros grandes países del mundo la percepción negativa era la más popular.
Según Baum, “tan pronto como otro país empiece a ejercer su influencia de forma regional o global, surgirán actitudes hostiles similares, como ocurre con China actualmente en el Este de Asia”.

La velocidad de los cambios en las actitudes públicas muestra que el antiamericanismo no es algo que, en la mayoría de los casos, tenga un impacto profundo a largo plazo.

Las fluctuaciones en las actitudes nacionales pueden ser bastante fuertes. El científico político americano Joseph Nye puso el ejemplo de Indonesia: la actitud de su población era de un 61% favorable a los EE UU en 2002; esto se redujo a un 15% en 2003 tras la invasión de Irak, y después volvió a crecer hasta el 38% en 2005, después de la operación de rescate del tsunami, encabezada por los EE UU en el Sudeste Asiático.
“Las actitudes rusas también tienen una función en el estado actual de las relaciones entre EE UU y Rusia y las políticas de Estados Unidos”, dice Marina Medvédeva.
“Cuando son desfavorables respecto a Rusia, son utilizadas por los políticos para la política interna y por los medios más influyentes”.
http://rusiahoy.com/articles/2013/01/15/aversion_por_la_superpotencia_23899.html
 

Sebastian

Colaborador
Rusia teme el embargo de sus propiedades en EEUU por una sentencia en contra
17/01/2013, 15:46 EFE
La multa, impuesta la víspera, responde al incumplimiento de otra sentencia que obliga a Rusia a "devolver" a la comunidad religiosa judía Jabad-Lubavitch una colección de antiguos libros y documentos hebreos expropiada a su fundador, Iosef Itzjak Schneerson, durante el régimen comunista.

La cancillería rusa advirtió a las autoridades de EEUU que reaccionará sin dilación en caso de que propiedades rusas se embarguen en el marco de la disputa judicial relacionada con la llamada Colección Schneerson, compuesta según Jabad-Lubavitch por unos 12.000 libros y 50.000 documentos de gran valor.

"Las autoridades estadounidenses deben ser conscientes de que en caso de que las propiedades del Estado ruso sean embargadas como "medida de garantía" (para cumplir la sentencia), tal como exige Jabad, nos veremos obligados a tomar medidas contundentes en respuesta", apunta el comunicado de Moscú.

El diario neoyorquino "The Wall Street Journal" citó la víspera al abogado de Jabad-Lubavitch, Set Herbert: "Insistiremos por todos los medios legales para hacer cumplir la sentencia, incluyendo intentos para incautar propiedades de Rusia en Estados Unidos".

El juez federal estadounidense Royce Lamberth sentenció en agosto de 2010 que los seguidores del movimiento judío jasídico, nacido en la parte occidental del Imperio Ruso a mediados del siglo XVIII y establecido en Nueva York desde mediados del siglo XX, han demostrado su derecho a recuperar la histórica colección.

Rusia califica de "jurídicamente irrelevante" la sentencia del juez Lamberth y aseveran que "ni se plantea tan siquiera ninguna devolución a Estados Unidos", entre otros motivos porque la sentencia viola "el principio de inmunidad jurisdiccional de los Estados".

Ya en 2011, las autoridades judiciales estadounidenses intentaron embargar una colección de iconos rusos que se exponía entonces en el país norteamericano, situación que se resolvió a favor de Rusia pero que paralizó el intercambio cultural entre los dos países.

Parte de la Colección Schneerson, integrada por antiguos textos religiosos hebreos y reunida por la comunidad jasídica a lo largo de varios siglos en la localidad rusa de Lubovichi, entonces en la región de Smolensk, fue expropiada en 1918 por los bolcheviques y se guarda desde entonces en la Biblioteca Estatal Rusa.

Otra parte de esa colección, unos 25.000 documentos antiguos, fue sacada de la Unión Soviética en 1927 por el rabino Iosef Itzjak Schneerson primero a Letonia y luego a Polonia, donde pasó a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1945, el Ejército Rojo se hizo con los textos de Schneerson al ocupar Alemania, que desde entonces se guardan en el Archivo Estatal Militar de Rusia, según la sentencia de Lamberth.

