Relaciones: Rusia - EE.UU.

Primer informe en 26 años: La Inteligencia de EE.UU. advierte del creciente poderío militar de Rusia
Publicado: 29 jun 2017 12:52 GMT | Última actualización: 29 jun 2017 15:24 GMT

https://actualidad.rt.com/actualidad/242873-primer-informe-caida-urss-inteligencia-eeuu-amenaza-rusa

Por primera vez desde la caída de la URSS la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EE.UU. ha publicado un análisis integro sobre el poder militar de Rusia.


Por primera vez desde 1991 la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EE.UU. lleva a cabo una práctica común durante la Guerra Fría: realizar informes no clasificados analizando de manera global el poder militar de Rusia. En el nuevo trabajo, que no revela secretos, hay, eso sí, una conclusión clara: Rusia está reformando exitosamente sus fuerzas armadas tras quedar debilitdas con el colapso de la URSS, recoge AP.

"En la próxima década pude surgir una Rusia con más confianza y más capacitada aún", advierte el director de la Agencia, Vincent Stewart. EE.UU. tiene que aprender a "anticiparse en vez de reaccionar a sus acciones", afirma.

"Las fuerzas militares de Rusia están en auge", reza el informe, que destaca que, a diferencia de la URSS, cuyo poderío militar se basaba en gran medida en unidades grandes y equipos pesados, las fuerzas armadas rusas "son menores y más móviles y equilibradas" y tienen capacidad para librar con rapidez librar "una guerra plenamente moderna". El siguiente informe que prepare la Agencia será sobre China, anuncia Stewart.

Moscú siente una "profunda desconfianza hacia Washington"
El informe destaca como causa del refuerzo de las capacidades militares rusas la "profunda e inmutable desconfianza" que Moscú siente Moscú acerca de Washington. Rusia "busca usar su poder militar para promover la estabilidad según sus propios términos", reza el informe.

El Kremlin recela de la intención de la Casa Blanca de imponer "un surtido único de valores globales" y por intervenir en los asuntos interiores de Rusia con el objetivo de cambiar el Gobierno. Según la inteligencia estadounidense, esta última sospecha se intensificó tras el golpe de Estado en Ucrania en 2014 tras producirse una serie de protestas que Moscú cree orquestadas por Washington.

"Resolver el conflicto sirio es imposible sin Rusia"
En relación a la operación militar rusa en Siria, el informe afirma que la intención de Moscú es "eliminar los elementos yihadistas" que viajaron a este país árabe desde el territorio de la antigua URSS". Estos pueden convertirse en una amenaza para la seguridad rusa al regresar. Asimismo, a Moscú le preocupa la situación en Afganistán, desde donde puede expandirse el extremismo islámico.

La intervención militar de Rusia en Siria "cambió toda la dinámica" de la situación por el apoyo de Moscú al presidente Bashar al Assad. "Es imposible una resolución del conflicto sin la aprobación por parte de Rusia", concluye el informe.

"Qué pena no haber sabido antes que el Pentágono se asombrara tan fácilmente"
El informe no ha podido evitar el lugar común de las recientes acusaciones estadounidenses contra Rusia al tachar a la cadena RT y a la agencia Sputnik de propaganda rusa que busca "influir, confundir y desmoralizar". La directora del grupo RT, Margarita Simonián, ha comentado estas acusaciones de manera sarcástica.

"¿Dos centenares de periodistas (aunque de verdad brillantes) en un par de años se han covertido en una amenaza para el Ejército más poderoso del mundo? Qué pena no haber sabidoantes que el Pentágono se asombraba tan fácilmente… Entonces habríamos descansado más y trabajado menos", ha afirmado Simonián.

"La política exterior de EE.UU. es difícilmente explicable"
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que este informe sobre el creciente poderío militar de Rusia afecte los planes de EE.UU., el presidente de la consultora EKAI Center, Adrian Zelaia, opina que la política exterior de Washington "es difícilmente explicable". El informe confirma que las posiciones de Rusia son "estrictamente defensivas" y que Moscú "no ha desarrollado ningún tipo de estrategia agresiva, pero pese a ello en EE.UU. crece "la inseguridad en el ámbito tanto militar como político", la cual ha sido "desatada por la postura independiente de Moscú y Pekín", destaca el experto.
 
Es una lástima que Rusia se haya desinflado por el tema de la caída del petróleo (las sanciones ; a su vez es una oportunidad para dejar de depender tanto del sector primario y diversificar su econmía, o más bien, aumentar la participación de otros rubros en la economía. Sino su "techo militar" va a quedar bajo, al tener que elegir más donde avanzar, y teniendo apuestas estratégicas que no tiene opción de desfinanciar (SSBNs, Tropas Estratégicas de Misiles, desarrollo de su caza de 5ta gen), no van a poder abarcar otros frentes. En el escenario que tiende hacia la multipolarización, no me gustaría ver a Rusia quedarse atrás, por ahora viene siendo un buen contrapeso, y a futuro más aún.

Me quedo pensando sobre la relación Rusia-China, donde eso sí no sé si me parece lo mejor en el largo plazo para los rusos.
 

Putin atribuye a "histeria antirrusa" las nuevas sanciones aprobadas contra Rusia por el Senado
de EEUU pese a las objeciones de Trump.
 

Sebastian

Colaborador
Rusia responde a las nuevas sanciones de EE UU con la salida de diplomáticos estadounidenses

Washington tendrá que recortar su número de trabajadores en Moscú y no podrá usar unas instalaciones


Rodrigo Fernández
Joan Faus
Moscú / Washington 28 JUL 2017 - 18:55 CEST

Rusia ordenó este viernes disminuir el número de diplomáticos de Estados Unidos en Moscú y sus consulados, además de prohibirles el uso de un complejo de descanso y unos almacenes. A pesar de la retórica empleada, las medidas, que no incluyen la acusación de espionaje de ningún estadounidense ni la expulsión de nadie en concreto, son señal de que los halcones en el Kremlin perdieron, al menos de momento, y vencieron los que todavía piensan que se puede mejorar la relación con el país más poderoso del mundo.

El anuncio de Moscú llega al día siguiente de que el Senado estadounidense aprobara, por una amplísima mayoría, imponer nuevas sanciones a Rusia por su presunta injerencia electoral y su papel en las crisis de Ucrania y Siria. La ley limita la capacidad del presidente estadounidense de retirar las penalizaciones, lo que supone un claro desafío a Donald Trump. El mandatario debe decidir ahora si firma la ley, que refleja la profunda desconfianza generalizada que despierta su acercamiento a Moscú, o la veta, consciente de que probablemente los legisladores podrían anular su veto.

Sin embargo, las medidas adoptadas por el Kremlin no son una respuesta directa a las sanciones del Congreso sino a las que adoptó la Administración de Barack Obama el pasado diciembre por la supuesta intromisión electoral de Moscú. Los servicios de inteligencia estadounidenses acusan a Rusia de orquestar una campaña de ciberataques para ayudar a Trump a ganar los comicios de noviembre. El Kremlin lo niega, y el republicano es escéptico y dice sufrir una “caza de brujas”. Un fiscal especial y el Congreso investigan si el entorno de Trump se coordinó con las acciones rusas.

Obama expulsó en diciembre de EE UU a 35 diplomáticos rusos acusados de ser agentes de inteligencia, a los que dio 72 horas para abandonar el país. El presidente ruso, Vladímir Putin, sorprendió a todos cuando decidió entonces no responder simétricamente, es decir, aplicar el mismo castigo a los estadounidenses como era la tradición.

Ante la falta de progreso en las relaciones con Washington desde el inicio de la presidencia de Trump, en Moscú aumentó el número de políticos y funcionarios partidarios de responder a EE UU y de los que querían que la respuesta fuera dura. El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, confirmó en junio que estaban estudiando las medidas a tomar ante la negativa de Washington de desbloquear las casas de descanso de los diplomáticos rusos en EE UU, mientras que algunos medios decían que se preparaba la expulsión de una treintena de diplomáticos norteamericanos.

La declaración rusa de este viernes advierte de que Moscú se reserva el “derecho a adoptar, en base al principio de reciprocidad, otras medidas que pueden afectar a los derechos de EE UU”, y habla de la “extrema agresividad” de Washington, al que acusa de emprender “groseras acciones antirusas con el pretexto, completamente inventado, de una injerencia rusa en sus asuntos internos” y adoptar “sanciones ilegales” contra Moscú.