El propio rabino Schneerson, máxima autoridad de su comunidad religiosa, emigró a Nueva York en 1940 donde estableció la sede de Jabad-Lubavitch.
http://rusiahoy.com/articles/2013/0...iedades_en_eeuu_por_una_sentencia__23997.html
 

Sebastian

Colaborador
Rusia y EEUU: lo objetivo que los une y lo subjetivo que los separa
Barack Obama empieza su segundo mandato como presidente de EEUU, centrado en la herencia que dejará. Ésta, a su vez, dependerá en primer lugar, de cómo contrarrestará Obama los desafíos internos: desde la limitación del derecho a poseer armas -el tema que abre su segunda presidencia- hasta los candentes problemas financieros, de la deuda, de justicia social, etc.

Mientras tanto, en la política externa a Obama también le esperan tiempos difíciles, y la evaluación de su lugar en la historia de EEUU y del mundo dependerá de cómo podrá manejar las acuciantes crisis internacionales. Igual que para cualquier otro presidente estadounidense, el que EEUU debe mantener el liderazgo mundial es un axioma para él.

Sin embargo, a diferencia de la mayoría de sus oponentes, que consideran que para restablecer la gloria de tiempos pasados basta con aplicar mano dura, se da cuenta de que las condiciones han cambiado mucho. El mundo actual es tan complicado y no lineal, que la presión y una mano dura entrañan riesgos mayores: a menudo el resultado se vuelve contrario a lo esperado. Por eso la precaución de Obama, por la que sus críticos le tildan de débil o hasta cobarde, en realidad es signo de prudencia e intento de minimizar los riesgos.

Obama no es partidario de hegemonía abierta, ni de intervención agresiva en otros países, aunque no logró evitarla del todo en el curso de su primer mandato: así es EEUU. Opta por la diplomacia y por instituciones multilaterales, con cuya ayuda EEUU pueda endosarle a alguien más una parte de la carga de resolución de las crisis mundiales.

Obama cree en la posibilidad de unos acuerdos sólidos (aunque no necesariamente duraderos) con los países que no sean aliados. Más aún, con Charles Hagel como Secretario de Defensa entre los aliados del presidente aparece un partidario del diálogo con enemigos jurados: Irán, Hamas, Hezbolá. La Casa Blanca ya declaró que se propone retirarse de Afganistán antes del plazo establecido (que ya había sido censurado por ser muy apresurado) y dejar allí un contingente muy reducido (también objeto de críticas).

Pues bien, el primer mandato de Obama mostró que el percibir la realidad adecuadamente no es lo mismo que saber qué hacer. A partir de finales de los 2000, la política exterior de EEUU va reaccionando a los impulsos que se le ofrecen, apenas proponiendo sus propios planes estratégicos. Creo que un plan convincente es imposible como tal, ya que la situación internacional es impredecible.Pero la cúpula estadounidense no puede reconocerlo, pues sería lo mismo que reconocer que EEUU no es dominante en el mundo sino que tan sólo es un país que aun siendo el más poderoso, queda tan impotente frente a los procesos incontrolados como los demás países.

Oculto tras la retórica de un Estado-líder, Obama, probablemente, se pondrá a reducir poco a poco las ambiciones, a escoger las direcciones primordiales y a determinar los temas de interés secundario que puedan ser relegados. Asia, ante todo a la luz del crecimiento de China, va, nolens-volens, a ocupar un lugar cada vez mayor en la política externa, mientras que algunos temas tradicionales quedarán inevitablemente en el segundo plano. Como, entre otros factores, la administración se guiará por la necesidad de reducir los gastos, ya será imposible mantener el mismo nivel de actividad global.