Antes de entrar a la Casa Blanca, Trump elogió repetidamente a Putin, y sugirió que podría levantar las sanciones a Rusia impuestas por Obama en diciembre. Tras reunirse por primera vez con Putin, el 7 de julio en Hamburgo, Trump abogó por aparcar el asunto de la intromisión electoral y buscar áreas de cooperación bilateral. El Congreso ha puesto ahora serias trabas a ese deseo de deshielo y ha mandado un mensaje de contundencia al republicano.

La ley limita la capacidad del presidente de retirar las penalizaciones y da al Congreso un plazo de al menos 30 días para votar cualquier cambio que trate de hacer el presidente. Para levantar las sanciones relacionadas con los ciberataques rusos durante la campaña, Trump tendría que demostrar a los legisladores que existen pruebas de que Rusia ha tratado de limitar esas actividades. Y para retirar los castigos por las intromisiones territoriales rusas en Ucrania, tendría que certificar que las causas se han solventado.

El Ministerio de Exteriores ruso cree que la ley del Congreso “ha demostrado con claridad meridiana que las relaciones con Rusia se han convertido en rehén de la lucha política interna en Estados Unidos” y que con ella pretende garantizar una posición ventajosa de Washington en la economía mundial.

La norma también ha distanciado a EE UU y Europa. Encabezados por Alemania, varios países y las autoridades comunitarias han manifestado su preocupación y han amenazado con represalias dado que la ley permite penalizar a las empresas europeas que contribuyan al desarrollo del sector energético ruso. La cláusula podría afectar especialmente al proyecto de gasoducto Nord Stream 2, entre Rusia y Alemania, en el que participan firmas alemanas, francesas, austriacas y angloholandesas

Flexibilidad con Europa
La ley concede mayor o menor margen de maniobra a Trump. Por ejemplo, respecto a los proyectos energéticos rusos, establece que el presidente “puede” imponer sanciones y que deberían ser en coordinación con los socios europeos, lo cual rebaja la posibilidad de que se decreten. Las penalizaciones podrían suponer la prohibición de acceso a financiación de bancos estadounidenses o de concesión de visados para viajar a EE UU. También podrían bloquearse las propiedades en el país de las personas sancionadas o excluirlas de licencias de exportación.

En cambio, la legislación es mucho más rígida en otros campos. Establece que el presidente “impondrá” sanciones a los sectores de inteligencia y defensa rusos. También tendrá que castigar a las personas relacionadas con ciberataques del Gobierno ruso contra otros gobiernos o instituciones democráticas, pero quién escoge a los individuos es el mandatario. También tiene que sancionar a quienes presten apoyo material, financiero o tecnológico a Siria en el desarrollo de armas químicas o misiles balísticos. Las penalizaciones supondrán el bloqueo de activos en EE UU y la denegación de visados de viaje.

En cuanto a los proyectos energéticos, se permite castigar una inversión que contribuya “directamente y significativamente” a la capacidad de Rusia de construir tuberías de exportación de energía. Lo mismo sucede con la facilitación de “bienes, servicios, tecnología, información o apoyo que facilite directamente y significativamente el mantenimiento o expansión” de nuevos o viejos oleoductos o gasoductos. El objetivo es estrangular aún más la economía rusa, que ya languidece por el efecto de tres años de sanciones por la crisis ucrania.

455 diplomáticos
A diferencia de las sanciones de la Casa Blanca en diciembre, la respuesta del Kremlin no acusa a ningún diplomático de espía ni se expulsa a nadie en concreto, limitándose a ordenar reducir el personal al mismo número que tienen los rusos en Estados Unidos, es decir, a 455 personas. Además, les otorga más de un mes de plazo para que cumplan con este requisito y deja en manos de Washington la posibilidad de decidir quiénes se quedan y quiénes se van. O sea, nada parecido a una respuesta simétrica, lo que significa que Vladímir Putin no ha perdido las esperanzas de ver un repunte en las relaciones con Washington.