En estas condiciones, Rusia, en teoría, es el socio casi ideal para EEUU. Ya no queda en realidad nada de la oposición de los tiempos de la guerra fría. A medida de su desaparición va disminuyendo la importancia del principal escenario estratégico de aquella época, Europa, donde la inercia de la confrontación se siente más. Aunque los roces por diferentes conflictos regionales a veces parecen críticos (como los de Siria hoy), en esencia es una norma para relaciones entre grandes potencias no aliadas. En cualquier caso, estos desacuerdos no amenazan con el drástico empeoramiento de relaciones bilaterales, a diferencia de la situación que existió hace cinco años a raíz de la guerra cono Gergia.

Al mismo tiempo, Rusia sigue poseyendo la “acción de oro” respecto a diferentes cuestiones de importancia para EEUU. La situación parece ideal para mantener negociaciones y alcanzar consensos, tanto más si, como hemos comentado, Obama está dispuesto pactar con unas transacciones necesarias para el país.

Sin embargo, las relaciones ruso-estadounidenses han vuelto paradójicas con el inicio del segundo mandato de Obama. Rusia no figura entre los temas primordiales, pero es esencial para el presidente personalmente, porque espera, con ayuda de Moscú, avanzar en la resolución de sus cuestiones de primer orden. Aunque tanto la Casa Blanca, como el Kremlin no desean conflictos, a finales del 2012 estalló uno muy fuerte, relacionado con la 'ley Magnitski' y la respuesta rusa que provocó.

La situación se agravó hasta más no poder sin razones objetivas: no aconteció en los últimos años nada que revelara discordias fundamentales. Esta colisión parlamentaria parece pertenecer más a la esfera virtual o emocional, pero resulta que en el ambiente internacional, inexplicable a la razón, el cómo los interlocutores se perciben a sí mismos y a sus contrapartes constituye un factor material.

La polémica sobre la 'ley Magnitski' y la extraña venganza por parte de Moscú gira en torno al tema de la soberanía: hasta qué grado los procesos y asuntos internos pueden ser objeto de discusión externa. La trágica historia del jurista ruso Serguei Magnitski por pura casualidad sirvió de fundamento para la colisión, si no fuera por ésta, habría alguna otra razón.

No creo que venga una nueva ola de empeoramiento de relaciones, las pasiones de diciembre se calmarán dejando un regusto desagradable.Pero tampoco cabe esperar progreso en las relaciones. Rusia y EEUU carecen de una agenda que corresponda a las tareas del presente y del futuro. En Washington esperan realizar un 'reinicio 2', un desarrollo del diálogo dedicado a los temas que permitieron alcanzar cierto éxito en los 2009-2010. A
Ante todo, se trata de las futuras reducciones de armas nucleares. Pero Rusia no piensa en hablar de nuevos acuerdos en esta esfera: ya está feliz con lo que hay. Esta es la disposición existente, y no está claro cómo salir de aquí.

Las negociaciones sobre la estabilidad estratégica siguen sirviendo de eje central, y ningún otro tema puede sustituirlas. La experiencia de los 2000 ha mostrado que cuando una de las partes (como la administración de Bush, en aquel caso) pierde interés por la reducción de armas nucleares, en las relaciones empieza una degradación peligrosa. Y por ahora nadie sabe cómo remediarlo.

Mientras tanto, la impredecible situación internacional no dejará de contribuir al empeoramiento de las relaciones, estimulando la suspicacia y el recelo e impidiendo una cooperación en aras de la solución de problemas comunes.
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20130117/156176555.html
 

Sebastian

Colaborador
Sesenta estadounidenses tendrán prohibido entrar en Rusia por Ley Dima Yákovlev
Rusia elaboró una lista de 60 ciudadanos estadounidenses que tendrán prohibido entrar en el país en virtud de la Ley Dima Yákovlev, comentó hoy el jefe del comité de asuntos internacionales de la Duma rusa, Alexei Pushkov.
"En la lista figuran jueces, fiscales y agentes implicados en el proceso judicial contra los rusos Víctor Bout y Konstantín Yaroshenko, así como los congresistas autores del Acto Magnitski y los estadounidenses que vulneraron los derechos de los niños rusos adoptados", dijo el legislador.

Recordó que EEUU también redactó una lista de 60 ciudadanos rusos que enfrentan sanciones económicas y tienen prohibido entrar en este país.
La Ley Dima Yákovlev entró en vigor el 1 de enero de 2013 en represalia por el llamado Acto Magnitski, que sanciona a un grupo de funcionarios rusos por supuestas violaciones de derechos humanos. La ley lleva el nombre de un niño ruso de dos años muerto poco después de ser adoptado por una familia estadounidense.

El empresario ruso Víctor Bout fue sentenciado por el Tribunal Federal de Nueva York a 25 años de cárcel por un intento de tráfico de armas. A su vez, el piloto ruso Konstantín Yaroshenko cumple una pena de 20 años por intento de contrabando de cocaína a EEUU.
En ambos casos, la acusación se basó en las declaraciones de agentes estadounidenses que se hicieron pasar por miembros de la guerrilla colombiana en el caso de Bout, y por narcotraficantes en el caso de Yaroshenko.
http://sp.rian.ru/neighbor_relations/20130118/156196492.html

Rusia amplía a 60 los ciudadanos de EEUU incluidos en lista negra

19/01/2013, 5:09 EFE
Rusia ha ampliado hasta 60 el número de ciudadanos de EEUU a los que se les prohíbe entrar y tener activos en territorio ruso en respuesta a la reciente aprobación por Washington del "Acta Magnitski" que contempla las mismas medidas contra funcionarios rusos.

"En esa lista negra en diciembre figuraban once personas, ahora ya son sesenta", afirmó hoy Alexéi Pushkov, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma o cámara de diputados, citado por la agencia Interfax.

Precisó que las once personas inscritas al principio en dicha lista eran funcionarios de la Administración del expresidente George Bush, algunos de ellos con rango de ministros, y que todos están implicados en violaciones de los derechos humanos.

En particular, apuntó que estaban implicados en las torturas de presos en Guantánamo y otras prisiones secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU.

Pushkov explicó que los nuevos integrantes de la lista pueden dividirse en tres "categorías".

La primera, explicó, "son jueces, investigadores y empleados del Ministerio de Justicia de EEUU y agentes de servicios especiales (...) que estaban detrás de la persecución judicial de los ciudadanos rusos Víctor But y Konstantín Yaroshenko".

But, conocido como el "Mercader de la Muerte" fue sentenciado a 25 años de cárcel por un tribunal de Nueva York, mientras el piloto ruso Yaroshenko fue condenado a 20 años de prisión por participar en el tráfico de drogas entre América Latina y África, y desde ese continente, a EEUU y Europa.

La segunda categoría, según Pushkov, son los congresistas estadounidenses que idearon la llamada "Acta Magnitski", lista negra de los funcionarios rusos implicados en la muerte en prisión preventiva del abogado Serguéi Magnitski, quien denunció la corrupción policial.

La tercera son los padres norteamericanos "culpables de tortura y muerte de niños huérfanos rusos, los jueces que pronunciaron veredictos inadecuados al respecto y los psiquiatras que aseguraban que las deformaciones físicas congénitas de esos niños (...) fueron la causa de su muerte".

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, promulgó el pasado 28 de diciembre la ley que prohíbe las adopciones de niños rusos por familias de Estados Unidos.

La ley, que suspende también las actividades de las organizaciones que tramitan las adopciones con EEUU pese a que existe desde julio pasado un acuerdo bilateral con este país, entró en vigor el 1 de enero de 2013.

La decisión fue duramente criticada tanto por varios miembros del Gobierno como por numerosos activistas de los derechos humanos quienes afirman que el destino de niños huérfanos "sirvió de moneda de cambio" en un ajuste de cuentas entre ambos países.
http://rusiahoy.com/noticias/2013/0...s_de_eeuu_incluidos_en_lista_negra_24047.html
 
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