De todas formas, el que Moscú restablezca la paridad en el número de personal de las representaciones diplomáticas es un serio inconveniente para Washington, ya que, según algunas fuentes, cientos de personas se verán afectadas y tendrán que regresar a EE UU.
https://elpais.com/internacional/2017/07/28/actualidad/1501239421_771347.html
 

Sebastian

Colaborador
Vamos a ver que hace la UE con estas neuvas sanciones...respondera o se bajara los pantalones...
Creo que uno de los paises bálticos las apoya....
 

Sebastian

Colaborador
Creo que debe ser un error, pero al aprecer el Gobierno ruso va a expulsar a 755 diplómaticos de EE.UU.
La delegación quedaría en 455 personas.
 

Sebastian

Colaborador
Putin cifra en 755 los funcionarios de EE UU que deberán abandonar Rusia

Estados Unidos tendrá el mismo número de diplomáticos que Rusia tiene en ese país, es decir 455


Agencias
Moscú 30 JUL 2017 - 20:59 CEST

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha anunciado este domingo que serán 755 los trabajadores de la embajada y los consulados de Estados Unidos en Rusia que deberán salir del país a partir del 1 de septiembre. "Más de mil funcionarios, entre diplomáticos y personal técnico, trabajaban y aún trabajan en Rusia. Ahora, 755 deberán cesar su actividad", ha declarado Putin a la cadena de la televisión estatal Rossia 24. "Hemos esperado mucho tiempo con la esperanza de que la situación mejorara", ha explicado en la entrevista, "pero todo indica que incluso si la situación cambia, no va a suceder pronto", en referencia al proyecto de ley de sanciones aprobado en EE UU y que aún debe ser ratificado por Donald Trump.

Moscú exigió este viernes a Washington igualar su representación en este país a los 445 funcionarios rusos que trabajan en EE UU, en respuesta a la expulsión de 35 diplomáticos rusos de EE UU en diciembre del año pasado. Además, el Ministerio de Exteriores ruso anunció que desde el próximo 1 agosto la Embajada de EE EU no podrá utilizar unos almacenes de su propiedad en la capital rusa ni tampoco la mansión que dispone en Serebrianyi Bor, una elitista zona de Moscú.

Putin ha advertido de que Rusia tiene un "gran espectro" de posibilidades para responder al último paquete de sanciones aprobado por el Congreso a causa de su injerencia en las elecciones presidenciales de 2016 así como por su anexión de Crimea en 2014. "Tenemos mucho que decir y hacer en muchos ámbitos de cooperación bilateral (con medidas) que perjudicarían a EE UU. Pero no creo que debamos hacerlo. A día de hoy, estoy en contra", ha subrayado el mandatario ruso.

Pero, al mismo tiempo, "si el daño ocasionado a Rusia por los intentos de presionarla llega a ser equiparable a las consecuencias negativas por restringir nuestra cooperación, estudiaremos otras medidas". "Esperamos esperado mucho tiempo para ver si algo mejoraba, teníamos esa esperanza. Pero visto lo visto, si algo cambia no será pronto", ha explicado Putin para justificar que la respuesta a las sanciones de diciembre —aprobadas por Barack Obama en represalia por la presunta injerencia rusa en el proceso electoral en EE UU— se adoptó ahora, ocho meses después.

"La parte estadounidense, sin razón alguna, ha dado un paso para empeorar las relaciones" entre los dos países, ha añadido. Y ese paso, ha alertado, consiste en imponer "restricciones ilegales, intentos de influir en otros países, incluidos sus socios que están interesados en mantener y desarrollar sus relaciones con Rusia".

La Casa Blanca anunciño el viernes que Trump firmará el nuevo paquete de sanciones contra Rusia que, entre otras medidas, amenaza con castigar a las empresas de terceros países que inviertan en la construcción o mantenimiento de las infraestructuras rusas para el transporte de hidrocarburos. Intentar vetar la ley, que refleja la profunda desconfianza generalizada que despierta su acercamiento a Moscú, hubiese supuesto una humillación porque probablemente los legisladores podrían haber anulado su veto.

De aplicarse, este extremo perjudicaría a numerosas empresas de la Unión Europea que participan, incluso con capital accionarial, en varios gasoductos que unen Rusia con los países europeos. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha advertido de que la UE responderá a EE UU en caso de que la nueva ley contra Rusia afecte a sus intereses.
https://elpais.com/internacional/2017/07/30/actualidad/1501439695_487647.html
 
Arriba